Que ya no sé a quién poner ahí arriba. ¡Vaya temporada de alegrías que llevamos en el ciclismo vasco! Ya hablé de las victorias de Pello Bilbao, Omar Fraile... Luego repasamos el gran Giro de Mikel Landa... Hasta hemos comentado el buen trabajo de la Fundación Euskadi y de otros en el pelotón amateur... Repasamos incluso el estreno del Murias Taldea a quienes se les resiste la primera victoria.
Y tenemos que volver a hablar del ciclismo vasco y volver a hablar bien.
Bien, qué te voy a decir. Bien. Aunque encabecemos la entrada con un neozelandés, Dion Smith (la foto, cogida de su propia web personal), por darle un toque exótico, tenemos que volver a hablar de los de casa y no nos cansaremos de hacerlo.
Primero, hablemos del alavés Víctor de la Parte. A sus 28 años, debutó hace cuatro con el Caja Rural, pero ya sabe lo que es emigrar para ganarse el pan. Es un ciclista moderno, contemporáneo, de los que ganan en Europa lo mismo que en Asia. Ha corrido ya en Grecia, Portugal y ahora lo hace en Austria, en el Team Voralberg. En su equipo corren un suizo, Nicolas Winter, un japonés, Akinori Yamamura, franceses, alemanes, austriacos y el esloveno Aldo Ino Ilesic, quien antes de vivir en Austria había hecho carrera en los Estados Unidos. Es el ciclismo moderno. Uno en el que este vitoriano alza los brazos en dos lugares tan distantes como en Luxemburgo y Austria. Hace un mes se impuso en la general final de la Flecha del Sur luxemburguesa por delante de Jasper Ockeloen y Gaetan Bille. No es una carrera cualquiera. La han ganado, entre otros, gente como Geraint Thomas, Boris Shpilevskiy, Andy Schleck, Bradley Wiggins, Bob Jungels, Alex Zulle, Kim Kirchen o Giampaolo Cheula. Ayer, se llevó la primera etapa de la Oberösterreichrundfahrt, una carrera 2.2 que recorre la región de la Alta Austria. Se impuso a Gregor Mühlberger y Kristian Haugaard Jensen y ahora tendrá que defender el primer puesto de la clasificación general para sumar una victoria más en su casillero y, de rebote, otra más en la temporada del pelotón vasco.
Y el pelotón vasco también se ha hecho moderno, porque, para seguir con el resumen, tenemos que coger un avión y marcharnos a Québec, Canadá, para disputar el Tour de Beauce. Allí se presentó el Caja Rural, dirigido por José Miguel Fernández, con Pello Bilbao, Eduard Prades, Carlos Barbero, Amets Txurruka, Fernando Grijalba, Hugh Carthy y Miguel Ángel Benito. Ya venían de rodar por los Estados Unidos y con éxito. El burgalés Carlos Barbero, formado al abrigo de la Fundación Euskadi, había conseguido añadir otra victoria más al palmarés del equipo navarro tras imponerse al canadiense Michael Woods y a Toms Skujins en la Philadelphia Cycling Classic que había ganado, por dos veces, Kiel Reijnen en las dos ediciones anteriores. Ya en Canadá, Barbero ganó la primera por delante de su compañero Eduard Prades y de Dion Smith, al que le hemos regalado el titular. No serían las únicas victorias del equipo verde. Barbero repitiría en la cuarta etapa al volver a superar a Dion Smith y a Jure Kocjan. De nuevo, hubo más, porque, para ponerle la guinda, Amets Txurruka se llevó la segunda y Pello Bilbao la general final. Cuatro etapas de seis y la general final para el Caja Rural, y las cinco victorias a mano de un burgalés formado en Euskadi, de un valiente escalador de Etxebarria y otra de un gerniqués, dos vizcaínos triunfando en Québec. No es un bagaje como para no considerarlo.
Más aún cuando, aunque Beauce sea una región de Québec que nos puede sonar a producto lácteo o cualquier otra cosa, y Canadá a un país de hockey sobre hielo más que de ciclistas sobre asfalto, esta carrera no es una competición entre amigos. A Pello Bilbao, le acompañaron en el pódium final Tom Skujins, un prometedor ciclista letón del nuevo equipo de Hincapie que ya sabe lo que es ganar (de hecho, se hizo con el Tour de Beauce el año pasado) y nuestro amigo neozelandés, Dion Smith, compañero de equipo de Skujins. Hablamos, además, de una carrera que han ganado, entre otros, Francisco Mancebo, Ben Day, Rory Sutherland, Svein Tuft, Thomas Brozyna, Levi Leipheimer, Jonathan Vaughters, Henk Vogels o Michael Rogers. Y, ahora, Pello Bilbao, quien, con ésta, ya lleva tres.
Con todo lo que queda por delante, mirar para atrás y ver ya tantas victorias mencionadas en este blog, da casi vértigo, pero, un vértigo tan agradable como el equilibrio que se necesita para andar en bicicleta mientras levantas los brazos porque pasas el primero por línea de meta.
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