lunes, 26 de diciembre de 2016

Gerry Wright



Creo que, a principios de Enero, se disputa el campeonato nacional de selecciones autonómicas y la selección de Euskadi, entrenada por José Luis Ortún, participará con alguno de los grandes talentos del baloncesto vasco. 

Ya hemos hablado aquí antes de los futuros proyectos de baloncestistas profesionales que se barruntan en el Euskadi. Gente que tome el relevo de jugadores como Pablo Laso, Iker Iturbe, José Luis Galilea, Jon Xabier Davalillo, Juanan Morales, Román Carbajo, Javier Salgado... He nombrado pocos, pero, aunque haya más, es cierto que el baloncesto vasco ha dado jugadores de calidad en menos cantidad que el fútbol, por ejemplo. Aún así, siempre ha habido jugadores vascos en ACB o en LEB Oro y Plata, y, ahora mismo, ya hay jóvenes intentando labrarse un futuro en todas esas categorías. Darío Brizuela (1994) lo hace en el Estudiantes de ACB y Xabier López Arostegi (1997) en el CB Prat. Hay más, y muchos internacionales, gente como Xabi Oroz (1996), Unai Mendikote (1999) o Borja Fernández (2001). Y algunos otros que, seleccionados o no, han sido señalados por los que entienden como promesas de futuro del baloncesto en algunas de las provincias de Euskadi. Gente como Gaizka Maiza (1996), Javier González de Langarika (1999), Aitor Astigarraga (1998), Joseba Estalayo (1996), Ander Urdiain (2000), Jon Urtxulutegi (1996), Mikel Sainz de la Maza (1995) o Xabier Arriaga (1997). No están todos los que podría haber nombrado, por supuesto.

Hace unos días, Raül López, responsable, entre otras labores, del proyecto de cantera del Bilbao Basket, algo que demandaba la gente desde hace tiempo (y siguen demandando), presentó alguna de sus propuestas para fomentar esa labor de formación. En concreto, presentaron un acuerdo de becas y de planes de estudio en colaboración con la Universidad del País Vasco - Euskal Herriko Unibertsitatea. La idea es que los jugadores jóvenes que despuntan pero que no quieren apostarlo todo a la carta del baloncesto profesional, tengan la oportunidad de seguir estudiando mientras intentan progresar en el deporte. Algo que, hasta ahora, había que conseguir con un viaje transoceánico de por medio. Esa es la idea: que el que quiera optar por estudiar y entrenar, no tenga que marchar a Estados Unidos, sí o sí. Que aquí también encuentren una atractiva oportunidad. 

Leyendo la noticia, me pregunté por los vascos que sé que andan jugando en la NCAA. Esta entrada, ya lo sé, la he hecho antes, pero, bueno, al fin y al cabo, actualizamos y tiene sentido. Así que he ocupado la franja que tenía para la siesta haciendo esto que procede ahora:

Ander Pérez, un bilbaíno de 2'14 metros de altura, el techo estatal de su generación en competencia con el ilicitano Sergio Mendiola, juega en la Southeastern Oklahoma State University de la NCAA II. Un equipo muy internacional, ya que, además de Pérez, en SE Oklahoma juega un australiano, un brasileño, un italiano, un bosnio o el catalán Martí Fonolla. Pérez, salido de la reputada cantera del Unamuno, ha jugado esta temporada, por ahora, cinco partidos, con una media de tres minutos en cada uno de ellos. Su mejor actuación fue contra Dallas Christian, donde contó con 11 minutos y consiguió 6 puntos y 1 rebote.

Jon Ander Cuadra juega en la Campbell University de North Carolina, una institución que disputa la Big South de la NCAA I. Cuadra, nacido en Vitoria, es un alero alto (2,07, creo), de la promoción de 1996, que ya destacó en la liga EBA y al que, a menudo, se le recuerda que es hijo de Mikel Cuadra, alero bilbaíno que jugó en ACB con Baskonia y Collado Villalba. Lo cierto es que Jon Ander Cuadra no ha jugado mucho esta temporada, pero aún tienen por delante tiempo para revertir esa situación. 

Jorge Bilbao también juega en la I División de la NCAA, aunque lo hace en Texas Arlington. Los Mavericks llevan nueve victorias consecutivas y se han convertido en uno de los equipos de moda en el país. Jorge Blbao, un alero con mucha altura (2,07), de la generación de 1995 y salido de Loiola Indautxu, se ha hecho indiscutible en el equipo, saliendo siempre de titular y con peso en las rotaciones y en el vestuario. Ha jugado los 13 partidos, todos como titular, contribuyendo con promedios de 7.2 puntos por partido y 5.1 rebotes por partido. 

Imanol Artiñano, por su parte, juega en Alderson Broaddus University, equipo que disputa una de las conferencias de la división II de la NCAA. Es un alero de más de dos metros que ha jugado los nueve partidos que ha disputado su equipo, pero solo uno como titular, y, en general, contando con pocos minutos y haciendo estadísticas bajas de  1.9 puntos por partido y 2.0 rebotes por partido. 
 
Jon Manjón juega en los vikings de Barstow Community College. También es un equipo muy internacional, porque, además de Manjón, Gerry Wright, entrenador del equipo y ex ACB, cuenta con dos australianos, un israelí, un alemán y dos valencianos, Borja Soriano y el que entiendo, por el apellido y la procedencia, que es el hijo de Johnny Rogers, Jordan Rogers. El equipo juega en la South Western State Conference de la CCCAA, una conferencia que disputa el campeonato universitario del estado de California. Manjón, de la generacón de 1997 es también un alero bastante alto que intenta hacer carrera deportiva y de estudios en los Estados Unidos.

Por su parte, el bilbaíno Aitor López Bretón se marchó a Ouachita Baptist University para seguir jugando al baloncesto y estudiando al mismo tiempo. Allí, le entrena Dennis Nutt, viejo conocido del Real Madrid, para competir, igual que Artiñano y Pérez, en la segunda división de la NCAA. López Bretón ha jugado los siete partidos que ha disputado hasta ahora su equipo, siendo titular en seis y jugando algo más de 22 minutos por partido, con 6.6 y 5.1 rebotes de medias. Es un 2,04 salido del Loiola Indautxu.
 
Finalmente, Aitor Zubizarreta juega para los Yotes de Idaho College. Antes estuvo en los Portland Pilots de la NCAA, pero, la falta de minutos, le hizo buscarse otro camino y ahora juega en la División II de la NAIA. Zubizarreta es de Azpeitia, se encuentra en edad junior (1995) y ya ha jugado con la selección senior de Euskadi. Con 9.7 puntos por partido, es el tercer máximo anotador del equipo. El año pasado su nombre salió en prensa por un buen mate y, poco después, por batir récords históricos en un partido ante The Evergreen State College. En aquella ocasión, Zubizarreta se salió con 45 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias y 2 robos.

Y no le vamos a dar el titular ni la fotografía a ninguno de ellos. La fotografía es genérica y el título se lo vamos a regalar a Gerry Wright para que no tengamos que elegir entre ninguno de ellos. Al fin y al cabo, Wright tiene una carrera de lo más curiosa. Porque, después de ser una estrella universitaria, no pasó directamente a la NBA porque decidió hacer carrera naval, carrera que compartió con el baloncesto en los Pensacola Tornados de la CBA, aprovechando que estaba destinado allí. Sin embargo, intentaría entrar en la NBA con los Atlanta Hawks, sin conseguirlo, con lo que empezaría un periplo por Europa que le llevaría a jugar en siete países distintos, incluyendo España, donde jugó en Ourense y Murcia. Tras el baloncesto, su periplo vital y profesional es de lo más curioso, llevándole de ser ayudante del sheriff en el condado de Los Angeles a guardaespaldas de la familia real saudita. Ahora se dedica a la educación, al entrenamiento y, al parecer, hasta a escribir libros, sobre qué, la verdad, es que no lo sé. Pero, definitivamente, le regalamos el titular a él. 

viernes, 23 de diciembre de 2016

Martin Krampelj



No hablábamos de Creighton desde Noviembre, y está apunto de terminar Diciembre y con él el año 2016. Y, te adelanto, esto está siendo la ostia: estamos ante el mejor comienzo de temporada desde 2003-2004. Los Bluejays comenzarán el próximo miércoles 28 de Diciembre sus partidos de la Big East y llegarán a este momento climático de la temporada con un récord de 12 victorias y 0 derrotas, situándose novenos tanto en el ránking nacional de favoritos que elaboran los entrenadores para US Today como en el de la Associated Press. A no ser que sufran un descalabro mayúsculo en la Big East, apostaría a que están cerca de asegurarse su presencia en el March Madness, ya sea vía directa por clasificación o por invitación. 
Desde que hablamos en Noviembre, los de Greg McDermott han derrotado a Buffalo (93-72), Akron (82-70), Nebraska (77-62), Longwood (113-58), Oral Roberts (66-65) y por 96-85 ante Arizona State en el último. 
Vayamos uno por uno para ver quién ha destacado y cómo lo ha hecho nuestro elegido para esta temporada, el esloveno Martin Krampelj. 
Ante Buffalo destacaron dos de los hombres más fuertes de esta temporada: Marcus Foster y Justin Patton. El primero se fue hasta los 22 puntos, mientras que el segundo realizó uno de sus mejores partidos, contribuyendo con 21 puntos y 10 rebotes. Khyri Thomas le ayudó a cerrar la zona, ya que éste colaboró con 18 puntos y otros 12 rebotes. Buen partido también para el base Maurice Watson Jr con 15 puntos y 8 asistencias. Martin Krampelj jugó 8 minutos en los que consiguió 4 puntos y 3 rebotes, asentándose en su rol de reserva con minutos (pocos, eso sí, en algunos partidos importantes). 
Akron cayó derrotado gracias al gran partido de Marcus Foster, 27 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias. Esta vez, su escolta fue Cole Huff, con 16 puntos y 5 rebotes, aunque, como siempre, Maurice Watson Jr llevó el juego y destacó con 14 puntos y 13 asistencias. Krampelj volvió a jugar 8 minutos en los que solo añadió un punto pero sumó 6 rebotes. 
El viaje a Lincoln, Nebraska, es siempre una oportunidad destacada, porque la rivalidad con Nebraska, vecinos de estado, no es baladí. Los de Omaha demostraron que esta temporada están más atinados y vencieron por 15 puntos y tras una buena defensa. Fue el partido de Watson Jr, quien se fue hasta los 25 puntos y repartió 8 asistencias. Solo Cole Huff hizo doble dígitos además de Watson Jr (13 puntos), pero muchos jugadores aportando, destacando Toby Hegner desde el banquillo (8 puntos y 10 rebotes). Krampelj jugó 6 minutos con 2 puntos y 1 rebote. 
Mucho más relajada fue la visita de Longwood al CenturyLink. Los 55 puntos de diferencia al final del partido son una buena muestra de ello. Hubo reparto de minutos y jugaron hasta trece jugadores, llegando a doble dígitos 6 de ellos: Khyri Thomas (16), Marcus Foster (16), Maurice Watson Jr (10), Martin Krampelj (11), Isaiah Zierden (10) y Toby Hegner (10). Watson Jr, con 11, fue el mejor pasador, Justin Patton el mejor defensa (3 tapones y 3 robos, además de 9 puntos y 3 rebotes) y Khyri Thomas fue el mejor reboteador con 9 capturas, justo las mismas que hizo Toby Hegner, compariendo premio, aunque Krampelj (quien contó 19 minutos y lo aprovechó bien) se quedó cerca al recoger 8 rechaces. 
Si este fue el más fácil, el más complicado fue el de Oral Roberts, con final apretado y todo, aunque acabaron venciendo por 66 a 65. Buena defensa, eso sí, en los minutos finales, porque se llegó a ellos con 60 a 65 y los de Oral Roberts ya no volvieron a anotar y Creighton venció. El mejor, Marcus Foster, con 22 puntos y 6 rebotes, aunque Maurice Watson Jr, quien perdió 7 balones, volvió a repetir el doble-doble con 13 puntos y 10 asistencias. Krampelj jugó 10 minutos en los que rindió bien: 5 puntos y 4 rebotes.
Finalmente, la última muesca ha sido la que han conseguido ante los Sun Devils de Arizona State, donde, por cierto, lleva dos años entrenando Bobby Hurley, dos veces campeón de la NCAA con Duke cuando era un base prometedor, pero al que las lesiones le cortaron su carrera en la NBA. A sus 45 años, ya ha entrenado durante dos temporadas a Buffalo y ahora comienza en Arizona. En la primera parte, solo perdían de cinco y apretaban porque Torian Graham, Tra Holder y Obinna Oleka (19 puntos y 16 rebotes al final del partido) se compenetraban bien, pero no pudieron hacer nada ante los tiros abiertos de los Bluejays. Los de Creighton supieron mover la bola, buscar posiciones de tiro, y acertaron desde el triple: 14 en total de 25 intentos. Buen trabajo desde el banquillo de Toby Hegner (12 puntos y 9 rebotes) de Isaiah Zierden (12 puntos). Y, en general, gran partido del quinteto titular: Maurice Watson Jr (10 puntos y 7 asistencias), Khyri Thomas (11 puntos), Justin Patton (18 puntos, incluido un triple) y Marcus Foster (29 puntos y 4 rebotes). Krampelj tuvo 7 minutos en los que no anotó pero cogió 3 rebotes.  
En resumen, mejor no podía haber empezado al temporada. El rendimiento de Marcus Foster ha superado las espectativas más optimistas. Con 19.1 puntos por partido se ha convertido en el líder anotador del equipo, aunque no se puede olvidar el rendimiento de Maurice Watson Jr, uno de los mejores bases de la temporada a nivel nacional, de Khyri Thomas, Cole Huff (más itermitente) o del sorprendente Justin Patton, que, como ya hemos comentado en alguna otra entrada, ha cogido el relevo de los buenos interiores del equipo de Omaha. Isaiah Zierden y Toby Hegner rinden desde el banquillo, Martin Krampelj aprovecha sus minutos y aún se puede esperar más regularidad de Zach Hanson. Se echa de menos a Ronnie Harrell Jr y hay jugadores como Kobe Paras que quizás acaben teniendo su momento en la temporada, pero, en líneas generales, el entrenador Greg McDermott tiene que estar contento y la afición contento con él. 
El miércoles 28 de Diciembre llega al CenturyLink la Seton Hall de Kevin Willard, sorprendentes ganadores de conferencia el año pasado. Tres días más tarde, lo hará la Villanova de Jay Wright, también con un récord impoluto y líderes tanto en el ránking de la Associated Press como del Coaches Poll, lo que significa convertirlos en los grandes favoritos al título de esta temporada. Es decir, el momento clave para calibrar si todo lo que ha pasado hasta ahora puede ser aún mejor. 


Posdata: foto encontrada en el google images, pero, al parecer, proveniente de la web oficial de Creighton.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Matthew Cunningham



Hace poco leí, en solobasket.com, un interensantísimo reportaje que recordaba los tres títulos de campeón de Europa que consiguió la Jugoplastika de Toni Kukoc en los años 90. A raíz del reportaje, recordé una vieja historia que quería contar y había ido aplazando el momento. Una historia que, precisamente, tuvo lugar durante uno de los años de competición en los que Toni Kukoc y sus compañeros se hicieron con el título de campeones de Europa. Así que, me puse a escribirla, y hoy le he puesto el punto y final. Ahí va.


Digámoslo desde el principio: el baloncesto británico nunca ha tenido un gran peso en Europa. Su selección ha jugado, en los últimos tiempos, tres Eurobaskets (2009, 2011 y 2013) y nunca ha pasado de la decimotercera posición.  Acabaron novenos en los Juegos Olímpicos que ellos mismos albergaban, con una victoria y cuatro derrotas. Aquella selección de 2012 la formaban jugadores como Pops Mensah-Bosu, Luol Deng o Joel Freeland. Todos ellos han jugado o juegan en la NBA. Es decir, a título individual, quizás sí que el baloncesto británico, muy joven aún, por otra parte, ha progresado, pero a nivel de equipos, su nivel competitivo en Europa nunca ha sido reseñable. 

Uno de los momentos históricos más destacados del baloncesto británico tuvo lugar, precisamente, en esa temporada de 1990-1991, cuando el FC Barcelona y el entonces ya Pop 84 de Split se disputaban el cetro europeo. El Barcelona había firmado a Bozidar Maljkovic, el entrenador que había llevado a la Jugoplastika a lo más alto, y con jugadores como José "Piculín" Ortiz, Andrés Jiménez, Audie Norris, Juan Antonio San Epifanio, Nacho Solozábal, Steve Trumbo, José Montero o los jóvenes Lisard González y José Luis Galilea, aspiraban a lo más alto. Sus principales rivales eran un Pop 84 Split que había sufrido bajas en su plantilla tras sorprender dos veces consecutivas a todo el mundo, y al que se le suponía complicado repetir título por tercera vez. De todas formas, ahí seguía Toni Kukoc y le acompañaban jugadores como Velimir Perasovic, Zoran Sretenovic, Zan Tabak, Aramis Naglic, Avi Lester, Luka Pavicevic o, sobre todo, un Zoran Savic que se convertiría en el gran héroe de la final. Porque sí, tanto Pop 84 Split como Barcelona llegaron a una final que Lester, Kukoc, y sobre todo Savic (27 puntos y 4 rebotes) decantaron del lado balcánico para desesperación de los catalanes. Antes, en semifinales, se habían desembarazado de otros dos buenos equipos, el Scavolini de Pésaro que dirigía un joven Sergio Scariolo y donde destacaban, además de italianos como Alessandro Boni, Ario Costa o Walter Magnifico, los norteamericanos Darren Daye y Darwin Cook, y el Maccabi de Tel Aviv de Doron Jamchy, Willie Sims, Guy Goodes, Nadav Henefeld o el entrenador Zvi Sherf. Pero antes incluso de que se disputaran las semifinales, aquella edición de la máxima competición por clubes en Europa ya nos había dejado otros momentos de gloria, aunque fueran menos visibles, más locales, pero, al fin y al cabo, grandes momentos para aficiones concretas. Uno de ellos, el que queríamos contar aquí, lo protagonizó un equipo británico, los Kingston Kings. 

La historia de los Kingston Kings, empecemos por el final, terminó con su éxito en los años 90. Bajaron la persiana, de hecho, en la temporada 93-94, cuando sus dueños no pudieron llegar a un acuerdo para el uso de las instalaciones deportivas en Guilford, Surrey, localidad a la que se habían movido desde Kingston upon Thames. La licencia en la liga de baloncesto británico pasó a manos de otros propietarios que pusieron en marcha el proyecto de los Leopards, primero de Londres, luego de Benford y al final de todo Essex, otro equipo que, junto con los London Towers, dominaría el baloncesto británico en los años posteriores a los Kingston Kings. Pero los Kingston Kings dejaron de existir justo en el momento en el que no tenía rival en la liga británica y le daban protagonismo al baloncesto de las islas en Europa.

Aquel equipo de la temporada 90-91 se había ganado en casa el derecho a participar en Europa, pero antes de llegar a las ansiada fase de grupos (el sistema era mucho más básico y reducido que el actual) tenían que pasar dos eliminatorias. Liderado por gente como Alton Byrd, Alan Cunningham, Trevor Gordon, Lorenzo Duncan o Martin Clark, y con Kevin Cadle en el banquillo, no solo pasarían las dos primeras rondas, si no que, a pesar de quedar eliminados con un bagaje final de 4 victorias y 10 derrotas, su experiencia en la fase de grupos, de donde partirían directamente los cuatro equipos clasificados para semifinales, fue un auténtico éxito y compitieron con dignidad y eficacia. Kevin Cadle es probablemente el entrenador más laureado y reconocido de Inglaterra, ya que ganó 8 títulos de mejor entrenador de la temporada en los 13 años que dirigió a equipos como los Kingston Kings o los London Towers. Además, se hizo como unos treinta títulos y dirigió a Gran Bretaña en las Olimpiadas de 1992. Ahora se dedica a comentar deporte norteamericano para Sky Sports y publicó su biografía hace unos años, The Cadle Will Rock, un libro en el que, ya desde la portada, se hacía referencia a la dualidad de su trabajo (entrenador y comentarista), sus deportes (baloncesto y fútbol americano, comenta ambos) y su origen (norteamericano pero asentado en Inglaterra). Cadle sacó oro de jugadores con unas carreras extrañas si lo medimos por los estándares más comunes. Uno de los jugadores más queridos de aquel equipo era Martin Clark, quien jugaría el Eurobasket del 81 con la selección británica, pero son las carreras de Alton Byrd y de Alan Cunningham, dos de los jugadores más representativos de aquel equipo y, por ende, del baloncesto en Gran Bretaña, los que nos pueden ayudar a tener una idea de lo que suponía aquel equipo. Alton Byrd, por ejemplo, había nacido en San Francisco pero hizo toda su carrera en el Reino Unido, tanto en Inglaterra como en Escocia. Su historia es curiosa porque Byrd fue una estrella del baloncesto universitario en Columbia, donde aún es el máximo asistenciador histórico, e intentó entrar en los Celtics de Boston al mismo tiempo que lo intentaba Larry Bird, pero no lo consiguió. Larry Bird, sí lo consiguió, por su puesto. A nuestro Byrd, sin embargo, se le puso muy difícil cuando una lesión en el pie le entorpeció la experiencia. Tanto que, de hecho, aparcó el baloncesto, y aceptó una oferta de trabajo en Londres. Si volvió a jugar fue por curiosidad y salud. Viviendo en Gran Bretaña, el baloncesto aún estaba en pañales, y Byrd se puso a jugar con el Crystal Palace por diversión. De ahí hasta jugar lo que ahora es la Euroliga. Desde que se retiró se dedica a los negocios y no le ha ido mal. Alan Cunningham, por su parte, también tiene una historia larga y curiosa. Nacido en San Diego, jugó con los Colorado State Rams y, al parecer, con los Harlem Globetrotters antes de pasarse a Europa. Cunningham se convirtió en uno de los grandes ídolos de Inglaterra, con una larga carrera que le llevó por equipos como los Kings, los Worthing Bears, el Portsmouth o los Glasgow Rangers, retirándose y rechazando una oferta de Grecia cuando frisaba los 40 años. Pero regresó para jugar con los London Towers cuando estos se llenaron de lesiones. Su antiguo entrenador, Kevin Cadle, le llamó y le pidió por favor que le echara un cable. Ya, de paso, alargó su carrera y acabó jugando con el Solent Stars hasta casi cumplir los 50 años. Fue internacional con Inglaterra y, antes, le eligieron en el draft de 1978 por Philadelphia 76ers.

Volviendo a la temporada 90-91, en la primera ronda, los Kings ganaron al Commodore Den Helder holandés, pero, en la segunda, se encontraron con uno de los cocos, el CSKA de Moscú del entrenador Ivan Edeshko. Y sí, también los eliminaron. Ganaron por 93-77 en casa y perdieron por 74-72 en Rusia, con 32 puntos de Martin Clark, en un partido histórico que les daba acceso a la fase de grupos. Ahí, como ya he dicho, los ingleses ganaron a equipos reputados como el Aris de Salónica, el Maccabi, el Limoges o el Scavolini de Pesaro, y perdieron dos veces con el Barcelona, aunque les hicieron sufrir, y con el Pop 84 de Toni Kukoc, quienes ganaron uno de los partidos en la prórroga y con Toni Kukoc exprimiéndose para aportar 28 puntos. Por lo tanto, un rendimiento más que digno para un equipo que batalló en todos los partidos y que intentó convertir su cancha de Crystal Palace en un campo complicado.

Y, de hecho, fue ahí donde consiguieron una de las victorias más recordadas: un apretado triunfo contra el Aris de Salónica por 97 a 96, después de dos prórrogas. Los rivales eran de cuidado, ya que hablamos del Aris de Nikos Gallis,  Panagiotis Yannakis, Vasilis Lipiridis, Goran Sobin o Dinos Angelidis, que en Salónica les había ganado por 103 a 90 gracias a 37 puntos de Gallis. El partido fue frenético y el ambiente muy caliente por la presencia de hinchas griegos (aún se puede visionar el partido en youtube.com). Brad Sellers, con 95 a 96 (por arriba su equipo) y 7 segundos para el final, falló un tiro libre. Los Kings atraparon el rebote a duras penas y en los pocos segundos que quedaban, un eléctrico contraataque llevado por Alton Byrd acabó en las manos de Matt Cunningham, no Alan Cunningham, quien esperaba en una esquina, y, sin pensárselo dos veces, se levantó para anotar una canasta que encendió todo el Crystal Palace. En la imagen que he colgado arriba, que no es más que un videoclip del partido grabado, podéis ver a Cadle y sus ayudantes celebrando el inesperado final. Alan Cunningham, no Matt Cunningham, uno de los mejores jugadores del equipo, había conseguido 23 puntos antes del tiro decisivo. Entre él, Alton Byrd y Martin Henlan (jugaría en Francia, Grecia o los London Towers de Euroliga), quien añadió 16 puntos, rivalizaron al extremo con el potente conjunto griego. Pero la gloria final se la llevó un chaval de 17 años, Matt Cunningham, que cuando salió a la cancha para jugar aquellos desesperados siete segundos finales, lo hizo por primera vez en el partido. No había jugado ni un solo minuto hasta entonces y aquellos dos puntos fueron sus únicos puntos en el partido. Probablemente, para aprovechar cualquier oportunidad de lanzar desde lejos, Cadle, justo antes de que Sellers lanzara su tiro libre, sacó a la cancha a un chaval al que no solo no le temblaron las piernas si no que tampoco dudó con su muñeca, cuando, inesperadamente, como quizás había soñado en alguna ocasión, le llegó el balón y le apareció su oportunidad de saborear la gloria. 





Posdata: la imagen, como ya he dicho, es un clip de youtube. Y, el titular, aunque cualquiera se lo hubiera podido llevar, se lo damos a un Matthew Cunningham del que ha sido imposible (poco tiempo he ocupado en intentarlo, también es cierto) encontrar más información por ahí. De hecho, ha sido complicado informarme bien de algunos detalles que comento en esta entrada, así que, si he cometido errores, nuevamente, lo lamento.

martes, 13 de diciembre de 2016

Gai Assulin



Esta entrada es una de esas que suelo escribir de vez en cuando, ventajista, aprovechada, y un poco superficial, pero entrada al fin y al cabo. Estaba este mediodía comiendo, y he visto, en algún sitio, un vídeo en el que Gai Assulin marcaba un gol de bandera para su actual equipo, el Sabadell de segunda B.
Me ha sorprendido el gol. Pero también me ha sorprendido ver a Gai Assulin jugando en el Sabadell, con todo el respeto del mundo para los seguidores del equipo. Así que, de seguido, en lugar de ver más vídeos en la red, me he puesto a escribir esta entrada que ahora publico. 

Y es que Gai Assulin llegó desde su Israel natal al Barcelona a muy temprana edad. Con 12 años se incorporó a la cantera blaugrana y con 18, el 28 de Octubre de 2009, debutó con el primer equipo del FC Barcelona. Lo hizo contra la Cultural Leonesa en partido de la Copa del Rey. Un año antes había debutado con la selección absoluta de su país. Al finalizar la temporada, sin embargo, se desvinculó del club catalán y firmó por el Manchester City, donde una lesión, le llevó a ser cedido al Brighton & Hove Alvion después de pasarse mucho tiempo en blanco, tanto que no llegó a debutar oficialmente con el Manchester City. Su experiencia en Inglaterra fue corta y poco satisfactoria y acabaría volviendo a España para jugar en el Rácing de Santander que, durante la temporada 2012-2013, jugaba en Segunda división A y acabaría descendiendo a la B. Assulin jugaría 27 partidos y marcaría tres goles. Firmaría por el Granada para ser cedido al Hércules, donde hizo una buena temporada, aunque repetiría descenso al quedar el equipo en última posición. Por ello, su siguiente destino fue continuar en la Segunda división A para jugar en el decepcionante Mallorca que empezó entrenando Valery Karpin y acabó salvando del descenso Miquel Soler. Assulin apenas jugó seis partidos y no marcó goles. Mark Warburton decidió no ofrecerle un contrato después de que probara en verano con los Rangers y, tras pasar por el Hapoel de Tel Aviv de su país, firmó por el Sabadell y volvió nuevamente a España. Y ahí se encuentra ahora mismo. Si mis datos son correctos, el Sabadell, con 23 puntos, ocupa la mitad de la tabla del grupo 3 de la Segunda B, a cinco puntos del descenso directo y siete del playoff de ascenso. Entrenados por José Solivelles, el equipo catalán intenta recuperar la categoría que perdió hace dos temporadas. Por ahora, no le han ido bien del todo las cosas, pero quizás el gol que marcó Assulin en la última victoria por 3-1 ante el AE Prat les sirve para tomar una línea ascendente. 

Todo lo que he escrito hasta ahora (y pido perdón si hay errores u omisiones), lo he reconstruido leyendo fuentes muy accesibles en internet. Pero lo que le queda a uno es la sensación de que Gai Assulin es una de esas promesas que intentan recuperar una visibilidad que su carrera profesional parece que no le ha brindado. Cuando formaba parte de la cantera blaugrana, su nombre sonaba, como sonaban tantos y tantos otros en unas temporadas en las que el filón de la cantera blaugrana parecía aportar tanto cantidad como calidad. En la temporada 2008-2009, con Gai Assulin en la plantilla del Barcelona Atlétic, Luis Enrique Martínez, por entonces entrenador del filial, contaba con otros jugadores como Jeffren Suárez, Alberto Botía, Manuel Agudo "Nolito", Thiago Alcántara, Oriol Romeu, Pedro Rodríguez o Víctor Sánchez. Incluso llegó a jugar un par de partidos un Sergio Busquets que acabaría teniendo un hueco en el primer equipo o un jovencísimo Martín Montoya. Por eso, quizás, me sorprendió verlo con el Sabadell. Le hacía en Inglaterra o en algún otro equipo europeo, pero no, está aquí, muy cerca, y marcando goles como este que intento colgar y doy ya por terminado mis quince minutos de asueto. 

Posdata: la foto está tomada de google images pero parece provenir de la web BeSoccer.com.



viernes, 9 de diciembre de 2016

Andrzej Pluta



Al principio, iba a hablar de los jóvenes que estaban destacando en la ACB, más allá de Luka Doncic, por supuesto, que ya trasciende cualquier análisis que tome en serio su corta edad. Iba a hablar de Stefano Peno, Anzejs Pasecniks, Romaric Belemene, Ludde Hakanson, Santiago Yusta, Sergi García, Viny Okouo... o, por lo repentino de sus debús, Carlos Alocén y Andrzej Pluta, pero, al final, he decidido centrarme en la LEB Oro. Le vamos a dar el titular a este último porque, aunque no hablemos de él, debutar en ACB con 16 años (el octavo debutante más joven de la historia), no es precisamente algo que ocurra todos los años.

Dado que parece que la ACB nos va a robar eternamente de la posibilidad de descubrir nuevos equipos ( ya no quiero ni mirar cuantos años llevamos sin ascensos y descensos), al menos, seguiremos confiando en que la LEB Oro (y la LEB Plata, por supuesto) se conviertan en una cantera dinámica de jugadores. Este año ya ha habido bastantes trasvases, más allá de los que sucedieron durante el mercado veraniego, y jugadores que habían empezado despuntando en la LEB Oro o en la Plata, han acabado debutando en ACB o en LEB Oro. Y no hablamos tanto de canteras directas, de equipos convenidos, como, simplemente, de huecos en equipos de superior categoría. En la ACB, Luka Rupnik, talentoso esloveno que ha pasado del Lleida al Fuenlabrada es el último caso. 
En LEB Oro, son bastantes los jóvenes que están aprovechando su oportunidad para exigir una carrera profesional en el futuro. Gente como Joan Pardina, Xabier López-Arostegi, Wesley Sena, Felipe dos Anjos, Aleix Font, Pol Figueras, Nedim Dedovic, Volodymyr Herun, Maodo Nguirane, Jokubas Gintvainis, Rodions Kurucs, Terrence Bieshaar, Jorge Sanz, Josip Mikulic, Atoumane Diagne, Mikel Motos, Andrija Simovic, Timothy Derksen, Gerard Sevillano, Xabier Oroz, Aleks Simeonov, Morayo Soluade, Johan Lofberg, Miquel Salvo o Federico Uclés. Algunos, ya han debutado en ACB este año, como Terrence Bieshaar, Pol Figueras o Wesley Sena. Probablemente, los más destacados, sobre todo, últimamente, sean el interior del Real Madrid que juega cedido en Oviedo, Felipe dos Anjos, y la promesa vasca del Joventut, Xabier López-Arostegi. El interior brasileño de 2'18 lleva medias de 9'5 puntos y 7'2 rebotes en el equipo que entrena Carles Marco, bien situado en la parte alta de la clasificación. A sus 18 años está demostrando que le queda carrera por delante. Lo mismo que está haciendo el base-escolta de 2'00 metros quien, con 10'9 puntos y 5'8 rebotes por partido, está llamando a la puerta del primer equipo. 
Además, todos estos jovenes, se fajan en una competición donde la edad y la experencia es un verdadero grado que impone en la clasificación y que obliga a todos estos jugadores a aprender a pasos agigantados. Sin ir más lejos, el filial del Barcelona acaba de incorporar a Víctor Sada (32) y tienen en Jordi Trias (36) a uno de los mejores jugadores de la liga, mientras que en el otro filial del que hemos hablado hasta ahora, el CB Prat, jugadores como Pep Ortega (32) y Alex Ros (33) ayudan con la formación de los jóvenes. Y hay más, porque en la LEB Oro nos encontramos con jugadores de amplio bagaje como Eduardo Hernández Sonseca (33), Alfonso Alzamora (37), Salva Arco (32), Sergio Pérez Anagnostou (37), Oliver Arteaga (33), Pedro Rivero (37), Andrés Miso (34), Albert Fontet (30), Dmitry Flis (32), Lamont Barnes (38), Marc Blanch (34), Urko Otegi (37), Ricardo Uriz (36) o Jorge García Navea (39). 

Y, al final, acabé hablando de los veteranos. En fin.

Bram Tankink



Por pasar el rato. Hoy he decidido tomarme la tarde libre, así que... vamos a hacer una de esas entradas tontas en las que el único motivo que me lleva a escribir es el aburrimiento, y la disculpa, siempre es algo que he leído. 

En este caso, ciclismo y la eterna obsesión que parezco tener por la edad de los ciclistas. Y es que en solo una semana, ahora que el mercado está un tanto parado, se han confirmado los contratos de cuatro auténticos veteranos y cuando digo veteranos, digo veteranos: Bram Tankink, Franco Pellizotti, Stefan Schumacher y Davide Rebellin. 
Bram Tankink (para él foto y titular) renovaba a finales de noviembre con el LottoNL-Jumbo, una estructura con la que ya lleva corriendo diez temporadas. Y no eran sus primeras diez temporadas, porque ya llevaba siete antes, corriendo en equipos como el Domo-Farm Frites o el Quick Step. En total, un año más para un corredor que ya lleva diecisiete temporadas como profesional y el pasado 3 de Diciembre cumplió 38 años. Muy pocas victorias en su palmarés, porque, principalmente, se ha dedicado a trabajar para otros. Su reputación es precisamente esa: tanto en clásicas como en grandes vueltas se ha labrado fama de fajador y hombre de equipo. Ha disputado dieciséis grandes vueltas (dos Giros de Italia, cinco Vueltas a España y nueve Tour de Francias) y su mejor puesto ha sido un 34º en la Vuelta a España. Seguirá un año más en el equipo de Richard Plugge, y a buen seguro que alguno de sus compañeros lo agradece. 
Franco Pellizotti, por su parte, anunció hace poco que firmaba por Bahrain-Merida para echarle un cable en lo que haga falta a Vincenzo Nibali. A sus 38 años, el italiano regresó a la carretera en 2012 con el Androni Giocattoli tras una larga sanción por los resultados anómalos de su pasaporte biológico, algo que le llevó a perder todos sus resultados de 2009 (un segundo puesto y una victoria parcial en el Giro de Italia y el maillot rojo de la montaña del Tour de Francia). Desde su regreso, los resultados han sido buenos. Se coronó como campeón en ruta de Italia en 2012, además de hacer pódium en pruebas como la Coppa Sabatini, el Giro dell'Emilia, el Ciudad de Camaoire o la Ruta del Sur. Desde su regreso, ha hecho entre los 25 primeros en los tres Giros de Italia que ha corrido, prueba en la que ya fue una vez 9º, dos veces 8º y su mejor puesto, una vez 4º. Sus dotes de escalador, llevadas al trabajo en equipo, seguro que le vienen bien a un Nibali con el que, precisamente, protagonizó una dura polémica antes de su sanción, cuando Ivano Fanini, del Amore e Vita, les acusó de haber estado entrenando con Michele Ferrari. 
Los dos últimos protagonistas, el alemán Stefan Schumacher y el italiano Davide Rebellin, van a correr juntos en un proyecto de curioso nombre y naturaleza, ya que el Kuwait-Cartucho.es, un nuevo equipo continental, contará con patrocinio y organización a medio camino entre España y Asia Occidental. Cartucho-Rodríguez Magro es un equipo amateur de Alcalá de Henares que dirige Jesús Rodríguez Magro, uno de aquellos gregarios de lujo que tenía Miguel Indurain y que, además, ganó pruebas como la Vuelta a Asturias o la Subida a Urkiola. Ahora, en colaboración con el Kuwait Cycling Project, que, si no me equivoco, ya tuvo relaciones anteriores con patrocinadores españoles, se suman al pelotón profesional en la categoría continental, uniéndose al Burgos y el Murias Taldea. Por ahora, han confirmado seis fichajes, los dos que hemos mencionado aquí, más los de los españoles Fernando Grijalba, José Manuel Gutiérrez y Axel Costa y el alemán Andreas Keusser. Pero, como decíamos, por edad, nos han llamado la atención las firmas de Stefan Schumacher y Davide Rebellin. Schumacher tiene 35 años y lleva catorce temporadas como profesional. Durante esas temporadas, su nombre se ha visto relacionado en casos de dopaje por anfetaminas y CERA, siendo sancionado en más de una ocasión. Sin embargo, aunque su carrera pasase de equipos como Telekom, Gerolsteiner y Quick Step (donde creo que no llegó ni a debutar) y de competir y ganar en las grandes a disputar carreras menores y firmar contratos con equipos continentales, se las ha arreglado para seguir compitiendo siempre... y ganando. Bronce en el Campeonato del Mundo de 2007 y ganador de dos etapas en el Giro de Italia, en su palmarés también hay triunfos como la Vuelta a Polonia, el Tour del Benelux, la Vuelta a Baviera, el Circuito de La Sarthe o la Amstel Gold Race. Por su parte, poco se puede añadir de nuevo a lo que ya todos sabemos sobre el eterno Davide Rebellin. 45 años ya, y habiendo pasado dos años de sanción tras dar positivo por CERA en los juegos olímpicos de 2008. Nadie contaba ya con que regresara, después de ser sancionado durante dos temporadas cuando ya contaba con 37 años, más o menos. Pero volvió, y, desde entonces, ha corrido para Miche, Meridiana y CCC y ha conseguido, entre otros triunfos, los Tres Valles Varesinos, el Trofeo Melinda, el Tour de Gévaudan Languedoc-Rousillon, el Tour de Sibiu, el Giro de Emilia o la Coppa Agostini. Lo que hizo antes de su sanción, no se resume fácil, pero digamos, rápidamente, que había ganado una Lieja-Bastón-Lieja, una Amstel Gold Race, la Klasika de Donostia y tres Flechas Valonas.   

Y ya está. Son aún las cuatro. Igual busco algo más para seguir perdiendo el tiempo. Si eso, ya os aviso.

martes, 6 de diciembre de 2016

Yúliya Balykina



En resumen: todo volvió a salir perfecto. Si os encontráis con esta entrada por sorpresa, os lo resumo: hablo de la sexta edición de la Carrera Pormaratoniana, una carrera supuestamente amateur que nos tomamos con profesionalidad pero también, como siempre, como una disculpa para reunirnos, correr juntos y después irnos de comida. Y eso es lo que hicimos. 

La VI Carrera Pormaratoniana se disputó el pasado sábado 3 de Diciembre en los barrios más verdes de Barakaldo. Salimos del Parque de Tellaetxe, junto al Polideportivo de Gorostiza, en dirección hacia Retuerto, para torcer antes de llegar a la rotonda y cruzar por el interior de la plaza Cantarranas en dirección al puente de Bengolea. Hasta ahí, corrimos todos juntos. Cuando cambió el piso y se hizo la bidegorri, se dio salida a la competición y pronto se vio que este año iba a ser cosa de pocos y en grupetos. Por delante se fueron Ricky, Valen y Álvaro, un poco más lejos Joxema, Emi y Rubén, y nuestro gran pelotón se fue rompiendo poco a poco. Para cuando llegamos al comienzo del pantano, ya estábamos divididos completamente: Miguel y Asier se habían ido por delante, Mónica y Álvaro empezaban a seguirles y Gaxen, Leire y Ana hacían grupo. Un poco por detrás les seguían Mariano y Txemi y yo iba el último, como casi siempre en las últimas ediciones. 

Por delante, al parecer, Ricky se quedó atrás en el grupo de cabeza y Valen y Álvaro se disputaron la victoria (el cartel de este año resultó premonitorio), donde ganó, por primera vez, estrenándose, por lo tanto, en esto de llevar txapela, Valen. Álvaro entró al lado y Ricky un par de minutos más tarde, pisando cajón, aunque este año no tuviéramos pódium. Tres minutos más tarde, también entraron en pareja Joxema y Emi, por este orden, que habían dejado un tanto descabalgado a Rubén, sexto, a poco más de diez segundos de los anteriores. Miguel y Asier también llegaron juntos y en armonía, abrazados y todo, creo, a unos cuatro minutos de los anteriores. Un minuto más, les llevó a los siguientes, Mónica y Álvaro, que también entraron en pareja, dando, además, tiempo a la nueva vencedora femenina, que toma el relevo de otra Mónica y de Nuria. El pelotón fuimos entrando luego, poco a poco. A la altura de El Regato, yo ya había pasado a Txemi y Mariano, que se lo tomaban con más calma y por dentro del pantano fui poco a poco restándoles metros a Ana y Leire, pero no a un Gaxen que entró por delante mío, treinta segundos antes de que lo hiciera yo, seguido después por Leire, Ana y Mariano, unos minutos después, quien, desgraciadamente, entró solo porque Txemi se lesionó. Más o menos, esa fue la crónica desde mi limitada perspectiva. 

Como siempre, nos esperamos en línea de meta, donde Cris, lesionada para la ocasión, se encargó de tomar los tiempos y organizarlo todo, contando con la ayuda de Silvia. Allí comentamos la carrera, dimos buena cuenta de la bolsa con líquido, dulces y frutos secos, nos vacilamos, nos sacamos unas fotos y asistimos a la disputa de la Porma Txiki, donde Martín, Daniel y Elba demostraron que hay cantera. Todos habíamos corrido ex aequo y concomitamos en aquel lugar para alegría de los que adolecen de ansia de ganar (si esta frase te chirría, no te extrañe, es un chiste íntimo que igual lo coge alguno cuando lea al mismo tiempo ex aequo, concomitar y adolecer, que son una locución latina y dos verbos como otros cualquiera que naturalmente se pueden utilizar en un mismo día sin pretensión alguna, ¿verdad?). 

Y, más o menos, aquí debería parar. El resto es más bien propio de la intimidad de la Porma, pero no está de más insistir en que nos fuimos todos juntos de comida, con más compañía aún, hablamos de todo un poco, nos reímos, y, esta vez, la verdad, la carrera nocturna fue un poco decepcionante, pero todos los años no va a ser jauja. El próximo, al menos ese es nuestro propósito, repetiremos séptima edición y, si podemos, alargaremos hasta la madrugada, quién sabe. Lo que de verdad importa es que los que se estrenaron este año acabaron contentos y los que llevamos en esto desde la primera edición seguimos sorprendiéndonos de que, año tras año, seamos capaces de volver a repetir. No es fácil encontrar una fecha y es más complicado de lo que parece hacer que todo funcione, dado que nos hacemos mayores y, cada vez, tenemos más obligaciones y menos oportunidades de no atenderlas. De hecho, este año, han sido muchas las bajas de corredores habituales y de potenciales ganadores y hemos bajado de los veinte participantes, pero, seguro, estoy convencido, el año que viene encontraremos una fecha mejor y todos ellos volverán a disfrutar de la Porma. 

Los que hayáis leído todo esto sin haber sido protagonistas, podéis probar el año que viene y averiguar de qué va esto. Invitados quedáis. A los 16 corredores de esta edición, más voluntarios, organizadores y demás familia, muchas gracias por todo y, como siempre, ¡Viva la Porma!
Y ya sabéis, pronto, cuando tengan un momento, seguro que en Pormaratones, el blog culpable de que exista todo esto, os dan una crónica mucho mejor que ésta. Estad atentos y pinchad aquí para averiguarlo: Pormaratones

Unas foticos (la peña en grupo antes de empezar y los tres pódiums):






domingo, 4 de diciembre de 2016

Ismael Esteban



El ciclo-cross hace buen uso de la temporada invernal para acaparar la atención de los aficionados al ciclismo. Y en ello están. Todavía queda mucho hasta que, a finales de Enero, se dispute el campeonato del Mundo en Luxemburgo. Sin embargo, la Copa del Mundo ya está en juego. En Septiembre se disputaron las dos pruebas norteamericanas, las que se corrían en Las Vegas y Iowa City, y las dos las ganó Wout Van Aert. En Octubre, Mathieu Van der Poel ganó en Valkenburg por delante del propio Van Aert. Y el holandés repitió victoria el 26 de Noviembre en Zeven, también con Van Aert en segundo puesto. La prueba de Koksijde tuvo que ser anulada por las condiciones climatológicas. Aún quedan otras cuatro pruebas, dos en Bélgica, una en Holanda y otra en Italia para decidir al campeón de la prestigiosa Copa del Mundo. Wout Van Aert lidera ahora mismo la clasificación provisional, buscando revalidar el título que ya consiguió el año pasado, pero se lo pondrá difícil un Mathieu Van der Poel que busca conseguir la que para él sería la primera. En féminas, Sanne Cant, Thalita De Jong, Katherine Compton y Sophie De Boer se han repartido las victorias hasta ahora. Eso sí, la belga Sanne Cant ha sido la más regular y lidera la general provisional.
En España también hay una competición acumulativa, la Copa de España, que nos ayuda a disfrutar de dosis de alta competición hasta que entre el 6 y el 8 de Enero se dispute el campeonato nacional en Valencia. El año pasado fue en Torrelavega, y el alavés Javier Ruiz de Larrinaga, vencedor también en 2009, 2010, 2011 y 2014, se coronó otra vez campeón por delante de Kevin Suárez e Ismael Esteban. Precisamente, estos dos cántabros están siendo dos de los grandes protagonistas de esta edición de la Copa de España. Aún faltan por disputarse dos pruebas, Elorrio y Ciudad de Valencia, pero ya se han corrido Laudio, Muskiz, Karrantza, Les Franqueses y Joan Soler. En Laudio, ganó el veterano ciclocrosista cántabro Ismael Esteban, por delante de Kevin Suárez, sobrino del que también fuera campeón de España Isaac Suárez (de hecho, cuando este ganó el campeonato senior en 2012, su sobrino hizo lo mismo en categoría junior), Aitor Hernández, y los belgas Vincent Baestaens y Kobe Goossens. En Muskiz, la victoria fue para Vincent Baestaens, quien venció a Felipe Orts, Aitor Hernández, Ismael Esteban y Kevin Suárez. En Karrantza, la victoria fue para Javier Ruiz de Larrinaga por delante de Ismael Esteban, Felipe Orts, Kevin Suárez y Aitor Hernández. En Les Franqueses, repitió victoria Ismael Esteban y segundo puesto un Felipe Orts que fue más rápido que Aitor Hernández, Isaac Simón y Tomás Misser. Finalmente, en el Trofeo Joan Soler, se estrenó Aitor Hernández y le siguieron Ismael Esteban, Felipe Orts, Óscar Pujol y Joffrey Deguerce.
Parece que el veterano corredor cántabro Ismael Esteban se encuentra ante su gran año. Pero no le faltan rivales y el joven Felipe Orts, el también cántabro Kevin Suárez (22 años) y el vizcaíno Aitor Hernández intentarán apretarle en las dos pruebas que quedan. 

Hace un par de días, me encontré con dos buenas noticias sobre ciclocross y el futuro. Por un lado, un reportaje que ponía nombre a uno de los juveniles con más futuro de la especialidad. Se trataba de un chaval de Galdames, llamado Xabier Murias, sobre el que, según el reportaje, recaen gran parte de las esperanzas del ciclismo vasco en esta disciplina. En la categoría de juniors de la Copa de España, Murias ganó en Llodio y Joan Soler, fue segundo en Muskiz por centésimas ante Arno Van den Broeck, tercero en Les Franqueses y cuarto en Karrantza. Él, junto con el catalán Jofre Cullel  y el gallego Iván Feijoo (octavo en el pasado mundial junior, el mejor resultado de la selección de España en casi 20 años), son las grandes esperanzas del ciclocross estatal.
La otra noticia anunciaba la creación de la Challenge Euskadi-Basque Country, una prueba que reunirá al Trofeo San Andrés de Ametzaga de Zuia, que se disputa el 4 de Diciembre, al Ciclocross Internacional de Asteasu, que tiene lugar el 8 de Diciembre, y el Ziklokross Igorre, 11 de Diciembre. Las tres pruebas vascas unían fuerzas para crear una challenge que trabaje en conjunto para reclamar la presencia de corredores internacionales, asegurar su futuro competitivo y permanecer en un calendario ávido de buenas pruebas que alimenten la cantera. Premios equitativos que se doblarán al contemplar también un reconocimiento global. Quizás este impulso ayude a recuperar la visibilidad e importancia que tenía, por ejemplo, la prueba de Igorre, valedera para la Copa del Mundo entre 2005 y 2011, cuando la ganaron gente como Bart Wellens, Sven Nys, Zdenek Stybar, Niels Albert o Kevin Pauwels, es decir, algunos de los mejores ciclocrosistas de la historia: nueve campeonatos del mundo entre los cinco. Y antes incluso de formar parte de la Copa del Mundo, en Igorre ya se había visto ganar a gente como Daniele Pontoni, Jiri Pospisil, Mario De Clerq, Paul Hereijgers o el histórico José María Yurrebaso. Sven Nys o Bart Wellens también ganaron en Asteasu. Ahora, trabajando en conjunto, quizás consigan llenar los barrizales vascos, de nuevo, de los mejores corredores de la especialidad. 
Por ahora, se ha disputado la prueba de Ametzaga de Zuia, este mismo domingo, y el vencedor final ha sido Ismael Esteban, demostrando que ésta parece que será su temporada definitiva. El corredor de Maestre Bikes se ha impuesto a Kevin Suárez, el italiano Nadir Colledani, Javier Ruiz de Larrinaga y el belga Patrick Van Leeuwen. La asturiana Aída Nuño ha sido la ganadora femenina por delante de las hermanas Lucía y Alicia González. Y Xabier Murias ha ganado en júnior por delante del italiano Filippo Fontana. El jueves llegará Asteasu y el domingo, Igorre. 
Y yo, lo dejo aquí, dándole el titular a Ismael Esteban, que lo merece. Y perdón, porque durante unas cuantas horas, en lugar de Esteban, ha aparecido Xabier Murias en el titular. No es que el vizcaíno no se lo merezca tanto como el otro, pero es que había dicho que iba a hacer una cosa... y hay que hacerla, ¿no? Si te equivocas, lo explicas, y ya está.  

jueves, 1 de diciembre de 2016

María Asurmendi



El baloncesto femenino vizcaíno se ha sumado al carro de los logros del fútbol y del balonmano para darle un nuevo hito al deporte de la provincia. En este caso, le toca recoger los honores al Gernika Kirol Elkartea o Lointek Gernika que juega, desde 2014, en la categoría más alta del baloncesto femenino estatal.
Este año, el equipo que dirigen dos veteranos del baloncesto vizcaíno como el gernikés y hombre de club, Mario López, y el bilbaíno, histórico del baloncesto en la zona, Txutxi Solar, está haciendo una temporada espectacular y ahora mismo se sitúan terceros en la tabla clasificatoria. Con diez jornadas disputadas, las vizcaínas ocupan la tercera posición con ocho victorias y tan solo dos derrotas. Además, fueron capaces de derrotar en Maloste (62-51) al principal favorito, el Perfumerías Avenida de las Jelena Milovanovic, Laura Quevedo o Adaora Elonu, que ocupan la primera posición de la tabla y quienes han jugado, el dato es significativo, las últimas once finales por el título de liga. Eso sí, solo han ganado en cuatro ocasiones, la última, el año pasado. Pero la ilusión fue aún mayor cuando, en la última jornada, un tiro libre anotado por la base navarra María Asurmendi le daba la victoria a las jugadoras de Mario López por 53-54 ante el Cadí La Seu y las clasificaba matemáticamente para su primera fase final de la Copa de la Reina.

Ahí está el hito de un club que nació en 1996, cuando los dos equipos de baloncesto de Gernika unieron fuerzas para crear un proyecto con versiones masculinas y femeninas. Esta temporada, desde el principio, el diseño de la plantilla ilusionó a la afición de Maloste. Por un lado, porque se contaba hasta con seis jugadoras vascas: las navarras María Asurmendi y Naiara Díez, las bilbaínas Itziar Ariztimuño, Yaiza Lázaro y Gracia Alonso de Armiño y la gernikesa Izaskun García. Por otra, porque el resto de las jugadoras, la valenciana María Pina, la argentina Vicky Llorente, la eslovena de nacimiento Sandra Pirsic y las norteamericanas Laquinta Jefferson y Amisha Carter daban testimonio de que se había hecho un esfuerzo por crear un equipo duro y con aspiraciones. La llegada de Lointek como patrocinador, una empresa de bienes de equipo con intereses internacionales pero radicada en Urduliz, que también esposoriza al equipo de ciclismo femenino de la Sociedad Deportiva Ugeraga, dirigido por Dori Ruano y de donde salió Joane Somarriba, le dio más nervio económico a un club donde está destacando el bloque, pero, sobre todo, Amisha Carter, una veterana de 34 años que ya ha jugado en la WNBA o en países como Francia, Israel, Estonia, Turquía o Polonia, llegando incluso a ser MVP de la liga de este último país. Sin embargo, no es la única. María Pina y María Asurmendi jugaron con la selección absoluta de España en el último partido ante Finlandia que les dio la clasificación para el próximo europeo de la República Checa que se disputará en 2017. Y, en general, todas y todos, directivos, cuerpo técnico y afición del equipo son responsables de este nuevo logro del deporte femenino en la provincia de Bizkaia. 

Posdata: El titular se lo regalamos a María Asurmendi que es una de las dos que sale en la fotografía que hemos colgado al principio. La hemos tomado, como casi siempre, del google images, pero parece provenir de la web digital del periódico Deia. Las dos protagonistas, intuyo, salen en la fotografía por su reciente internacionalidad. Entre las dos, hemos elegido a Asurmendi por el tiro libre que dio la clasificación matemática, sin más. 


martes, 29 de noviembre de 2016

Martin Krampelj



Bien, si no me confundo, lo dejamos justo antes de que Winsconsin visitara el CenturyLink de Omaha. La visita de Bronson Koening y sus compañeros llegaba en la tercera jornada y era el primer gran escollo... que se salvaba, porque los de Greg McDermott se impusieron por 67 a 79. Una buena defensa les llevó a conseguir una victoria ante el rival más duro que visitaba Omaha sin ser de la misma conferencia desde los años 80. Una victoria de categoría en la que de nada sirvieron los 21 puntos de Koening (eso sí, 3 de 13 en triples) o los 16 y 5 asistencia de Nigel Hayes. 
Tras esta reconfortante victoria, viajaron hasta las Islas Vírgenes para disputar el Paradise Jam, un torneo que siempre se suele disputar en Noviembre y que se organiza desde 2001. Lo han ganado gente como Brigham Young, Arkansas, Winsconsin, Alabama. Marquette o Seton Hall. En los quintetos de cada torneo han sido premiados jugadores como Travis Hansen, Bryant Dunston, Luke Harangody, Kemba Walker, Robbie Hummel, Kyle O'Quinn, Shabazz Napier o Tony Snell. En el de esta última edición, un hombre de los Bluejays entró en el mejor quintento: Cole Huff, quien está haciendo un comienzo de temporada espectacular. Igual que, en línes generales, lo está siendo el de Creighton, porque, sin ir más lejos, el Paradise Jam de 2016 pasó a ocupar la vitrina de trofeos de la universidad. Los de McDermott eliminaron en la primera ronda a Washington State por un contundente 103 a 77, después tampoco tuvieron problemas para eliminar a North Carolina State por 112 a 94 y, en la final, se encontraron con Old Mississippi por 86 a 77, a pesar de ir por debajo al descanso. 
Es decir, muy buen bagaje: tres victorias, trofeo, un equipo compacto y con los roles, aparentemente, ya establecidos desde el principio de la temporada. Da la sensación de que hay jugadores que han llegado en un gran estado de forma de las vacaciones y que las incorporaciones han sido todo un acierto. 
En la rotunda victoria ante Washington State destacó Conor Clifford para los derrotados quien, con 29 puntos y buenos porcentajes, apenas salvó su orgullo personal. Por Creighton jugaron hasta catorce jugadores y todos estuvieron más de cinco minutos en cancha, lo que permitió ahorrar fuerzas y repartir esfuerzos. Cole Huff fue el máximo anotador con 17 puntos, además de capturar 6 rebotes. Marcus Foster hizo 16 y Maurice Watson Jr, quien solo hizo 7 puntos, añadió 13 asistencias. Buen rendimiento desde el banquillo de jugadores como Isaiah Zierden, Zach Hanson, Tyler Clement o un Martin Krampelj que se fue hasta los 8 puntos y 5 rebotes en 11 minutos. Ante North Carolina State, Cole Huff, de nuevo, fue el líder del equipo con 20 puntos y 10 rebotes, pero, en cualquier caso, hasta otros seis jugadores hicieron dobles dígitos: los otros cuatro titulares, Justin Patton (10 puntos), Marcus Foster (15 puntos), Khyri Thomas (16 puntos) y Maurice Watson Jr (13 puntos y 7 asistencias), además de dos suplentes, Isaiah Zierden (12 puntos con 4 triples de 4 intentos) y Zach Hanson (11 puntos y 8 rebotes). También destacaron jugadores que aprovecharon sus minutos, como Toby Hegner (8 puntos en los 12 minutos que tuvo) y Tyler Clement (7 puntos y 5 asistencias). Martin Krampelj apenas jugó 2 minutos en los que no aportó nada. Krampelj también tuvo unos segundos en la final, pero tampoco consiguió estadísticas, más allá de perder un balón. Buenos minutos de refresco, de nuevo, de Toby Hegner, con 12 puntos desde el banquillo, pero el protagonismo, en esta ocasión, fue para un Marcus Foster que se fue hasta los 25 puntos (con 5 de 8 en triples) y Khryi Thomas, quien añadió 16 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias y 1 tapón. En Ole Miss, los mejores fueron Rasheed Brooks y Deandre Burnett, con 22 puntos cada uno, pero el máximo reboteador fue el español Sebas Saiz, quien solo anotó 4 puntos pero cogió 14 rebotes en una temporada en la que el madrileño es titular indiscutible y uno de los jugadores más destacados de los Rebels. 
Tras regresar de Saint Thomas, a los de Creighton les esperan cincoo partidos en casa (Loyola Maryland, Buffalo, Akron, Longwood y Oral Roberts) y dos visitas (Nebraska y Arizona State) antes de comenzar los partidos de conferencia. De todos esos, ya han jugado uno, ante Loyola Maryland, y esta misma noche recibirán a Buffalo. El partido ante los Greyhounds también se ha solventado con victoria y con una buena defensa. El 82-52 lo deja bien claro. Pero lo que lo dejó claro fue una segunda parte arrolladora en la que los Bluejays anotaron tantos puntos como sus rivales en total (52)  y dejaron a su rival en 27. Buenos minutos para Krampelj que los aprovechó para aportar 10 puntos y 5 rebotes, aunque no fue el único suplente que ofreció buen rendimiento, porque Toby Hegner y Ronnie Harrell Jr, con 7 puntos cada uno, también estuvieron efectivos. Los mejores fueron, sin embargo, Marcus Foster, 16 puntos, y, sobre todo, un sorprendente Justin Patton que dominó en los tableros con 17 puntos y 6 rebotes (los de Omaha hicieron 50 puntos en la pintura). 
Como decimos, hoy llega Buffalo, y habrá que ver si los Bluejays mantienen su impoluto récord de 6 victorias y 0 derrotas. Ahora mismo, aunque estemos solo al principio, la temporada es prometedora. El equipo ya aparece en los ránkings de apuestas.  En el AP Top 25 que votan los periodistas, Creighton es el 10º favorito para convertirse en campeón nacional, en una clasificación que lidera Kentucky por delante de Villanova. También estos son los dos primeros en el otro ránking principal, el USA Today Coaches Poll que votan los entrenadores, donde Creighton aparece en 12º posición. No está nada mal para empezar. 

Posdata: La fotografía la he buscado en google images pero parece provenir de omaha.com.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Julen Irizar



Hace unos días ya sonaba el río porque entrevistaban en prensa a Jon Odriozola. El director del Euskadi Basque Country-Murias confirmaba que el único equipo profesional vasco en la actualidad seguirá un año más en la categoría continental y hacía un balance positivo de la temporada cerrada. 
El balance era fácil hacerlo con una sonrisa porque, al fin y al cabo, 2015-2016 quedará como la temporada en que el equipo conseguía su primera victoria profesional. Imanol Estévez levantó los brazos al entrar como vencedor en una etapa de la Vuelta al Alentejo. Básicamente, el resto de las alegrías se reducían a celebrar que el calendario que habían disputado fue de calidad y que el equipo siempre intentó dar la cara y plantar batalla. Hay otro dato más que invita al optimismo y es que dos corredores de la plantilla de 2015-2016 darán el salto a otra categoría para la temporada a estrenar. 
Jon Ander Insausti marchará al Bahrain-Merida con su primo Ion Izaguirre y correrá en Pro Tour, ahí es nada. Mientras, Álex Aranburu subirá una categoría y correrá en el Caja Rural navarro. 
La plantilla de 2016-2017 ya ha sido confirmada y se apuesta, eso queda claro, por la continuidad. Si se van dos corredores, llegan otros dos: Óscar Rodríguez y Julen Irizar. Casualmente, los dos stagiaire con el equipo vasco durante el final de la recién terminada temporada. Rodríguez es un corredor rápido que llega del Lizarte que dirige Juanjo Oroz, ex corredor del Euskaltel-Euskadi. El de Burlada ya debutó en la Volta a Portugal en profesionales y lo hizo con el maillot de Murias. Por su parte, Julen Irizar llega desde el AMPO, tiene 21 años, es de Bergara, y, el año pasado, en su debú en profesionales, lo celebró en la Vuelta a Burgos con una escapada, incluyendo un demarraje desesperado en solitario cuando el pelotón engullía a los escapados. Para él el titular y la  fotografía, tomada de la web oficial del Euskadi Basque Country Murias Taldea, para todos ellos.
Ellos dos serán las únicas caras nuevas y substituirá a Aranburu e Insausti. Los otros doce corredores siguen en la plantilla un año más: Eneko Lizarralde, Ander Barrenetxea, Imanol Estévez, Mikel Iturria, Aritz Bagüés, Aitor González, Mikel Bizkarra, Beñat Txoperena, Gari Bravo, Pello Olaberria, Adrián González y Gotzon Udondo
El equipo ya ha confirmado una primera concentración en Benidorm con vistas a preparar la Challenge de Mallorca, pero aún no ha anunciado el calendario para la próxima temporada. A buen seguro, se intentará seguir cubriendo los calendarios de España, Portugal y, sobre todo, Francia. Odriozola quería haber ampliado la plantilla para hacer más relajado los periodos en que doblan, pero, al parecer, no ha podido ser. Igual que no se pudo adelantar un salto de categoría que Odriozola sigue ambicionando para la temporada 2018. Por ello, esta se convertirá, sin ninguna duda, en una temporada muy importante para el Murias Taldea. Ojalá tengan éxito y el equipo crezca. Sería una buena noticia para el ciclismo vasco.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Robert Covington



Los Sixers no juegan playoff desde la temporada 2011-2012. Con un balance de 35 victorias y 31 derrotas, se clasificaron en el Este en última posición y dieron la sorpresa al eliminar al campeón de la conferencia este, Chicago Bulls, que había terminado con quince victorias más la temporada regular. Fue una temporada corta, la del lock-out, y en los Bulls de Tom Thibodeau mandaban Derrick Rose, Carlos Boozer, Luol Deng, Joakim Noah y Richard Hamilton. La alegría de los Sixers no duró mucho, aunque se lo pusieron difícil a unos Celtics de Boston que después caerían en las finales de conferencia con el ganador final, los Miami Heat. Eran los Heat de LeBron James, Chris Bosh y Dwayne Wade, y los Boston Celtics de Ray Allen, Paul Pierce y Kevin Garnett. Por su parte, aquellos Sixers de Doug Collins estaban liderados por gente como Andre Iguodala, Elton Brand, Thaddeus Young o Louis Williams. 

Desde la 2011-2012, se han disputado cuatro temporadas en las que los de Philadelphia han ganado 81 partidos, es decir, a una media de 20 partidos por temporada. Han llegado, incluso, a firmar un ridículo récord de 10 victorias y 72 derrotas en la temporada pasada, la 2015-2016. El bagaje es muy duro para una ciudad que ha visto jugar como local a gente como Charles Barkley, Moses Malone, Allen Iverson, Julius Erving, Wilt Chamberlain o Maurice Cheeks. Es cierto que el último título de la franquicia fue en 1983, cuando el equipo que dirigía Billy Cunningham se impuso a los Lakers de Pat Riley en una serie a la que aún se la conoce con el sobrenombre de Showdown'83 y donde Moses Malone, Maurice Cheeks, Bobby Jones, Andrew Toney y un veterano Julius Erving se impusieron a Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar. Desde entonces, los Sixers, que también pasaron años oscuros, lucieron, aunque no tanto, a partir de la llegada de Allen Iverson y de Larry Brown, este último como entrenador. Destaca, por ejemplo, la temporada 2000-2001, donde no solo alcanzaron play-offs, si no que dejaron por el camino a los Indiana Pacers, los Toronto Raptors y los Milwaukee Bucks para alcanzar las finales por el título donde ganarían el primer partido, pero ya no volverían a hacerlo. Como consuelo, arrasaron en los títulos individuales: Allen Iverson se llevó el MVP, Dikembe Mutombo fue el mejor jugador en defensa, Aaron McKie fue nombrado mejor sexto hombre y Larry Brown fue el mejor entrenador. Por cierto, en la plantilla de aquel equipo aparecía el argentino Pepe Sánchez. 

Llevan muchos años en Philadelphia añorando aquellos años del cambio de siglo. Lo curioso es que los Sixers encadenan tres años consecutivos llevándose puestos altos del draft: en 2014 se llevaron a Joel Embiid (3º), en 2015 a Jahlil Okafor (3º) y este año a Ben Simmons (1º). Y no han sido los únicos, porque, en estos años, han contado con jugadores que salieron muy alto en el draft, mucho talento sobre el papel: Michael Carter-Williams (11º), Nerlens Noel (6º), Nik Stauskas (8º), Glenn Robinson III (23º) y ya tuvieron a Evan Turner, 2º en el draft de 2010. Vamos, que no ha sido por oportunidades de reconstruirse y por jóvenes con posibilidades de tomar el liderazgo y devolver a los Sixers al éxito. 

El dueño de los Sixers, Joshua Harris, aficionado al fútbol, digo yo, ya que también posee el 18% del Crystal Palace, decidió dar un golpe en la mesa y contrató esta temporada a Bryan Colangelo, hijo del histórico Jerry Colangelo, para presidir al equipo y dirigir la parcela deportiva. Su primera decisión fue darle una nueva oportunidad a Brett Brown, un técnico joven (55 años), que había crecido al abrigo de Gregg Popovych en los San Antonio Spurs. Sus apuestas fueron un poco tímidas: tan solo incorporó a dos veteranos sin mucho impacto, Gerald Henderson (suplente toda la temporada pasada en Portland Trail Blazers) y Jerryd Bayless (quien ya ha pasado por más de media docena de equipos). Además de ellos, decidió apostar por el talento europeo, siempre un riesgo, y recuperó para la NBA a Sergio Rodríguez, mientras le daba la oportunidad a una de las grandes promesas del baloncesto europeo, Dario Saric. Su última apuesta fue traspasar a Jerami Grant por un Ersan Ilyasova que se ha adaptado al equipo muy pronto. Además de a estos jugadores, se les firmó su primer contrato profesional al francés Timothé Luwawu-Cabarrot, un alero de 21 años que llegaba desde el Mega Leks serbio y, por supuesto, al australiano Ben Simmons, número uno del draft, sobre el que estaban y están puestas todas las ilusiones del equipo a pesar de que se lesionó entrenando con los Cleveland Cavaliers antes del draft. 

Por lo tanto, Colangelo no tomó ninguna decisión radical y optó por trabajar, quizás, con más paciencia y sosiego. Al fin y al cabo, Brett Brown, quitando a los recién llegados Jerryd Bayless (8 años de experiencia en la NBA), Ersan Ilyasova (otros 8 años) y Gerald Henderson (7 años), no tiene un jugador que supere los 4 años de experiencia, y el único que llega a cuatro es un Sergio Rodríguez al que esta nueva experiencia le debe saber casi como la primera. 7 de los 15 jugadores de los Sixers, los rookies Ben Simmons, Timothée Luwawu-Cabarrot y Dario Saric, el también rookie pero solo porque el primer año se lo pasó lesionado, Joel Embiid, y los sophomores Jahlil Okafor, Richaun Holmes y TJ McConnell, no tienen más que un año de experiencia o debutan. Solo llevan dos años en la NBA Nerlens Noel y Nik Stauskas, y uno más llevan Robert Covington y Hollis Thompson. Muy poca experiencia, por supuesto, esa es la primera y más fácil lectura. Además, son un plantel de lo más internacional. Siete de sus 15 jugadores no son norteamericanos: un turco, un canadiense, un camerunés, un australiano, un francés, un español y un croata. 

Esta noche reciben a los Memphis Grizzlies pero, aunque solo llevemos disputados, como quien dice, un puñado de partidos, los aficionados de los Sixers han empezado a hacerse ilusiones. Por primera vez en tres años, han ganado cuatro partidos consecutivos en casa. Rompieron una racha histórica de 108 partidos (desde marzo de 2015), sin ganar dos seguidos. No era difícil romper todas esas rachas negativas, pero, a estas alturas, con 4-10, les quedan más de sesenta partidos para ganar siete y superar el récord negativo que hicieron el año pasado. Los aficionados del Wells Fargo Center confían en que, este año, van a poder disfrutar algo más del baloncesto NBA. 

Más aún cuando, por ejemplo, aún no ha debutado Ben Simmons, sobre el que, como decíamos antes, tienen puestas todas sus esperanzas. Ni Nerlens Noel. Ambos están lesionados y, cuando regresen, se sumarán al buen rendimiento que lleva hasta ahora Joel Embiid, recuperando lo que prometía cuando le eligieron tercero del draft tras destacar en la universidad de Kansas. El camerunés ha jugado diez partidos y calculando los minutos en cancha para que no recaiga en sus problemas físicos (22.2 por partido). Con todas esas medidas, promedia 18.4 puntos y 7.3 rebotes de media. Cuando crezcan sus minutos, quizás crezca su rendimiento. También acaba de volver un Jerryd Bayless que se perdió los primeros 13 partidos y Ersan Ilyasova, que empezó con los Oklahoma City Thunders, se ha hecho al equipo muy pronto: ya acumula 11 partidos con buenas medias, 12.3 puntos y 4.9 rebotes por partido. Aún se puede esperar más de Jahlil Okafor, un tanto eclipsado por el rendimiento de Embiid, aunque sus 10.8 puntos por partido en 19 minutos de juego se pueden mejorar con el paso de los partidos. Lo mismo pasa con un Dario Saric que ha perdido su puesto en el quinteto titular, pero aún es el tercer jugador con más minutos sobre la cancha, 9.9 puntos y 6.2 rebotes por partido. 

Es decir, hay margen de mejora para el peor equipo de la temporada pasada, capaz, en 2015, de batir alguno de los récords más bochornosos de la competición. Noel, Okafor, Embiid, Saric y Simmons pueden formar, sin duda, un equipo de futuro, pero también de presente. Un presente en el que, por cierto, uno de los jugadores más destacados está siendo el canario Sergio "El Chacho" Rodríguez. Titular en los 14 primeros partidos, el ex del Real Madrid, también es el jugador con más minutos en el parqué, 28.3 minutos y el mejor pasador (7.1 asistencias). De hecho, es el noveno mejor pasador de la competición. Sus minutos pueden bajar ahora, con el regreso de Bayless, y probablemente lo harán aún más cuando vuelva Simmons, pero puede que el australiano se pierda toda la temporada o gran parte de ella. De todas formas, el español ya se ha ganado el aprecio de los aficionados y, aunque con más reparo, algún reconocimiento de periodistas que cubren la actualidad del equipo, como Bob Cooney, de Philly.com y The Inquirer, quien, a pesar de desear que Bayless ocupe su puesto en el quinteto titular y lamentar sus errores en defensa, ha recalcado su buen juego en estos primeros partidos y declara que "he would be ideal for this team playing 15-to-18 minutes as a backup at the point." Es decir, que sería un gran reserva y su rendimiento encajaría perfectamente en el plan ideal del equipo con 15 a 18 minutos por partido. 

El titular, sin embargo, se lo vamos a otorgar a Robert Covington, alero titular hasta ahora de los Sixers, con 27.2 minutos de juego por partido y unas estadísticas decentes de 7.9 puntos y 4.9 rebotes por partido. No está teniendo una buena temporada en el tiro exterior, su mejor faceta en las dos temporadas que lleva en los Sixers, pero, al menos, ha conseguido asentarse en la NBA. Covington, estrella en la universidad de Tennessee State, no fue elegido en el draft, aunque consiguió firmar un contrato con los Houston Rockets y debutar en la NBA. Aún así, pasó mucho tiempo en la liga de desarrollo, tanto que le llegaron a nombrar rookie del año. Sin embargo, el alero de Belwood, Illinois siempre creyó que podía tener un hueco en la NBA, y lo consiguió en unos Sixers donde lleva ya tres años, habiendo jugado 137 partidos en los dos primeros, 98 de ellos como titular. Esta temporada, ha jugado todos los que se han disputado y todos los ha jugado desde el principio. 

Como decíamos, hoy llegan los Memphis Grizzlies al Wells Fargo Center y empieza lo bueno. Los de Marc Gasol son cuartos en la conferencia Oeste con 9 victorias y 5 derrotas, y parece que el catalán está inspirado, Mike Conley se ha acostumbrado a su contrato y Zach Randolph acepta su puesto de sexto hombre. Será un rival difícil y el comienzo de una fase complicada, porque, después de ellos, serán los Cleveland Cavaliers y los Chicago Bulls los que visiten Philadelphia. Rivales de alcurnia para testar si, realmente, el equipo de Brett Brown está alcanzando el equilibrio que anticipe el éxito que se espera que algún día produzca toda esa talentosa juventud. 

Por cierto, es curioso que la derrota más dolorosa de las diez que llevan se la inflingiera el otro equipo de la competición que destaca por las mismas características que los Sixers: juventud y contínua reformación. Ante los Minnesota Timberwolves perdieron de 24 puntos. Desde entonces, los Sixers ganaron sus dos siguientes partidos y los Wolves los perdieron. Los de Ricky Rubio no vencen a los de Sergio Rodríguez en edad. Los Sixers tienen una media de 24.3 años y los Wolves, de 25.7; pero sí parece, sobre el papel, que los Wolves ganan en talento; al menos, si nos ceñimos a los puestos que ocuparon los jugadores de los Wolves en sus respectivos drafts: Andrew Wiggins (1º en 2014), Karl-Anthony Towns (1º en 2015), Ricky Rubio (5º en 2009), Kris Dunn (5º en 2016), Jordan Hill (8º en 2009), Cole Aldrich (11º en 2010), Brandon Rush (13º en 2008), Zach LaVine (13º en 2014), Shabazz Muhammad (14º en 2013), Adreian Payne (15º en 2014), Gorgui Dieng (21º en 2013)  y Tyus Jones (24º en 2015). Todos elegidos en primera ronda y 8 de los 12 en los últimos tres años. 


Posdata: La imagen, tomada del google images, parece provenir de Fox Sports.

Jesse Sergent



Todos los años se retiran buenos corredores, está claro. Probablemente, 2016, no sea el año en el que las retiradas llaman tanto la atención, pero no deja de ser cierto que hay algún detalle que me ha llamado la atención.

Una, que se va uno de los más grandes: Fabian Cancellara. Cuatro veces campeón del Mundo CRI, 2 veces Campeón Olímpico CRI, 8 etapas en el Tour de Francia, 3 etapas en la Vuelta a España, 10 veces Campeón de Suiza CRI y un clasicómano auténtico: 1 Milán-San Remo, 3 Tour de Flandes, 3 París-Roubaix y 3 E3 Harelbeke. Además de ganar carreras como la Vuelta a Suiza, la Tirreno-Adriático o la Vuelta a Dinamarca. Todos esos títulos lucirán en el palmarés pero en la memoria de muchos quedarán más claras las imágenes de sus demarrajes a falta de un kilómetro, su manera tan compacta de correr, la habilidad para azotar al pelotón en el llano o sus galopadas por el barro y el adoquín. El suizo ha sido uno de esos corredores que han marcado los primeros años ciclísticos del siglo XXI.

Junto a él, esta temporada se retiran otros que conocieron la gloria de manera específica y limitada, algo muy significativo que nos gusta en este blog. Algunos, como Oliver Zaugg, otro suizo, se retiran con una sola victoria en profesionales. Eso sí, en su caso, una victoria de relumbrón: el Giro de Lombardía de 2011. También Johan Vansummeren, que consiguió otros triunfos, se retira, en parte por problemas cardíacos, recordando su gran triunfo en la París-Roubaix de 2011, victoria que aprovechó, si mal no recuerdo, para pedirle matrimonio a su novia. También Ryder Hesjedal, a pesar de tener más victorias, será recordado por una sola: la victoria final en el Giro de Italia de 2012. Jean Christophe Peraud, Fränk Schleck y Yaroslav Popovych han conseguido más victorias a lo largo de sus extensas carreras, pero los tres serán recordados no por victorias, pero sí por tres puestos meritorios, los que les llevaron al pódium del Tour, Peraud fue 2º en 2015 y Schleck fue 3º en 2011, y del Giro de Italia, ya que Popovych fue 3º en un lejano ya 2003.
Otros que también se retiran son veteranos como Pierrick Fedrigo (cuatro etapas en el Tour y campeón de Francia), Maarten Tjallingii (una Vuelta a Bélgica), Murilo Fisher (ganador de un UCI Europe Tour), Sebastien Chavanel (cinco etapas en el Tour del Porvenir), Sylwester Szmyd (23 grandes vueltas disputadas), Leonardo Duque (una etapa en la Vuelta a España), Graeme Brown (ganador de etapas en Alemania, Murcia, California, Polonia, Mallorca, Austria o Langkwai) o, sobre todo, Michael Rogers, tres veces campeón del Mundo CRI y ganador de etapas en Tour de Francia y Giro de Italia.
 
Se retiran otros veteranos con menos palmarés pero nombre en el pelotón, gente como Marc de Maar, Bartosz Huzarski, Jean Marc Bideau, Christian Meier, Johnny Hoogerland..., pero lo que más sorprende es la retirada de corredores muy jóvenes.  

Con treinta años o menos de treinta, esta temporada se retiran corredores como Jesse Sergent (28), Carter Jones (27), Caleb Fairly (29), Jerome Coppel (30), Matthew Goss (30), Phillip Gaimon (30), Travis Meyer (27), Cameron Meyer (28), Daniele Ratto (27) o Dominik Nerz (27). Lo de los hermanos Meyer no lo tengo muy claro. En algún sitio he leído que Cameron Meyer ya había vuelto tras cuatro meses y no sé si a Travis Meyer se le ha retirado por confusión. Destacan, quizás, las retiradas de corredores que prometían más, como el alemán Dominik Nerz o el estadounidense Caleb Fairly. Alguno quizás se sorprenda por ver a Matt Goss en esta lista o, sobre todo, a un Jerome Coppel que, hace poco, en 2015, era nada más y nada menos que campeón de Francia CRI y medalla de bronce en el campeonato del Mundo en la misma especialidad. 

El titular se lo podíamos haber dado a cualquiera, pero, en este caso, se lo damos al neozelandés Jesse Sergent, quien se retira a los 28 años y tras haber firmado, hace solo un año, un buen contrato con el Ag2r La Mondiale francés. Sin embargo, el rodador neozelandés no pudo superar de todo el atropello que sufrió en el Tour de Flandes antes de firmar en Francia y que le tuvo parado varios meses, además de tener que pasar por tres operaciones. Todos esos corredores tendrán sus razones: edad, hartazgo, decadencia física, razones psicológicas, otras expectativas, motivos familiares... Quién sabe, pero, el caso, es que a ninguno de ellos, al parecer, lo veremos el año que viene en la serpiente multicolor. 



Posdata: La fotografía, encontrada en el buscador de imágenes de google, muestra a Sergent con el maillot de su anterior equipo, el Trek, de cuya página oficial parece provenir esta imagen.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Naiara Egozkue



El pasado 25 de Octubre, el Club Balonmano Zuazo Femenino se dio un merecido homenaje. Cumplen 25 años de historia y era obligado celebrarlo. Más aún en el año en el que el club barakaldés disfruta de un acontecimiento histórico: tras acabar subcampeón de Copa y sexto clasificado en Liga, disputaron, este pasado 12 de Noviembre, el primer partido de competición europea de su historia. Y ya de paso, de la historia del balonmano femenino barakaldés. Y casi me atrevería a afirmar que del deporte barakaldés. 

El resultado, en parte, es lo de menos; sobre todo, lo será cuando lo miremos con perspectiva, pero, ahora mismo, estoy seguro de que a las jugadoras y al cuerpo técnico del Club Balonmano Zuazo les dolió perder, por mucho que ya sea un logro haber llegado a disputar competición europea. Una vez que estás en ello, solo piensas en hacerlo mejor, digo yo. Pero, al fin y al cabo, sus rivales, el H 65 Höör, tienen 25 años más, hasta superar los cincuenta, de historia y, sin ir más lejos, ganaron esta misma competición, la Copa Challenge, en 2014. La nueva jugadora del Zuazo, la internacional Naiara Egozkue se fue hasta los 11 goles (para ella el titular de la entrada), y las barakaldesas Jessica Nogales y Ainhoa Fernández, esta última es internacional y olímpica, la secundaron con otros cinco cada una. A pesar de ello, las suecas ganaron por 31 a 25. El partido de vuelta se disputará el sábado 19 de Noviembre de 2016 en el Polideportivo de Lasesarre de Barakaldo. Sería muy emocionante, y totalmente merecido, que las 3.200 localidades del coqueto pabellón fabril se llenaran para soñar con la remontada. 

Las barakaldesas jugaron hace un par de meses su segunda final: volvieron a perderla ante el intratable Balonmano Bera Bera. Era la Supercopa. Con esta, son cinco Supercopas consecutivas para las donostiarras, quienes también han ganado las últimas cuatro ligas y han disputado las últimas cinco finales de Copa, aunque perdieron dos de ellas. No la última, en la que derrotaron al Zuazo. En Europa, sin embargo, aún no han conseguido alcanzar aquel histórico subcampeonato del Itxako de Ambros Martín que perdió la final de la Liga de Campeones de la EHF por la mínima ante el Larvik noruego. Si el Bera Bera no puede, que domina el baloncesto femenino estatal, imagínate lo difícil que resulta para las barakaldesas del Zuazo. 

Zuazo es un barrio y un patio de colegio. Allí se empezó a jugar al balonmano. Tanto chicos como chicas. Ahora, se pasean por Europa, juegan finales, el seleccionador nacional fue entrenador del equipo... Añadir femenino al sustantivo balonmano no es necesario para iluminar el valor de un recorrido que debería reconocerse en la ciudad tanto como parece reconocerse entre los aficionados a este deporte. El próximo sábado, una muesca más. Son cuartas en la Liga. Soñar no es solo gratis si no que es razonable también.