lunes, 10 de octubre de 2011

Douglas Coupland




Creo, sin ser sincero, que a Douglas Coupland le haría gracia esto. Creo, sin ser muy cierto, que fue Coupland el que describió la ironía como la capacidad de mantener dos ideas opuestas al mismo tiempo.

Corrígeme si me equivoco: ¿no estás a veces en el puto trabajo y solo piensas en marcharte de vacaciones? Pero luego estás de vacaciones y... ¿no piensas en que estás cansado del ocio y del vicio y echas de menos la rutina? ¿No estás en un sitio y quieres estar en otro? ¿No te vas al otro y echas de menos de donde venías? ¿ No vives la paradoja?

A Coupland le haría gracia esto, creo, sin ser consciente, nombrarle para hablar de un equipo de Tercera División. Pero es así: llevamos ocho jornadas de esta nueva temporada. El club del que soy socio lidera la tabla. Seis victorias y dos empates: invictos. 16 goles a favor que hemos celebrado, tres goles en contra que hemos sufrido. Todo es de un color de rosa fucsia que se difumina, que se vuelve mate, gris, vago, cuando recuerdas que estamos en la tercera división. Después de más de veinte años soñando con ascender, descendieron de categoría. Y, ahora, somos líderes, no hemos perdido, hemos metido trece goles más que los contrarios, jugamos al fútbol, disfrutamos en nuestro campo, acabamos aplaudiendo y no solo para reconfortarlos/nos. Y, sin embargo, las sonrisas siempre parece que son truncadas. Se vive todo con un cierto aire de complacencia dolorosa. Dos sentimientos opuestos al mismo tiempo. Quiero y no quiero estar en la Tercera División. Creo, sin ser muy listo, que a Douglas Coupland le quedaría bien ser socio del Barakaldo Club de Fútbol.

2 comentarios:

achasa dijo...

Aupa Baraka, un paso para atrás y dos para adelante. Hay que confiar y pensar que es positivo lo que ha ocurrido.

PD. Es difícil de creer, pero bueno.

Mitxel dijo...

Volveremos!!!! Aupa Baraka!!!