Que no iba a ser un Giro de Italia especialmente proclive a los esprint estaba claro. Petacchi y Ventoso ya han aprovechado sus ocasiones, quizás queden un par de ellas más. Cavendish aún tendrá la oportunidad de afinar su puntería, pero Graeme Brown y el veterano australiano Robbie McEwen ya no podrán hacerlo. Cavendish lo rozó, pero Brown y McEwen no pudieron evitarlo y ayer llegaron fuera de control. Y es que está siendo un Giro de Italia de lo más accidentado. Sin querer volver a recordar el desgraciado fallecimiento de Wouter Weylandt, el Giro está salpicándose de caídas, golpes, desfallecimientos... Y acaba de empezar. Ayer fue el Etna el que, sin ceniza de por medio, vivió una nueva demostración de Alberto Contador y se cargó de raíz a dos veteranos velocistas. Pero hubo más sucesos. Pardilla tuvo que entrar andando al cargarse la bici al caerse en la última curva a trescientos metros, cerrada y peligrosa, y David Arroyo, espectacular, entró con el casco roto después de un fortuito tortazo que le propinó un tifosi italiano.
Como digo, queda lo mejor. Contador está un peldaño por encima de los demás, pero la carretera presenta alicientes suficientes para mantenerse a la espera.
Por lo demás, a sus 38 años, McEwen tiene muy cerca el final de su carrera. Desde que debutó con el Rabobank hace ya casi quince años, el australiano se retirará, cuando lo haga, que no sé si lo tiene anunciado para el año que viene, con más de cien victorias en el circuito profesional. Etapas de sobra en Giro y Tour, la París-Bruselas, la Vattenfall Cyclassics, Le Samyn, etapas en Vuelta a Suiza, Tour de Luxemburgo, Vuelta a Andalucía, Campeón de Australia, subcampeón del Mundo... Difícil resumirlo. Ayer llegó muy tarde, pero, quién le va a decir nada, viendo lo pronto que llegó en tantas otras ocasiones.
2 comentarios:
moi bo texto!
noraboa!!
um saúdo, susiño!
Cambiamos de pola?
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