sábado, 29 de marzo de 2014

Kevin Ollie



Finiquitada la ronda que los americanos de bien conocen como el "sweet sixteen", hoy mismo comenzará la siguiente, para la que también tienen mote, "Elite Eight" y de ahí saldrán los cuatro ganadores de conferencia y los cuatro finalistas que se reunirán en Arlington, Texas, para decidir quién se hace este año con el título de campeón nacional y sucede en el palmarés a Rick Pitino y sus cardinals de Louisville. 
Y es que, sí, ya empezamos por ahí, Kentucky eliminó a Louisville en una de las semifinales de la medioeste y se enfrentará en la final de conferencia, a disputar en Indianapolis contra los Wolverines de John Beilin, quien intentará tomarse la revancha del año pasado y que, esta vez, los de Michigan sí consigan llevarse el título. 
Michigan derrotó para llegar a la final a Tennessee, probablemente, la gran sorpresa del campeonato. Y no lo tuvo nada fácil. Resultado final: 73-71. Los Volunteers de Cuonzo Martin, un grupo de estajanovistas que aunque vistan de un naranja chillón se lo toman con la seriedad del negro ceremonioso, remontaron 15 puntos, se pusieron a uno y, a falta de diez segundos, consiguieron forzar un error de los Wolverines (estos visten de amarillo chillón, así que el drama final chirriaba con tanto colorido sobre la cancha), que pisaron la línea de fondo y se encontraron con un balón desde banda para jugarse la última y redondear la remontada. El balón cayó en Jarnell Stokes, que se marchó a buscar el poste bajo, encontrándose con que los árbitros le sancionaron el contacto con una falta de ataque que Jordan Morgan exageró y luego celebró por todo lo alto. Aún tuvo Jordan McRae, 24 puntos, el mejor de los Volunteers, una oportunidad de clavar un triple desde su cancha después de que Nik Stauskas, un tanto apagado y mal en el tiro, pero bien cubierto con el trabajo de Jordan Morgan y Glenn Robinson III, fallara su segundo tiro libre. El tiro de McRae no entró y John Beilein respiró aliviado. Los chicos de Cuonzo Martin se quedaron decepcionados, pero cualquiera les quita el mérito de unas rondas finales que empezaron jugando la previa. 
Por el otro lado, sus rivales de Kentucky, como ya he comentado, se deshicieron de los actuales campeones, la Louisville de Rick Pitino que, según algunos expertos, bastante han hecho con llegar hasta aquí. Un triple de Aaron Harrison a poco más de treinta segundos para el final le dio la ventaja suficiente a los Wildcats de John Calipari que ya no dejarían escapar la victoria. Julius Randle se apoderó del rebote en su zona y los hermanos Harrison fallaron más de lo que acostumbran, pero el pivot Dakari Johnson, con 15 puntos y 6 rebotes, cogió el relevo de las estrellas del equipo y junto con el inesperado del reserva Alex Poythress, un jugador del que Calipari esperaba más, y que apareció justo en el momento adecuado para secar a Russ Smith, consiguieron que los cardinals no les pusieran en aprietos. Los tres hombres fuertes de Pitino rindieron esta vez. Montrezl Harrell se fue hasta los 15 puntos y 8 rebotes con buenos porcentajes de tiro, Luke Hancock añadió 19 puntos y la estrella de los cardinals, Russ Smith, añadió 23 puntos, eso sí, con 9 de 20 en tiros de campo y 1 de 7 en tiros de tres, una losa para su equipo que no pudo hacerle daño a los Wildcats con el tiro de Smith.
Así pues, como ya he dicho al principio, los Wolverines de John Beilein, siete años dirigiendo a una universidad que no gana el título desde que en 1989 los Fab Five (Juwan Howard, Chris Webber, Jalen Rose, Jimmy King y Ray Jackson) le dieran el título al equipo que, por entonces, dirigía Steve Fisher, pero que fue subcampeona el año pasado, se enfrentarán por el título del medioeste, contra los Wildcats de John Calipari, cinco años en el cargo, hace dos ediciones les hizo campeones con la colaboración de un Nerlens Noel que, como se esperaba, se ha pasado toda su primera temporada con los Sixers en blanco. 
En la parte de arriba de la derecha del cuadro, Arizona y Wisconsin, como se esperaba, se jugarán el título de la conferencia Oeste. Ambos salieron airosos de sus respectivos duelos, los primeros contra San Diego State, a la que derrotaron por 70 a 64, y los segundos contra Baylor, el verdugo de Creighton, a quienes no dieron la más mínima oportunidad y derrotaron por 52 a 69. 
Todo fueron elogios para Scott Drew en la anterior eliminatoria. El entrenador de los osos de Baylor supo cómo secar el juego de Creighton tapando los tiros abiertos de Ethan Wragge y cortando de raíz el protagonismo de Doug McDermott. Sin embargo, en el sweet sixteen, Bo Ryan le ganó la partida y colocó a sus Badgers de Wisconsin en la siguiente ronda, al conseguir que la defensa de Baylor no hiciera daño y Frank Kaminsky estuviera siempre libre para tirar. Entre el y Ben Brust se bastaron para secar la aportación de Cory Jefferson, en un partido en el que jugaron muchos jugadores que disfrutaron de minutos inesperados. 
Arizona, por su parte, tuvo que apretar los dientes pero ha acabado donde todos esperaban que estuviera. Los Aztecs de San Diego State apretaron en una primera parte de la que se fueron ganando y habiendo secado a Nick Johnson, el mejor jugador de la conferencia Pac-12, que revivió, eso sí, cuando su equipo le necesitó, ya al final del partido y jugándose la victoria con cada tiro. Xavier Thames, una vez más, aunque se tire hasta las zapatillas, fue el mejor de los aztecas con 25 punto, pero no fueron suficientes ante Aaron Gordon, Nick Johnson y un Rondae Hollis-Jefferson que, desde el banquillo, se fue hasta los 15 puntos y 6 rebotes. 
Por lo tanto, como ya ha quedado mencionado, Bo Ryan, quien lleva la friolera de trece años entrenando a los Badgers de Wisconsin, se enfrentará a los otros Wildcats, los de Arizona, que dirige Sean Miller por cuarto año consecutivo. Los de Arizona ganaron la NCAA allá por 1997, de la mano de Lute Olson como entrenador y de un ya retirado Miles Simon que fue nombrado mejor jugador de las finales, para luego iniciar una carrera deportiva que le llevó a sitios como Israel, Italia o Turquía antes de retirarse y convertirse en asistente de Lute Olson hasta que este abandonó los Wildcats en 2008. Los Badgers, por su parte, tienen que remontarse hasta 1941 y no pisan una final four desde el año 2000, año en el que cayeron ante los Spartans de Michigan State que se enfrentaría en la final a Florida. Kirk Penney jugaba en ese equipo de los Badgers y de eso han pasado catorce años, con lo que, a pesar de llevar ya tanto tiempo entrenándoles, si Wisconsin gana a Arizona y se mete en la final four será la primera para Bo Ryan.
Por la izquierda del cuadro, arriba, es decir, en la conferencia sur, Florida cumplió con los pronósticos y dejó a UCLA en la cuneta y Dayton se llevó el duelo de sorpresas al dejar fuera a Stanford. Con este resultado, se da la casualidad de que dos hermanos disfrutarán del Eight Elite, ya que Archie Miller, entrenador de los sorprendentes Flyers de Dayton, Ohio, es hermano de Sean Miller, el entrenador de los Wildcats de Arizona. 
Los Gators de Billy Donovan no dejaron que UCLA les sorprendieran y añadieron una victoria más, y ya van 29 con lo que han batido el récord de la universidad, a su palmarés del año. Esta vez, fue Michal Frazier II el que sobresalió, mientras que, Jordan Adams fue, una vez más, el mejor jugador de los Bruins que entrenaba, por primera vez, Steve Alford. Eso sí, ya lo han dicho prácticamente todos, ni Patric Young ni Scott Wilbekin, ni William Yeguete, ni ninguno de los jugadores que entrena Donovan se conforman con llegar hasta aquí. Los Gators son el gran candidato y quieren que los pronósticos se cumplan. 
Para ello, tendrán que ganar a Dayton, la gran sorpresa del cuadro, si quieren clasificarse para la final four de Arlington. Los de Ohio se llevaron un subidón al dejar a sus rivales de Ohio State fuera a las primeras de cambio y ya no se han bajado de la nube. Esta vez, pudieron con una universidad de Stanford que pareció haber dado ya su nivel más alto con llegar hasta ahí. Jordan Sibert fue el que más puntería tuvo para los Flyers, pero una de las características principales del equipo de Archie Miller es que tiene más de una opción en su juego y que hace uso del banquillo. Chasson Randle completó su gran campeonato con 21 puntos, pero estuvo más flojo de lo habitual en el tiro. Tanto él como sus compañeros Dwight Powell, Josh Huestis o Stefan Nastic, se han ganado el aplauso de todos los aficionados. 
El que gane se encontrará en la final four de Texas o bien con Michigan State o bien con Conneticut, dos clásicos del baloncesto universitario, quienes se disputarán el liderazgo del este. Los Huskies de UConn, entrenados por el ex de hasta once equipos NBA en poco más de una docena de años de carrera, Kevin Ollie, pudieron con los ciclones de Iowa State, quienes partían como favoritos. DeAndre Daniels se marcó el partido de la temporada con 27 puntos y 10 rebotes y estuvo bien acompañado por el habitual Shabazz Napier, que se fue hasta los 19 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias. Entre los dos, y el apoyo de Terrence Samuel y Ryan Boatright, resistieron a una Iowa State que nunca estuvo cómoda y no supo sacarle provecho al partidazo de Dustin Hogue, quien consiguió 34 puntos y con buenos porcentajes. En su segundo año como primer entrenador, Ollie lleva a la que fuera su universidad también como jugador a la final regional, donde se encontrarán con los Spartans de Tom Izzo. Izzo y sus hombres se cargaron a una Universidad de Virginia que opuso resistencia. Los Spartans tuvieron cortocircuitos, sobre todo, al principio de la segunda parte, pero el gran partido de Branden Dawson, 24 puntos y 10 rebotes, y la compañía de Adreian Payne, 16 puntos y 5 rebotes, fue suficiente para solventar la resistencia de Malcolm Brogdon y Joe Harris, ambos con 17 puntos. Nuestro London Perrantes se despidió de la fase final con 7 puntos y 4 rebotes. 
Tom Izzo regresa con sus Spartans a una final regional donde tendrá como rival a los Huskies de UConn que entrena Kevin Ollie. Mientras Ollie, de solo 41 años, cumple su segunda temporada como primer entrenador de los Huskies (fue asistente antes, desde que se retiró de la NBA), Tom Izzo cumple, con esta, dieciocho años consecutivos a las ordenes de la universidad a la que Magic Johnson hizo campeón nacional en 1979. Además del que consiguió el base de los Lakers, los Spartans tienen otro título, éste más reciente y ya a las órdenes de Izzo. Fue en el año 2000, cuando, como ya hemos comentado, ganaron primero a Arizona, después a Florida, y los Mateen Cleaves y Morris Peterson le dieron la gran alegría de su vida deportiva al entrenador de Iron Mountain. Por su parte, los Huskies ya han ganado la NCAA tres veces, en 1999, en 2004 y en 2011, con Kevin Ollie ya en el banquillo, pero como asistente. Hace tres años, con Jim Calhoun aún en el banquillo, Kemba Walker derrotó en la final a los sorprendentes Butler de Brad Stevens y se hicieron con el tercer título para los Huskies. Antes, en 2004, y también con Calhoun en el banquillo, Emeka Okafor y Ben Gordon fueron los jugadores claves de los de Conneticut. Finalmente, a finales del siglo XX, Jim Calhoun consiguió su primer título, también el primero de los Huskies, gracias a jugadores como Jake Voskuhl o Khalid El-Amin, pero, sobre todo, gracias a la gran temporada de Richard Hamilton. 

En resumen, Michigan State, Conneticut,  Florida, Dayton, Arizona, Wisconsin, Kentucky y Michigan se jugarán los cuatro puestos que aguardan en Arlington para los candidatos finales al título de la NCAA. La lucha empieza hoy y terminará mañana. Ya os contaremos quienes toman el relevo a Louisville, Wichita State, Syracuse y Michagan que, el año pasado, se disputaron el título en el Georgia Dome de Atlanta, Georgia.

La entrada la titulo con Kevin Ollie, más que nada porque no sabía que entrenaba a los Huskies, y me ha sorprendido verle teniendo tanto éxito en su recién estrenada, como quien dice, carrera como entrenador. La foto, cogida de la página web de ESPN, nos muestra a un Kevin Ollie aún fino y en forma, pero muy elegante, como mandan los cánones allá en los Estados Unidos.

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