Se está disputando estos días el Tour de Qinghai Lake, la prueba más importante (o una de las más importantes) del circuito asiático y, si la cosa no ha cambiado, la prueba más larga de todos los circuitos profesionales después de las tres grandes vueltas. Y es que son trece etapas dando vueltas al lago que da nombre a esta región de china. Trece etapas que la convierten en una de las pruebas en Asia con más presencia europea.
Un vistazo al palmarés nos aclara el peso que ha tenido esta competición que, por cierto, se disputa desde hace tan solo quince años. Desde su estreno, la han ganado corredores como Tyler Hamilton, Tom Danielson, Maarten Tjallingii, Damiano Cunego, Andriy Mizourov, Radoslav Rogina o Gabriele Missaglia. Y en el pódium final estuvieron gente como el malogrado Xavier Tondo, Francisco Mancebo, Valerio Agnoli, Matej Mugerli o Cameron Wurf.
Por cierto, la edición de 2017 acaba de terminar y el pódium final lo han completado el venezolano Yonathan Monsalve (Qinghai Tianyoude Cycling Team), el colombiano Mauricio Ortega (RTS Montón Racing Team) y el alemán Bjorn Thürau (Kuwait-Cartucho.es). Solo en una ocasión, en la segunda edición, la de 2003, y en el tercer puesto, un chino se subió al cajón: Wang Gou Zhang.
Este año la carrera ha tenido un poco de todo, incluyendo una etapa suspendida por las malas condiciones climatológicas. Qinghai es una región montañosa, una meseta a más de 3000 metros sobre el nivel del mar con un clima extremo: mucho frío en invierno y mucho calor en verano. El lago que le da nombre a la región es el lago salado más grande de China.
La clasificación general se decidió durante la tercera etapa que ganó Stanislau Bazhkou del Minsk Cycling Club y la sexta que ganó un viejo conocido de esta prueba, Damiano Cunego del Nippo-Vini Fantini, uno de los equipos más fuertes en este pelotón plagado de equipos continentales. Yonathan Monsalve fue el más regular en estas etapas y aguantó en cabeza hasta el triunfo final. Por lo demás, destaca la lucha por los sprints, donde destacaron dos nombres, el del turco Ahmet Orken, del Torku Sekerspor, ganador de dos etapas y el vasco Jon Aberasturi, del Team Ukyo, quien ganó en la primera y en la quinta etapa. El primero no es un corredor tan desconocido. Profesional desde 2012, ya ha sido tres veces campeón de su país contra el reloj y ha ganado etapas en pruebas como la Vuelta a Marruecos, la Vuelta a Serbia o este tour de Qinghai Lake donde no era la primera vez que ganaba. Tiene 24 años y quizás pronto dé el salto. Por su parte, Aberasturi es un corredor tozudo que vio cómo su carrera se truncaba en 2014 cuando se acababa su trabajo en el equipo de casa, el Euskadi, pero emigró años después, saliendo del retiro, a Japón, para, a sus 28 años, convertirse en un corredor ganador y con prestigio en Asia. Este año ya lleva seis victorias, estas dos, otras dos en el Tour de Corea, otra en el Tour de Japón y la primera que consiguió en el Tour de Tailandia. Sería un gran corredor para el salto de categoría del Murias Taldea. Aberasturi estuvo a punto de ganar una tercera, en la decimosegunda etapa, pero Nicola Marini se le adelantó y le dio la segunda victoria de etapa al Nippo-Vino Fantini. La última etapa de la prueba también fue al sprint y se lo llevó el prometedor corredor kazajo del Vino Astaná Yevgeny Gidich. Dusan Rajovic, del Adria Mobil, también ganó por velocidad la segunda etapa. Las otras tres que nos quedan vieron triunfos ucranianos, todos para el equipo Kolss Cycling Team, una de la mano de Mykhaylo Kononenko y las otras dos, seguidas además, del mismo corredor, compañero de equipo de Kononenko y compatriota, Oleksandr Polivoda.
Ahmet Orken se ha llevado la clasificación por puntos, Mauricio Ortega la de la montaña y el Kuwait-Cartucho.es ha sido galardonado con el premio al mejor equipo. Le vamos a dar el titular a Ahmet Orken y, no sé, supongo que volveremos pronto para hablar de cualquier otra cosa.
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