Imagen sacada de google pero proviniente del archivo del Lexington Herald Leader |
Bien, esto es un poco desastre, pero si queréis saber la verdad, me la suda, voy a pasar a otra cosa. Lo que no voy a hacer es volver a escribirlo todo otra vez. Tenía la entrada terminada: PJ Washington de los Wildcats de Kentucky iba a encabezar y la fotografía también iba para él. Un poco, para consolar. Desde el banquillo se cascó un partido de 28 puntos que no sirvió para evitar la derrota de su equipo. Anda medio cojo, además, con lo que creíamos necesario reivindicar su nombre. Y lo vamos a seguir haciendo, aunque sea para titular este desastre de entrada.
Y es que lo teníamos todo: resumen del Elite Eight, del Sweet Sixteen, citas de declaraciones de Bruce Pearl y Tom Izzo, la historia del italiano de los Texas Tech Davide Moretti, estadísticas, menciones a los años que llevaba Virginia sin llegar tan lejos o el estreno de los Red Raiders de Jarrett Culver y el entrenador Chris Beard o el ya mencionado Moretti... Y nada de eso, o casi nada, vais a encontrar aquí. Incluso había hecho un estudio porcentual, sumando los puntos conseguidos entre todos los equipos en el Elite Eight y de esos los que fueron logrados por jugadores de banquillo y lo mismo con los reservas y los partidos del Sweet Sixteen para observar que, si no recuerdo mal, el porcentaje en la ronda anterior alcanzaba un 19% mientras que en el Sweet Sixteen los puntos de los reservas eran como un 17% del total, 13% si restábamos los 28 de Washington. Nada de eso está aquí. ¿Por qué? Por alguna maravillosa razón, todo lo que tenía escrito y organizado, con título, fotografía y hasta la negrita decidida, se esfumó cuando le di a publicar y solo me quedó esto, lo que dejaré copiado abajo, como si fuera un monumento a la desgracia digital.
Lo que no voy a hacer, ya lo decía al principio, es volver a repetirlo. Primero, porque este blog no está monetizado, no tiene grandes intereses ni ambiciones y a los pocos lectores que le quedan, saben que les aprecio por aparecerse por aquí, pero ellos mismos saben del estilo y espíritu del blog. Me cuesta un montón encontrar un hueco para dedicárselo a esto y, si se pierde, es imposible que yo vuelva a disfrutar de otra oportunidad para repetirlo todo.
Ya lo siento, si alguien estaba interesado. Pero nos vamos a tener que conformar con el resumen final: ya tenemos Final Four, a disputar entre el 6 y el 8 de abril en Minneapolis, Minnesota, y en la misma se enfrentarán en semifinales los sorprendentes Texas Tech Red Raiders ante los Spartans de Michigan State y, en la otra, los Cavaliers de Virginia contra los inspiradísimos Tigers de Auburn. Fuera se quedaron, para sorpresa de muchos, los Tar Heels de North Carolina en el Elite Eight, y, sobre todo, los Boilermakers de Purdue, los Wildcats de Kentucky, los Bulldogs de Gonzaga y la Duke de Zion Williams y RJ Barrett en el Sweet Sixteen. Los nombres propios que protagonizaron esas sorpresas serían, entre otros, Davide Moretti y Jarrett Culver para los Red Raiders, Kyle Guy, Ty Jerome y el guineano Mamadi Diakité para los Cavaliers, Cassius Winston para los Spartans y Bryce Brown y Jared Harper para los Tigers.
Lo contaremos cuando suceda y esperamos que no surja ningún inconveniente y que no tengamos que volver a venir aquí a llorar y hacer el ridículo. Por si a alguien le interesa leer lo que quedó del desastre, aquí abajo dejo escrito cómo empezaba esa entrada que se terminó y, de la misma, desapareció.
Empecemos remontándonos, porque nos quedamos en el Elite Eight. Solo hubo una sorpresa con los primeros favoritos y la protagonizó la North Carolina de Roy Williams, ya que se vieron sorprendidos por la sorprendente, y la redundancia ha sido a propio intento, Auburn. Los de Bruce Pearl, no alcanzaban el Elite Eight desde 1986. Volvieron a la lucha final el año pasado, pero hasta entonces, habían pasado quince años, porque su anterior comparecencia en el bracket final se remontaba a 2003, cuando alcanzaron el Sweet Sixteen. Este año, además, esta generación ha ganado el SEC Tournament, su conferencia, por primera vez desde 1985. Así que The Jungle, los jóvenes seguidores del equipo están entusiasmados después de ver como también caían los Tar Heels y el equipo avanzaba hacia lo desconocido. Lo consiguieron con una nueva exhibición desde el triple (17 de 37) y con la puntería muy afinada (54,5% en tiros de campo), además de contar con algo inesperado en este torneo: un banquillo. 40 de los 97 puntos de Auburn vinieron de mano de jugadores reservas, lo que es todo un logro en esta competición. Chuma Okeke fue el más destacado en el apartado de estadísticas (20 puntos y 11 rebotes) en una demostración grupal, ya que hasta seis jugadores, incluyendo a Okeke, consiguieron dobles dígitos. Okeke, por cierto, jugador de segundo año que se había convertido en uno de los grandes argumentos del equipo que dirige Pearl, se lesionó, aparentemente de gravedad, en los minutos finales del partido, poniéndole la nota agridulce a la hazaña de los Tigers.
Otro resultado abultado en cuanto a anotación, esta vez, con prórroga de por medio, fue el 99 a 94 que llevó a los Boilermakers de Purdue a derrotar a Tennessee, precisamente el equipo al que Auburn derrotó en la final del SEC Tournament este año. Una de las grandes sensaciones de este torneo, Carsen Edwards, el letal tirador de Purdue, tuvo el tiro de la victoria al final del tiempo regular, falló, pero se cobró una falta. Tres tiros libres de los que falló el primero, anotando los dos siguientes y forzando una prórroga donde los de Purdue no desaprovecharían la oportunidad de rematar a los Volunteers de Rick Barnes. Edwards se quedó esta vez en 5 de 14 triples y alcanzó los 29 puntos. Ryan Cline ocupó por sorpresa su lugar en la excelencia, al marcharse hasta los 27 puntos, con 7 de 10 en triples. Grant Williams y Admiral Schofield fueron los dos grandes argumentos de los Volunteers para aspirar a la victoria hasta el final, con 21 puntos ambos, Williams añadiendo 7 rebotes y Schofield, 9.
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