lunes, 22 de agosto de 2011

Kirmen Uribe


Hace un par de días como quien dice, decidimos pasar la mañana por Bilbao. Dar una vuelta por el casco, hacer un par de compras, rebuscar en la fnac y terminar comiendo en el restaurante italiano de la calle Gardoqui. Antes de comer, acabamos cargando con un buen puñado de películas antiguas por 20 euros. Anoche vimos "Cuenta conmigo". ¡Esquivar trenes, acojonante!, me pasé toda la película revolviéndome en mi asiento, emocionado y ansioso.
Cuando ya íbamos para el metro, de vuelta a casa, paramos en Gran Vía. Ella me dijo, déjame echar un vistazo en este par de tiendas. Quería comprarse unos pantalones rojos. Así que le dije, te espero fuera, voy a echar un vistazo en la librería, y entré a una librería cercana. Como sabía que iba a llevarle un rato, me compré un libro de bolsillo y me senté en un banco de la Gran Vía. Encendí un cigarrillo y me puse a leer. El libro en cuestión era "Bilbao-New York-Bilbao" de Kirmen Uribe. Me pasé un buen rato mirando la pintura de Aurelio Arteta, justo mientras ella cruzaba sonriente para entrar en otra tienda. La guiñé un ojo.
El primer libro de Kirmen Uribe, un libro de poesía, también pertenecía a nuestra memoria emocional y compartida. Aún guardo el ejemplar, con una nota escrita a mano por mí. Ella lo guardó mientras yo estuve fuera. El título nos servía de coraje mientras pasaban los días.
Aún estoy terminándome el libro, pero hoy he leído algo que me ha hecho esbozar una sonrisa, y como tiene algo que ver con el espíritu de este blog, os lo voy a contar. No sé si esto es legal, y espero que a Kirmen Uribe, que estos días viste de amarillo con un florido sombrero de plumas, no le importe. Copio literalmente unos pocos párrafos del libro.
De todas formas, leeros el libro, lo que yo copio está en las páginas 165 y 166 de la edición de bolsillo de la editorial Seix Barral en la colección booket. Y si queréis más, seguid leyendo, a Kirmen Uribe o a quien sea, mientras haya algo que contar, siempre es bueno escuchar:

Hay un juego de fútbol en la play station, y se pasa horas y horas entretenido. Se trata de recrear el habitual funcionamiento de un equipo de fútbol. Hay campeonatos, y una vez acaban, existe la posibilidad de hacer fichajes. En la play station figuran equipos de toda Europa, con todos los jugadores posibles. Cada uno debe elegir un equipo de fútbol y competir con él.
Siempre elige el Chelsea. Dice que es el que más le gusta, que él es del Chelsea. A mí eso me da pena. Que no sea seguidor de un equipo vasco. "Yo a tu edad era del Athletic", le suelo decir, haciéndole chantaje emocional. "Pero si el Athletic siempre pierde", se queja él, "yo prefiero ser del Chelsea y ganar la Champions League". Salgo cabizbajo de su habitación.
Hace poco entré en el cuarto de Unai y lo encontré jugando con la play. "Tengo una buena noticia para ti", me anunción con una sonrisa. "Estoy jugando con el Athletic y estamos apunto de ganar la Champions League." Yo no cabía en mí de alegría. Al final el chaval ha elegido el camino correcto, pensé con orgullo. Pero de repente me di cuenta de que un jugador del Athletic era negro. "Oye, ¿quién es ése?", le pregunté, "no lo conozco". "Ése es Drogba, delantero del Chelsea. Lo he fichado para el Athletic", me contestó tan campante. "Y también a Torres y a Messi. Ahora el Athletic es el mejor equipo del mundo."
Está claro, no tengo nada que hacer con este chaval.

1 comentario:

Mariano dijo...

Me ha gustado mucho el trocito del libro. Me ha hecho reír.
Me apunto el libro para mi próxima visita a "La casa del libro".
Un saludo.