martes, 21 de enero de 2014

Will Artino



Sí, Will Artino, otra vez.
Han jugado qué, nada, cuatro partidos más desde que hablé la última vez de toda la panda: Artino, el entrenador McDermott, su hijo, la estrella silenciosa, y los demás arrendajos azules; pero es que, fíjate tú, uno de esos partidos, precisamente el último, les ha dado acceso a las habitaciones con las vistas más flamantes en los hoteles más lujosos del mundo de la prensa deportiva. Y había ganas, claro, después de (ya van unos cuantos) años siguiendo a los de Omaha, había ganas de dar fe de lo que pasó en Pensilvania. 
Porque, vayamos por partes, como decía, los de Greg McDermott han jugado cuatro partidos, de los que han ganado tres y han conocido, después de diez victorias consecutivas, la derrota. Perdieron hace unos días contra Providence, cuando visitaron a los de Ed Cooley en el Dunkin' Donuts Center. Antes de esta derrota, ampliaron la racha triunfante hasta las diez consecutivas, tras añadir dos victorias más, una, un tanto apretada, ante Xavier, la otra, más sosegada, ante los otrora héroes nacionales, Butler, ambas victorias en el CenturyLink de Omaha ante más de 17.000 espectadores. 
Tantos o más hubo, por supuesto, en el cuarto encuentro de esta nueva tacada, el que se saldó con victoria y que vino después de la derrota ante Providence: una auténtica paliza en su visita a uno de los grandes favoritos para conseguir el título nacional,  la Villanova del histórico Jay Wright.
Pero antes de hablar de este partido, hablemos de los otros tres. 
Dos victorias más seguidas en casa: 95 a 89 ante Xavier y 88 a 60 ante Butler. Contra Xavier, no pudieron hacer nada ni Semaj Christon, ni Justin Martin ni Matt Stainbrook, a pesar de que los tres hicieron buenos números y mantuvieron a Xavier en el partido. Doug McDermott volvió a salirse (35 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias) y agotó los rumores sobre un posible freno de su rendimiento por los problemas en el hombro. Ethan Wragge se cascó otros cinco triples, Austin Chatman dirigió bien al equipo y Jahenns Manigat estuvo más comedido en su labor de substituir a Grant Gibbs mirando más a canasta, pero siguió en buena línea. Devin Brooks, desde el banquillo, siguió aportando mucho, esta vez, 14 puntos. Y, finalmente, nuestro protagonista, el de Waukee, Will Artino, aprovechó sus escasos 16 minutos para conseguir 4 puntos y apoderarse de hasta 8 rebotes. 
Unos días después, llegó Butler y se llevó una derrota contundente. Los de Indiana aún andan acostumbrándose a la marcha de Brad Stevens y no parece que este año vayan a repetir éxitos. En Omaha, completaron un flojo partido que lideró, de nuevo, Doug McDermott con 28 puntos y 5 rebotes. Solo otro jugador de Creighton, Austin Chatman, alcanzó dobles dígitos (10 puntos) y eso, en parte, porque ni Ethan Wragge ni Jahens Manigat estuvieron, esta vez, acertados en el tiro. Lo más reseñable, la buena aportación desde el banquillo de gente ya habitual, como Devin Brooks (8 puntos) y Will Artino (9 puntos y 4 rebotes en solo 11 minutos), y otros que no lo son tanto, Zach Hanson y Geoffrey Groselle, ambos con 8 puntos de contribución. 
La primera derrota llegó en Providence, Rhode Island. En la ciudad que fundó Roger Williams, los de Omaha se toparon con un implacable quinteto titular. Los cinco elegidos por el entrenador Ed Cooley estuvieron a un gran nivel, aunque sobresalió un Bryce Cotton que, esa semana, se llevó el premio al mejor jugador de la conferencia, y, en parte, fue por sus 23 puntos que derrotaron a los de un Doug McDermott flojo en el tiro (se quedó en 21 puntos y 7 triples). Lo más importante, de nuevo, el banquillo, con 10 puntos de Devin Brooks y 9 puntos y 6 rebotes en 15 minutos de nuestro amigo Will Artino.
Con un sabor de boca agridulce, llegaba una de las fechas más importantes del calendario, la visita a los Wildcats de Villanova. El partido llegaba en un momento favorable para los de Jay Wright, ya que habían alcanzando los puestos más altos en los ránkings que señalan a los favoritos para el título final. De hecho, llegaban a este encuentro colocados entre los cinco primeros, tanto en la clasificación que establecen los entrenadores como en la que elige la prensa. En quince partidos (éste fue el decimosexto para ellos), solo habían sido derrotados ante la Syracuse de Jim Boeheim, que es la favorita número dos para el título final, y, eso sí, se lo pusieron difícil a los de Syracuse en su casa del Carrier Dome. 
Para más presión, los encargados de Villanova decidieron cambiar de pabellón para este encuentro. En lugar de jugarlo, como suelen hacer prácticamente siempre, en la cancha que el equipo tiene dentro del campus, en The Pavilion, mucho más coqueto y con mucha menos capacidad, se decidió jugar el encuentro ante Creighton en el Wells Fargo Center, un monstruo donde entran más de 21.600 personas cuando se juega al baloncesto y que suele ser la casa de los Philadelphia Sixers (eso sí, el récord de asistencia lo puso un Villanova-UConn). De todas formas, como comentaba algún periodista, los jugadores de Creighton se tranquilizaron al saber que, aunque no hubiera sido ante Villanova, ellos, como visitantes, habían jugado más partidos en el Wells Fargo Center que la mayoría de los Wildcats.
Con todos estos antecedentes, el partido se presentaba emocionantísimo. Y no defraudó. Aunque no fue el suspense por la victoria lo que mantuvo la emoción. Y es que el marcador final, 68-96 para los de Omaha deja bien a las claras lo contundente de la victoria. 
Una victoria que se basó en un ataque aplastante, con una efectividad en el lanzamiento desde la línea de tres que ha llevado a los de Omaha a los libros de historia de la Big East cuando aún solo llevan siete partidos de bagaje en esta conferencia. Finalmente, fueron nada más y nada menos que 21 triples conseguidos, los nueve primero sin fallo, catorce en la primera parte, y con un porcentaje por encima del 50%. Más datos de la eficiencia de ataque: 25 asistencias.
Si los números son contundentes, los datos históricos lo son más. Como explicaban en la web oficial del club, éste es el primer partido que los bluejays ganan fuera de casa ante un equipo que aparece en los ránkings de favoritos desde 1978. Más, es la primera vez, desde 1970, que se gana a un equipo clasificado entre los cinco primeros, ya sea en casa o fuera. Y más aún, el cuarto puesto que ocupaban los Wildcats en una de los dos ránkings más importantes convierte a esta victoria en la victoria más importante en la historia reciente de los de Omaha. La razón: Villanova parece el rival más fuerte al que vencen desde que, en 1963, vencieran a una Arizona State que encabezaba entre los primeros los ránkings de favoritos. 
Y si los números y los datos históricos no dejan lugar a duda, esto se ha visto reflejado en algunos titulares que han alcanzado carácter nacional (y hasta internacional). John Rothstein titulaba su información en CBSSports.com con las siguientes palabras: "Wragge, Creighton put on offensive clinic in rout of Villanova", algo así como "Wragge y Creighton apalizan a Villanova gracias a una gran lección de ataque". En la misma página web, Matt Norlander añadía este encabezamiento: "Creighton gives most impressive shooting showing of season at Nova" o, en castellano libre, "Creighton ofrece ante Villanova la exhibición de tiro más impresionante de la temporada". Otra página web, la de ESPN.com, elegía a Eamonn Brennan como informador y éste califica la demostración de Creighton de increíble. Por último, en NBCSport, Rob Dauster se marcaba dos reportajes en el día. En el primero, el titular rezaba: "Creighton hits 21 threes in a rout of No. 4 Villanova", o, en otras palabras, "Creighton logra 21 triples para darle una paliza al favorito número 4, Villanova". En el segundo, se centraba en Ethan Wragge, uno de los héroes del día, al que dedicaba todo el artículo y el titular. Más tarde, el propio Dauster publicaba otro artículo sobre los favoritos a ganar el Player of the Year (premio al mejor jugador del año a nivel nacional) y, sin medias tintas y convencidísimo, se deshacía en elogios hacia Doug McDermott para colocarlo en el primer puesto por delante de jugadores más mediáticos como Shabazz Napier, Marcus Smart, Jabari Parker o Joel Embiid. Finalmente, la noticia también llegaba a España, y en planetacb.com se hacía eco del festival de triples con una noticia en la que se colgaba un vídeo con los primeros nueve triples consecutivos sin fallo. 
Y, por supuesto, triples de por medio, y como ya hemos mencionado, no podía ser de otra manera: Ethan Wragge fue uno de los héroes de esta victoria con sus 27 puntos y 9 de 14, casi nada, en triples. Otros cuatro jugadores marcaron desde la línea de tres, destacando, como no, Doug McDermott, con 5 de 8 para un total de 23 puntos y 5 rebotes, y Jahenns Manigat que se fue hasta los 19 puntos después de conseguir un 4 de 5 en triples. Austin Chatman repartió diez asistencias y nuestro protagonista, Will Artino, consiguió jugar 12 minutos para aportar 4 puntos y 4 rebotes. Por el otro lado, James Bell fue el hombre más importante de Jay Wright, pero se quedó en 5 de 11 en triples. 
Eso sí, como ya he repetido un par de veces, el héroe del partido fue el barbudo Ethan Wragge con sus nueve triples en 14 intentos. Llegados a este clímax, alguien debería estudiar con atención el extraño caso de este jugador. A saber, arrebató el puesto de titular al interior Will Artino, un cinco prácticamente puro, pero, aún así, de los diecinueve partidos que, por ahora, ha jugado, en, ¡ojo al dato!, catorce (UMKC, St. Joseph's, Tulsa, Arizona State, San Diego State, Long Beach, Ar-Pine Bluff, California, Chicago State, Marquette, DePaul, Xavier, Butler y Villanova) todos sus puntos, todos, fueron conseguidos con triples. Pero es que, de los otros cinco partidos, en tres (Alcorn State, Nebraska y Providence), si consiguió anotar más allá de conseguir algún triple, fue solo porque tiró tiros libres. Por lo tanto, solo en dos partidos, ante George Washington y Seton Hall, ha conseguido anotar canastas de dos.
Los datos generales son aún más contundentes. En lo que va de temporada, Wragge lleva 74 triples de 148 intentos (entre los cinco jugadores que más triples ha conseguido a nivel nacional), con un 50% clavado de efectividad, y, alucina, tan solo un 2 de 6 en tiros de dos en 19 partidos. ¿No es para estudiarlo?
 También son para estudiar las cualidades de un Doug McDermott que no deja de crecer. Si Rob Dauster apunta su candidatura a los premios más importantes del año y su nombre se mantiene alto en algunos mockdrafts, no es menos reseñable el lugar que el hijo del entrenador se está labrando en las estadísticas históricas del baloncesto universitario norteamericano. 
Ahora mismo, ocupa el puesto 22 entre los mejores anotadores a nivel nacional, y hablo de toda la historia de la NCAA, por delante de jugadores como Jimmer Fredette, Joe Dumars o Calbert Cheaney. Con casi total seguridad (si el hombro lo permite), superará sin problemas a jugadores como Byron Larkin, Daren Queenan, Reggie Lewis y Hank Gathers y se meterá entre los 20 mejores anotadores de la historia de la NCAA. Probablemente, supere también a JJ Redick. Ahora, entrar ya entre los diez primeros parece mucho más difícil y alcanzar el récord de Pete Maravich, estrella de Louisiana State que encabeza la tabla de los mejores anotadores por delante de Freeman Williams, Lionel Simmons y el malogrado Alphonso Ford, parece harto imposible. 
Que, en lo colectivo, tanto Wragge como McDermott, ambos en su año senior, consigan éxitos tan positivos como los que están consiguiendo a título individual, está por ver, pero la sensación es que los de Omaha van por el buen camino, un camino pavimentado y todo.


Posdata: la foto para un Ethan Wragge al que estuve tentado de darle el titular y todo, pero luego, pensé, paqué. Eso sí, como siempre, decir que la foto la he sacado del buscador de imágenes de google y parece que proviene de la versión digital del periódico the independent: www.theindependent.com

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