lunes, 23 de enero de 2012

Diego Sánchez Montoya




Conocido como Dieguito, delantero de apenas 21 años del Lorca Atlético. Ayer se marcó cinco goles en el Estadio de Santo Domingo, ante el Poli Ejido. El asunto es que solo fueron cinco. Y solo cinco porque sus compañeros marcaron otros nueve para llegar hasta los catorce. 0-14. El resultado más abultado a domicilio en la historia de la Segunda B.


Pensarás que el Lorca Atlético se sale en la tabla, pero no. Dieguito y sus compañeros ocupan la decimoquinta plaza, a solo cuatro puntos del descenso. En descenso está el Poli Ejido, aunque quizás no le haga falta esperar al final de la temporada para vivir el descenso del equipo.


No hace nada que, en el mismo grupo de la Segunda B, el Spórting Villanueva extremeño fue expulsado de la competición tras el que se convirtió en el encierro más largo de un grupo de futbolistas: 55 días encerrados en un vestuario para denunciar los continuos impagos. Se barruntaba que lo mismo ocurriría con el Poli Ejido, pero, al final, se disputó el partido. Un partido un tanto surrealista, con menos de 50 espectadores en las gradas, un árbitro que se fue sin cobrar, y un amago de denuncia al comienzo del partido porque el Lorca sospechaba, y acabó por denunciar, que las fichas presentadas por el equipo no se correspondían con las fotografías. Qué recuerdos de cuando jugábamos al futbito en el colegio, y qué triste. Al final se jugó, el Lorca se quedó con diez en el minuto 26 de la primera parte, pero aún así le coló 14 goles a un equipo, el ejidense, que solo tenía siete fichas profesionales, siendo el resto jugadores del juvenil.


Hablamos de un equipo que hace solo tres temporadas descendía de Segunda, donde estuvo por un periodo de siete temporadas, soñando incluso con el ascenso en el año de Antonio Tapia y haciendo disfrutar a su hinchada con aquel 5-0 ante el Villarreal que le dio el pase a los octavos de Copa. Un equipo por el que han pasado, con mayor o menor éxito, jugadores como Mario Bermejo, Antonio de Nigris, Jorge Molina, Kike Burgos, Miguel Ángel Corona, Moisés García León, Marcelino Elena, Mikel Rico, Víctor Salas, Mariano Toedtli, Gerardo Torrado, Antonio Soldevilla o Luciano Leguizamón. Pero ése en realidad, era el Polideportivo Ejido, no el Poli Ejido 2012, que es el equipo que perdió ayer 0-14. Y es que después de reyes el equipo le dio la carta de libertad a todos sus jugadores y amenazó con la disolución. Se encontraron compradores, se refundó, se puso un nuevo nombre, no jugó la jornada por falta de jugadores pero solo una semana después se anunció que el equipo renunciaba a la categoría. Aún así, se jugó el partido contra el Lorca. Es una lástima ver a cualquier club en estas circunstancias, en las que se han visto otros antes, y parece que se verán más. La Segunda B parece agonizar: el Lemoa ya no tiene el dinero de la cementera, Villanueva del Fresno se quedó sin equipo, el Alicante también anuncia su muerte, el Spórting Mahonés seguirá el camino del Poli Ejido y el Spórting Villanueva... La situación parece muy crítica para el fútbol modesto en España, y, sinceramente, creo que la solución está lejos.

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