Lo prometido es deuda, demos cuenta de los campeones del mundo en ruta. Hagámoslo ahora y rápido, antes de empezar a producir en esta mañana con niebla cerrada en una ciudad habitualmente final de etapa de la Vuelta al País Vasco.
Y empecemos por el más mediático: Peter Sagan. El eslovaco de Zilina hizo el caballito y besó a su novia, y saludó a los colegas de profesión y, en resumen, llegó el primero a meta. Estamos acostumbrados a las excentricidades de un corredor que tiene tanto talento como extraversión, que creo que es una palabra que existe aunque no sé si la estoy utilizando correctamente. El año que viene vestirá el maillot arcoiris y tendrá que combinarlo con su propensión a vestir de verde, con lo que al Tinkoff se le va a poner difícil reflejar sus colores de patrocinio.
A sus 25 años, se estaba caracterizando por segundos puestos, aunque su palmarés de victorias es ya digno de mención: campeón de su país, clásicas como Montreal, Gante-Wevelgem, Flecha Brabançona o E3 Harelbeke, etapas en Tour de Francia (cuatro maillots de la regularidad ya) y Vuelta a España, y en otras pruebas importantes como la París-Niza (su deslumbrante debú ganador al más alto nivel), Tour de California, Vuelta a Suiza, Tirreno-Adriático o Tour de Romandía. Y más. No es poco. Algunos lo firmarían al final de su carrera, y con los ojos cerrados, pero él aún tiene 25 años. Y muchísimos segundos puestos, muchísimos tiros al palo.
En Richmond, también tiró desde fuera del área. Se arriesgó con un ataque definitivo, donde lo apuestas todo a un número, y su pulso con el pelotón de los favoritos le salió bien. Se lució descendiendo con extravagancia (a lo Thomas Voeckler) y escaló el repecho con suficiencia, aunque, por momentos, pareciera lo contrario. Todo esto tras más de seis horas de pedalear por un recorrido que, como bien comentaron muchos, entre ellos Alejandro Valverde, fue más duro de lo que parecía sobre el mapa.
Detrás del eslovaco, en un esprint esforzado cuesta arriba, aparecieron el australiano Michael Matthews, quien dijo, tras pasar la línea de meta, que bien pudo haber ganado, y Ramunas Navardauskas, que se hizo con el bronce. Uno de los favoritos, Alexander Kristoff, se quedó a unos centímetros de la medalla y lo mismo le pasó a Alejandro Valverde, finalmente quinto.
Una nueva generación que ya está llegando a lo más alto: Sagan y Matthews son del 90, Navardauskas solo tiene un par de años más. Michal Kwiatkowski (octavo en Richmond), ganador el año pasado y reciente fichaje del Sky, también es del 90.
La británica Elizabeth "Lizzie" Armitstead superó a la holandesa Anna Van der Breggen y a la norteamericana Megan Guarnier y se hizo con la medalla de oro en la prueba sénior femenina. La británica se ha llevado este año la Copa del Mundo tras ganar prestigiosas pruebas como el Tour de Qatar, la clásica de Filadelfia, el GP de Plouay o el Trofeo Alfredo Binda, así que no sorprendió que se impusiera a las otras ocho favoritas que llegaron con opciones al triunfo final. La medalla en categoría junior se quedó en Estados Unidos, ya que la joven Chloe Dygert fue la vencedora final con más de un minuto de ventaja sobre su compatriota Emma White y la polaca Agnieszka Skalniak.
En hombres, el campeón junior fue el austriaco Felix Gall. A sus 17 años, se impuso, en el esprint, al francés Clement Betouigt-Sire, después de que este le alcanzara tras atacar el austriaco en la última vuela. Tercero fue el danés Rasmus Pedersen, en una carrera que la lluvia hizo aún más complicada. En sub23, Francia se tomó la revancha y Kevin Ledanois y Anthony Turgis se hicieron con el oro y el bronce, dándole el doblete a la selección de Bernard Bourreau. El francés atacó en Libby y tuvo que soportar el agónico empeño del italiano Simone Consonni, al que, finalmente, venció por décimas. Cuarto fue el compatriota de Consonni, Gianni Moscon, otro de los recientes fichajes del Team Sky, quien hizo un trabajo espectacular para acercar a Consonni hasta un Ledanois que se batió hasta el límite para superar la rampa final y vencer, como creo que ya he dicho, agónicamente. El corredor del Bretagne-Séche Environnement es hijo, como ya sabréis, de Yvon Ledanois, actual director técnico del BMC Racing, aunque antes estuvo en el Movistar. El padre se retiró habiendo dejado como mayor éxito de su currículo una victoria de etapa en la Vuelta a España de 1997 y parece que el hijo está dispuesto a superarle y más pronto que tarde.
A él vamos a otorgarle el dudoso honor de encabezar esta entrada y, además, también le vamos a buscar sonriente para ilustrarla fotográficamente. La foto, por cierto, la encontramos en una búsqueda en google images, pero, aparentemente, proviene de la web cyclingweekly.co.uk.