jueves, 30 de marzo de 2017

Jordan Theodore



Hasta ahora, si no recuerdo mal, solo hemos cubierto las competiciones europeas de baloncesto para hablar brevemente de la Eurocup. El nuevo formato de la Euroliga se hace largo y decidimos retrasarlo hasta que se estén disputando ya las eliminatorias más fatídicas. La Eurocup no la hemos vuelto a recuperar, y ya sabrán los aficionados que se encuentran disputando la final dos equipos de ACB, Valencia Basket y Unicaja de Málaga, que pudieron soportar toda la competencia rusa, turca, francesa y alemana para presentarse en la gran final. Ya se ha disputado un partido y el Valencia ha dado la primera estocada. 
Pero la competición que no hemos cubierto, para nada, en este blog, y mira que últimamente solo hablamos del deporte que inventó James Naismith, es la que podríamos denominar como la tercera en discordia del baloncesto europeo: la Basketball Championship League
Esta competición disputa su primera edición y está organizada por la FIBA, pretendiendo convertirse en un rival para la propia Euroliga. En principio, los objetivos están un poco desdibujados y, la verdad, no parece que en su primer intento haya conseguido hacerle la competencia a las otras competiciones organizadas por la ULEB, la Unión de Ligas Europeas de Baloncesto. Consiguieron un buen número de equipos participantes, pero no a los candidatos más sobresalientes de cada país. Aún y así, la Basketball Champions League reunió a equipos de pedigrí como los turcos del Banvit o el Besiktas, los franceses del Asvel y Le Mans, los italianos del Sassari y Varese, históricos griegos como el PAOK, el Aris o el AEK de Atenas, el Partizan, la Cibona, los alemanes del Fraport Skyliners o los españoles del Iberostar Tenerife. 
Terminada la fase de grupos, se pasó a los octavos de final que se disputó en dos rondas. A la definitiva accedían por méritos propios los primeros equipos y los mejores segundos de cada grupo, mientras que otros meritorios disputaban una primera fase de octavos que daba acceso a la definitiva donde les esperaban los ya clasificados. En esa segunda fase de octavos, el Asvel Villerbaune eliminó al Aris de Salónica, el Mónaco al AEK de Atenas, el Iberostar Tenerife al PAOK, el Banco di Sardegna Sassari al Le Mans, los alemanes del MHP Riesen Ludwigsburg al Neptunas lituano, el Banvit al EWE Baskets Oldenburg, el Umana Rayer Venezia al Sidigas Avellino en un duelo italiano y el Pinar Karsiyaka al Besiktas en un duelo turco. 
Los cuartos de final eran la fase definitiva para acceder a la primera y ansiada Final Four que se disputará del 28 al 30 de Abril. En los cuartos, el Iberostar Tenerife de Txus Bidorreta se tenía que enfrentar a un rival muy duro y con mucha experiencia europea como el ASVEL Lyon Villerbaune, los italianos del Umana Rayer Venezia tendrían como rivales al Pinar Karsiyaka turco, el último representante alemán, el MHP Riesen Ludwigsburg, buscaría un puesto ante el Banvit de Turquía y, finalmente, el sorprendente AS Monaco se enfrentaría a un potente Banco di Sardegna Sassari. Las eliminatorias se jugaban a doble partido. 
Empezando por la última, los franceses del AS Monaco sorprendieron al Dinamo de Sassari ganándoles los dos partidos, por 73 a 62 y por 79 a 76. Brandon Davies, Dee Bost y Yakuba Ouattara fueron los mejores hombres del equipo entrenado por Zvezdan Mitrovic en el primer partido, para dejar el protagonismo a Zack Wright y Sergey Gladyr en el segundo. Por el Sassari de Federico Pasquini solo Rok Stipcevic estuvo a la altura en el primer partido, mientras que en el segundo David Bell y Trevor Lacey mantuvieron la ilusión, aunque desesperada, hasta el final, en un equipo que contaba con otros jugadores de nivel como Dusko Savanovic, Gani Lawal, Tautavydas Lydeka o David Lighty. 
En el duelo entre el Banvit y los alemanes del Ludwigsburg salieron vencedores los primeros de manera apretada y sufrida. Perdieron el primer partido, en Turquía, por 92 a 87, en un golpe que parecía definitivo, por haberlo recibido en casa y por la buena ventaja de cinco puntos. El buen partido de Kelvin Martin y Drew Crawford, bien acompañados por Clifford Hammonds y el joven alemán Johannes Thiemann, dejó en nada la resistencia del veterano Gasper Vidmar y el norteamericano Jordan Theodore. Sin embargo, la sorpresa se repitió, pero en el otro bando y para mejor, en un partido donde las defensas brillaron (53-59). En un estadio repleto y eufórico, los turcos supieron resistir hasta el final y apretar el marcador hasta ganar de manera agónica y muy dolorosa para los alemanes, con un triple de Furkan Korkmaz y una canasta en cinco segundos y con una entrada letal de un Jordan Theodore que ha sido el gran protagonista de la eliminatoria (por eso, para él el titular y la fotografía, que, aunque la he encontrado en el google images, proviene de la web brezopro.com y donde, por cierto, aparece con la camiseta de los Pirates de Seton Hall para los que jugó en la NCAA). También, hay que decirlo, los turcos aprovecharon una bandeja fácil fallada por Drew Crawford entre el triple y la canasta de Theodore. Un Crawford que además defendía a Theodore y no supo o no pudo pararle, a pesar de que hasta entonces había sido el mejor jugador de su equipo. 
El otro representante turco, el Pinar Karsiyaka, no corrió la misma suerte y quedó eliminado ante los italianos del Umana Rayer Venezia, después de ganar en Turquía por 74 a 71 pero caer en Venecia por 66 a 74. En Turquía, el polaco Mateusz Ponitcka y el ex ACB DaJuan Summers fueron los mejores hombres de los turcos, que se las prometían felices a pesar de la leve ventaja de tres puntos. Y solo sacaron tres puntos porque, por los italianos, tres hombres lideraron al equipo: Marquez Haynes, Melvin Ejim y el croata Hrvoje Peric. Los mismos que lideraron la remontada en el partido de vuelta, aunque, en general, fue un triunfo colectivo en el que también destacaron otros jugadores como Michael Bramos, Tyrus McGee, Jeff Viggiano o Ariel Filloy. Por los turcos, fueron J'Covan Brown y Josh Owens los que intentaron mantener en la lucha, aunque sin éxito, al equipo que dirige Nenad Markovic. 
Finalmente, el Iberostar Tenerife alcanzó la ansiada Final Four y redondea, a la espera de lo que pase del 28 al 30 de Abril, una temporada que está siendo magnífica para el equipo canario. A su buen hacer en la Liga, añaden la lucha por un título que se merecen como cualquiera de los otros candidatos. Para ello, tuvieron que sufrir y sacar a la luz todas sus virtudes: una excelente defensa y un ataque sencillo pero efectivo. Empataron a 62 en Lyon, lo que les daba una cierta ventaja para el partido de vuelta, pero nadie se podía fiar de un equipo, el francés, que contaba con la dirección técnica de JD Jackson y con jugadores de calidad como Walter Hodge (ex Baskonia), Nikola Dragovic, Charles Kahudi, DeMarcus Nelson (ex Unicaja) o Darryl Watkins. De hecho, Hodge, Dragovic, Kahudi, Nelson y Watkins fueron los mejores hombres del ASVEL en Francia, pero el buen trabajo de Rodrigo San Miguel y los puntos de Aaron Doornekamp y Marius Grigonis ayudaron a que los de Bidorreta volvieran a su cancha sin ninguna desventaja. El segundo encuentro, un partido muy físico, con mucha tensión y pérdidas, les dio acceso a la ansiada fase final cuando consiguieron irse en el marcador en la parte final gracias al acierto en los triples y el trabajo de Fran Vázquez. El resultado final fue de 61 a 51. Walter Hodge fue el mejor hombre de JD Jackson, y por el equipo de Bidorreta destacó Georgios Bogris, la puntería final de Grigonis, desacertado al principio, y dos clásicos ACB como Rodrigo San Miguel y Fran Vázquez que hacen una labor silenciosa pero muy efectiva.

También aprovechamos ya, aunque nos quede la entrada muy larga, para hablar de la otra competición que se estrenaba esta temporada de manos de la FIBA, entendida, me imagino, como segunda competición en el ránking y rival de la Eurocup de la ULEB: la FIBA Europe Cup.
De los equipos participantes en la Champions Basketball League, algunos no hicieron méritos para clasificarse a los play-offs, pero sí más que otros, con lo que obtuvieron el consuelo de verse repescados y clasificados automáticamente para los play-offs por el título de esta segunda categoría, la FIBA Europe Cup, donde otros que competían desde el principio debían conseguir deportivamente el mismo crédito. Muy al estilo, por comparar, con lo que ocurre en las competiciones europeas de fútbol (y creo que en las organizadas por la ULEB también sucede). En esta competición, ya tenemos semifinales y se han disputado ya los primeros partidos.
Pero empecemos desde el principio. Los equipos que se clasificaron desde la Champions Basketball League fueron el Stelmet Zielona Gora polaco, la Cibona de Zagreb, los turcos del Muratbey Uçak Sportif, Ironi Nahariya de Israel, dos equipos belgas, el Telenet Oostende y Proximus Spirou y las dos grandes sorpresas, por provenir de baloncestos menos conocidos (o reconocidos), el Oradea rumano y el Kataja finlandés.
Estos ocho equipos aguardaron en octavos de final a los ocho meritorios que se habían ganado la clasificación en la fase de grupos de la FIBA Europe Cup: otros dos equipos turcos, el Gaziantep y el Büyükçekmece, tres equipos franceses, el Pau Orthez, el Nanterre 92 y el Elal Chalon, un equipo ruso, el Einsey, un equipo húngaro, el Egis Körmed y los alemanes del Telekom Baskets Bonn.
Para cuartos se clasificaron todos los que habían llegado repescados de la Champions Basketball League (Telenet Oostende, Cibona, Muratbey Uçak Sportif, Ironi Nahariya), excepto el Oradea y el Stelmet Zielona Gora que se enfrentaron a Muratbey Uçak Sportif y Cibona y perdieron y el Kataja finlandés que no pudo sorprender al potente Telekom Baskets Bonn. También perdió Bélgica a un representante, ya que el Proximus Spirou empezó ganando su primer duelo contra el Nanterre 92, pero los franceses remontaron la desventaja en el segundo. En los duelos que enfrentaron entre sí a los mejores clasificados en la fase de grupos de la FIBA Europe Cup ganaron el Enisey y el Élal Chalon que eliminaron a Büyükçekmece y Egis Körmed respectivamente.
Por lo tanto, en cuartos de final, el Enisey se enfrentó al Telenet Oostende, el Cibona al Élal Chalon, el Muratbey Uçak Sportif al Nanterre 92 y el Telekom Baskets Bonn al Ironi Nahariya.
En la primera eliminatoria, los belgas de la ciudad costera de Oostende recibieron una buena tunda en Rusia, 84 a 72, pero se vengaron con creces en su cancha y se llevaron la eliminatoria, 95 a 79. En Rusia, el mejor del Enisey fue el norteamericano Anthony Hilliard, bien acompañado por Tony Taylor y Frank Elegar. Por los belgas, los nacionales Khalid Boukichou y Vincent Kesteloot fueron los máximos anotadores. En la remontada del partido de vuelta, los grandes protagonistas fueron otros, especialmente, el norteamericano Corey Walden, los veteranos serbios Rasko Katic y Dusan Djordjevic y el belga Jean-Marc Mwema. Todos juntos hicieron que el buen partido de Frank Elegar y Anthony Hilliard para los rusos no sirviera de mucho. En la segunda eliminatoria, los franceses del Élal Chalon dejaron fuera a la histórica Cibona de Zagreb. En el Drazen Petrovic Basketball Center de Zagreb, ganaron los de Damir Mulaomerovic por un corto 87 a 85. El gran protagonista, en realidad, estuvo en el equipo visitante, porque John Roberson mantuvo a su equipo vivo en la eliminatoria con 39 puntos, pero, sobre todo, con un sorprendentísimo 10 de 11 en triples. A pesar de que los puntos de Scottie Reynolds y Marin Rozic le dieron la victoria a la Cibona, Roberson fue el gran protagonista. Y lo volvería a ser en el segundo partido aunque, en esta ocasión, su compatriota Cameron Clark sería el auténtico artífice de una victoria sufrida en la que remontaron a los de Zagreb y supieron jugar mejor los últimos minutos. El gran partido de Luka Zoric y la eficiencia de Scottie Reynolds no fueron suficientes. En la tercera eliminatoria, los franceses del Nanterre 92 cayeron por tres puntos (85 a 82) en la cancha del Muratbey Uçak Sport, a pesar del buen partido del alemán Heiko Schaffartzik y del norteamericano Spencer Butterfield. Entre Shaquielle McKissic, Zach Auguste y el Rolands Freimanis consiguieron una pequeña ventaja para viajar a Francia. Eso sí, en Francia, la ventaja se les quedó en nada y al Nanterre 92 le salió un partido redondo: 110-82 fue el contundente resultado final. Zach Auguste, Sarunas Vasiliauskas, D'Angelo Harrison y Shaquielle McKissic intentaron mantener a flote al equipo de Ozan Bulkaz, pero Pascal Donnadieu le ganó la partida y sus hombres se lucieron, con especial atención al partidazo de Spencer Butterfield quien batió el récord de Roberson yéndose hasta un contundente 11 de 13 en triples que pareció convertirlo en un jugador imparable. Finalmente, la última eliminatoria enfrentó a los alemanes del Telekom Baskets Bonn contra el Ironi Nahariya de Israel y en Alemania ya dejaron la eliminatoria muy bien encarrilada al ganar por 89 a 68. 21 puntos de diferencia que consiguieron, entre otros, Julian Gamble, muy inspirado, el cubano Yorman Bartolo, y los norteamericanos Ryan Thompson, Josh Mayo y Kenneth Horton. Entre los cinco dejaron en nada el partido de otros tres norteamericanos, Nick Faust, Yancy Gates y Brian Hopson. En la vuelta, los israelíes lucharon hasta la estenuación y dejaron el pabellón alto al ganar por 90 a 80, pero les quedaron otros doce puntos para remontar. Brian Hopson y Yancy Gates fueron los artífices del buen partido del equipo, tirándose entre los dos 36 de los 67 tiros de campo de su equipo. Los mismos del partido de ida, pero sobre todo Julian Gamble, mantuvieron al Telekom Baskets Bonn en la órbita de puntos que necesitaban para no pasar apuros.
Así, las semifinales ya están en juego y los dos equipos franceses clasificados, que aspiran a darle a su país un representante en la final, han visto cómo caían en ambos partidos. El Nanterre 92 cayó con un apretado 76 a 77 en su propia casa ante los alemanes del Telekom Baskets Bonn, y aunque el partido de vuelta seguro que es igual de disputado, los alemanes parten con una buena ventaja: el punto de más y jugar en casa. Fue un duelo entre Chris Warren y Julian Gamble que ganó el segundo en lo colectivo y en lo individual, e igual sucedió con los dos escuderos de ambos, Spencer Butterfield y Josh Mayo. Habrá que ver si los cuatro deciden también el partido en Bonn o se suma algún otro protagonista al duelo por acceder a la gran final. En la otra semifinal, el Élan Chalon perdió fuera, en casa del Telenet Oostende, por 85 a 80, con lo que deberá remontar cinco puntos en Francia. El incombustible Rasko Katic fue el mejor hombre de los belgas con 23 puntos y 7 rebotes, pero estuvo bien acompañado por compañeros como Jean Salumu, Corey Walden, Khalid Boukichou y DJ Newbill. Por el Élan Chalon, destacaron John Roberson y Cameron Clark (éste, sobre todo), y eso que entre los dos consiguieron 2 triples de 13 intentos.



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