Qué ganas de que termine ya la temporada para el Bilbao Basket. Hasta que matemáticamente no se consume, se seguirá luchando por alcanzar los play-offs pero prácticamente quedan descartados. Matemáticamente, prácticamente: en mente la temporada que viene. El éxito del equipo de Vidorreta se ha basado hasta ahora en una planificación sin excentricidades y reposada. Sin embargo, soy de los que piensa que el equipo necesita más de un retoque para el año que viene. Aún así, es solo mi opinión, que no deja de ser la de un aficionado. Un aficionado que, además, no deja de confiar en el trabajo y el conocimiento de Txus Bidorreta y sus ayudantes. La temporada, pase lo que pase, ha sido un nuevo éxito. Está bien, el juego no ha sido el mismo que el de la temporada pasada, pero nunca se debe perder la perspectiva, hay que mirar las cosas desde la distancia adecuada. Muchos quieren ya codearse con el TAU y lo único que nos acerca al TAU es la A-68. Un dato: los de Vitoria cumplen esta temporada 50 años, ¿cuántos lleva el Bilbao Basket en ACB?
De todas formas, ya me he vuelto a ir por las ramas. Solo quería escribir una pequeña reseña sobre un par de jugadores jóvenes que tienen contrato con el equipo de La Casilla. Por un lado, Asier García Zengotitabengoa, que volvió a Bilbao después de que en Italia le marearan y se marchó cedido a Huesca, donde querían formar un equipo de garantías y no llegan a la mitad de la tabla. He intentado seguir a Zengotita esta temporada, aunque solo fuera echándole un vistazo a sus estadísticas en la web de la FEB, y me ha parecido que ha mantenido una línea irregular, normal, al llegar a un equipo ya formado. Al menos, esta última jornada consiguió 19 puntos, con 5 de 8 en triples. Su equipo perdió, pero aún tengo esperanzas de que el alero alavés demuestre lo que apuntó en la cantera de varios equipos ACB.
Y el otro es el griego Pappas, al que el club fichó a principio de temporada, llegando con la vitola de perla de la cantera griega, para ceder, en un movimiento un poco extraño, al filial del Real Madrid que juega en la LEB Bronce. Allí coincide con otra perla del baloncesto nacional, Nikola Mirotic, y este si que ha tenido una temporada irregular. Regular en cuanto a minutos en cancha y participaciones en el quintento titular, pero no tanto en cuanto a su aportación. Por lo que puedo intuir, ya que lo único que hago es sacar conclusiones particulares después de echarle un vistazo a sus estadísticas, es que le gusta más meter que pasar. Pero debe meter. Por lo menos, de vez en cuando. Este fin de semana ha jugado el Nike Summit Hoop, prestigioso partido en el que los mejores jugadores americanos de High School se enfrentan a las promesas del baloncesto internacional. En este último bando, a parte de Pappas, viejos conocidos como el "vitoriano" Nocedal, el "culé" Samb o el mejor jugador joven del año en la Copa ULEB, Milan Macvan, quien, por cierto, fue el mejor del partido. Pappas tuvo una actuación remarcable saliendo de titular y consiguiendo 10 puntos, 3 asistencias y 2 rebotes en 24 minutos. ¿Qué pasará el año que viene con él? Quién sabe. Podría estar de tercer base con los bilbaínos, de segundo parece una apuesta demasiado arriesgada, pero para eso habría que jugar con el número de jugadores seleccionables en el resto de fichas.
Por cierto, mientras Pappas jugaba en Portland este partido, sus compañeros disputaban un partido más de liga en la LEB Bronce, y Pappas se perdió un buen duelo. Sus compañeros perdieron por cuatro puntos ante el Sant Josep Girona, lo que queda del fallido Akasvayu (¡el Valvi Girona, qué lástima!), y Pappas no pudo enfrentarse, ojo al dato, ante Darryl Middleton, Jaume Comas, Cesc Cabeza o ¡Anthony Goldwire! Vaya plantilla.
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