viernes, 23 de octubre de 2009

Chema Martínez


Mañana, para cuando Chema Martínez llega a la meta, es muy probable que yo ya esté pedo, pedo de sidra y más sidra, porque Coviella me espera para un fin de semana de buen comer y mejor beber. Lo único que me duele es que no podré estar en la primera maratón nocturna de Bilbao. No podré estar en el arcén, animando a los corredores, porque para poder estar en el asfalto, dándole a las piernas, me queda tanto por recorrer que para cuando llegue ya no me quedarán ganas de correr un maratón. Si queréis saber más sobre todo esto, una vez más, click en el link y visitad pormaratones, ahí tenéis todo lo que necesitáis. Esta entrada es tan solo para desearles lo mejor a los tres que nos tocan de cerca en el pelotón de más de mil quinientos corredores de mañana. A Don M.U., a nuestro vecino de pormaratones y a I. alias G., a quien por cierto, hace mucho que no veo, no queda más que decirles que: envidia, mucha envidia, y mierda, mucha mierda si lo del teatro funciona también en las largas distancias. Tíos, fuerza, paciencia, buenas piernas, y cuando la recta de Lamiako, a oscuras, sin gente en el arcén se os haga eterna, pensad que yo estoy en Asturias, bebiendo sidra, pero acordándome de vosotros. Haced caso del pecho también, él manda más que los pies. Mucha suerte. Y que gana el que llegue antes.

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