Fanzine deportivo literario. Crónicas caprichosas sobre héroes y villanos del mundo del deporte
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Moncho Monsalve
Nada más aceptar el reto de entrenar a la selección de Brasil, afirmó en una entrevista que "para mí esto es un sueño que no esperaba que se me presentase con 63 años, es un reto que afronto con una ilusión tremenda. Yo era un buen jugador, tuve una grave lesión de rodilla que no me permitió estar en unos Juegos Olímpicos y ahora tengo de nuevo esa posibilidad”. Hace unos días, tras vencer en la final del Torneo de las Américas a Puerto Rico y confirmar su clasificación para las Olimpiadas, afirmó que "el triunfo no significa nada para mí, sino más bien para ellos, que dieron el todo por el todo en este torneo con su gran defensa, que fue nuestra arma principal."
José Manuel Monsalve Fernández nació hace ya 64 años en Medina del Campo, Valladolid. Cuando yo era chaval, pasábamos la Nochebuena con mis primos en un pequeño pueblo castellano cerca de allí. Un día los padres nos llevaban a Medina del Campo y nos dejaban enredar por las calles llenas de gente. Mientras tanto, aprovechaban para que uno de ellos se escabullera y comprara regalos para sorprendernos esa noche. Nunca nos dábamos cuenta: había demasiadas luces, demasiada gente, demasiados detalles en los que perder la atención. Puede que nos cruzáramos con Monsalve por casualidad, quién sabe.
Moncho Monsalve fue un exitoso jugador del Real Madrid y la selección española, con la que llegó a ser 65 veces internacional. Empezó a entrenar antes de que muriera Franco y no lo ha dejado hasta hoy. Durante sus más de treinta años de carrera, ha entrenado a equipos como el Mataró de Barcelona, el FC Barcelona, CAI Zaragoza, CB Málaga, OAR Ferrol, Pallacanestro Varese, Náutico Tenerife, Castilla Valladolid y, no hace muchos años, el Cantabria Lobos. Incluso tuvo tiempo para las experiencias exóticas y se atrevió con aventureras tareas de seleccionador en países como República Dominicana, Túnez, Suiza y Marruecos, donde dirigió a la selección sub-21. Quizás la motivación para emprender esos proyectos se entiende tras escuchar estas declaraciones suyas en el periódico en 2003, durante un chat con los lectores en el periódico el Mundo: "Por encima de todo soy entrenador de baloncesto. Sólo hay una cosa más importante en mi vida, se llama Yolanda y sólo un proyecto importante en el aspecto deportivo lo podría considerar."
Unos años más tarde, Brasil le tentó con un objetivo de responsabilidad. Y no ha defraudado. Su renovación aún está en aire, pero sería de justicia histórica que Monsalve tuviera la oportunidad de dirigir a esta selección durante las próximas olimpiadas. Además, no dudo que haría un gran papel. Una nueva generación de baloncestistas cariocas se abre paso, tras los Israel y Óscar Schmidt Becerra, vinieron tiempos de desencanto, donde el talento de jugadores como Rogelio Klafke no llegó a cumplir las altas expectativas creadas. Ahora, los Leandrinho Barbosa ,Álex García, Marcelinho Huertas, Anderson Varejao o Tiago Splitter pueden reverdecer laureles de la mano de un veterano que pondría la guinda al pastel.
¿A que me quedó chulo? Reverdecer laureles, guindas en pasteles, justicia histórica... Más vale que me calle ya porque ni el metasarcasmo a posteriori lo arregla.
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