Felicidades, Gary.
En los años ochenta del siglo pasado, se convirtió en uno de los mejores delanteros del mundo. Medía solo 1'80, pero destacaba en el remate de cabeza y en un instinto especial para acertar delante del portero. Después, llegó Cruyff, le pegó a la banda, y abandonó el Barcelona para fichar por los Spurs. Se retiró en Japón con un contrato millonario. Antes había jugado en el Leicester City y el Everton y había sido el máximo goleador y una de las grandes figuras del Mundial de México 1986. Recuerdo que tenía el álbum y me flipaban los cromos de Amorós y Pfaff. ¿Por qué? No sé.
Por cierto, antes de seguir con su carrera tras abandonar el fútbol, dos datos. Primero, Lineker recibió el premio Juego Limpio, en reconocimiento a una extensa carrera en el fútbol profesional sin recibir ni una sola tarjeta amarilla. Segundo, Gary fue quien se inventó esa frase que todo aficionado al balompié conoce: el fútbol es un deporte que inventaron los ingleses y siempre ganan los alemanes.
De hecho, esos dos datos son pistas que nos ayudan a entender por qué Lineker se ha convertido en un personaje mediático en Inglaterra. Se le aprecia por dos valores fundamentales, quizás dos valores que brillan más en conjunto: su don para la comunicación (siempre fue muy extrovertido y además aún maneja el español en un país bastante monolingüe) y su fama de hombre caballeroso y con principios, un gentleman. Cuando abandonó el fútbol, pasó a las cabinas y los platós. Actualmente, comenta partidos para la BBC y para una cadena de retrasmisiones deportivas privada en Holanda, donde también trabaja Pierre Van Hooijdonk. También fue comentarista de golf, gracias a que, al parecer, como muchos otros futbolistas y entrenadores, tiene dotes para este deporte. Participó en la película Quiero ser como David Beckham y es la imagen publicitaria de las patatas Walkers, las Lay's en la Pérfida Albión. Su nombre es portada últimamente, porque tras separarse en 2006 de su mujer durante veinte años, Lineker se casó hace unos días con Danielle Bux, famosa modelo de lencería y participante en el programa La Cocina del Infierno durante la cuarta temporada, programa que inventó Gordon Ramsay, famoso cheff que asegura que jugó en los Glasgow Rangers cuando era un chaval. Bux, antes de conocer a Lineker, también mantuvo relaciones con Adam Willis, que jugaba en el Coventry City y tuvo como compañero de programa a Bruce Grobelaar. La foto de arriba son ellos dos, y las patatas Walkers. ¡A que es chulo el coche!
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