jueves, 24 de febrero de 2011

Koldo Fernández de Larrea


Tocado. Prefiero pensar que Koldo Fernández de Larrea está tocado, más que hundido, porque debe ser un tío fuerte. Él lo dice: "mentalmente estoy tocado". El 2010 ya fue horroroso, primero la infección de oído, después se rompió la clavícula en el Tour de Baviera y en la París-Bourges, sufrió una horrorosa caída que le dejó un parte de lesiones escalofriante: otra clavícula rota, el metacarpiano derecho, el pómulo derecho, varios dientes y un traumatismo cranoencefálico.

A principios de temporada, le entrevistaban, y contaba que en el pelotón no le reconocían. Había cambiado su masa muscular y había perdido potencia en el esprint, aunque pensaba que ahora quizás podría pasar mejor los puertos y disputar otro tipo de esprints más seleccionados. Sin embargo, la penúltima etapa de la Vuelta a Andalucía se ha vuelto a ir al suelo. En una llegada masiva, una pancarta colocada sin bridas sembró el pánico, Freire lo pudo aprovechar para ganar, Ventoso se fue solo con magulladuras y Koldo se llevó la peor parte. A una nueva rotura de clavícula que le tendrá fuera por lo menos mes y medio, se une la rotura de un hueso de la mano. Dice que se vino abajo al pensar en las carreras que se iba a perder. No me extraña que le esté dando vueltas a la cabeza, tanto infortunio consecutivo es normal que te invite a imaginarte maldiciones. La vasca no ha sido tierra de grandes esprinters, de esprinters puros, de velocidad y automatismos suicidas, quizás por nuestra orografía o la tradición que, a veces, marca la definición de un ciclista. Koldo era (y es) el mejor exponente de este tipo de ciclismo en nuestro pelotón. Desde que debutó en 2004, ha conseguido más de diez victorias, entre ellas, etapas de la Vuelta a Burgos, Bicicleta Vasca, Castilla y León, Murcia, y clásicas como Getxo y el Tour de Vendee. Desde 2007, gana algo todos los años, que no es decir poco. Además, ha asomado su cabeza en los disputados esprints de las grandes vueltas, que no deja de animarnos a aquellos aficionados que, generalmente, siempre teníamos que esperar a que la carretera se empinara. Volverá, seguro, y esperemos que no pase esta temporada en blanco.

Por otra parte, una gran noticia ver a Markel Irizar añadiendo a su palmarés una prueba de la categoría de la Vuelta a Andalucía. El ciclista de Oñati, que sigue buscándose el sueldo en las americas, sorprendió a todos al aguantar su puesto y sobreponerse a la decepción de perder el prólogo por menos de un segundo. No quiero quitarle mérito a su triunfo porque, si lo ha logrado, es porque tanto él como su equipo han conseguido controlar la carrera y finiquitarla para su propio beneficio, pero no habla muy bien de los organizadores andaluces que su recorrido se preste a que el ganador de un prólogo pueda llevarse la clasificación final cinco etapas después sin que haya cambios. Muy poca emoción.

En fin, una buena y una mala noticia, para comenzar una temporada que sigue este domingo con la Clásica de Almería.

1 comentario:

Cancellara dijo...

Koldo es duro, seguro que se repone. Y la organización de la Vuelta a Andalucía... pues además de por lo que comentas de la prólogo digo yo que algo de culpa tendrán con el cartelito de marras que tiró a koldo, no? cómo que sin brida?? Pero qué seguridad es esa?? Estamos hablando de otro BHM?? En fin... Ya me gusta que hables de ciclismo, pensaba que lo habrías hecho sobre el tour de catar (o qatar??), pero esta entrada ha estado bien.
Venga tío, un saludo.