Fanzine deportivo literario. Crónicas caprichosas sobre héroes y villanos del mundo del deporte
jueves, 3 de junio de 2010
Davide Cassani
Davide Cassani tiene talento. Lo tuvo sobre la bicicleta y, al parecer, lo tiene delante de un micrófono. A saber, se retiró tras más de diez años de profesional y con un palmarés en el que se incluían dos etapas del Giro de Italia y victorias en el Giro de Reggio Calabria, la Tirreno-Adriático, el Tour del Mediterráneo o la Vuelta al País Vasco, además de clásicas de relumbrón como el Giro d'Emilia, la Milán-Turín, la Coppa Agostini, la Coppa Bernocchi, la Coppa Sabatini o la Villa de Camaiore. Cuando se retiró, lo ficharon para la RAI. Desde entonces, ha publicado libros, ha comentado carreras y ha colaborado en diversas apariciones televisivas, pero si se le recordaba hasta ahora era por decir como quien no quiere la cosa que se había topado con Michael Rasmussen en Trentino. Después vino lo de la mentira sobre México y al final el danés perdió su Tour de Francia. Pero Davide Cassani no se va a quedar tan solo con esta hazaña casi inocente, porque ahora aparece en ese video que ya quema en internet y donde (no acusan, solo invitan a reflexionar, dicen ellos aunque suene a sorna) se explica las particularidades de la bicicleta con motor y se denuncia que ha sido "presuntamente" (Cassani dice que así se lo ha dicho el individuo que le ha dado la bicicleta con motor que sujeta en sus manos) usada por profesionales. El bueno de Cassani resume sentencioso el reportaje diciendo que, a sus cincuenta años, él sería capaz de ganar etapas del Giro de Italia con esa bicicleta. Y en esto, de repente, se ha soltado la liebre y todo el mundo anda ya a la caza del nuevo dopaje, la última vuelta de tuerca: el dopaje mecánico. Pat McQuaid, que no gana para sustos, ya ha salido en prensa. Y Fabian Cancellara, que es quien aún anda con la boca abierta, ha venido a decir que esto es una soberana gilipollez. Si veis el vídeo, podéis sugestionaros y sospechar. O podéis incluso sospechar sin sugestionaros al ver cómo se explica los presuntos gestos extraños que Cancellara hace instantes antes de soltar, uno en la París-Roubaix, otro en el Tour de Flandes, dos de los arreones (dios, Riccó vuelve a mi cabeza) más impresionantes de la historia reciente del ciclismo. ¿Habéis visto Loose Change? Pues el efecto es parecido, aunque la comparación resulte ridícula. ¿En qué quedará todo esto? No lo sé, pero ya da para chistes. Ahora sí, si usa una de esas, Mitxel, Cancellara se lleva la cronometrada al Argalario sin lugar a dudas. Cassani, a lo suyo, haciendo amigos.
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4 comentarios:
Aupa! Antes de nada felicidades por el blog! Y bueno, a cuento de todo esto del dopaje mecanico, la verdad esto del harakiri continuo del ciclismo...Que ganas tienen algunos de acabar con un deporte tan grande!
Me he quedado flipao! No tenía ni idea de que estaban empezando a aflorar estas movidas. Lo que faltaba ya!
Lo de Cancellara no sé... la verdad es que mete unos ataques de la hostia y sin levantarse de la bici, parece que va en moto, pero, como dices, podría ser querer montarse la película un poco... igual lo ves en directo sin que te digan nada y ni siquiera parece sospechoso.
En fín, buena entrada HC.
El otro día lo estuve viendo en marca y la verdad es que me pareció una pésima broma, en fin...que deje en paz a mi amgo cancellara y se dedique a hablar de ciclismo que, en teoría, es de lo que sabe.
Me ha gustado esta entrada HC, Zorionak!!!
Gracias a los tres. Yo creo que todos nos hemos quedo parecido, sorprendidos, pero con una sorpresa que es una parte de resignación, otra parte de ganas de llorar y la última parte de ganas de echarse a reír.
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