Alias Pacheta. Cuando puedo, como se ha podido observar a lo largo del tiempo que llevo escribiendo este blog, intento evitar hablar del Athletic, supongo que ya es evidente que éste y no otro (junto con el Baraka, claro) es el equipo que irracionalmente me causa más penas que alegrías, en tiempo presente y desde una perspectiva realista (queriendo decir por realista, fuera a parte de chistes fáciles sobre el eterno rival, que evito hablar de lo que sucede en tiempo presente). Lo hice cuando el 3-0 ante el Sevilla, porque no pude evitarlo, son muchos años desde la última vez, eso ya lo sabe todo el mundo, aficionado o no. Sin embargo, nunca he hecho referencia a las penurias clasificatorias de los últimos años, polémicas sobre pasados presidentes y actuales repartos de entrada, ni he hablado de jugadores que sigan en activo si no ha sido en temas transversales o con un enfoque pretendidamente melancólico o secundario. Así que, tampoco hoy voy a hablar del duelo de esta noche ante el Numancia, más que nada, porque odio cuando me pongo dramático y tremendista, es decir, odio cuando confieso mis pecados más veniales y mis pasiones más superficiales.
Juan José Rojo, alias Pacheta, es el entrenador accidental del Numancia, rival que tendremos enfrente esta noche en ese partido de cuya hora de inicio no quiero acordarme. Hoy le entrevistaban en un periódico local (o nacional, quién sabe) y, aunque me remuerde la conciencia que últimamente no hago nada más que refritos de noticias y entrevistas que leo el mismo día que escribo, no he podido evitar hablar de él, y, por extensión, del Numancia. Porque la entrevista a Pacheta, y no porque nos dore la píldora a los bilbaínos, es todo un dechado de lo que se echa de menos en el mundo del fútbol: franqueza, humildad, rigor y mucho amor por el fútbol, que es amar al fútbol en sí mismo, sin las prendas barrocas con las que el negocio y el espectáculo disfrazan a un deporte tan sencillo y apasionante como éste.
Pacheta, de 41 años, jugó en Burgos, Marbella, Mérida, Espanyol y Numancia; es natural de Salas de los Infantes, en Burgos, y secretario técnico del club de Soria hasta que se ha visto obligado a tomar el mando del club después de que éste cesara al entrenador Sergio Kresic, decisión cuestionable, es cierto, pero tomada al fin y al cabo. A lo largo de la entrevista, Pacheta no duda en contestar con naturalidad y sinceridad a preguntas que generalmente se evitan con subterfugios y palabras vacías (alguien podría escribir un diccionario de expresiones sin contenido y tan manidas que el mundo del fúbtol las ha convertido en silogismos sin premisas ni conclusión). Pero por detrás de todo lo que dice, lo que late es una aceptación orgullosa de uno mismo, de su trabajo y de su lugar que aporta a todo lo que dice el valor propio de los esfuerzos más humanos, algo de lo que el fúbtol ha ido desprendiéndose casi sin percatarse. No quiero dar una visión tan crítica y negativa, pero cuando oyes a hablar a gente como él, te das cuenta de lo que falta y de lo que sobra.
Así que, con toda sinceridad, espero que Juan José Rojo se acueste hoy con un disgusto y que mañana, de esto estoy seguro, siga trabajando para cosechar éxitos. Si es al revés, espero que nosotros, implique lo que implique la primera persona del plural, sepamos reaccionar como seguro lo haría Pacheta.
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