Solo he visto dos partidos de temporada regular este año: contra el Murcia y contra el Fuenlabrada, dos victorias prácticamente consecutivas que le sirvieron al Bilbao Basket para clasificarse para los play-offs de la liga ACB. Siempre que llegamos al estadio, antes de subir a la fila que nos corresponde, José y yo nos quedamos un rato a la salida del vomitorio, viendo a los jugadores calentar de cerca. El día del Murcia, apuntábamos a un jugador apocado, rubio y delgado que hacía estiramientos en silencio. ¿Qué poca cosa, no? Yo dije que sí con la cabeza.
Jugó poco más de cinco minutos para dar descanso a un Chris Thomas que hizo un buen partido.
El sábado por la tarde me proponía seguir el partido del Bilbao Basket en Barcelona por La 2. Luego resultó ser un maratón de conexiones que aprovecharon magníficamente para colarnos anuncios sin ton ni son. Todavía tengo en la cabeza la jodida musiquilla del anuncio de Fiat, la vergüenza ajena de "... y pronto serán los mejores de Europa" o algo así, ¡impagable Haislip! ¡o él aficionado que mira al infinito! ¿a dónde mira?, etecé, etecé. Al final, el partido que menos retrasmitieron fue el de Barcelona, pero casi que mejor. De infarto fue el de Zaragoza, y ahí, la "poca cosa" dio un recital digno de enmarcar y colgar en la pared. José Antonio Marco Gaona es un base de la generación de Ricky Rubio, menudo, delgado, rubio, de Murcia y que juega en Murcia, y que también ha jugado en las categorías inferiores del Cajasol. Supongo que en su día, Murcia lo fichó para ocupar la tercera posición de base y la decimosegunda ficha, la que corresponde a un jugador en edad júnior, o algo así. Esta temporada, finalmente, ha jugado 24 partidos con una media de 1'5 puntos por partido, 1'3 asistencias y 2'8 de valoración. Por delante tuvo primero a Gonzalo Martínez, hasta que se retiró, a Nenad Mijatovic, al que ficharon con la temporada ya más que mediada y a Chris Thomas, titular y entre los mejores de la temporada en asistencias, hasta que dio la espantada unos días antes del dramático encuentro en el que Murcia se jugaba su continuidad en la categoría. Y Hussein se la jugó con Marco que acaparó 37 minutos de juego y aportó 11 puntos, con solo tres tiros fallados, cuatro rebotes, tres asistencias, un balón robado para un trece de valoración que no da la medida de su trabajo en la cancha. Llevo el juego de su equipo con determinación y sangre fría, una sangre fría que sorprendía, no tanto por sus 20 años, si no por su rol en el equipo a lo largo de la temporada y tamañana responsabilidad como la que se encontró el sábado. Creo que nunca jugaré un partido con tanta tensión, ha dicho en una entrevista posterior, y fue increíble como se comportó.
Por lo tanto, que nos clasificamos para los play-offs, pero en lugar de ver el partido de Barcelona, acabé prometiendo que el lunes escribiría sobre este chaval, y aquí está la entrada. Y el vídeo del partido:
No hay comentarios:
Publicar un comentario