Fanzine deportivo literario. Crónicas caprichosas sobre héroes y villanos del mundo del deporte
martes, 16 de febrero de 2010
Mark Cuban
Todo es inmenso, todo es enorme, big size, gigantic. Pero todo puede ser aún más inmenso, más enorme, más big size, más gigantic. 108.000 personas viendo un partido de baloncesto. Una pantalla central que según Gasol era más grande que la pista. Cientos de millones aguardando a renovar o fichar al MVP (con mayúsculas, inmenso, enorme, big size, gigantic) Dwayne Wade. Los inmensos saltos de Nate Robinson, los enormes brazos de Lebron James, las palomitas y las hamburguesas y las cervezas big size, la gigantic sonrisa de Mark Cuban. Dallas es conocida como the Big D, la gran D, la cuarta ciudad más grande de los Estados Unidos (997,1 km2). Allí, en la calle Elm (los olmos pueden alcanzar hasta 40 metros de altura) dicen que Lee Harvey Oswald mató a John F. Kennedy, una de las muertes violentas más gigantic, big size, enorme, inmensas de unos años en los que también mataron a Martin Luther King, a Bobby Kennedy, a Malcolm X... Todo es inmenso, todo es enorme, todo es big size, gigantic en Dallas. 108.000 personas. Si reuniéramos el dinero que se gastaron, los jornales de los 24 jugadores que saltaron a la cancha, si por cada una de las 119 veces que el balón entró por el aro nos dieran (sea quien sea nosotros) el 2% de sus jornales, si, si... Las proporciones no existen. Todo puede ser más grande. La Big Mac nunca para de crecer. El Big Mark Cuban lo sabe muy bien. THIS IS ENTERTAINMENT, sin proporciones, con mayúsculas.
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