Rafael Iriondo Aurtenetxea, 1918-2016. Retirado en 1955.
Telmo Zarraonandia Tamayo, 1921-2006. Retirado en 1957.
Venancio Pérez García, 1921-1994. Retirado en 1955.
Agustín "Piru" Gaínza Bikandi, 1922-1995. Retirado en 1959.
José Luis López Panizo, 1922-1990. Retirado en 1956.
Dice la historia, y los que la han leído, que el Athletic tuvo dos delanteras históricas. La primera era la de un equipo acostumbrado a ganar que lideraban cinco jugadores, José Iraragorri Ealo, Ramón de la Fuente Leal "Lafuente", Agustín Sauto Arana "Bata", Ignacio María Agirrezabala Ibarbia "Chirri II" y Guillermo Gorostiza Paredes. Solo hubo una cosa que les detuvo, la Guerra Civil. Cuando terminó, el equipo se recompuso, siguen contando las enciclopedias y los que las consultaron, y buscaron en los campos autóctonos para encontrar a otros cinco jugadores que conformaron lo que acabó por llamarse "la segunda delantera histórica". La formaban los que hemos mencionado arriba: Iriondo, Zarra, Venancio, Gainza y Panizo. Hasta que Venancio aprovechó sus cesiones y se incorporó a la quinta, ocuparon su lugar otros, como el veterano Victorio Unamuno Ibarzabal. Después, los cinco compusieron una línea de ataque que devolvió la gloria al equipo bilbaíno. Quizás los títulos, si se compara con los tiempos modernos, no sean tan espectaculares, pero valga decir que, entre los cinco, marcaron más de 600 goles en Liga.
Rafael Iriondo ha fallecido, como bien se hace eco la prensa, y con él se termina lo que quedaba de aquellos cinco magníficos. Lo titulaba hoy el Deia: "Rafa Iriondo apaga la luz de la historia". Quizás suene demasiado trágico, pero, en parte, eso es lo que significa el fallecimiento de Rafa Iriondo. Han pasado más de sesenta años desde su retirada. Su nombre aparece enterrado debajo de tantos otros que le siguieron. ¿Quién va a hablar de Iriondo en los tiempos de Leo Messi? ¿En un momento en el que lo interesante es que Cristiano Ronaldo hable de sus coqueteos con Hollywood o Iker Casillas le confiese a Bertín Osborne que los que aplaudían eran los Reyes? ¿Quién se va a acordar de los Zarra, Iriondo, Gainza, Panizo y Venancio si casi ya nos hemos olvidado de la quinta del Buitre y si me apuras hasta de Xavi Hernández? El mundo hoy en día corre a una velocidad vertiginosa. Y estos jugadores, en las imágenes que se conservan, parecían ir a cámara lenta.
Cuando se retiró el último de ellos, Piru Gaínza, a mí me faltaban varios lustros para nacer. Sin embargo, crecías con ellos igual que crecías con Javier Clemente y la gabarra y los años más oscuros que venían luego. Aún no habías crecido barba y ya sabías recitar sus cinco nombres de seguido. No sabías cómo jugaban, de qué jugaban, quiénes eran, pero sabías decirlo de tirada. Alguien decía: ¡Di Stefano! Y tú decías: Zarra, Gainza, Iriondo, Venancio y Panizo. Como fuera. En este caso, el orden de los factores, no alteraba el producto. Pero la falta de todos ellos, si parece alterar la memoria, aunque sean recuerdos que no pudieron nacer directamente de la experiencia. Es una sensación extraña, y, en sí mismo, creo que ese misterio explica, un poco, lo que para muchos significa ser aficionado de este club.
Además, en mi caso, había un detalle más que convertía a estas dos delanteras, tan lejanas en el tiempo, en algo más sentimental. Tanto el propio Rafa Iriondo como Telmo Zarra y Venancio Pérez jugaron en el Barakaldo CF, el equipo de mi pueblo, del que soy socio. Lafuente debutó de gualdinegro en 1924. Bata, no solo jugó en el Barakaldo CF cuando debutó y cuando se retiró, si no que también jugó en la Unión Sport San Vicente y nació en el pueblo. Gorostiza dejó el Athletic en 1940 y tras unas temporadas en el Valencia, pasó al Barakaldo CF. Panizo tenía una ferretería en el pueblo. Cerca vivía aquel señor que siempre vestía elegante y que apenas hablaba. Un día me dijeron que había jugado al fútbol. Le invité a un tinto. Le tiré de la lengua. Él me habló del San Lorenzo de Almagro. Él me explicó cómo jugaba Panizo. Él me enseñó que el fútbol existe más allá de la televisión y las portadas de los periódicos.
Con Rafa Iriondo se va una memoria. No parece que sea la mía. Y, sin embargo, de alguna manera lo es. Y, nuevamente, creo que esa es la respuesta a aquella lejana pregunta.
Rafael Iriondo ha fallecido, como bien se hace eco la prensa, y con él se termina lo que quedaba de aquellos cinco magníficos. Lo titulaba hoy el Deia: "Rafa Iriondo apaga la luz de la historia". Quizás suene demasiado trágico, pero, en parte, eso es lo que significa el fallecimiento de Rafa Iriondo. Han pasado más de sesenta años desde su retirada. Su nombre aparece enterrado debajo de tantos otros que le siguieron. ¿Quién va a hablar de Iriondo en los tiempos de Leo Messi? ¿En un momento en el que lo interesante es que Cristiano Ronaldo hable de sus coqueteos con Hollywood o Iker Casillas le confiese a Bertín Osborne que los que aplaudían eran los Reyes? ¿Quién se va a acordar de los Zarra, Iriondo, Gainza, Panizo y Venancio si casi ya nos hemos olvidado de la quinta del Buitre y si me apuras hasta de Xavi Hernández? El mundo hoy en día corre a una velocidad vertiginosa. Y estos jugadores, en las imágenes que se conservan, parecían ir a cámara lenta.
Cuando se retiró el último de ellos, Piru Gaínza, a mí me faltaban varios lustros para nacer. Sin embargo, crecías con ellos igual que crecías con Javier Clemente y la gabarra y los años más oscuros que venían luego. Aún no habías crecido barba y ya sabías recitar sus cinco nombres de seguido. No sabías cómo jugaban, de qué jugaban, quiénes eran, pero sabías decirlo de tirada. Alguien decía: ¡Di Stefano! Y tú decías: Zarra, Gainza, Iriondo, Venancio y Panizo. Como fuera. En este caso, el orden de los factores, no alteraba el producto. Pero la falta de todos ellos, si parece alterar la memoria, aunque sean recuerdos que no pudieron nacer directamente de la experiencia. Es una sensación extraña, y, en sí mismo, creo que ese misterio explica, un poco, lo que para muchos significa ser aficionado de este club.
Además, en mi caso, había un detalle más que convertía a estas dos delanteras, tan lejanas en el tiempo, en algo más sentimental. Tanto el propio Rafa Iriondo como Telmo Zarra y Venancio Pérez jugaron en el Barakaldo CF, el equipo de mi pueblo, del que soy socio. Lafuente debutó de gualdinegro en 1924. Bata, no solo jugó en el Barakaldo CF cuando debutó y cuando se retiró, si no que también jugó en la Unión Sport San Vicente y nació en el pueblo. Gorostiza dejó el Athletic en 1940 y tras unas temporadas en el Valencia, pasó al Barakaldo CF. Panizo tenía una ferretería en el pueblo. Cerca vivía aquel señor que siempre vestía elegante y que apenas hablaba. Un día me dijeron que había jugado al fútbol. Le invité a un tinto. Le tiré de la lengua. Él me habló del San Lorenzo de Almagro. Él me explicó cómo jugaba Panizo. Él me enseñó que el fútbol existe más allá de la televisión y las portadas de los periódicos.
Con Rafa Iriondo se va una memoria. No parece que sea la mía. Y, sin embargo, de alguna manera lo es. Y, nuevamente, creo que esa es la respuesta a aquella lejana pregunta.
Posdata: La foto la he cogido del buscador de google. Si quieres saber más sobre estas delanteras, te resultará fácil hacerlo. Solo hay que teclear. Si quieres saber más sobre el fallecimiento de Rafa Iriondo, hoy se guardará un minuto de silencio en San Mamés y la prensa se está haciendo más eco del que me esperaba. Y, por último, mi más sentido pésame a la familia, allegados y amigos.