Pues aquí andamos, ya ves. Pasó la medianoche y en la televisión están dando el concierto de Mando Diao en Bilbao. Mientras tanto, leo la prensa del día en Internet. Los suecos andan cantando una canción un poco peñazo y yo enredo en youtube para colgaros dos videos que he visto en sendas noticias en la prensa deportiva del día de hoy. Las dos son de la liga brasileña y si las cosas andan así no me extraña que Ronaldo y Adriano hayan acabado como han acabado.
Una de las historias transcurre en el partido Palmeiras-Santos. El jugador protagonista por parte del Palmeiras se llama Diego Souza y el del Santos, que acaba de entrar sustituyendo a un compañero, se llama Domingos. ¿No os parece que los brasileños se llaman todos iguales? El susodicho Domingos no pierde un segundo en acercarse a Diego Souza y decirle algo, se supone que cariñoso, al oído. Luego no está muy claro si la agresión (la primera agresión) se produce antes o después de la expulsión. Pero vaya agresión, ¿a nadie le entran ganas de darle de verdad al señor Domingos, supuestamente el agredido? De la segunda, ya no digo nada. Vaya por delante que no conozco las circunstancias del partido, no sé qué pasó antes de que Domingos entrara a la cancha ni lo que pasó después, pero, en este caso, yo tengo claro, al menos yo, lo digo otra vez, tengo claro que la víctima me parece muy culpable.
El segundo es peor aún. A Thiago Neves, que era, y supongo que aún está en edad de serlo, un jugador con un futuro prometedor, se le cruzan los cables y no se le ocurre nada mejor que hacer que darle un balonazo al recogepelotas. Y la madre de Neves me dirá: pero es que aquel niño no le daba la pelota a mi hijo. Pues sí, ¿otra víctima culpable? Aquí no lo tengo tan claro, pero ya lo decía el refrán, eso de tirar la piedra o no sé cómo. Oye, que lo dejo, que cuelgo los vídeos y se acabó, ahora, así, los suecos le están dando caña a las guitarras, ¡con trompeta y todo! ¡y coritos souls! ¡Lo mayor que se ha hecho el garaje rock!
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