martes, 16 de agosto de 2016

Marijan Cakarun





Hablar de manera ligera es fácil, y generalmente conduce a error, pero en este blog parece que no sabemos hacerlo de otra manera. Además, estamos en agosto y nos hacemos vagos.
Por no dejar que el blog se muera, me quedaban dos opciones para escribir una nueva entrada: o baloncesto o ciclismo, que son los deportes que menos practico pero cuya actualidad más sigo. Me resulta más fácil hablar de eso que de la pretemporada de fútbol o los torneos veraniegos de pelota mano. Las Olimpiadas las sigo igual que sigo viendo, cuando me aburro, las reposiciones de series de televisión españolas antiguas en los canales de la TDT.
Así que he elegido el baloncesto y su mercado estival, el de fichajes, y, en concreto el de la ACB, porque el de la NBA, quitando la reciente y abrumadora renovación de LeBron James, no anda parado, pero sí que ha bajado un poco el nivel de sorpresa que alcanzó antes de las vacaciones.
Digo que hablamos ligero porque no vamos a analizar con profundidad ni las causas ni las consecuencias, y nos conformaremos con impresiones personales y análisis superficiales. Sin ser un experto, ni tan siquiera un aficionado atento, me da la sensación de que el mercado de fichajes en la ACB durante este verano, es un fiel reflejo de los cambios mercantiles que se están produciendo en el deporte profesional de la canasta. En Europa, el dinero se ha ido a Turquía, y el resto está en los Estados Unidos, con lo que se ha producido un efecto dominó y las tendencias adquisitivas de los equipos españoles se han diversificado de una manera muy curiosa. Repito: todo en mi opinión y no es muy de fiar.
El año que viene habrá diez españoles en la NBA (Pau Gasol, Marc Gasol, Juancho Hernangómez, Willy Hernangómez, Álex Abrines, José Manuel Calderón, Niko Mirotic, Serge Ibaka, Sergio Rodríguez y Ricky Rubio). Muy significativo. A eso hay que sumarle el resto de europeos con peso en este continente que o han renovado con buenos contratos o también han aprovechado el aumento del límite salarial en la gran liga americana para empezar la aventura al otro lado del Atlántico: Mindaugas Kuzminskas, Dario Saric, Tomas Satoransky, Davis Bertans, Dragan Bender...
Si eso no fuera poco, muchos otros jugadores contrastados y de calidad se han ido a otras ligas europeas, con especial protagonismo de las ligas de Rusia y Turquía. Solo en el país otomano encontraremos el próximo año a gente como Dairis Bertans, Alen Omic, Clevin Hannah, Angelo Caloiaro...
El caso es que el poder adquisitivo de los equipos ACB parece haber caído. Los movimientos durante este verano han dejado ver pautas que se repiten y otras tendencias más novedosas. En líneas generales, podríamos resumirlo diciendo que, aunque ha habido llegadas de buenos y contrastados jugadores, sorprenden los cambios de cromos entre equipos de la misma competición y la llegada de jugadores relativamente desconocidos para el espectador medio.  
Conviene recordar que aún hay muchos fichajes por hacer. Hay equipos que, aunque van rápido, como el nuevo Sevilla con Berni Rodríguez en los despachos, han empezado tarde y aún les queda trabajo. Hay otros que están esperando y alguno que ya tiene todo prácticamente finiquitado, pero es probable que en los próximos días haya más nombres que sumar y quizás nos haga cambiar de opinión.
Con todo lo que ha habido por ahora, hay que destacar que, como ya hemos dicho, ha habido muchos cambios de camiseta, traspasos entre equipos de la liga y algunos con renombre o sorpresa: Adam Waczynski, Fran Vázquez, Will Thomas, Darko Planinic, Joan Sastre, Jonathan Tabu, Scott Bamforth, Nacho Martin, Giorgios Bogris, Alberto Corbacho, Txemi Urtasun, Pere Tomas, Goran Suton... Hasta Sitaphá Savané, que tras regresar a las islas parecía haber encarado el final de su carrera, ha seguido a Salva Maldonado y empieza nueva aventura en Madrid. También ha habido regresos a la Liga ACB como los de Martynas Pocius, Luka Zoric, Luka Bogdanovic, Oliver Stevic o David Jelinek. Se podía interpretar que los equipos buscaban la seguridad de jugadores que ya conozcan los intangibles de la liga, mejor que responder a las necesidades de los equipos con apuestas arriesgadas.
De otras ligas europeas han llegado gente como Royce O’Neale (Ludwigsburg), Kyle Fogg (Bremerhaven), Oviu Soko (Enel Brindisi), Mickey McConnell (Chalons), Billy Baron (Charleroi), Joe Trapani (Cholet), Trent Lockett (Trento), Andrew Albicy (Gravelines), Adam Pechacek (AZS Koszalin), Aaron Doornekamp (Skyliners Frankfurt) o Johannes Voigtmann (Skyliners Frankfurt). Alemania siempre ha sido calado del mercado veraniego para la liga ACB, pero destaca, este año, la mirada hacia Francia e Italia. Son jugadores que vienen de hacer buenos números en sus ligas pero, quitando quizás a Voigtmann y Fogg, cuyas temporadas repercutieron internacionalmente, muchos de ellos llegan siendo una incógnita aunque, a buen seguro, acaben triunfando y rindiendo con eficacia.  
Pero lo que quizás indica el cambio de corriente es que los jugadores de renombre que se incorporan a la liga se concentran en dos, tres equipos, a lo sumo cinco si contamos los interesantes fichajes de Valencia y Unicaja. Anthony Randolph, Tyrese Rice, Víctor Claver, John Bryant, Andrea Bargnani, Rodrigue Beaubois, Oliver Lafayette o Trevor Mbakwe son jugadores contrastados o emergentes, con buena cotización, que podían haber firmado contratos jugosos con otros equipos europeos. Dos jugadores más llegan desde la NBA, Shane Larkin y Shayne Whittington, pero, a excepción de Whittington, como decíamos, todos esos jugadores se concentran en unos pocos equipos, destacando, sobre todo, la distancia que se está creando entre el Real Madrid y el FC Barcelona y el resto. Baskonia y Valencia han hecho grandes esfuerzos y el Unicaja cerró su equipo muy rápido y con argumentos para ilusionar a sus aficionados.   
Para justificar mi argumento de que este año se percibe un cambio en los intereses de los equipos, en parte debido a la competencia, pero también a su propio nivel de presupuesto, destacaría tres objetivos que han parecido tener en común los equipos ACB este año. Aunque no sean nuevos, sí que parece que este año han tenido más relevancia que en otros veranos pasados. Por un lado, destacaría los jugadores llegados desde ligas digamos menores, como la LEB. Jugadores que parece que debutarán o volverán a la ACB tras contar con pocos minutos en otras temporadas o medrar en LEB y EBA. Hablamos de jugadores como Tadas Sedekerskis, Daniel Bordignon, Miki Servera, Jonathan Barreiro, Beka Burjanadze, Guillem Colom, Ferran Bassas o Romaric Belemene.
El segundo argumento sería la liga de desarrollo de la NBA, la D-League, que se ha convertido este año en un caladero importante, aunque muchos de los nombres que sonaron este verano se quedaran en rumores. Desde ahí llegan gente como Michael Eric, Scott Suggs o el mediático Thanasis Antetokounmpo, hermano de un Giannis Antetokounmpo que nunca llegó a jugar para el CAI Zaragoza.
Pero, sobre todo, creo que el mayor indicativo de ese cambio en las incorporaciones veraniegas de los equipos ACB llega desde los Balcanes. Siempre ha habido jugadores croatas, serbios, eslovenos... en la ACB, pero este año, sobre todo, llegan desde las ligas del Adriático o desde otras ligas europeas, siendo algunos jugadores por descubrir, con buenas estadísticas pero sin el prurito que da contar ya con un currículo largo y llamativo. Por supuesto, Vladimir Jankovic, ex del Panathinaikos y nuevo jugador del Valencia, no entraría en esta lista, pero sí otros como Danilo Nikolic (Mega Leks), Miha Lapornik (Union Olimpija), Ivan Buva (Avellino), Strahinja Milosevic (Szonolki Olaj), Filip Kraljevic (KK Zadar), Luka Lapornik (KRKA Novo Mesto), Luksa Andric (BC Astana), Marijan Cakarun (Helios Suns), Aleksander Cvetkovic (Partizan) o Petar Aranitovic (Partizan). Da la sensación de que los despachos de los equipos ACB han tenido claro que si no podían aspirar a los jugadores más reclamados, siempre era un buen seguro contar con deportistas de países de larga tradición baloncestística y que parecen prometer un rendimiento de fiar.
Va a ser, en cualquier caso, una temporada excitante porque el rendimiento de muchos de estos jugadores va a sorprender a más de uno. Esta sigue siendo una opinión personal y que os invitaría a discutir y rechazar, pero el cambio de tendencia en el mercado va a descubrir nuevos talentos, incluso de jugadores veteranos que no habían tenido hasta ahora la oportunidad de tentarse en estos niveles. Me da la sensación de que, en líneas generales, todos los equipos están firmando con coherencia y racionalidad, y quitando la distancia que se está formando entre la clase alta y baja, sí que parece que la próxima temporada puede ser una liga más ceñida. Yo no he visto jugar nunca a Marijan Cakarun (para él el titular y la foto, sacada de una búsqueda en google images que parece provenir de la web sibenik.in), por ejemplo, y sin faltarle al respeto, ni tan siquiera había oído hablar de él... ¿Y si es bueno? Creo que responder a esa pregunta va a ser uno de los alicientes de esta próxima temporada ACB.

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