Le damos a él el título porque suyo fue el último gol. Supongo que a estas alturas todo el mundo sabe que el Newcastle le empató al Arsenal un partido, el que les enfrentó en Saint James Park durante la última jornada de la Premier League, que los de Londres ganaban por 0-4 ya en el minuto 26. El 1-4 lo marcó Joey Barton en el minuto 69, y el último, el del empate, el marfileño Tioté en el 88. Poco antes de que Barton marcara el primero de la remontada, el Arsenal se quedó con diez por expulsión de Diaby. Fue una buena alegría para los aficionados del Newcastle que sufrieron hace poco días las consecuencias del mercado de invierno. Se esperaba ver al equipo después de perder al delantero Andy Carroll, máximo goleador del equipo en lo que iba de temporada. Sin él, se marcaron cuatro goles, aunque ninguno lo marcara un delantero centro, si no me equivoco.
El partido resume un poco la historia moderna del Newcastle United, especialmente desde que el empresario inglés Mike Ashley (en su día se le clasificó en el puesto sesenta de los hombres más ricos de Inglaterra y, debido a su hermetismo, se le comparaba con Howard Hughes) se hiciera con el club. Desde entonces, les ha pasado de todo, volvió Keegan y volvió a irse, descendieron y ascendieron, su estrella de la época contemporánea, Alan Shearer, se sentó en el banquillo y Dennis Wise pasó por la dirección técnica del equipo hasta que se marchó envuelto en la polémica. Además, falleció Bobby Robson, uno de los entrenadores que más huella dejó entre los aficionados magpies.
El Newcastle tiene un hueco en la memoria sentimental del equipo del que yo soy aficionado desde que la por entonces UEFA nos enfrentara allá por la temporada 1994-1995. Eran los años dorados de Kevin Keegan en el banquillo de las urracas. La prensa inglesa les puso el sobrenombre de "The Entertainers", los artistas. En Saint James Park nos pasaron por encima en una primera parte horrorosa. Pero Cuco Ziganda (auténtico protagonista de la eliminatoria) y un joven Gontzal Suances le dieron emoción al resultado final. En la vuelta, San Mamés fue una olla a presión, y un gol de Ziganda en el minuto 66 le dio la victoria y la clasificación al Athletic de los Garitano, Alkiza, Karanka o Larrazabal ante aquel primer Newcastle de los Ruel Fox, Robert Lee, Peter Beardsley, el suizo Hottiger, el belga Phillippe Albert o el portero checo Srnicek. La afición terminó por saltar al campo pero el gesto de los seguidores bilbaínos desde el césped aplaudiendo a la grada donde continuaban los ingleses quedó en la retina de ambas aficiones. Al año siguiente, Les Ferdinand y David Ginola mejorarían aún más la plantilla de Keegan. A eso, le sumaron la llegada de Alan Shearer.
El delantero natural de la ciudad, que ya había goleado en el Southampton y el Blackburn Rovers, se convertiría en un ídolo que superó el registro goleador histórico de Jackie Millburn y quedó como testigo de todos los vaivenes por los que ha pasado el club en todos estos años.
Porque Mike Ashley llegó a la presidencia con dos sorpresas para los aficionados. Una, era el regreso de Kevin Keegan como entrenador y otra el nombramiento del ex-jugador del Chelsea, Dennis Wise, quien había empezado una interesante carrera en los banquillos, como máximo responsable del área deportiva. Y la cosa no terminó nada bien. Keegan regresó con ganas de devolver a las urracas a lo más alto. Desde que él dejó el banquillo, solo Bobby Robson había conseguido alcanzar sus resultados, porque los pasos de Souness, Dalglish y Ruud Gullitt por el banquillo del equipo de Newcastle no deparó los resultados esperados. Sin embargo, Keegan acabaría por abandonar el equipo, en parte, por los continuos problemas con Dennis Wise, problemas que acabarían en juicio y con declaraciones sorprendentes de Bobby Robson que vino a decir que ni entendía ni sabía si podría perdonar lo que había hecho Dennis Wise al Newcastle. Éste también ha declarado que aceptar la oferta de Ashley fue el mayor error de su vida, ya que, desde entonces, su carrera no ha vuelto a levantarse. Wise fue acusado de fichar al ex del Valencia, actualmente en el Levante, Nacho González para contentar a un par de representantes sudamericanos, de fichar jugadores tras ver videos por youtube y algunas otras cosas.
Desde que se fue Keegan, las cosas no mejoraron. Tres años, dos categorías distintas y hasta cuatro entrenadores sin contar a Keegan, porque desde que se fue, Joe Kinnear, Alan Shearer, Chris Hughton y ahora Alan Pardew se han echo cargo del equipo de Ashley. Con Kinnear y Shearer descendieron, el irlandés Hughton los subió, pero esta temporada fue cesado y Alan Pardew ocupó su puesto.
Pardew no era ni de lejos el favorito de los aficionados. Y no es de extrañar porque su carrera como entrenador no ha sido precisamente un dechado de triunfos, y aunque consiguió ascender al West Ham, sus pasos por Charlton Athletic y Southampton no fueron muy buenos. Aún más extraño es que el Newcastle United le firmara un contrato por lo que queda de temporada y otros cinco.
Aún así, el equipo es décimo, aunque más lejos de la UEFA que del descenso, y su última remontada ha aliviado un poco los pesares de una afición que ha visto como la marcha de Carroll era la última mala noticia que recibían. Porque no es que sobre el talento en este equipo, y mucho menos en una delantera donde el veterano danés Lovenkrads, el joven canterano Nile Ranger, el irlandés Leon Best y el nigeriano crecido en Newcastle Ameobi no parecen ofrecer suficientes garantías. Más aún desde que el mediapunta francés Hatem Ben Arfa sufriera una grave lesión cuando no había hecho más que empezar la temporada. En el centro del campo, Kevin Nolan es el capitán y corazón del equipo, junto con el polémico Joey Barton, el ex del Twente y protagonista de esta entrada Tioté, el ex del Liverpool Danny Guthrie y, sobre todo, el ex jugador del Mallorca Jonás Gutiérrez. La defensa quizás sea la parcela más solida del equipo. El recordado Coloccini, el ex del Manchester United Danny Simpson, Mike Williamson, el veterano Sol Campbell y, sobre todo, el sorprendente juego del español José Enrique se reparten las cuatro posiciones. Steve Harper, que ya estaba en la plantilla cuando el Newcastle visitó Bilbao y el holandés Tim Krul han jugado a medias los partidos de Liga en la posición de portero.
Además, y para cerrar, el Newcastle y sus aficionados han tenido que sumar a sus desgracias meramente deportivas, otras circunstancias que poco o nada tienen que ver con el juego, aunque en ocasiones, se hayan producido sobre un campo. Y es que en los últimos años, jugadores del Newcastle se han unido a una larga lista de jugadores de la Premier League que se han visto envueltos en asuntos polémicos.
El ahora jugador del Liverpool, Andy Carroll, ya tuvo problemas con la policía cuando tan solo tenía 19 años. El club le obligó a vivir con el capitán Kevin Nolan. Joey Barton, protagonista en la remontada de ayer, no solo le dejó la cara como un cromo a su compañero Ousmane Dabo, si no que salió en los resumenes de todas las televisiones internacionales con dos entradas que le hicieron famoso, una patada en sus partes a Etuhu y una segada estremecedora a Xabi Alonso cuando este jugaba en el Liverpool. Para ponerle la guinda a su palmarés, dicen que después le sorprendieron haciendo el saludo nazi al celebrar un gol. Danny Guthrie tiene un facebook abierto pidiendo que le lleven ante un juez por una entrada que le hizo al jugador del Hull City Craig Fagan que incluso sopesó, y no sé si al final lo llevó a cabo, denunciarle judicialmente. Guthrie fue sancionado hasta que Fagan se recuperase.
Pero el que se lleva la palma es Lee Bowyer. Bowyer, que ahora juega para el Birmingham City y que hasta hace poco, si no sigue haciéndolo, tenía el récord de tarjetas amarillas de la Liga, llegó a ser internacional absoluto. Para celebrar su fichaje por el Leeds United fue detenido por participar en una batalla campal en un McDonald's. Sin embargo, se ganó el aplauso de la grada con dos buenas temporadas, hasta que él y Woodgate fueron acusados de darle una paliza a un joven de origen asiático. Acabó jugando el West Ham del que era aficionado y luego fichó por el Newcastle donde protagonizó una de las escenas más bochornosas de la temporada al propinarle un puñetazo a su compañero Kieron Dyer que se revolvió para enzarzarse en una sonrojante pelea con Bowyer. En su último equipo, el Birmingham City, Bowyer no ha dejado de tener problemas, con un aficionado del West Bromwich Albion, con la televisión que le pilló dándole fuerta a Bacary Sagna... Todo un palmarés.
En fin. Que seguro que el 4-4 fue el empate más feliz para los aficionados del Newcastle United. Difícil será que las competiciones europeas les vuelvan a enfrentar al Athletic, pero Pardew tiene cinco años por delante para que Ashley consiga por fin hacer un Newcastle United campeón. Ya veremos si puede ser así.