Hace un par de años que nos dejó, a los 66 años, el portugalujo Jesús Aranguren tras sufrir un infarto de miocardio en el Hospital de Cruces. El histórico lateral izquierdo, trece campañas en el Athletic Club y campeón de Copa en dos ocasiones, también se labró un currículo como entrenador. Pasó por la cantera del Athletic, por el Alavés, en más de una ocasión, por el Spórting de Gijón, el Recreativo, el Cartagena, el Dépor, el Levante o su club de toda la vida, el Athletic, casi nada.
Precisamente, Txutxi Aranguren era el entrenador del Alavés, cuando estos disputaban el último partido de la temporada 95/96 contra un equipo para el que jugó como futbolista, el Sestao Sport Club. Un partido dramático, el que cerraba el año, donde los vizcaínos se jugaban su supervivencia, y los alaveses, si no me equivoco, sus opciones de ascenso. El partido terminó con empate a cero, y ninguno de los dos consiguió lo que quería, siendo más dolorosas las consecuencias para los vizcaínos, como se vería aquel verano.
Era el Alavés de los Tito Subero, Dimitri Kuznetsov, Manolo Serrano, Lluis Codina o el capitán Pablo Gómez. Históricos del fútbol vasco más humilde (y no tanto), como Iñaki Berruet, Iván Campo, Toni Gorriaran, Aitor Arregi o Joseba Agirre estaban en aquel equipo, donde la veterana defensa que formaban los Cudi, Villanova, Albesa y Eloy Pérez fue un seguro de vida. En el otro bando, Blas Ziarreta vivía los partidos con el corazón en un puño, y entrenaba a un puñado de jóvenes, algunos con un talento que explotarían más tarde, como los Jorge Azkoitia, Jon Solaun, Iñaki Lafuente o Javi González. Ninguno sobrepasaba los 21 años. Otros, también jóvenes, como Asier Ipiña, Koldo Arce, Carlos Docando, José Félix "Kali" Garrido, Jon Novoa, Jon Zamarripa o Raúl Calle se convertirían en nombres propios con mayúsculas para aquellos que hemos vivido el cambio de siglo disfrutando de las categorías inferiores.
El partido, como dije, acabó con 0-0. El Alavés no subió, y tampoco lo hizo la temporada siguiente, en la que Marco Antonio Boronat acabó substituyendo en el banquillo al de Portugalete. Lo consiguieron un año después, de la mano de José Manuel Esnal "Mané", cuando los babazorros ganaron la liga de segunda gracias a la grandísima temporada de jugadores como Hermes Desio, Arturo Igoroin "Sívori", Óscar Tellez, Antonio Karmona, Ibon Begoña o un Manolo Serrano que consiguió 19 goles.
Los vizcaínos, por su parte, vieron, en el epílogo de aquella temporada, como una profunda crisis económica (con deudas superiores a los 200 millones de las antiguas pesetas) abocó al club a la desaparición. Una desaparición traumática para una ciudad que vivía el cierre de los Altos Hornos, pero que lo superó, refundando el club y dando comienzo a la nueva época del Sestao River.
El club comienza su nueva vida en Segunda Territorial y fue precisamente Iñaki Zurimendi quien entrenaba al equipo cuando éste consigue el ansiado ascenso a Tercera División en la temporada 98/99. Eso sí, los verdinegros tuvieron que esperar unos cuantos años, hasta la temporada 2004/2005 para regresar a la Segunda División B. Desde entonces, ha vivido descensos a tercera división nuevamente, pero, esta temporada, el club parece reverdecer viejos laureles, y su posición en la tabla, quinto, a solo dos puntos de las cuatro primeras posiciones, refleja la buena salud del juego de un equipo que entrena, ahora, Ángel Viadero.
Precisamente, todo esto viene a razón del próximo partido que disputarán los de Sestao este mismo fin de semana. Y es que, el partido no es cualquier partido: es el derby vizcaíno por excelencia. Barakaldo y Sestao se enfrentarán mañana, a las cinco de la tarde, y retrasmitido en directo por el primer canal de la EITB, en el Nuevo Lasesarre, escribiendo un nuevo capítulo en las historias individuales de estos dos clubes, historias que, a menudo, se han cruzado.
Al fin y al cabo, y aunque el Sestao River sea un club joven, nació de las cenizas de un Sestao Sport Club (fundado en 1916) que durante años convirtió a Las Llanas en uno de los centros neurálgicos del fútbol de la comarca. Igualmente, el Barakaldo no permanece corto de historia. A pocos años de cumplir los 100 de historia, los gualdinegros aún permanecen encaramados a lo más alto de la clasificación histórica de la segunda división, aún cuando fuera allá por 1980 cuando jugaron la última de las más de treinta temporadas que han jugado en esa categoría. Son 28, si no me equivoco, en la de bronce, y al igual que sus vecinos, los de Barakaldo también disfrutan ahora de años de mayor bonanza deportiva y económica, con una gestión más saludable y proporcionada.
Ambos equipos se enfrentarán mañana en Lasesarre.
Por un lado, los hombres de Ángel Viadero, quien está confirmando su gran temporada el año pasada en Noja. Alfonso del Barrio, director técnico del Sestao y antiguo entrenador del Barakaldo CF, tardó en confencionar la plantilla, pero como señalaba su colega en el equipo rival, Jorge Portillo "Boluka", ha conseguido formar una cuadrilla eficiente. Con el toque cántabro que le ha dado Viadero, jugadores como Álex García (el año pasado en segunda división), Sid Ahmed Sidati "Silas" (a quien, en principio, se le dio la baja), Isaac Aketxe, el mexicano, ex del Osasuna, Juan Ángel Seguro o el defensa Iñaki Urkizu están ayudando a llevar al club sestaoarra a las posiciones más altas. Eso sí, el que se está llevando el absoluto protagonismo de la temporada es el veterano delantero catalán Juan José Silvestre "Jito". A sus 33 años, no se ha cansado de meter goles. El ex de la cantera del Barça ha pasado por el Oviedo, el Palamós, el Almería, el Lorca, el Cartagena, el Gavá, el Figueras, el Sant Andreu, el Orihuela, el Portuense, el Girona, la Cultural Leonesa, el Alavés, el Eibar y ahora el Sestao. Casi nada. Eso sí, hacía tiempo que no disfrutaba como este año. A estas alturas, cuando aún no hemos llegado al ecuador de la temporada, el catalán ya lleva 15 goles, y cuatro de ellos los marcó en un solo partido, hace un par de jornadas.
Por el otro, el Barakaldo, regresando al camino de la victoria tras tres derrotas consecutivas que habían roto una de las rachas más positivas en la historia del club. Con todo ello, el equipo que entrena Iñaki Zurimendi, gestiona deportivamente Jorge Portillo "Boluka" y preside Alberto Romero, se mantiene, ahora mismo, a tiro de piedra del liderato y aviva las esperanzas de sus socios (cada día más, por fortuna) de recuperar las aspiraciones y el ascendente que el club comenzó a perder con su aún reciente descenso a tercera división. La recuperación se está llevando a cabo con cordura y pulso firme, sin repetir errores, sin derroches y sin ambiciones frívolas o vacías. Se ha apostado por apoyar un proyecto cabal y equilibrado, basado en una gestión económica responsable y en un equipo que, como le leía hoy, con otras palabras, en una entrevista a Boluka, es un equipo típico de la categoría: mezcla de juventud y veteranía, aguerrido, intenso y comprometido. Eso sí, no exento de calidad. El comienzo de temporada fue excelso, con los delanteros en forma y firmeza en el centro del campo. Se sufrió la racha de tres derrotas consecutivas, y ahora se intenta recuperar la positiva. Se empezó ganando al siempre correoso Real Unión de Sergio Francisco en Irún y se aspira a repetirlo con un derby, el de mañana, que siempre es una ocasión especial.
Y, como es una ocasión especial, es un momento para disfrutar y celebrar que el fútbol, no solo no termina con las nominaciones a premios individuales y con los abscesos de devoción personal de algunos delanteros con coleta, si no que, a menudo, es mucho más divertido, apasionante y sincero cuando se trata solo de eso, de fútbol, de césped ralo, un balón que corre, y gente que, por una razón u otra, siente una ligazón emocional con una combinación caprichosa de colores.
A mí, me pasa. Aunque haya hablado más, casi, del Alavés y del Sestao, mis colores son los gualdas y los negros, y aunque nunca acudo al campo con banderas, bufandas o camisetas, esos son los colores por los que, a veces, pierdo la propiedad y grito para celebrar un gol. O para lamentarlo. Y esa pasión, la de la alegría y la tristeza por el destino antojadizo de una esfera de cuero, es la que alimenta las ganas de seguir acudiendo al campo cada quince días. Mañana, más que nunca. Todos a las gradas, a ponerle color, y a animar a los nuestros, con respeto al rival, y con la ilusión como único argumento, porque, como decía Nelson Mandela, y así cierro la entrada con un requiebro y todo: "siempre parece imposible, hasta que lo intentas". ¡Vamos Baraka!
Y, por cierto, la fotografía con la que he ilustrado la entrada la he encontrado en el buscador de imágenes de google, pero, aparentemente, pertenece a vavel.com, nuevo recurso periodístico para seguir la actualidad deportiva, donde un buen amigo de este blog se ha currado un suculento artículo sobre el derby en cuestión. Recomendable lectura que os pongo más fácil por que solo tenéis que pinchar aquí, donde pone enlace, e ir directamente a leer el trabajo de Raúl. Disfrutad: enlace.
4 comentarios:
Por alusiones... Gracias por ese guiño, caballero.
Respecto al fondo, con ganas de vivir un duelo tan histórico como el Peñarol - River, aunque con el mal augurio de que, tarde o temprano, la racha de victorias en los derbys como locales en (el nuevo) Lasesarre.
Respecto a la forma, gracias por recordarme a la entrañable figura de Txutxi Aranguren, tipo amable, de esos que tienen la extraña y paradójicamente difícil facilidad de generar unanimidad en cuanto a una positiva valoración hacia su persona, como el caso de Madiba, a quien tú también hoy recuerdas.
Y, finalmente, un pedazo offtopic: como Holden Caulfield que eres, leáse, POR FAVOR, el libro 'Con cinco años yo me maté'. Hágalo y hablemos.
Un abrazo.
De nada, hombre. Me apunto el libro. Cuando esté listo, te aviso.
Y por cierto, Holden, con tu respetable (e incluso admirable) postura de no sucumbir en redes sociales como Facebook, he de advertirte que te estás perdiendo unos grupos en los que gozarías cual gorrino en un cenagal; los títulos de los mismos lo dicen todo: FUTBOL DE LOS 80, BASKET DE LOS 80 y CICLISMO DE LOS 80. Mucho nivel de los participantes y muy buenos momentos los que estamos pasando...
Por comentártelo... ;)
Alguna vez lo he visto. Ya sé de qué va y flipo con la memoria y las fotografías que os agenciais. Por curiosidad, de pascuas a ramos, ya me asomo y me río un rato. Quizás algún día sucumba, pero, por ahora... me resisto. Que conste, eso sí, que me gusta.
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