Fanzine deportivo literario. Crónicas caprichosas sobre héroes y villanos del mundo del deporte
jueves, 22 de julio de 2010
Salvatore Commesso
Una envidia muuuy sana. Hoy va a ser un día grande, presiento, luego igual va y se queda en nada, pero no me importaría nada estar hoy en alguna de las curvas de los 18 kilómetros de subida del Tourmalet. Envidia sana y buenos recuerdos, tú: el Tour de 2003. Aquel en el que Haimar Zubeldia e Iban Mayo hicieron quinto y sexto para algarabía de la afición vasca. Siempre pegados a Ulrich y a un Armstrong impresionante. El Tour en el que Baden Cooke se llevó los puntos, Virenque la montaña, Menchov fue el mejor joven por delante de Astarloza, CSC el mejor equipo y Euskaltel el tercero y Armstrong, Ulrich y Vinokourov coparon el podio. Un Tour en el que Carlos Sastre ganó en la cima donde lo intentó este año, Mayo nos puso la piel de gallina en Alpe d'Huez, Petacchi se llevo cuatro, Hamilton se marcó una cabalgada impresionante camino de Bayona, Flecha triunfó en Toulouse y muchos otros ilustres se llevaron su etapa: Armstrong, Ulrich, Simoni, Knaven, Piil, Lastras, Virenque, Millar, Vinokourov y Jean Patrick Nazon sorprendió a todos en París. En aquel Tour de hace ya siete años, como pasa el tiempo, yo estaba en una de las últimas rampas de Luz Ardiden. Envidia sana, y grandes recuerdos. Nos sacaron en las noticias de Deia. Una foto horrorosa porque se veía toda mi calva mientras pintábamos en la carretera el nombre de Roberto Laiseka. Muchos recuerdos: levantarte por la mañana a más de 1500 metros de altura y no ver el valle porque estaba cubierto de nubes, ver la victoria de Gilberto Simoni en una estación invernal abandonada donde los alemanes aguantaban las pullas de los españoles, empezar a ver una caravana mágica de luces subir por un laberinto de eses ya casi de madrugada, Perico Delgado conduciendo su coche descapotable, las azafatas lanzando bollos de Le Boulanger, las latas de D, los cuarentones y su baño portable, los adolescentes franceses jugando a la petanca, la discoteca a casi dos mil metros de altura, los gritos de Alefigo (Allez Virenque), la verbena dos kilómetros más abajo, el tráfico de vuelta y nos bajábamos a jugar al fútbol mientras el autobús descendía a paso de burra, los tres yonkies, las camisetas, los pitos del coche auxiliar del euskaltel cuando todavía no habíamos ni cogido la autopista... Dios, aún están tan frescos. Y han pasado siete años. ¡Siete años! Y los recuerdos deportivos: los rumores de la escapada de Chavanel, la palpitación cuando gritaban ahí vienen, ahí vienen, y de la niebla salía Armstrong escoltado por dos motos con los ojos desencajados pero fijos en un punto que nadie más veía, el sudor de Ulrich, la mirada caída de Mayo cabalgando de pie, el caballito de Virenque, las dos ikurriñas en el manillar de Commesso, los susurros de aquel euskaltel, no puedo, no puedo, mientras le gritábamos todas las palabras de ánimo que podíamos, el olor del asfalto, el sonido de los piñones... Y después de siete años todo sigue tan fresco. Así que creo que hoy no podré evitar esa envidia sana de todos los años cuando llegan a los Pirineos. Sé que habrá otra vez. No sé cuándo, pero algún día volveré. Sea como sea. Mientras tanto, verlo por televisión ya es distinto, distinto porque sé cómo es en verdad, y aún tengo el recuerdo fresco de los nervios, de los puños prietos sobre la valla, de cómo gritaba sin saber por qué. Ya estoy nervioso, tú, y eso que aún no han dado ni la salida. Algo tendrá este deporte que, a pesar de todo, sigue ejerciendo una atracción magnética en tantos y tantos aficionados. Algún día quizás hablemos largo y tendido sobre ellos, hoy, soñemos con que Contador, Schleck, Samu y Menchov nos den espectáculo del bueno.
Posdata: por aclamación popular del único comentario que he tenido, que además fue protagonista y pertrechador, pongo el vídeo de la gran etapa de 2003 donde se ve una de nuestras pintadas:
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3 comentarios:
Lo siento pero no puedes colgar esta entrada sin hacer lo propio con un vídeo de la subida. En youtube hay varios. Te recomiendo el que te enlazo abajo. Fíjate y revívelo. Sobre todo en el minuto 6:29 con una gran pintada que ponía: GORA BARAKA! Qué recuerdos, vaya etapón.
http://www.youtube.com/watch?v=27SFeKk2LpY&feature=related
Efectivamente. Hecho!
Gran vídeo!!
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