sábado, 24 de marzo de 2018

Porter Moser

Imagen encontrada en el buscador de imágenes de google que parece provenir de la web del Chicago Sun-Time.


Ya tenemos Elite Eight y la historia sigue cubriendo de gloria anónima y humilde a esta competición. Contémoslo. 
Duke no se dejó sorprender por Syracuse, aunque le costó, 69 a 65. En un partido en el que brillaron las defensas, los de Coach K basaron su rendimiento en ataque en Marvin Bagley III, autor de 22 puntos, bien acompañado por jugadores como Gary Trent Jr, hijo del ex NBA y ex Roma y Panellinios Gary Trent, el rocoso Grayson Allen (3 de 14 en triples para él, por cierto) y Wendell Carter, quien a sus 14 puntos añadió 12 rebotes. Por Syracuse, a quienes se les acabó el sueño, Tyus Battle fue su mejor hombre, estando más flojo un jugador destacado en estos partidos (5 de 15 en tiros de campo) como Oshae Brissett. Los de Durham, Carolina del Norte, se enfrentará a Kansas, a la que también se le resistió Clemson pero acabó derrotándola. Los Jayhawks de Billy Self siempre acaban respondiendo. Esta vez se apoyaron en su pivot nigeriano Udoka Azubuike, quien no tiene parentesco con Kelenna Azubuike, pero persigue llegar a la NBA, como él. Sus 14 puntos, 11 rebotes y 2 tapones, acompañados por el buen rendimiento de gente como Devonte' Graham, Lagerald Vick o Malik Newman fue suficiente para superar Gabe de Voe para Clemson: 31 puntos y 9 rebotes. 
Por la parte de abajo de este cuadro, la otra eliminatoria definitiva para entrar en la Final Four la disputarán Florida State y Michigan. Los primeros eliminaron a Gonzaga, el último gran favorito que quedaba por ese rincón. Los Seminoles eliminaron a los Bulldogs gracias, en parte, a Terance Mann. Por los Zigs, solo el japonés Rui Hachimura y Zach Norvell opusieron algo de resistencia, pero no consiguieron evitar el regreso al Elite Eight de los de Florida por primera vez desde 1993. Los de Michigan, por su parte, infligieron una derrota aún más severa a Texas A&M, pronunciándose como uno de los grandes favoritos al título: 99 a 72. Estuvieron muy finos en el tiro, algo que no habían aprovechado en las anteriores rondas de la locura de marzo. Tyler Davis fue el mejor de los tejanos, pero no pudo hacer nada ante el 62% de acierto en tiros de campo (58% en triples) de los Wolverines de John Beilein. Cinco jugadores hicieron dobles figuras: Duncan Robinson, Charles Matthews, Zavier Simpson y Moritz Wagner y Muhammad-Ali Abdur-Rahkman, estos dos últimos por encima de los 20. 
Por la parte de arriba del cuadro, Villanova se quedó como el único número uno del cuadro entero que sobrevive. Derrotó por 90 a 78 a West Virginia y su último rival antes de una hipotética final four será Texas Tech, que derrotaron por 78 a 65 a Purdue en un duelo bastante parejo en principio. Los de Jay Wright tuvieron bastante con Jalen Brunson, aunque mantienen su candidatura al título por que otros como Mikal Bridges, Donte DiVincenzo, Eric Paschall u Omari Spellman también parecen llegar a este momento fatídico de la temporada en forma. Se enfrentarán Texas Tech, cuyo entrenador, Chris Beard, acapara elogios. Como ya hemos dicho, dejaron fuera a Purdue, y lo hicieron gracias al rendimiento colectivo, destacando la labor de jugadores como Keenan Evans, Justin Gray, Zach Smith, Zhaire Smith o Niem Stevenson. Su buen trabajo dejó en nada los 30 puntos de Carsen Edwards para Purdue y, además, de paso, lograron el primer Elite Eight en la historia del programa de baloncesto de esta universidad. Por el otro lado de la parte de arriba, se produjeron las dos grandes sorpresas, ya que los candidatos a jugar los dos últimos partidos serán Kansas State que partía como 9º favorita de 14 equipos, y la sorprendente Loyola Chicago que lo hacía desde el decimoprimer puesto en las apuestas, casi nada. Loyola Chicago, la gran protagonista de estas primeras rondas, eliminó a la favorita Nevada en otro apretadísimo final, 69 a 68. La Hermana Jean, famosa seguidora del equipo, ya se ha hecho conocida a nivel nacional, y los Ramblers de Porter Moser, joven entrenador de 49 años, se han ganado el corazón de los aficionados. Moser, por cierto, es un exjugador de los bluejays de Creighton, y allí empezó su carrera de entrenador, haciendo de ayudante de Toni Barone, si no me confundo. Por ello, le vamos a dar a él el titular, aunque podríamos habérselo dado a cualquiera de sus jugadores, sobre todo, a Marques Townes, el mejor contra Nevada, Clayton Custer, autor de la canasta ganadora ante Tennessee, Donte Ingram, autor del triple sobre la bocina con el que consiguieron su primera sorpresa, o el más regular, Aundre Jackson. Entre todos ellos se cargaron la ilusión del trío de Nevada: Jordan Caroline, Caleb Martin y Cody Martin. Tercera eliminatoria vencida y todas por dos o menos puntos. Intentarán repetir éxito ante otra gran sorpresa, la Kansas State de Bruce Weber. Los Wildcats de KS, verdugos de Creighton en la primera ronda, dieron la sorpresa al dejar fuera a otros Wildcats, los de Kentucky, que para muchos se habían convertido en los grandes favoritos. A pesar de que rozaron el 30% de acierto en tiros, se sobrepusieron a la mala puntería y derrotaron por 61 a 58 a los de John Calipari. Xavier Sneed, con 22 puntos, fue el mejor hombre para los de Kansas, y eso que le eliminaron por faltas a los 29 minutos. Mal partido de Shai Gilegous-Alexander, el mejor jugador de los de Kentucky. 
Y lo vamos a dejar aquí porque, como quien dice ya, empieza el Elite Eight y también nos pedirán contarlo, así que mejor nos despedimos, pedimos perdón por el lío y volveremos. Solo os recordamos los emparejamientos justo antes de que empiece todo: Kansas State-Loyola Chicago, Villanova-Texas Tech, Florida State-Michigan y Kansas-Duke. Estos enfrentamientos nos dejan las siguientes curiosidades, por cierto: aunque jueguen en Lubbock, Texas, y no en San Antonio, Texas Tech, una universidad a la que pocos esperaban aquí, es la única institución tejana que aspira a estar en una final four que se juega en su tierra. Habrá dos equipos de Kansas en el Elite Eight, demostrando que este estado es territorio de baloncesto. Los Wildcats y los Jayhawks, apodados, como veis, además, con nombres muy típicos en el baloncesto universitario norteamericano, han llevado palmareses distanciados, alcanzando la fama los segundos, que han ganado ya tres títulos nacionales, el último en 2008. Sus vecinos de los Wildcats, de donde salieron jugadores como Mitch Richmond, Rolando Blackman, Michael Beasley o el ex ACB Jeremiah Massey, solo han jugado una final y fue en los años 50. Por último, Pennsylvania (Villanova), Carolina del Norte (Duke), Florida (Florida State) por el lado Este, Kansas (Kansas y Kansas State), Michigan (Michigan) y Illinois (Loyola-Chicago) por el medio-oeste y Texas (Texas Tech) en el sur, parece que el baloncesto de la costa Oeste no ha tenido su año. Veremos si sigue esta tendencia hacia la otra costa en los próximos. Y, sobre todo, veremos quién llega a San Antonio y os lo contaremos aquí. 

lunes, 19 de marzo de 2018

Ryan Odom



No es por la locura de marzo, pero es marzo, la gente está loca por el baloncesto, y aquí estoy yo en Boise, Idaho, una de las sedes de la primera y la segunda ronda por el título nacional de baloncesto universitario.

Gonzaga, Ohio State, Kentucky, Arizona, Buffalo, Davidson, South Dakota State y UNC Greensboro se han reunido en esta ciudad de Idaho, justo a los pies de las Montañas Rocosas. Precisamente su equipo, los Broncos de Boise State no han disfrutado de la oportunidad de jugar en su ciudad. Entrenados por Leon Rice, en el equipo encontramos a dos alemanes, el pivot Robin Jorch y el alero Chris Sengfelder y al hijo de un viejo conocido del baloncesto europeo, Derrick Alston. Su hijo tiene el mismo nombre y, por ahora, tendrá que seguir mejorando para alcanzar el nivel de su progenitor. Esta temporada solo ha jugado once partidos y con minutos residuales. Tampoco ha tenido mucho impacto el alemán Jorch, pero sí Sengfelder, segundo máximo anotador y reboteador del equipo, en ambos casos por detrás de Chandler Hutchinson. Terminaron segundos en la liga regular de su conferencia, la Mountain West Conference, justo por detrás de Nevada, pero cayeron por sorpresa en las eliminatorias ante Utah State.  El ganador sería San Diego State que ganó en semifinales a la favorita Nevada y en la final a New Mexico. San Diego State y Nevada los dos pasaron al bracket, los primeros han sido eliminados en la primera ronda, los segundos no. este equipo universitario han salido jugadores como Tanoka Beard, al que los aficionados al baloncesto en España recordarán bien, ya que, si no me confundo, llegó a ser dos veces MVP de la ACB y Coby Karl, hijo de George Karl, también con experiencia en la NBA y quien, precisamente, ahora ha comenzando su carrera como entrenador.

El Taco Bell Arena acoge los partidos de los Broncos y estos días ha acogido los de las eliminatorias. Un recinto con capacidad para 12.644 espectadores.

Se veía ambiente desde el aeropuerto. En el avión, me encontré con un tío de dos metros con la camiseta que hacía publicidad de la pareja Lillard y McCollum. En el hotel, los adolescentes con las camisetas de Davidson hacían ruido por el pasillo. No bajé al centro hasta el segundo día, y en el Basque Center la gente veía el partido de Gonzaga.

Como siempre, tenemos que elegir a un protagonista para titular estas entradas y ese va a ser para Ryan Odom, el hombre del momento en la primera ronda, el entrenador de moda. Su nombre era el de un relativo desconocido que ha acaparado todos los titulares. UMBC es la mayor sorpresa de la primera ronda y según los titulares de toda la historia de la NCAA. Se lo podríamos haber dado a Tony Bennett, el entrenador de los Cavaliers de Virginia, el derrotado, por compensar.

De todas formas, vamos a darle orden a esto porque entre que ya llevábamos retraso y lo que ha costado el viaje de vuelta, ya tenemos el sweet sixteen en marcha. 

La sorpresa de UMBC se quedó en la segunda ronda al caer contra Kansas State, los verdugos de Creighton. Ellos disputarán el partido del Sweet Sixteen ante Kentucky, quienes eliminaron en segunda ronda a Buffalo, otra sorpresa por deshacerse de Arizona en la primera. Loyola Chicago y Nevada formarán la otra eliminatoria por el cuadro del sur. Loyola Chicago se ha cargado a dos equipos con mejores pronósticos que ellos en dos finales apretados. Nevada eliminó a Texas y a Cincinnatti. Por la parte alta del cuadro también disputarán otra eliminatoria Villanova y West Virginia. Los primeros han confirmado su papel de favoritos; los segundos eliminaron para llegar aquí a Marshall, otra sorpresa por dejar en la cuneta a las primeras de cambio a Wichita State. Texas Tech y Purdue completan esa parte del cuadro en la ronda Sweet Sixteen. Purdue, por cierto, dejó fuera a Butler. Por abajo, Florida State y Gonzaga se enfrentarán en la tercera ronda. Los primeros eliminaron a Xavier en segunda ronda y Gonzaga se deshizo de Ohio State. Michigan y la Texas A&M de Billy Kennedy jugarán otra eliminatoria de esta parte del cuadro. Texas A&M, verdugos de Providence en la primera ronda, se cargaron en la segunda a uno de los grandes favoritos, North Carolina. Por el otro frente, Duke solventó sus eliminatorias sin problemas y tendrá como rival a la sorprendente Syracuse, un equipo que llega avanzando desde la ronda de First Four, la que da acceso, la última oportunidad de entrar al bracket final. En esta zona del bracket, también se enfrentarán Kansas y Clemson. Los primeros se cargaron en segunda ronda a otro representante de la Big East, Seton Hall, y los segundos se cargaron con rotundidad a Auburn. 

Ahora ya estamos situados. Han caído favoritos como Arizona, North Carolina, Xavier, Michigan State, Tennessee o Virginia, los más vilipendiados por caer 54 a 74 ante UMBC en primera ronda, pero aún quedan equipos como Duke, Villanova, Kentucky, Purdue o Kansas que sí entraban entre los favoritos. Syracuse y Loyola Chicago son las dos grandes sorpresas, por ahora. Veremos quien accede a la última ronda, la que dará acceso a los cuatro mejores que acaben disputando la Final Four en San Antonio del 31 de Marzo al 2 de Abril. 

Lo contaremos aquí, aunque ya no estaremos allí. 


sábado, 17 de marzo de 2018

Martin Krampelj

Fotografía de dailypress.com através de google images


Bueno, gente, los pocos que seguís por aquí, vamos a ir al grano porque llegamos muy tarde y arrastramos mucho retraso. 
La temporada de Creighton se ha acabado. Lo hicieron perdiendo en la primera ronda de las rondas finales por el título nacional, eso sí. Es decir, recibieron una invitación por segundo año consecutivo a pesar de no haber tenido, exactamente, una buena temporada en la Big East.
El buen partido de Barry Brown, pero, sobre todo, los 17 puntos (3 de 5 en triples) de Mike McGuirl desde el banquillo (en tan solo 22 minutos) fueron suficientes para frenar a unos bluejays que ya perdían por seis al descanso. Se mantuvieron cerca pero quedaron lastrados por el mal partido de sus dos mejores hombres a lo largo de la temporada: Marcus Foster (5 puntos con 2 de 11 en tiros de campo) y Khyri Thomas, aunque éste estuvo algo mejor: 9 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias y 3 robos. El mejor fue un Mitch Ballock que ha aprovechado su promoción a la titularidad: 16 puntos, 8 rebotes. Entre él y Toby Hegner (12 puntos y  7 rebotes) intentaron mantener vivas las esperanzas. Un  tanteo de 10-2 al comienzo marcó el resto del partido. K-State consiguió así su primer pase a la segunda ronda desde 2012. 
Antes de todo esto, por supuesto, que no lo contamos aquí, los chicos de Greg McDermott también participaron en la lucha por el título de la conferencia Big East, que, ya lo adelanto, se lo llevó finalmente Villanova. Los de Omaha también cayeron a las primeras de cambio, esta vez, ante Providence. 72-68 en un partido que controlaron en el primer tiempo y perdieron en la prórroga. El buen partido de Alpha Diallo, 19 puntos y 9 rebotes y los tiros libres de Isaiah Jackson al final fueron suficiente ante los 19 puntos también de Marcus Foster y el buen partido de Davion Mintz (14 puntos, 6 asistencias y 4 rebotes). Los Friars llegarían a la final, tras sorprender en semifinales a Xavier, pero caerían ante la Villanova de Jay Wright.
Por cierto, Providence, Creighton, Butler, Xavier, Villanova y Seton Hall han representado o están representando a la Big East en el March Madness. Providence y Creighton ya están fuera. Los primeros perdieron ante Texas A&M y de los segundos ya os hemos hablado. Siguen adelante Butler, que eliminó a Arkansas y jugará en segunda ronda contra Purdue; Seton Hall, ganadores ante NC State y que se verán ahora las caras contra uno de los grandes favoritos, Kansas; Xavier, rotundos ante Texas Southern (102-83) y preparados para recibir ahora a Florida State; y, finalmente, Villanova, sin problemas para eliminar a Radford por 87 a 61 y a la espera de una segunda ronda que les enfrentará a Alabama. 
Se acaba así una temporada para los bluejays que, desde fuera y lejos, al menos, parece de transición. El año que viene ya no estarán jugadores como Marcus Foster y Toby Hegner. Si sigue Khyri Thomas, habrá que confiar en el crecimiento de jugadores como Mitch Ballock, Jacob Epperson, Ronnie Harrell Jr, Davion Mintz, Ty-Shon Alexander y nuestro titulante, Martin Krampelj. Su lesión, igual que el año anterior con Maurice Watson Jr, ha hecho mucho daño al equipo. Krampelj se había convertido en un arma tanto en defensa como en ataque y hacía al equipo más sólido. Sus problemas físicos y los de Ronnie Harrell Jr han marcado el final de temporada. Como digo, sin embargo, creo que el futuro promete. Lo veremos, si seguimos contándolo aquí el año que viene. Os contaremos, también, si sucede, qué pasa con Marcus Foster o Toby Hegner. Habrá que ver si ambos se unen a Doug McDermott y Justin Patton en la NBA o si emigran al baloncesto internacional como otros exCreighton que siguen en activo como Justin Carter, Jahenns Manigat, Geoffrey Groselle, Will Artino, Kenny Lawson Jr o Grant Gibbs. 

Estamos en pleno March Madness, sí, y, curiosamente, el que escribe está en Boise, Idaho, una de las sedes de la primera ronda, así que os hablaré, aunque tenga que ser brevemente, de todo ello en la próxima entrada. Para los que quedáis por aquí, sí. 

jueves, 8 de marzo de 2018

Julen Irizar

Fotografía encontrada en google images, al parecer, una captura de youtube.com


La temporada ciclista va pillando ritmo poco a poco y también va ganando hueco en este blog. Esta semana, con la Tirreno-Adriático y la París-Niza aprovechando el resacón de Andalucía y Strade Bianche apuntan hacia el comienzo de los momentos más interesantes de la temporada. Ya hay nombres propios, gente como Dylan Groenewegen, el joven italiano Matteo Moschetti, Lilian Calmejane, Alejandro Valverde... Pero todos estos ya reciben la luz de los focos y la atención de otras fuentes. 

Aquí, a menos de un mes de que empiece nuestra semana grande, con el Gran Premio Miguel Indurain a finales de marzo y unos días después la Itzulia, vamos a hacer un repaso general de cómo ha empezado el pelotón vasco. El resumen más estricto hablaría de la ausencia de victorias en los pocos meses que llevamos, pero, la verdad, parece que la primera anda cerca y ha habido detalles para tener esperanza y confiar en que ésta será una buena temporada para el ciclismo de esta región. 
Allá por el 7 de febrero de este año, el diario Deia entrevistaba a Jorge Azanza, director técnico de la Fundación Euskadi, para que hiciera una primera valoración de la temporada después de pasar dos pruebas importantes para el renacido proyecto vasco, la Vuelta a Valencia y la Challenge de Mallorca. Las palabras de Azanza estaban llenas de eso que mencionábamos antes, esperanza: “Estoy contento con el rendimiento que hemos tenido como equipo teniendo en cuenta que somos un equipo muy joven y que nos hemos medido a equipos muy potentes.” De la misma manera, Jon Odriozola, responsable del proyecto Euskadi-Murias Taldea, el equipo ciclista que ha recuperado la competición de élite para el pelotón vasco, hacía hace poco unas declaraciones en la misma línea: "La valoración es positiva", declaraba en la web oficial del equipo después de la buena actuación de sus corredores en la Vuelta a Andalucía, aunque también mencionaba los resultados cosechados en Francia. 

Hay esperanza. Aunque, supongo, esperamos con ansias que cualquiera de los corredores que visten estos maillots, verde y/o naranja, entren por una línea de meta con los brazos en alto. En este blog, valoramos más cosas que las victorias, pero tenemos la sensación de que, este año, cualquier triunfo tendrá el valor añadido de impulsar aún más la ilusión que los aficionados tenemos en este aparente renacer del ciclismo vasco, en cuanto a los equipos se refiere.

Como decíamos, no ha habido victorias hasta ahora, pero han estado cerca. Julen Irizar se quedó a 200 metros en la primera etapa del Tour de Haut-Var, justo los que le quedaban para llegar a meta. Le atrapó el pelotón y ganó Christopher Laporte. Para compensar, le vamos a otorgar el titular y la fotografía de esta entrada. Más cerca aún que Irizar, a milímetros, se quedó hace unos días Gorka Izagirre. Fue la pequeñísima distancia que le dio la victoria a Arnaud Demare en la primera etapa de la París-Niza. El mayor de los Izagirre hizo ayer una buena contrarreloj en Francia, quedando 6º, con el mismo tiempo, excepto por algunas décimas, que su hermano, Ion Izagirre, quien acabó un puesto por encima de él. Ambos están bien colocados entre los diez primeros de la general de una prueba tan importante como la París-Niza, a la que le quedan, a partir de hoy, los días decisivos. A Gorka Izagirre se le ve cómodo en su nuevo equipo, el Bahrain, y ya se dejó ver en el Tour Down Under y el Tour de Oman (fue 7º y 3º en ambas generales finales). 

Entre los corredores vascos que compiten para equipos UCI ProTour, en lo que va de temporada, también se han dejado ver corredores como Jonathan Castroviejo, 2º en la contrarreloj del Tour de Abu Dhabi o, sobre todo, un Mikel Landa al que algunos ponen como favorito en una Tirreno-Adriático de lo más interesante con el elenco de participantes que presenta. Landa empezó la temporada en Andalucía y lo hizo bien. Solo Tim Wellens pudo con él en Alcalá de los Gazules y perdió cuatro puestos en la general el último día, en la contrarreloj final, para acabar finalmente 6º. Buenas sensaciones. También Pello Bilbao tuvo protagonismo en Valencia. Acabó 7º en la general y aprovechó para lanzar mensajes ambiciosos cuando le entrevistaban.

En la Vuelta a Andalucía, tuvo protagonismo el Euskadi-Murias Taldea de Jon Odriozola. Apareció Jon Aberasturi por algún esprint e hizo 6º en una de las etapas que acabaron con final veloz. Eduard Prades y Gari Bravo hicieron entre los treinta primeros en la general. De todas formas, el gran protagonista en Andalucía fue Mikel Bizkarra, quien se codeó con los mejores en la montaña, llegando en Allanadas a un suspiro de Chris Froome y acabando 12º en la general final. Su equipo, el Murias Taldea, también ha tenido buenas posiciones en Francia. Cyril Barthe hizo un top ten en una etapa del Tour de Haut-Var, y ha hecho entre los treinta primeros (y entre los seis mejores en la clasificación de jóvenes) en las tres pruebas por etapas que ha disputado al otro lado de la muga, la ya mencionada Haut-Var, el Tour de la Provence y la Estrella de Besseges. En Francia, como ya hemos mencionado, se dejó ver, y bien, Julen Irizar, tanto en Haut-Var como en el Tour de La Provence. Precisamente en Haut-Var, el joven aragonés del Murias Taldea, Fernando Barceló, se subió al pódium final como vencedor de la general de la montaña. En la challenge de Mallorca que abría la temporada, Enrique Sanz estuvo muy activo e hizo una meritoria cuarta posición en el Trofeo Palma.

También han tenido un comienzo de temporada vistosa los vascos del Caja Rural. Jonathan Lastra y Julen Amezqueta se dejaron ver en la Volta al Algarve. Mención especial para un Amezqueta que se lució en el Alto do Malhao y estuvo con los mejores, y los mejores eran buenos, gente que estará en los periódicos durante la temporada. En el Algarve, el benjamín del pelotón vasco, que repite en Portugal aunque haya cambiado de equipo, Xuban Errazkin, acabó 5º en la clasificación de los jóvenes. Otro corredor vasco de la marea verde se mostó en el Tour de Omán, Álex Aranburu, haciendo 21º en la general y terminando 6º en la clasificación de jóvenes. También en la Volta a Valencia hizo Aranburu entre los treinta primeros. 

Por su parte, la Fundación Euskadi ha dejado destellos. Hizo una buena Vuelta a Andalucía uno que se estrena, Ibai Azurmendi, rozando los treinta primeros de la general final. Al equipo, como comentaba Azanza en la entrevista ya mencionada, se le exige que sea belicoso y lo intente. Y lo hacen, así que no hay más que exigirles. Un dato para ilustrarlo: Ion Ander Insausti, una de las mejores bazas del equipo, se pasó 188 kilómetros escapado en Valencia.

No hay victorias, solo pequeños detalles. Para algunos, será poco. Incluso puede parecer exagerado que nos conformemos con esto. Pero lo que está claro, en mi opinión, es que es mejor dar pasos pequeños que no poder dar ninguno y permanecer quieto. Aunque los pasos sean cortos, se están dando. Y, poco a poco, a algún lugar llegaremos, digo yo. Además, no son pasos, son pedaladas, así que mejor aún.

miércoles, 7 de marzo de 2018

Tiesj Benoot

Foto de Strade Bianche a través de web Zikloland


Ha sido emocionante hasta leer las crónicas. Los datos siempre son fríos: un día de competición, 184 kilómetros, 146 participantes y un solo ganador, Tiesj Benoot. Detrás de él llegaron Romain Bardet y Wout Van Aert. Casi 100 de los participantes no computaron o no terminaron. El último en llegar a Siena y merecer un puesto en la clasificación final fue el norteamericano Sep Kuss, puesto 53º, a veintiún minutos y cuarenta cinco segundos del ganador final. Eso es la Strade Bianche.
Siena tiene la clásica que antecede a los meses belgas. La tiene desde 2007, cuando ganó Alexander Kolobnev. Solo Michal Kwiatkowski (2017 y 2014) y Fabian Cancellara (2008, 2012 y 2016) han repetido victoria. El primer ganador italiano fue Moreno Moser, en 2013. Antes y después, le antecedieron y le sucedieron una buena lista de ganadores: Thomas Lökvist, Maxim Iglinsky, Phillippe Gilbert, Zdenek Stybar, los ya mencionados y este mismo año Tiesj Benoot. 
Benoot es el segundo belga que la gana. Cuando la ganó Gilbert ya tenía 29 años. La prueba se llamaba Montepaschi Eroica y Gilbert ganaría ese año, además, la Flecha Brabanzona, la Amstel Gold Race, la Flecha Valona, la Lieja-Bastoña-Lieja, la Klasika de Donostia, el Gran Premio de Quebec y el Gran Premio de Valonia. Nadie le soplaba en la oreja. Antes, ya había ganado la Het Volk, Haut-Var, Fourmies, Le Samyn, París-Tours, Coppa Sabatini, Giro del Piamonte, el Giro de Lombardía o la Amstel Gold Race. Estaba en la cima de su carrera y venía escalando la pendiente desde años atrás. Gilbert es valón. Benoot es flamenco, pero hay algo más que los diferencia. Esta Strade Bianche tiene una significancia distinta para cada uno de ellos. En el caso de Benoot es su primera victoria profesional. Tiene 23 años. El domingo cumplirá 24. Hizo entre los veinte primeros (20º concretamente) en el pasado Tour de Francia, empezando a apuntar las cualidades que le llevaron a debutar como profesional muy joven y que, hasta ahora, no había dejado deslizar. Cuando le entrevistaron en Siena contestó: "Sabía que ganaría algo grande algún día, y es hoy". Hoy es pronto. Le queda mucha carrera por delante. Y visto su ataque a 30 kilómetros, cómo ha agarrado a Bardet y Van Aert y el demarraje a 13 para el final, cabe pensar que éste no será su único triunfo. Repetir lo de Gilbert, eso ya son palabras mayores. 
Todo lo escrito hasta ahora son palabras, sí. Y esta fue una carrera para fotografías (no las voy a poner aquí, buscadlas, esas lenguas de tierra polvorienta y los corredores encorvados, buscadlas). La carrera blanca se hizo marrón. El polvo del sterrato que había coloreado siempre esta carrera se volvió tarquín, cataplasma en las piernas y los rostros de los corredores. Lo dijo Alejandro Valverde en línea de meta: "Un día de barro hasta después de la ducha". Los corredores llegaban a meta camuflados, engrudados en el fango de Toscana, el polvo que se hizo gordo con la nieve de temporada. Todos hablan de una carrera épica y las imágenes solo representan lo que fue, que coincide exactamente con lo que dicen. 
En un comienzo de temporada que nos está dejando malas noticias, las pesquisas parlamentarias sobre el Sky, el caso Froome, la crisis económica del Astaná, la no celebración de la Vuelta a La Rioja, oír hablar de ciclismo puro, leer palabras que no consiguen atajar todo lo que se vio y vivió en la carretera es, al mismo tiempo, un alivio y un recordatorio de lo que de verdad merece la pena de este deporte. 
Benoot y Anna Van der Breggen se llevaron los rotulados, por encima de los datos y los números, que siempre son fríos, pero Bardet presentó su candidatura a la gloria en un año muy importante para él y el tres veces campeón del mundo de ciclocross, Wout Van Aert, quizás aprovechado por el légamo, presentó su candidatura a la carretera. Su foto sin fuerzas en línea de meta acaparó espacio en la prensa. Alguien dijo que quizás estemos ante el próximo gran clasicómano, quién sabe. Quizás, ante lo que estemos, sea ante la próxima gran clásica: son solo una decena de años, pero quizás Santa Caterina y la Piazza del Campo sean, en unos años, tan simbólicos como el Muro de Huy o el bosque de Arenberg. 


Martin Krampelj



Esta vez, hemos dejado que volara el tiempo. Tanto, que vamos a recuperar nuestra cronología de la temporada regular de los Creighton Bluejays cuando ya ha terminado. Los chicos de Greg McDermott ya han jugado todos los partidos de liga regular. Están en capilla, a la espera de que este próximo 8 de Marzo, es decir, mañana, comience en New York el playoff por el título de conferencia. Luego analizamos todo eso. Ahora, recapitulemos y recorramos los ocho partidos sin cubrir que nos quedaban. 

En esos ocho partidos, los resultados no han sido del todo positivos. El bagaje es de 4 victorias y 4 derrotas. Sin duda, lo más destacable es la victoria ante la candidata absoluta al título de conferencia e incluso al título nacional: Villanova. Antes de derrotar a los Wildcats por 89 a 83 en Omaha, los Bluejays sufrieron dos derrotas consecutivas, en casa ante Marquette por 86 a 90 y en Indianapolis ante Butler por 70 a 93. Venían de derrotar, en un partido ajeno a la conferencia, a un equipo de inferior categoría como Bemidji State (94-46) y antes habían tenido dos resultados apretados, uno resuelto con victoria, ganando a DePaul en Chicago (76-75) y otro con derrota, perdiendo en casa ante Xavier por 71 a 72. Tras la histórica victoria ante Villanova, vencieron otra vez a DePaul, esta vez en Omaha, por un contundente 82 a 57. Eso sí, no pudieron cerrar la liga regular con buen sabor de boca y cayeron en Milwaukee ante Marquette por 81 a 85. 

La victoria en Chicago ante DePaul estuvo liderada por los dos mejores jugadores del equipo, Marcus Foster, con 29 puntos y Khyri Thomas, con 18. Ronnie Harrell Jr volvió a hacer un partido completo con 10 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias. Aunque se quedara en 0 puntos, destacaron los 6 rebotes en 9 minutos del australiano Jacob Epperson. El protagonista exclusivo fue Marcus Foster. Un triple suyo a falta de 14 segundos le otorgó la victoria a los suyos después de remontar diez puntos de desventaja. Además, esa canasta fue exactamente su punto 2.000 en la NCAA, de los cuales poco más de 1.000 los ha conseguido en Creighton. 

Si un triple decidió el partido contra DePaul, los tiros libres decidieron la derrota en casa ante Xavier. A falta de menos de cinco segundos, tres convertidos por Harrell Jr pusieron en ventaja a los Bluejays, pero los dos que convertiría Quentin Goodin para Xavier cuando quedaban 0.3 décimas le dieron la vuelta al marcador. Foster, a quien se homenajeo al principio del partido por su punto 2.000 en el anterior, fue, de nuevo, el hombre más destacado de los de Omaha: 29 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias. 

El trámite ante Bemidji se desarrolló sin problemas, con victoria contundente, doce jugadores en la rotación y alguno de ellos, poco habitual, como Kaleb Joseph, Tyler Clement o Jacob Epperson jugando muchos minutos. Por ello, los puntos y el rendimiento estuvieron más repartidos. Destacaron, sobre todo, el australiano Jacob Epperson, una de las grandes noticias de esta parte de la temporada, quien añadió 15 puntos y 6 rebotes, y Tyler Clement con 11 puntos y 3 asistencias. Foster se quedó esta vez en 12 puntos, aunque solo jugó 20 minutos. Eso sí, repitió sus 8 rebotes del partido anterior y fue, igualado con Harrell Jr, el máximo reboteador de su equipo. 

El siguiente partido también comenzó con homenaje, esta vez a Khyri Thomas por su punto 1.000 en el anterior encuentro, y se cerró con derrota, dolorosa, ante los Golden Eagles de Marquette. Unos Golden Eagles que, además, jugaron toda la segunda parte sin su principal arma anotadora, Markus Howard, por lesión. Entre Andrew Rowsey y Sacar Anim consiguieron que nadie se acordara de Howard. Por Creighton, el flojo partido de Foster, lo cubrió Khyri Thomas con 26 puntos, aunque destacaron, también, los habituales dígitos de Harrell Jr (6 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias) y la eficiencia de Jacob Epperson quien, en ocho minutos de juego consiguió 14 puntos con 7 de 7 en tiros de campo. 

Más contundente aún fue la derrota ante Butler en Indianapolis. El 12 de 16 en triples que consiguieron entre Kelan Martin (26 puntos), Paul Jorgensen (17 puntos), Nate Fowler (15 puntos) y Henry Baddley (9 puntos) hundió a unos bluejays que no supieron actuar en defensa. Khyri Thomas y Marcus Foster se quedaron en 14 y 13 puntos, Ronnie Harrell Jr contribuyó con 8 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias y, sobre todo, destacó Mitch Ballock desde el banquillo, con 15 puntos y 3 rebotes. 

Después de esta derrota, nadie podía esperar que los arrendajos azules fueran capaces de plantarle cara a Villanova. Lo hicieron, y después de una prórroga, se llevaron la victoria final. El quinteto inicial de los Wildcats hizo 77 de los 83 puntos del equipo y, quizás, en esa dependencia estuvo la clave del partido. Marcus Foster y Khyri Thomas lideraron al equipo, el primero volviendo a su mejor imagen, 28 puntos y 8 rebotes, y el segundo añadiendo 24 puntos. Aún así, destacaron otros tres jugadores: Mitch Ballock, con un espectacular partido de 13 puntos, 8 asistencias, 6 rebotes y 3 robos en su primera aparición como titular; Davion Mintz, con el que probablemente sea su mejor partido de la temporada, logrando 10 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias y Jacob Epperson quien, desde el banquillo, sumó muchos minutos y consiguió 12 puntos, 5 rebotes y 2 tapones. Hay que añadirle, además, un mérito más: no jugó Ronnie Harrell Jr, lesionado en un pie, y quien siguió siendo baja en el resto de partidos de la conferencia.

Quizás por la inercia del subidón, DePaul también se llevó una paliza en el siguiente partido, segundo consecutivo en el CenturyLink. 20 puntos y 4 asistencias para Marcus Foster y 16 puntos, 8 rebotes, 8 asistencias y 5 robos para un genial Khyri Thomas. Mitch Ballock repitió como titular y aportó 9 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias. Entre los meritorios destacó Ty-Shon Alexander con 13 puntos y 2 rebotes. 

No se pudo cerrar la temporada alargando la buena racha y Marquette volvió a vencer a los de Omaha, esta vez, en su casa. Y eso que los de Greg McDermott ganaban de 5 al descanso y llegaron a tener una ventaja de 11; pero, un 10 de 12 en triples en la segunda parte (de nuevo, una mala defensa del tiro exterior) llevó a la remontada y a terminar la temporada regular con una derrota apretada. Marcus Foster despidió el año en la Big East con 29 puntos y 7 rebotes, bien secundado por Khyri Thomas, 24, 9 rebotes y 4 robos. 7 puntos y 6 asistencias para un Davion Mintz que parece haber cogido más responsabilidad con la lesión de Ronnie Harrell Jr. 

Con estos resultados, Creighton terminó la liga regular en la Big East en cuarta posición, empatado a victorias con Seton Hall (3º) y Providence (5º). Por delante de ellos se clasificaron Xavier, en el primer puesto, con un récord de 15-3 y Villanova, 14-4. En sexta posición se clasificó Butler. Por lo tanto, los cuatro últimos, Marquette, Georgetown, St. John's y DePaul se jugarán ser los rivales de Xavier y Creighton en los cuartos de final, mientras que las otras dos eliminatorias ya están decididas, Creighton-Providence y Seton Hall-Butler. Los partidos se disputarán entre hoy 7 de Marzo y el sábado 10 de Marzo en el Madison Square Garden de Nueva York. Como hemos dicho al principio, Creighton debutará mañana, 8 de Marzo. 

Con estos resultados, Creighton se ha caído de las listas de 25 candidatos al título final. Ni en el AP Top 25 ni en el USA Today Coaches Poll aparecen, aunque sí están en la letra pequeña, en la lista de equipos que no han entrado pero sí han recibido puntos. Virginia encabeza la lista, seguida por dos miembros de la Big East, Xavier y Villanova, y otro puñado de favoritos (Duke, Gonzaga, Michigan, Michigan State, Cincinnatti, Kansas o Purdue) que repiten en ambas listas. 

Tras la temporada regular, también destaca que Khyri Thomas ha ascendido mucho en las previsiones para el draft de 2018 y el que ha caído es Marcus Foster. En nbadraft.net, Thomas aparece en el puesto 19 por Washington, mientras que Foster ha desaparecido de la lista de 60. Los expertos de cbssports.com no incluyen a ninguno de los dos entre los 30 primeros de la primera ronda. En uno reciente de Basketball Insiders, aparecía Thomas entre los 30 primeros, no Foster. Es muy pronto, ya veremos cómo queda esto. 

A la espera de que hoy se anuncien los premios principales de la conferencia, ya se han repartido las distinciones de mejores equipos de la Big East y Marcus Foster ha sido incluido en el primer equipo, Khyri Thomas en el segundo y Mitch Ballock en el de debutantes. Foster, por cierto, que estaba en las quinielas finales para entrar en la lista de los quince candidatos definitivos al prestigioso premio John Wooden ha quedado finalmente fuera. 

De todo lo que ocurra este fin de semana, hablaremos la próxima semana.