martes, 18 de junio de 2019

Tadej Pogaçar



Un dato curioso, puede: el ciclismo balcánico. Desde que Yugoslavia se desmembrara en diferentes estados, parece que el deporte de esta zona de Europa sufrió un proceso de adaptación. En el ciclismo, los resultados van apareciendo poco a poco y, sobre todo, sorprende la ascendencia ganada por un país en concreto: Eslovenia. 

Veamos, en categoría continental, solo Croacia y Eslovenia tienen equipos profesionales. El Meridiana Kamen Team croata está dirigido por Antonio Giallorenzo. Más que por la formación de talento croata, se les conoce, entre el público menos conocido del deporte en Croacia, porque, en sus filas, se encuentran los italianos Matteo Rabottini, sancionado en 2014 por consumo de EPO, y Davide Rebellin, el corredor más veterano del pelotón a sus 47 años, 48 cumplirá el próximo mes de agosto. Entre el talento nacional, en el Meridiana Kamen Team se le puede hacer conocido un nombre a los aficionados internacionales, el de Emanuel Kiserlovski (1984), hermano de Robert Kiserlovski, uno de los, si no el más importante corredor croata de los últimos tiempos. Kiserlovski, Robert, campeón de Croacia en ruta, ganador del Giro de los Apeninos y 10º en los Giros de 2010 y 2014, decidió retirarse el año pasado. Su hermano, sin embargo, sigue activo en este Meridiana Kamen Team.

Por su parte, en continental, Eslovenia cuenta con dos equipos profesionales. Por un lado, el Adria Mobil que dirigen, entre otros, los ex ciclistas Bogdan Fink y Bostjan Mervar. Cuentan en sus filas con el veteranísimo ciclista croata Radoslav Rogina, quien aún sigue en activo a pesar de haber nacido en 1979. El resto de los corredores son eslovenos, y para algunos, quizás, el más conocido pueda ser Marko Kump (1988), ex corredor, entre otros, del Geox, el Tinkoff, el Lampre o el CCC. El otro equipo continental eslovena es el Ljubljana Gusto Santis donde corren varios corredores internacionales, de Taipei, Australia y Japón. También tienen a un corredor croata, el jovencísimo Viktor Potocki y al prometedor talento eslovena Rok Korosec, por mencionar al menos a uno.

Ambos países tienen también sus vueltas nacionales por etapas, con prestigio aunque no se encuentren entre las pruebas top del calendario UCI. El Tour de Eslovenia se disputa desde 1993 y en su palmarés aparecen ganadores como el actual, Primoz Roglic, del que hablaremos luego, y otros como Yevgnei Petrov, Jakob Fuglsang, Vincenzo Nibali, Rafal Majka, Tiago Machado o Rein Taaramae. Mientras que el Tour de Croacia se creó en 1994 y no se disputó entre 2002 y 2006. También lo ha ganado Vincenzo Nibali, quien, junto a Martin Derganc y Radoslav Rogina, es el único que puede alardear de haber ganado las dos. El último vencedor fue Kanstantsin Siutsou.

Serbia también cuenta con su prueba nacional, de menos peso que estas dos otras, y, en el año 2018, contaba con dos equipos continentales. El Dare Gaviota que dirigía el español José Antonio Ortuño y el Java Partizan de Dusan Banovic. En el primero, corrían los españoles Eduardo García, Héctor González, Josep Miralles y Óscar Sánchez. En el segundo, el veteranísimo británico Martin Ford, el griego Charalampos Kastrantas o el belga Mehdi Tigrine. Ninguno aparece registrado este año en la UCI.

El ciclismo esloveno tenía a sus primeros referentes en los Martin Derganc, Tadej Valjavec, Gorazd Stangelj, Martin Hvastija, Andrej Hauptmann, Jure Golcer, Gregor Gazvoda, Tomasz Nose, Uros Murn, Matej Mugerli, Jure Kocjan, Zoran Klemencic o Robert Vrecer. Y Janez Brajkovic, por supuesto, 9º en el Tour de 2012. Y Borut Bozic, ganador de etapa en la Vuelta a España. Algunos de ellos están ahora ejerciendo labores de directores: Bozic y Stangelj aparecen en la plantilla técnica del  Bahrain. Pero, y era a esto a lo que venía esta entrada, Eslovenia vive la que probablemente sea su época dorada, y no es solo por el futuro que ha descubierto este año con Tadej Pogaçar o la realidad de la que disfrutan ya con Primoz Roglic. Es porque, si no contamos a Kristijan Koren, recientemente sancionado por la UCI, el país cuenta, sin equipo y sin una tradición tan fuerte como la de otros países, con otros ocho corredores en el World Tour, además de los ya mencionados Pogaçar y Roglic. Al veterano Grega Bole, le acompañan el Bahrain cuatro compatriotas más: Matej Mohoric, Domen Novak, Luka Pibernik y Jan Tratnik. Junto a Pogaçar en el UAE Team corre el también esloveno Jan Polanc. Luka Mezgec lo hace en el Mitchelton y en el Katusha Simon Spilak.

No solo es un número significativo que diez corredores eslovenos se reúnan en la máxima categoría del ciclismo profesional, es que, además, sus resultados a lo largo de esta temporada están dándoles relevancia internacional. Jan Polanc fue líder del Giro de Italia, defendió la maglia con pundonor y acabó 14º en la clasificación final. Jan Tratnik ganó el prólogo del Tour de Romandía. Simon Spilak ha quedado entre los diez primeros en Vuelta al Algarve, Tour de California y Tour de Romandía. Mohoric fue 5º en la Milán-San Remo y 9º en la Gante-Wevelgem. Pero han sido sobre todo Tadej Pogaçar y Primoz Roglic los que le están dando visibilidad al ciclismo de su país. El primero se ha proclamado campeón de su país en contrarreloj, además de sorprender a todos al llevarse una etapa, la clasificación de los jóvenes y la general final del Tour de California. Antes también había sido el mejor joven en Vuelta al Algarve, donde además ganó una etapa y acabó en primera posición en la general final. No puedo acabar tan alto en la prestigiosa Vuelta al País Vasco, pero fue una de las sensaciones de la carrera al ser el mejor joven, acabar 6º en la general final y rozar los puestos de gloria en las parciales, incluyendo un 2º puesto en la etapa que terminó en Arrigorriaga. Sus resultados han llamado la atención de todo el mundo, sobre todo, porque tiene 20 años. El otro gran protagonista es, por supuesto, Primoz Roglic. Este ya tiene 29 años. Este año ha sido 3º en el Giro de Italia, donde ha ganado, además, dos etapas. También ha ganado el Tour de Romandía y la Tirreno-Adriático. Pruebas que se suman a su Vuelta al País Vasco 2018 y sus etapas en el Tour de Francia. Él es la punta de lanza de este nuevo ciclismo esloveno, pero el futuro de Pogaçar, el pundonor de Polanc, la velocidad de Mezgec, el reloj de Tratnik, el atrevimiento de Spilak o la veteranía de Bole también son argumentos contundentes para defender que este deporte está en su momento cumbre en el país balcánico.

Matej Mohoric fue campeón del Mundo sub 23 en 2013 y campeón del Mundo junior en 2012. Janez Brajkovic, de contrarreloj, también sub23, en 2004. Bogdan Fink fue 3º en el campeonato del Mundo junior en 1990. Simon Spilak repitió puesto en 2004. Matej Mohoric fue campeón en 2012, ya lo hemos dicho, pero no que fue subcampeón en contrarreloj ese mismo año. La medalla de bronce de Andrej Hauptman en la edición de Lisboa 2001 que ganó Óscar Freire por delante de Paolo Bettini es el mayor logro en la categoría superior. Roglic, con su plata por detrás de Tom Dumoulin en el campeonato contrarreloj de hace dos años sumó otra medalla para su país. Se nota un crecimiento desde los 90 hasta que cambiamos de siglo y, probablemente, aún quede por llegar más. O quizás no, quién sabe, pero, pase lo que pase, creo que el peso de Eslovenia en el ciclismo internacional ha conseguido un ascendente que quizás pocos nos esperábamos. Veremos hasta donde llegan ahora, teniendo en cuenta hasta donde han llegado ya. Le damos el titular a Pogaçar por ser, aparentemente, el representante de esas incógnitas de futuro, llenas de expectación y promesa. La fotografía, para nadie. Solo porque sale alguien en bicicleta, le podemos encontrar relación con esta entrada. Estaba buscando otras y apareció esta que me gustó. Ya está.


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