No pretendo crear morbo, ni tampoco dar lecciones de ética. No sé lo que hizo antes Leonardo Medina ni a dónde creía que iba Axel Witsel. Creo que son dos jugadas que deberían quedar en la retina. Ninguna de las dos deberían repetirse. No creo que la competitividad del deporte profesional deba servir como disculpa para justificar, aunque sea tan solo parcialmente, este tipo de jugadas. Hoy le toca a las ligas boliviana y belga, pero ejemplos ha habido por doquier en distintas ligas.
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