domingo, 5 de noviembre de 2017

Eusebio Sacristán



La Real Sociedad de Eusebio Sacristán se mantiene 9º, con 14 puntos, en la mitad de la tabla de la Liga española y muy cerca de la clasificación para la siguiente ronda de la Europa League al ocupar el segundo puesto del grupo L, cinco puntos por encima del tercero. Además, parte con ventaja para clasificarse para los octavos de final de la Copa del Rey tras vencer a domicilio al Lleida en el partido de ida. La Real Sociedad lleva 14 goles en 4 partidos en la Europa League, ningún otro equipo en los doce grupos ha marcado tantos. Lleva 1 gol en 1 partido de Copa. Y, finalmente, 21 goles en 10 partidos en Liga, donde solo han marcado más que ellos el Barcelona y el Valencia, los dos primeros clasificados. En total, 15 partidos oficiales y 36 goles. Un dato que corrobora el juego vistoso y de ataque que le está dando éxito a la Real Sociedad en estos últimos años. Está claro que el impacto de William José da Silva la temporada pasada (12 goles) o del malagueño Juanmi Jiménez (11 goles) tuvo algo que ver, pero también la aportación de jugadores de la casa como el veterano Xabi Prieto o el recién llegado Mikel Oyarzabal. Para esta temporada, se perdió a Yuri Berchiche, traspasado al PSG, y se perderá a Carlos Vela en el mercado de invierno, pero se sumó a la causa el belga Adnan Januzaj y se mantuvieron pilares como Asier Illarramendi o Iñigo Martínez.

Estos dos últimos, son producto de la cantera de la Real Sociedad. Dentro del equipo de trabajo de Loren Juarros y Javier Pérez, el fútbol formativo parece estar gestionado en Zubieta por Luki Iriarte, Mitxel Badiola, José Luis Aguirre y Xabier Lizaso, todos en diferentes ocupaciones y cargos. Llevan varios años juntos y los frutos de Zubieta parecen encaramarles a la categoría más alta de eficiencia entre los proyectos de trabajo de cantera. Según un estudio del CIES Football Observatory, entre julio de 2016 y Diciembre de 2017, la Real Sociedad fue el segundo club de Europa que más confiaba en su cantera, ya que el 50,1% de los minutos en ese tiempo los habían disfrutado jugadores crecidos en Zubieta. La Real estaba por delante del Olympique de Lyon (46,8%) y por debajo del primer puesto que ocupaban sus vecinos del Athletic Club de Bilbao (64%), según un estudio cuyos criterios a la hora de decidir quién es canterano y quién no lo es pueden ser discutibles, como siempre que se habla de este tema, pero que, al fin y al cabo, refleja a las claras la importancia del producto local en los magníficos resultados deportivos de la Real Sociedad durante estas últimas temporadas. Y es que, además, habría que analizar con cuidado el beneficio aportado y el rendimiento en esos minutos, porque otro estudio del que se hacía eco el periódico Mundo Deportivo en Mayo de 2017 (no hay datos sobre las fuentes, así que entendemos que el estudio es de ellos mismos), la Real Sociedad, con 1678 partidos, era el equipo en el que sus canteranos habían disputado más partidos en primera división, por delante del FC Barcelona (1611) y del Athletic Club de Bilbao (1508). Era, además, el segundo equipo de la liga en cuanto a goles marcados por sus jugadores de formación (158 en total) justo por detrás de un FC Barcelona que con 424 es insuperable ante la condición de canterano de Lionel Messi.

En mi modesta opinión, toda la estructura de formación de un club se ve solidificada y completada si se dan tres circunstancias: trabajo a largo plazo, confianza en la producción y compromiso. La Real Sociedad lo está cumpliendo a rajatabla desde la llegada de Jokin Aperribay a su consejo de administración y la superación de los años oscuros que le precedieron. Ha pasado ya una década, justo la que lleva Loren Juarros como máximo responsable deportivo del club txuri-urdin, incluyéndose entre sus obligaciones la gestión del Sanse, el filial de la Real Sociedad (oficialmente, por supuesto, Real Sociedad B). Eso ha generado, entiendo yo (todo visto desde fuera), la posibilidad de mantener una línea de trabajo constante y consistente, por mucho que siempre haya cambios cada año. Trabajar a largo plazo y sin vaivenes produce mejoras continuas de manera equilibrada. Pero, además de esto, se necesita confianza en el proyecto, fe en el aprovechamiento del trabajo. Y, como veremos luego, desde la llegada de Eusebio Sacristán al banquillo del primer equipo, se ha logrado contar con un entrenador que no solo da salida a los jugadores de Zubieta sino que también los convierte en protagonistas, les de responsabilidades, son jugadores con peso. Por último, aunque, en ocasiones, solo sean gestos, no viene mal que los jugadores de la cantera mantengan un arraigo con el primer equipo que sirva de aval a la hora de mantener la confianza institucional en la cantera; y al revés. Ahora mismo, en la Real Sociedad, se mantiene el estandarte más reciente de ese vínculo necesario entre el fútbol profesional y el romanticismo de la formación y el sentimiento. Xabi Prieto sigue siendo titular a sus 34 años. Lleva 15 temporadas consecutivas en la Real Sociedad, tres de ellas en segunda división. Pero no es el único. El regreso de Asier Illarramendi tras su fugaz paso por el Real Madrid, las renovaciones de Jon Bautista y Mikel Oyarzabal a pesar de las ofertas, la reciente declaración de amor de Álvaro Odriozola o la continuidad de Iñigo Martínez dejan a las claras que los jugadores sienten que están bien en el equipo. Todos ellos se formaron en Zubieta, llegando a las instalaciones guipuzcoanas a distintas edades, y parece que confían en el proyecto deportivo de su equipo. Todo esto puede cambiar en cualquier instante, cierto, pero ahora es el momento de disfrutarlo.

Y uno de los secretos, como decíamos, de toda esta eficiencia en el trabajo de formación, corre a cargo de un vallisoletano que llegó a la Real Sociedad en la duodécima jornada de la temporada 2015-2016, relevando al escocés David Moyes, quien venía de triunfar con el Everton y defraudar en el Manchester United y tampoco consiguió el éxito esperado en el club donostiarra. Ahora mismo, Moyes, si no me confundo, permanece en el paro después de vivir, la temporada pasada, su primer descenso con el Sunderland. Eusebio Sacristán, por su parte, llegaba a la Real Sociedad en noviembre de 2015 para disfrutar de su primera experiencia como entrenador en primera división, lo que no dejaba de ser un riesgo. Lo hacía, además, desde el paro, ya que había sido cesado en febrero de su cargo como entrenador del FC Barcelona B, filial del Barcelona, equipo que ocupaba la parte baja de la clasificación de la segunda categoría, después de haber recibido derrotas severas, como un 7-0 que sería, en parte, la condena de Eusebio Sacristán. Antes de todo esto, Sacristán había triunfado en un Celta de Vigo al que ascendió a primera división confiando en la cantera (él hizo debutar, si no me confundo, a Iago Aspas), pero sus discrepancias con los dirigentes del Celta le impidieron debutar en la categoría principal del fútbol profesional español. Hasta Vigo llegó desde Barcelona, donde formó parte del equipo de trabajo de Frank Rijkaard después de su retirada, y a donde volvería para encargarse de su filial después de cerrar su etapa en Galicia. Era el Barcelona B que Luis Enrique Martínez había recuperado para la categoría de plata y que Eusebio Sacristán llevaría a su clasificación histórica más alta en la temporada 2013-2014, cuando el equipo acabó tercero en la clasificación final. En esos cuatro años hasta su cese, por las manos de Sacristán pasaron jugadores como Sergi Roberto, Rafinha Alcántara, Gerard Deulofeu, Marc Bartra, Cristian Tello, Martín Montoya, Marc Muniesa, Sergio Araujo, Oier Olazábal, David Rodríguez Lombán, Alejandro Grimaldo, Denis Suárez, Sandro Ramírez, Adama Traore, Munir El Haddadi, Alen Halilovic o el recientemente convocado por la selección absoluta, Luis Alberto Romero.


En su primera temporada en la Real Sociedad, a donde llegó con la misma ya comenzada, como hemos explicado, el equipo acabó 9º, a solo 4 puntos del Sevilla, 7º clasificado, que ocupaba la última plaza que daba acceso a competición europea. El equipo que él cogió, el que heredó de David Moyes, estaba 16º a 2 puntos del último puesto en la undécima jornada. Ya en aquella primera temporada, en su segundo partido, debutaba el también vallisoletano Héctor Hernández, en la actualidad cedido en el Deportivo Alavés. Esa misma temporada, Igor Zubeldia jugó 7 minutos en el último partido de Liga. Y en las cuatro últimas jornadas contó con minutos el prometedor delantero Jon Bautista. Aritz Elustondo ya había debutado con David Moyes la temporada anterior y Joseba Zaldúa en la 2013-2014 con Jagoba Arrasate, pero ambos seguirían siendo relativamente importantes en los planes de Sacristán. Mikel Oyarzabal había jugado 6 minutos con David Moyes antes de que fuera cesado en esa temporada. Con Sacristán, sin embargo, jugaría 21 partidos y marcaría 6 goles. Su impacto sería mayúsculo, llegando a debutar con la selección absoluta en mayo de 2016. Él no le hizo debutar, lo hizo Moyes, pero Sacristán le dio el lugar y el espacio que necesitaba para convertirse en referencia del club. 

En la 2016-2017, Eusebio Sacristán se enfrenta a su primera temporada completa como entrenador de un equipo de primera división. Lo hace con la confianza del consejo de administración y de una afición contenta con el juego de su equipo y con los resultados del año anterior. Y esta nueva temporada, Eusebio Sacristán y su plantilla no defraudan. El equipo acaba 6º con 64 puntos y se clasifica para Europa, además de dejar momentos de auténtico buen fútbol a lo largo de la temporada. En lo concerniente a la formación, la tendencia sigue igual. Esta temporada, debuta otro jugador de cantera cuyo impacto igualará el de Oyarzabal: Álvaro Odriozola también acabará siendo seleccionado por la absoluta que entrena, a la sazón, un ex canterano de la Real Sociedad, Julen Lopetegi. Además de Odriozola, también debutan el santanderino David Concha, actualmente cedido en el FC Barcelona B (y aunque este no sea canterano, ya que llegó de la academia del Rácing de Santander); el jugador de Baiona con nacionalidad portuguesa, Kevin Rodrigues; y el centrocampista Jon Guridi. Igor Zubeldia sigue creciendo en presencia y juega cuatro partidos. Igual que Jon Bautista quien se va hasta los 12 partidos disputados, marcando, además, 3 goles. Bautista acabará firmando una jugosa renovación ante los cantos de sirena que parecen, según los rumores, provenir del vecino, y eterno rival, Athletic Club de Bilbao. 

Con todo este bagaje, la actual temporada, la 2017-2018, se abría con una tremenda ilusión para la afición de Donostia. Y se mantiene. El equipo comenzó instalado en la excelencia en Liga y ha ido desinflándose un poco, pero por juego parece apuntar a repetir el éxito de la temporada anterior. Puede que le pese, además, el enfrentarse a tres competiciones, teniendo ilusión por competir al máximo en Europa League y Copa del Rey. Para ello, Eusebio Sacristán parece dispuesto a repartir minutos y eso le obliga a volver a contar con los jugadores formados en Zubieta. En lo que va de temporada, Mikel Oyarzabal y Álvaro Odriozola, siguiendo con su trayectoria ascendente, son titulares indiscutibles, pero también ha recuperado ese rol Aritz Elustondo y se lo ha ganado un Kevin Rodrigues que, después de su debut en la temporada anterior, lo está celebrando con un esperanzador comienzo en esta. También han entrado ya en la dinámica del equipo, sin esperar al final, jugadores que aspiran a crecer dentro de la plantilla profesional, como Igor Zubeldia y Jon Bautista. Y, además, para corroborar la filosofía de estos últimos años y seguir confiando en los resultados de formación de la cantera, también ha habido un nuevo debut, el del lateral Andoni Gorosabel, quien ha jugado ya en Liga, Copa y Europa. Ander Guevara, un centrocampista alavés, aún no lo ha hecho, pero ha ido convocado y puede ser el próximo en debutar. 

En estas tres temporadas de continuos debuts (de debuts no solo temporales, si no de jugadores con aspiraciones a una larga carrera en primera), la Real Sociedad B, el Sanse, ha estado entrenado por Imanol Alguacil, ex jugador del primer equipo. En la primera temporada de Sacristán (2015-2016), el equipo filial quedó 7º en el grupo II de la Segunda División B, a solo 3 puntos de la promoción de ascenso. Jon Bautista marcó 14 goles y Joseba Muguruza, con 35 partidos, fue el que más jugó. Esa temporada, aún jugaron algún partido con el filial jugadores como Mikel Oyarzabal, Aritz Elustondo, Kevin Rodrigues, Igor Zubeldia, Jon Guridi o Álvaro Odriozola. En la 2016-2017, los chavales de Imanol Alguacil tuvieron una temporada más irregular: acabaron 10º a 9 puntos de la promoción. Luca Sangalli fue el jugador que más jugó (su hermano Marco Sangalli, también canterano de la Real, está en el Alcorcón de la Segunda división) y Jon Bautista volvió a ser el máximo goleador, seguido de cerca por Joseba Muguruza y Martín Merquelanz. Ahora mismo, temporada 2017-2018, el Sanse va 5º a un solo punto de la promoción. Andoni Gorosabel ya ha debutado. Ander Guevara ha estado cerca. Los Eneko Jauregi, Eneko Capilla (este ya debutó, en realidad, en la temporada 2014-2015), Robin Le Normand o Martín Merquelanz pueden ser los próximos, o "los veteranos" (23-24), Joseba Muguruza o Alejandro Sanz.

Curiosamente, este rendimiento, no tiene un gran reflejo en las convocatorias de los equipos inferiores de la selección estatal. La mayoría de estos jugadores alcanzan reconocimiento internacional cuando ya debutan con el primer equipo, pero también hay otros que son convocados antes de hacerlo. Jon Bautista o Aritz Elustondo ya han debutado en categorías inferiores. Mikel Oyarzabal y Álvaro Odriozola lo han hecho con la selección absoluta. Kevin Rodrigues, nacido en Baiona pero con nacionalidad portuguesa, es internacional sub21 con el país luso. Zubeldia fue convocado recientemente por la sub21, pero ha causado baja. Martín Zubimendi ha sido convocado por la sub19 que dirige el ex Athletic Club Luis de la Fuente. Zubimendi es un jugador muy joven, una nueva promesa de Zubieta, que ya ha jugado un partido este año con el Sanse y también lo hizo la temporada pasada a pesar de su juventud. Agustín Dávila ha llegado este año a Zubieta. Es internacional con Uruguay sub18 y juega en la Real Sociedad C que entrena Sergio Francisco y que también está rindiendo a un alto nivel, en este caso en el grupo vasco de la tercera división, donde ocupa la 3º posición.

Por último, en estos tres años que hemos cubierto aquí, la cantera donostiarra ha dado salida a otros jugadores que no la han encontrado en el primer equipo de la Real: Ander Bardaji, acostumbrado a ser el tercer portero del primer equipo txuri-urdin, es ahora reserva de Alejandro Remiro en el Huesca de Segunda división. Srdjan Babic, central serbio que ya fue cedido al Reus, juega esta temporada a préstamo en el Estrella Roja. Josu Ibarbia, titular en su última temporada en el Sanse, juega ahora en el Melilla de la segunda división B. Al Oviedo, se fue el portero Gorka Giralt, mientras que Alain Oiartzun, quien aún tuvo algo de relación con el Sanse en estos tres años, a pesar de ser de una generación anterior (debutó en Copa, no en Liga, durante la Liga 2014-2015), cuenta ahora para el alavés Natxo González en su nueva aventura como entrenador principal del Real Zaragoza, después de haber jugado la temporada pasada en el Mirandés.

Aunque parezca lo contrario, no hemos aspirado a ser exhaustivos ni a sentar cátedra. Nuestro análisis no deja de ser superficial pero creemos que refleja, aunque sea en parte, las razones por las que la Real Sociedad pasa por un momento dulce, tanto de resultados como de calidad de juego. Por supuesto, tampoco creemos en las lecturas idílicas. Seguro que hay espacio para la crítica y la mejora, pero, habiendo hecho estas observaciones desde fuera y sin profundidad, no nos parecía oportuno hacerlas a la ligera. Si nos surge siempre la misma pregunta: ¿dónde están los porteros guipuzcoanos? Quizás, igualmente, las conclusiones que podemos sacar ahora cambien antes de que la temporada llegue a su fin. O quizás no. El fútbol moderno es impredecible. Más bien, muy predecible. Lo predice el dinero. Luchar contra esas predicciones es un mérito que, en ocasiones, resulta más eficaz que la práctica habitual marcada por el mercado y la oferta y la demanda. No es la de la Real Sociedad el único caso, pero, en este caso, sí que está siendo uno de los más vistosos y amenos de ver. Cuando menos, pase lo que pase de aquí en adelante, se merecen un aplauso por lo que ya va ocurriendo.


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