Nunca he hablado de árbitros en este blog. Y prefiero no hacerlo nunca. Tengo mi propia opinión y prefiero guardármela. Esto suena a que podría faltarles al respeto a los árbitros, pero no es así. Hoy he leído en el periódico una noticia curiosa, y me hubiera gustado titular la entrada con el nombre del árbitro belga, pero no lo nombraban en todo el artículo. Al parecer, en el Gante-Tubize de la última jornada de la liga belga, este árbitro pitó un penal a favor del Gante que sentenció el partido con un 2-0 para el equipo local. A poco de señalarlo, el árbitro se percató de que la había cagado. Quizás por, como veréis en el vídeo, la cara que se le queda al jugador del Gante, Crawford, cuando se siente culpable y hasta desorientado ya que no creo que ni él mismo se creyera que había tragado su dramática caída. En el video, entrevistan más tarde al propio Crawford, que no sé lo que dice, y a Ardouin quien, por cierto, es un portero francés de la cantera del Girondins que pasó sin pena ni gloria por el Alavés de aquí mismo, Vitoria, desde donde escribo hoy. Tampoco entiendo a Ardouin pero en el artículo de prensa explican que Ardouin confiesa como el árbitro, consciente de su error, le pide por favor que pare el penalty porque reconoce que la ha cagado y se siente mal. ¿Quién podría ser el cuarto personaje de esta historia? Efectivamente, el tipo del Gante que tira el penalty y que pasa de emular a Fowler y encima se la clava al estilo Panenka. Ahí va el vídeo:
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