jueves, 12 de julio de 2012

Michael Roll


Que la crisis ha llegado al baloncesto español, ya no lo duda nadie. Por ahora, y si las noticias son correctas, han desaparecido dos proyectos con una larga trayectoria como eran los de Menorca Básquet y CB León. No sé si el último está confirmado, así que, si no lo está, que me perdonen sus aficionados y ojalá no se confirme. No hubo ascensos a la Liga ACB, o Endesa, llámalo como quieras, porque no se pudo pagar el canon y, ahora, parece que Lucentum Alicante le venderá su plaza al CB Canarias, presumiéndose una posible desaparición. No son los únicos clubes que pasan apuros económicos. Simplemente, son los que no han logrado sobrevivir.
Pero no solo en la gestión general de los clubes se nota la crisis. Siempre ha habido, y habrá, exportaciones de jugadores cada temporada. Cuando no se iba Luis Scola, se iba Arvydas Macijauskas, o Charlie Bell, o Pau Gasol, o Rudy Fernández, o quien fuera. Igual que otros jugadores se iban a otras ligas de Europa. La fluctuación de jugadores, antes y después de Jean Marc Bosman, siempre ha sido una constante. Sin embargo, este año, la migración de jugadores a otras ligas es ingente. El año que viene no vamos a conocer a la mitad de los jugadores sobre la cancha. Porque alguien tendrá que ocupar el lugar de los que se van, y aunque el mercado aún está un poco parado, ya se han confirmado los regresos de jugadores como Thomas Kelati o Rudy Fernández, pero sobre todo, se ha confirmado que este año veremos mucho jugador desconocido para las aficiones de la ACB: desde Adrien Moerman hasta Aleksander Yanev, pasando por Fran Pilepic, Michael Roll, Tibor Pleiss, Fabien Causeur, Milovan Rakovic, Nikos Zisis, Krunoslav Simon o Bojan Dubljevic. O eres un buen aficionado, o, a muchos, esos nombres se les harán desconocidos. Luego está google, que tecleas el nombre y te encuentras todo, hasta videos, así que puedes hacerle creer a tus amigos que eres un experto en baloncesto europeo.
Pero, como decía, lo que más sorprende son las bajas, y lo que más sorprende todavía, es el número de jugadores que se han marchado, o se van a marchar, a la NBA. ¿Es eso también un síntoma de crisis económica en el reino de David Stern? ¿Son los jugadores europeos más baratos? ¿Es que el draft de este año no daba mucho de sí? ¿Es que el baloncesto europeo ya no le tiene que envidiar nada al americano? Preguntas a contestar en un simposio al mejor estilo griego, con vino y todo, pero que no va a ser hoy. Eso sí, los datos si los doy. Porque, confirmados del todo o no, rumores o hechos, el caso es que parece que darán el salto desde la ACB hasta la NBA, los siguientes jugadores: Joel Freeland a Portland Trail Blazers, Víctor Claver a Portland Trail Blazers, Nando de Colo a San Antonio Spurs, Mirza Teletovic a Brooklyn Nets, Kyle Singler a Detroit Pistons, Sergiy Gladyr a Atlanta Hawks y el sorprendente rookie de 35 años Pablo Prigioni a New York Knicks. No sé si me dejo alguno, pero aún puede haber más. Fran Vázquez aún no ha renovado con el FC Barcelona, que yo sepa; se comentó que Memphis Grizzlies estaba interesado en Víctor Sada; y Carlos Cabezas y Xavi Rey andan entrenándose con equipos de la NBA durante el verano, aunque tampoco es que tengan esperanzas reales de lograr un contrato, creo. Y hace nada que ha empezado (o va a empezar, no controlo las fechas) la primera liga de verano americana, la que se organiza en Orlando, y junto con otros ex ACB como Clay Tucker, Blake Ahearn o Taurean Green, Latavious Williams, Marquez Haynes, Duane Washington o Cedric Simmons son jugadores que la temporada pasada estuvieron en ACB y ahora intentan encontrar un hueco en la NBA. Habrá más, más ligas de verano, quiero decir, y más jugadores.
Y en Europa ha pasado lo mismo. Tras sonar para Valencia, ayer se confirmó que Andy Panko firmaba nada más y nada menos que por Panathinaikos. Paul Davis y James Augustine fueron de los primeros en irse, esta vez a Rusia, para jugar con el Khimki. A Rusia también se fue Marko Banic, pero al Unics Kazan. Y Kaloyan Ivanov parece que les seguirá fichando por el Krasnie Krilya que hasta la temporada pasada entrenaba Serguey Bazarevich. Cerca, al Khimik de Ucrania se fue Willie Deane, el base de Estudiantes. A otro continente, al americano, volvieron Bulfoni y Diego García para jugar en su país. Y Milt Palacio también se fue al mismo continente. Ebi Ere probará en Italia. Nik Caner-Medley ha firmado por el Maccabi de Tel Aviv. Aaron Jackson por el CSKA de Moscú. Janis Blums por el Lietuvos Rytas. Stephane Dumas por el Bourg. Hasta los entrenadores emigran, porque ayer se confirmó (¿cúantas veces he utilizado ya este verbo?) la marcha de Joan Plaza al Zalgiris Kaunas.
Habrá más. Y esto también lo he dicho ya.
Y habrá más caras nuevas. Más rumores aún. Nadie tiene la plantilla completa y aún hay muchos casos por resolver. Sergi Vidal ha firmado por Unicaja y deja Donostia donde acaban de renovar a Sito Alonso, Javier Salgado y Yaroslav Korolev. Se habla del regreso de Aíto García Reneses con el Cajasol. Txus Bidorreta también suena, y hace unas semanas coincidí con él en un avión con rumbo a las islas Canarias, aunque puede que fuera de visita o de vacaciones, no me voy a pasar de listo. Y hay otros rumores que aún parecen más débiles o infundados, nombres que han venido salpicando a distintos equipos y que sirven para cubrir espacio en los periódicos: Roko Leni Ukic, Stefano Mancinelli, Albert Miralles, Nathan Jawai, Vassilis Spanoulis, Theodoros Papaloukas, Malik Hairston, Benjamin Eze, David Andersen, Gustavo Ayón, Alex Tyus, Jaka Lakovic, Saun Stonerook... Lo dicho. Que habrá más. Más nombres. Lo que no parece haber es más. Más dinero. Esperemos que en lo que queda de verano ningún otro equipo se pierda por el camino y si hay que seguir exportando e importando, pues mejor, más caras nuevas, más emoción.  
El título de la entrada para Michael Roll porque no me funciona el buscador de la página para confirmar (¡ole!) qué nombres he usado y cuáles no, y el del nuevo tirador del CAI de Zaragoza, ex de UCLA y que llega desde la liga belga, estoy seguro de que no lo he usado antes.

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