sábado, 16 de abril de 2016

Fran Ventoso



No, tranquilos, que no voy a colgar la foto. Pero, es cierto, la rodilla del corredor de Reinosa y el tema de los frenos de disco ha sido uno de los temas ciclísticos de las últimas semanas. Si no lo habéis visto o leído, hacedlo, pero yo no voy a seguir con ello que aún se me eriza el vello cuando lo veo.

Cierto es que hemos estado un poco vagos últimamente y hemos dejado de lado la actualidad deportiva. Empezamos a hablar de la Itzulia y luego no hemos seguido el ritmo. Tanta cuesta para llegar a las ermitas, la verdad, nos pudo, aunque lo que más nos pudo, como siempre, fue la rutina del día a día que no nos permitió visitar el blog y dejar por escrito todas estas reflexiones un tanto descriptivas con las que solemos llenar los huecos de estas entradas. Perdón si alguien, que lo dudo, esperaba con ansia nuestras glosas. 

El caso es que la Itzulia terminó y terminó con victoria de Alberto Contador. La cuarta del corredor de Pinto al que, definitivamente, se le da muy bien esta carrera. Eso de aguantar las etapas rompepiernas y las encerronas y rematar en la contrarreloj final le viene como anillo al dedo, y aprovechemos las expresiones de nuestro idioma materno. Pero, al mismo tiempo, eso nos lleva a darle la razón a David López, corredor barakaldés del Sky, y al periodista y ex ciclista Xabier Usabiaga. Me refiero a que, sí, da la sensación de que la Vuelta al País Vasco es siempre más de lo mismo. Lo decía el gregario de lujo del equipo británico en una entrevista antes de empezar a correr, y lo ha dicho Xabier Usabiaga en varias ocasiones durante las retrasmisiones de la EITB. No sé si este año lo ha repetido, pero lo dijo otras veces antes. Siempre parece que hay que esperar a la contrarreloj final para elegir ganador. Por muchas subidas empinadas, puertos encadenados y kilometraje mareante que se añada antes, al final, siempre gana el que rompe el reloj en la última etapa. Coincido con ellos en que no estaría mal cambiar este diseño de vez en cuando, arriesgar con otra proporción, darle la oportunidad a aquellos que no destacan en esta especialidad. 

Que Contador ganara la Itzulia también nos ayuda a llegar a otra conclusión. Para ganar la Itzulia hay que tener muchas batallas en las piernas. Contador ha ganado su última Itzulia con 33 años y ganó la tercera con 31. El año pasado se la llevó Joaquim Rodríguez cuando tenía 35. En 2012, Samuel Sánchez se llevó la suya con 34 años. Un año antes, Andreas Kloden la ganó con 36, relevando en el pódium a un Chris Horner que la había ganado con 39 años. Desde 2010, solo Nairo Quintana, que ganó en 2013 con 23 años, ha triunfado en la carrera con menos de 30 años. Échale un vistazo a los ganadores parciales de etapa de este año, te darás cuenta del nivel de la carrera y también de que nuestra conclusión se confirma: Luis León Sánchez se llevó la primera y tiene 32 años. Steve Cummings la tercera y tiene 35 años. Samuel Sánchez la cuarta y tiene 38 años. Alberto Contador la última y tiene 33 años. Solo Diego Rosa, 27 años, y Mikel Landa, 26, rompieron esta tendencia. Solo la clasificación final nos deja una juventud palpable, gracias a los buenos puestos de Nairo Quintana, Thibaut Pinot, Wilco Keldermann y un sorprendente Lawson Craddock, que está siendo una de las sensaciones positivas de esta temporada (6º en el Criterium Internacional y 9º en el País Vasco para el corredor norteamericano del Cannondale que cuenta con 24 años). 

Del resto podemos resumir varias cosas: buenas sensaciones de Alberto Contador que confirmó que se ha pensado lo de retirarse al final de temporada. Espectacular celebración de un Diego Rosa que puede ser un corredor importante en las grandes carreras, aunque sea para echar un cable. Emocionante regreso al triunfo de un Samuel Sánchez que se emocionó y recordó la espina que aún duele a la afición euskaldun cuando mencionó el todavía doloroso adiós de Euskaltel-Euskadi. Y, sobre todo, inesperado e ilusionante triunfo en Baranbio de un Mikel Landa que apenas llevaba kilómetros de competición y al que se le hizo la carrera larga, demostrando que no le importa trabajar para otros aunque, al final, su compañero Sergio Henao no pudiera alzarse con el triunfo y tuviera que conformarse con la segunda posición. 

Además de Fran Ventoso, otros han sido protagonistas en estos días de competición que no hemos llegado a cubrir, pero, probablemente, el más feliz de todos ellos fuera otro veterano, el australiano Matthew Hayman quien, a sus 37 años, consiguió su victoria más importante al llevarse la París-Roubaix por delante de Tom Boonen. Eso sí, el que si demostró su absoluta felicidad fue Robbie McEwen, quien celebró la victoria de su compatriota por todo lo alto. Stuart O'Grady ganó la carrera en 2007 (tenía 34 años), y ése es todo el bagaje de un país tan aficionado al ciclismo como Australia, así que era para celebrarlo. 

Podríamos hablar de más gente que celebró victorias, Petr Vakoc, Carlos Betancur, Giovanni Visconti... incluso de las chicas que llevan varios días pedaleando por aquí cerca, pero vamos a dejarlo aquí y espero que regresemos antes de que se nos acumulen tantas noticias que volvamos a tener que hacer otro resumen tan atropellado como éste. 

Pongo foto de Diego Rosa disfrutando de su alegría (buscada en google images pero llega, al parecer, de hashgurus.com), los nombres de los protagonistas en negrita, y a otra cosa.

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