Lo que ha pasado esta última semana me recordaba a lo que pasa en los bares de la calle donde vive mi novia. Son bares de barrio, con habituales que bromean con el camarero y algún parroquiano que parece vivir postrado en la barra. Desde que abrieron el BEC (ridículas siglas que atienden al nombre de la nueva Feria de Muestras de Bilbao en inglés), en ocasiones especiales (exámenes de oposiciones, conciertos multitudinarios, partidos de baloncesto y demás espectáculos) se llenan a veces de gente que parece descolocada, que no pega con la decoración del bar. El día del concierto de AC/DC me hizo gracia ver como en uno de ellos tenían en la barra seis tortillas de patata recién hechas y la tele con videos de los australianos a todo trapo. Las chupas de cuero chirriaban con el póster de cinzano bitter. Algo así ha ocurrido con este blog. Mira que yo siempre encabezo las entradas con nombres populares o relativamente populares, pero fue poner Gotzon Mantuliz y al día siguiente ver el marcador ese que coloqué no sé cuando ni para qué y se habían conectado más de cien personas. Y ha seguido subiendo. En fin, el caso es que el concierto ya ha terminado, así que supongo que ahora volveremos a ver solo por aquí a los parroquianos habituales.
Y, quizás por ello, tenía ganas de escribir una nueva entrada pero no sabía de qué y se me ha ocurrido hablar de futbolistas gitanos. Quizás porque Ibrahimovic se enfadó el otro día y ahora cuentan que se va a apuntar al club de amigos de Florentino. No es el único gitano que juega al fútbol profesionalmente. El de ahí arriba, Gignac, es un delantero francés joven que la temporada pasada jugaba en banda porque en punta tenía que jugar Elmander y no destacaba, pero esta temporada es pichichi de la liga con el Tolouse, no, Toulouse, perdón (joder...). Su primo, también de raza gitana, juega para el Valenciennes y se llama Jacques Abardonado. Mario Lacatus, Ilie Dumitrescu, el gran Gica Haghi (dios, cómo jugaba), Nicolita... supongo que en la liga rumana habrá muchos más. Y en los Balcanes hay muchos, muchos jugadores que descienden de familias gitanas y que yo por lo menos no lo sabía: Milan Baros, Dejan Savicevic, Sinisha Mihajlovic... ¿Y Rafael van der Vaart? Su padre es gitano neerlandés. ¿Y Hristo Stoichkov? ¿Ricardo Quaresma? En España, a parte de aquel famoso delantero del Zaragoza, Jesús Seba, que luego jugó en lugares tan dispares como Villarreal, en el Wigan o en Portugal y que aún juega con 35 años en Andorra, creo que también son gitanos o tienen raíces gitanas jugadores como Apoño, Arzu, Jesús Navas, José Aurelio Gay, Casquero, Daniel López Ramos, José Antonio Reyes o David Cortés. Eso es al menos lo que he leído en Internet. ¿Sabes quién más? Eric Cantona también.
¿Y qué demuestra todo esto? Que me he ido avergonzando según iba escribiendo esta entrada de mis propios prejuicios escondidos, tan escondidos que creía que no los tenía. ¿Por qué me sorprende tanto? ¿Juegan con una sola pierna o qué? La ignorancia nunca es buena consejera. Supongo que sabemos solo lo que queremos saber y desconocemos, lo que no sabemos, y si no lo sabemos es porque no queremos saber. ¿El qué? Que soy gilipollas. No sé cómo terminar la entrada. No sé ni por qué la empecé. Ah, sí, para quitar a Mantuliz de la cabecera, y eso ya está hecho, así que, sefiní, que no sé si tiene que ver, pero parece caló, o romaní, que no debe ser lo mismo.
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