lunes, 30 de mayo de 2011

Ramón Calderé


Como haya algún lector asiduo a este blog y residente en Lugo, puede que me mande a tomar por culo, y lo he dejado dicho, con la expresión maleducada y todo, porque rima y me gusta que rimen las cosas. Si alguien se siente ofendido por esta entrada, lo siento, de antemano, pero tampoco lo pretendo, no entro en comparaciones, ni voy a juzgar unos hechos o los otros, porque ambos quedan sujetos a interpretaciones. Yo lo único que quiero atestiguar es la verdad poética del sentido del humor (muchas veces, como en ésta, un humor muy negro, demasiado negro) de la historia, el destino, el paso del tiempo, la cronología, la memoria, la vida, el fútbol o el arbitraje, lo que quieras.
Voy al grano. Ayer abría el periódico y me encontraba con la noticia de que en Lugo estaban indignados con un gol de Javi Ballesteros en el último minuto que el colegiado anuló por falta al portero Alberto, portero del Real Murcia. El gol habría significado el 2-0, igualar la eliminatoria y forzar la prórroga. El vídeo se puede encontrar en algunas ediciones digitales de periódicos deportivos de tirada nacional y así podéis juzgar vosotros mismos y luego preguntar qué opinan en Lugo y en Murcia.
Vuelvo a ir al grano. No puede evitar, al leer esto, recordar, al instante, que el Lugo era el rival del Sant Andreu en aquella fase de ascenso (el partido entre el Lugo y el Murcia también correspondía a la fase de ascenso de segunda B a segunda) en la que Japón Sevilla consiguió fama y reputación tres años antes de ascender a primera división. El vídeo, para que también juzguéis vosotros mismos, aunque de mala calidad debido, quizás, al paso de tantos años, aún se puede encontrar en youtube, simplemente con hacer una búsqueda en google con los nombres de los dos equipos. Hace ya la friolera de unos 10 años (por qué me acordaré), Ramón Calderé fue objeto de un penalty (o no, porque, al fin y al cabo, el árbitro no lo señaló, juzguen ustedes) cuando se disponía a rematar solo ante portería. El marcador final no se vio alterado y el Lugo ascendió a segunda división, cosa que no pudo hacer el Sant Andreu. El árbitro, en la misma jugada, expulsó a Ramón Calderé, antiguo jugador del Barcelona en primera división, como todo el mundo sabe, y miembro de un Sant Andreu que había hecho grandes fichajes aquella temporada con la pretensión de ascender, por simular el penalty que él no pitó.
Al finalizar el partido, los altercados fueron sonrojantes. Puncho, si no recuerdo mal su apodo, un veterano que había jugado en primera en el Hércules, le soltó una patada en sus partes nobles a Japón Sevilla. Calderé perdió los papeles en el túnel de vestuarios y tuvo que ser sujetado por las fuerzas del orden, a las que también se enfrentó. Esos son los vagos recuerdos que tengo. Y la serena experiencia de la impotencia ajena. No sé cómo viviría todo aquello el árbitro. No le oí ni le leí hablar sobre ello. Tampoco he vuelto a oír a Jorge, aquel defensa del Lugo, hablar sobre ello después de tanto tiempo. Ni a Calderé. Ni a Puncho le he oído volver a hablar sobre su patada, de la que ya se arrepintió desde el principio.
No he vuelto a oír hablar a los protagonistas sobre aquel día, pero me he acordado de todos ellos cuando he visto que uno de los equipos volvía a verse en el mismo escenario, diez años más tarde, y en unas circunstancias parecidas, pero distintas. Y lo repito, ni comparo, ni hago juicios sumarios, ni apostillo, lo único que atestiguo es las vueltas que da la vida. Para todo lo demás, vivimos en una sociedad en la que todo el mundo tiene no solo derecho a opinar si no mucha voluntad de hacerlo, así que ahí están los vídeos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fue un penalty clarísimo,Calderé no tenía porque lanzarse a la piscina cuando la portería estaba prácticamente batida y con el portero en el otro extremo. Ese día se cometíó una terrible injusticia contra el Sant Andreu, pero bueno, ya ha llovido mucho.
Lo más impresionante para mí es que un jugador como Calderé, internacional y con un Mundial 86 muy meritorio por su parte, sea casi más recordado por este penal que por su trayectoria en primera división y en la selección.