jueves, 16 de julio de 2015

Ivan Basso



Vamos a tomarnos un descanso y hacer un repaso. Deberíamos haberlo hecho el lunes, pero no se pudo. El lunes fue día de descanso en el Tour de Francia y el protagonista principal fue Ivan Basso, al anunciar que tenía que retirarse de la carrera para que le intervinieran de un cáncer testicular. 
Como decía ayer el propio Alberto Contador, el Tinkoff celebró ayer dos cosas, la victoria de Rafal Majka y que la operación de Basso fue bien. Nos alegramos, por supuesto. Una nueva pendiente que le toca subir al de Gallarate. A sus 37 años, reconvertido ahora en lugarteniente del escalador de Pinto, el doble ganador del Giro de Italia tendrá que luchar ahora contra la enfermedad, sin abandonar esa sonrisa tan afilada que siempre le ha acompañado. 
Por lo demás, por ahora, la prueba francesa parece una sorpresa única y ésta tiene como representante único también a Chris Froome y su equipo. Primero, fue la caravana de vehículos que presenta el equipo británico, después su exhibición en la Piedra de San Martín, y ahora sus resultados fisiológicos, los robos tecnológicos y las sospechas que parece que le acompañarán eternamente haga o deje de hacer lo que quiera que haga o deje de hacer. Sin entrar en más comentarios al respecto, su superioridad sobre los demás rivales parece apabullante. Solo un tímido Nairo Quintana y un tozudo Alejandro Valverde, también bien pertrechados de un equipo eficiente, parecen acercarse levemente al keniata. Los demás parecen haber reforzado la superioridad del británico con sus propias debilidades: ni Alberto Contador, ni Vicenzo Nibali, ni Joaquín Rodríguez parecen estar a la altura de su máximo rival. Por no hablar de la debacle francesa y, sobre todo, del inesperado mal rendimiento de un Thibaut Pinot que está recordando a aquel Iban Mayo que aspiraba a todo. 
Por supuesto, el ciclismo siempre nos deja más cosas que las que ofrecen los favoritos a la clasificación general final. Mark Cavendish dejó muestras de su tremendo talento al sobreponerse a la fuerza de Andre Greipel en uno de esos esprints que hacen afición. Tony Martin y Zdenek Stybar se lucieron en Cambrai y El Havre respectivamente y el catalán Joaquín Rodríguez conquistó Huy. Alexis Vuillermoz demostró lo que vale y también vivimos las caídas e inesperadas retiradas que siempre se convierten en la salsa de esta carrera. 
Con todo eso, mira que no queda: Plateau de Beille hoy, Mende, Gap, Pra-Loup, La Toussiere, Alpe d'Huez... Argumentos para poner en solfa la rotunda victoria que por ahora presenta como candidatura el equipo de Chris Froome ya hay, pero habrá que ver si hay piernas y fuerzas. 
Basso lo tendrá que ver desde el sofá, como un servidor, pero seguro que no se pierde ninguna de las etapas de este Tour que llamaban el de los cuatro magníficos y parece que se va a quedar en uno solo.

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