sábado, 6 de abril de 2019

Brian Kamstra

Tomada de google images, proviene de la web noticiasdenavarra.com


Nos debatíamos entre una nueva entrada o actualizar la que escribimos hace unos días, pero, al final, quizás por darle más visibilidad y que no quedara ahí enterrado nos hemos decidido a escribir de nuevo partiendo de cero. Aunque vayamos a volver a hablar de lo mismo que mencionábamos en nuestra anterior entrada, del Gran Premio Miguel Indurain y de uno de sus participantes. Probablemente, la entrada nos quede coral, pero el objetivo principal era dar testimonio del rendimiento del protagonista que tituló nuestra anterior entrada. 

Empezó la carrera con el propio Miguel Indurain cortando la cinta protocolaria y terminó con el francés Jonathan Hivert adelantándose un puñado de segundos a sus rivales y entrando victorioso en Estella. Atacó en el momento oportuno, en la rampa definitiva, y aguantó cuesta abajo para entrar sobrio pero contento, alzando el brazo derecho antes de traspasar la línea de meta. Antes hubo sus escapadas, sus intentos de repetirlas, sus ataques más o menos intensos y hubo que esperar al del francés para definir la carrera. Por detrás de él, llegó el grupo de los más fuertes donde consiguieron puesto en el pódium Luis León Sánchez, del Astaná, y un Sergio Higuita que le sigue dando alegrías a su equipo, la Fundación Euskadi. Por cierto, el presidente del club vasco, Mikel Landa, que corre para el Movistar, no terminó la prueba y fue uno de los 34 abandonos. 

Al francés Hivert, un veterano de 34 años que empezó en esto ya hace una docena de años en el Credit Agricole, se le dan bien Euskadi y España. Ya ganó la Klasika de Primavera allá por 2011, con el maillot de Saur-Sojasun, y ese mismo año se llevó una etapa de la Vuelta a Andalucía. En Andalucía ganaría otras dos dos años más tarde. Tras varias temporadas sin victorias, su regreso al triunfo se produjo en 2017, llevándose una victoria y la general de la Vuelta a Castilla y León, ya con el mismo maillot con el que se ha llevado el trofeo del Gran Premio Miguel Indurain, el del Direct Energie. Tiene cosa la cifra porque son un total, contando ya esta última, de siete victorias, solo dos menos de todas las que ha conseguido en su país natal, Francia: Paris-Troyes, general y dos etapas del Tour de Haut-Var, etapa en el Circuito de Lorraine, Tour de Finisterre, Estrella de Besseges, Gran Premio de Apertura La Marsellesa y una etapa en la París-Niza. Solo ha conseguido una victoria fuera de estos dos países, aunque, eso sí, la consiguió en la suiza francófona, a la que llaman la Suiza francesa, en Romandía, durante la disputa del Tour de Romandía. 

De los 123 participantes terminaron 89, y seguro que Hivert fue el más feliz, pero hubo también para repartir. Seguro que Fernando Barceló, el prometedor corredor aragonés del Euskadi-Murias, acabó contento con su excelente 7º puesto. El jovencísimo Tadej Pogaçar del UAE Emiratos Árabes, acabó un puesto por delante de Barceló, y uno por detrás el bilbaíno Jonathan Lastra, del Caja Rural, sumando otro buen puesto a su reseñable temporada. No creo que Mikel Ugarte esté mucho menos satisfecho que todos ellos. El vizcaíno, del que hablamos hace unos días porque sorprendía que debutara como profesional con 36 años, no solo ha terminado la carrera, si no que lo ha hecho con un dignísimo puesto 54º a 13 minutos y dos segundos del vencedor. Cinco segundos antes ha entrado todo un Michael Albasini. Cuatro segundos después, el vascofrancés Romain Sicard. Ugarte solo ha sido superado por su compañero el chipriota Andreas Miltiadis, quien entraba quince segundos antes (40º) en un grupo grande con gente como Darwin Atapuma, Nairo Quintana, José Joaquín Rojas o Lucas Hamilton, reciente ganador de la Semana Coppi y Bartali. Ni David Galarreta ni José Carlos Núñez ni Paulo Silva ni José Manuel Gutiérrez ni Fernando Lopes han conseguido terminar. Solo Miltiadis y Ugarte han representado al Guerciotti-Kiwi Atlántico en la llegada final. 

No he encontrado declaraciones. Es muy pronto. Hay otras noticias. Pero quería dejarlo por escrito para cerrar un poco el hilo que abrimos con la anterior. Sigo pensando que no está toda la historia escrita, pero, por nuestra parta, probablemente, con esto ya hayamos cumplido. 

Por cierto, el titular se lo vamos a dar a otro corredor con una historia curiosa. Si Ugarte debutaba en profesionales a los 36 años, la historia de Brian Kamstra también sabe de sorprender con el tiempo. Se montó en su primera bicicleta en 2015. Ocho meses más tarde estaba en la estructura del Team Novo Nordisk. Su historia en el ciclismo, a sus 25 años, es fulgurante, pero Kamstra ya sabía lo que era competir. Lo hacía como corredor de campo a través, llegando a disputar el campeonato de Europa. Le diagnosticaron diabetes de tipo 1 cuando empezó a sospechar que algo iba mal por su falta de progreso en los entrenamientos. Volvió a entrenar después del diagnóstico, pero un día se le ocurrió participar en una carrera benéfica que organiza Martijn Verschoor, compatriota y corredor del mismo proyecto ciclista que intenta darle visibilidad a la enfermedad de la diabetes y su relación con el deporte y acabó participando en el campus de entrenamiento del Team Novo Nordisk en Alicante y de ahí al profesionalismo. En Estella, entró el último, 89º. A más de veinte minutos del ganador, cuatro y medio después del anterior corredor que le antecedió en meta, el ruso Arseny Nikiforov, del Lokosphinx, que no sé si tendrá algún parentesco con aquel defensa ruso del Spórting de Gijón, Yuri Nikiforov. Al grano, para Kamstra el titular de la entrada por esforzarse para terminar, aunque fuera último, que eso también se aplaude. La fotografía se la dedicamos, eso sí, al vencedor. Compensado queda, que hemos hablado de los primeros, los últimos y los del medio. 

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