martes, 6 de diciembre de 2016

Yúliya Balykina



En resumen: todo volvió a salir perfecto. Si os encontráis con esta entrada por sorpresa, os lo resumo: hablo de la sexta edición de la Carrera Pormaratoniana, una carrera supuestamente amateur que nos tomamos con profesionalidad pero también, como siempre, como una disculpa para reunirnos, correr juntos y después irnos de comida. Y eso es lo que hicimos. 

La VI Carrera Pormaratoniana se disputó el pasado sábado 3 de Diciembre en los barrios más verdes de Barakaldo. Salimos del Parque de Tellaetxe, junto al Polideportivo de Gorostiza, en dirección hacia Retuerto, para torcer antes de llegar a la rotonda y cruzar por el interior de la plaza Cantarranas en dirección al puente de Bengolea. Hasta ahí, corrimos todos juntos. Cuando cambió el piso y se hizo la bidegorri, se dio salida a la competición y pronto se vio que este año iba a ser cosa de pocos y en grupetos. Por delante se fueron Ricky, Valen y Álvaro, un poco más lejos Joxema, Emi y Rubén, y nuestro gran pelotón se fue rompiendo poco a poco. Para cuando llegamos al comienzo del pantano, ya estábamos divididos completamente: Miguel y Asier se habían ido por delante, Mónica y Álvaro empezaban a seguirles y Gaxen, Leire y Ana hacían grupo. Un poco por detrás les seguían Mariano y Txemi y yo iba el último, como casi siempre en las últimas ediciones. 

Por delante, al parecer, Ricky se quedó atrás en el grupo de cabeza y Valen y Álvaro se disputaron la victoria (el cartel de este año resultó premonitorio), donde ganó, por primera vez, estrenándose, por lo tanto, en esto de llevar txapela, Valen. Álvaro entró al lado y Ricky un par de minutos más tarde, pisando cajón, aunque este año no tuviéramos pódium. Tres minutos más tarde, también entraron en pareja Joxema y Emi, por este orden, que habían dejado un tanto descabalgado a Rubén, sexto, a poco más de diez segundos de los anteriores. Miguel y Asier también llegaron juntos y en armonía, abrazados y todo, creo, a unos cuatro minutos de los anteriores. Un minuto más, les llevó a los siguientes, Mónica y Álvaro, que también entraron en pareja, dando, además, tiempo a la nueva vencedora femenina, que toma el relevo de otra Mónica y de Nuria. El pelotón fuimos entrando luego, poco a poco. A la altura de El Regato, yo ya había pasado a Txemi y Mariano, que se lo tomaban con más calma y por dentro del pantano fui poco a poco restándoles metros a Ana y Leire, pero no a un Gaxen que entró por delante mío, treinta segundos antes de que lo hiciera yo, seguido después por Leire, Ana y Mariano, unos minutos después, quien, desgraciadamente, entró solo porque Txemi se lesionó. Más o menos, esa fue la crónica desde mi limitada perspectiva. 

Como siempre, nos esperamos en línea de meta, donde Cris, lesionada para la ocasión, se encargó de tomar los tiempos y organizarlo todo, contando con la ayuda de Silvia. Allí comentamos la carrera, dimos buena cuenta de la bolsa con líquido, dulces y frutos secos, nos vacilamos, nos sacamos unas fotos y asistimos a la disputa de la Porma Txiki, donde Martín, Daniel y Elba demostraron que hay cantera. Todos habíamos corrido ex aequo y concomitamos en aquel lugar para alegría de los que adolecen de ansia de ganar (si esta frase te chirría, no te extrañe, es un chiste íntimo que igual lo coge alguno cuando lea al mismo tiempo ex aequo, concomitar y adolecer, que son una locución latina y dos verbos como otros cualquiera que naturalmente se pueden utilizar en un mismo día sin pretensión alguna, ¿verdad?). 

Y, más o menos, aquí debería parar. El resto es más bien propio de la intimidad de la Porma, pero no está de más insistir en que nos fuimos todos juntos de comida, con más compañía aún, hablamos de todo un poco, nos reímos, y, esta vez, la verdad, la carrera nocturna fue un poco decepcionante, pero todos los años no va a ser jauja. El próximo, al menos ese es nuestro propósito, repetiremos séptima edición y, si podemos, alargaremos hasta la madrugada, quién sabe. Lo que de verdad importa es que los que se estrenaron este año acabaron contentos y los que llevamos en esto desde la primera edición seguimos sorprendiéndonos de que, año tras año, seamos capaces de volver a repetir. No es fácil encontrar una fecha y es más complicado de lo que parece hacer que todo funcione, dado que nos hacemos mayores y, cada vez, tenemos más obligaciones y menos oportunidades de no atenderlas. De hecho, este año, han sido muchas las bajas de corredores habituales y de potenciales ganadores y hemos bajado de los veinte participantes, pero, seguro, estoy convencido, el año que viene encontraremos una fecha mejor y todos ellos volverán a disfrutar de la Porma. 

Los que hayáis leído todo esto sin haber sido protagonistas, podéis probar el año que viene y averiguar de qué va esto. Invitados quedáis. A los 16 corredores de esta edición, más voluntarios, organizadores y demás familia, muchas gracias por todo y, como siempre, ¡Viva la Porma!
Y ya sabéis, pronto, cuando tengan un momento, seguro que en Pormaratones, el blog culpable de que exista todo esto, os dan una crónica mucho mejor que ésta. Estad atentos y pinchad aquí para averiguarlo: Pormaratones

Unas foticos (la peña en grupo antes de empezar y los tres pódiums):






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