Fanzine deportivo literario. Crónicas caprichosas sobre héroes y villanos del mundo del deporte
miércoles, 29 de octubre de 2008
Sergio Rodríguez
Empezó la NBA. Todavía no lo ha hecho la NCAA, cuando empiece, daré noticia de las andanzas de Casey Harriman y la Universidad de Creighton. Ayer perdieron los Portland Trail Blazers contra Los Ángeles Lakers y Nate McMillan volvió a utilizar a El Chacho como tercer base. No entro a discutir si tiene que jugar él, o Blake o Bayless, pero, ¿tres bases? ¿Cómo se juega con tres bases todos los partidos? ¿Qué sentido tiene que un tercer base juegue cinco minutos? Yo no lo pillo. Creo que en Europa no es bastante habitual a no ser que uno de ellos juegue de escolta, como hacía la temporada pasada el Real Madrid con Sergio Llull. Sin embargo, lo que quería contar aquí, es que al hablar de El Chacho mientras veníamos a Vitoria bajo una lluvia torrencial, granizo y hasta una ligera nieve a la altura del Aiurdin, me he acordado de aquel proyecto de escuela de baloncesto, de centro de alto rendimiento que hubo durante unos cuantos años en el Polideportivo de Fadura. Van los nombres: Sergio Rodríguez, Jan Orfila, Dani López, Alberto Ruiz de Galarreta, Alex y Txemi Urtasun, Jon Kortaberria, Fran Vázquez. Me olvido de alguno seguro, tengo a otro en la punta de la lengua, pero solo me quedan cinco minutos antes de que me vaya a clase, así que al grano: todos juegan en la LEB o más alto. Fran Vázquez en el Barça y con los Magic detrás. Los Urtasun ya han jugado varios partidos en la ACB. Galarreta probó en el Vive Menorca, Dani López anda por la LEB, creo, Jan Orfila dejó Granada por las pocas oportunidades que le daban, Kortaberria disfruta ahora de un contrato temporal con Aíto, Sergio Rodríguez vive en Oregón. Saúl Blanco en el Fuenlabrada era el que me quedaba en la punta de la lengua. Vaya trabajo el de la gente del Siglo XXI, ¿no merecía la pena seguir con él? Espero que algún día se retome esa cantera. Nunca hemos tenido grandes jugadores en Vizcaya, lo digo más por número que por calidad, y aunque ninguno de los que he dicho era vizcaíno, fue bonito mientras duró ver aquel proyecto en la provincia. Ojalá todos lleguen más alto de lo que ya han llegado y ojalá alguien apueste dentro de poco por retomar un proyecto de cantera que, con éxitos o no, nunca está de más. Y ya jugará más tarde o más temprano el Chacho.
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