miércoles, 22 de julio de 2009

Joseba Solozabal


A los de fuera, ni fu ni fa. A los que son de Bilbao, con un poco de esfuerzo, sabrán quién es. Sí, el presentador de una televisión local. Y punto. Si queréis, nos tomamos una cerveza, y hablamos de él. El caso es que va a ser el pregonero de las fiestas de Bilbao, acontecimiento que, también con la cerveza si os parece hablamos de ello, ha sido popularmente votado como de interés cultural. ¿Qué tiene que ver eso con el deporte? Pues bueno, supongo que Solozabal irá al gimnasio, pero yo he sido un poco más rebuscado.
Hoy he leído en el periódico que su candidatura era la quinta opción, detrás de las de Fito, Álex de la Iglesia, y dos personajes que sí tienen que ver con el deporte, Jorge Fernández, el presentador de la Ruleta de la Fortuna y otro programa sobre reformar casas, creo, quien llegó a jugar con el primer equipo del por entonces Taugrés, y, por último, Javi Salgado, base del Bilbao Basket y natural de la ciudad. Y aquí viene el rizo, porque todo esto solo ha sido una digresión para hablar de baloncesto, y, en concreto, alabar la política de fichajes del Bilbao Basket.
Nos daría para otra cerveza, juzgar si los jugadores que han fichado son los adecuados o no, si van a funcionar o no, si este proyecto es bueno, ambicioso, o no, pero lo que no da lugar a dudas es que estamos todavía en julio y el equipo tiene la plantilla cerrada. Otros se pegarán en agosto por cumplir los cupos, o simplemente, cerrar las plantillas. Habrá quien tenga que esperar a septiembre. El club de La Casilla, ya lo tiene todo, incluida la celebrada renovación de Marko Banic. Con Javi Rodríguez, Javi Salgado y Janis Blums para hacer jugar al equipo; con Seibutis, Paco Vázquez, Warren y Mumbrú por fuera; y Banic, Markota, Guardia y Jerome Moiso en los tableros, nadie se puede quejar de la plantilla con la que contarán el año que viene Bidorreta, Pueyo y Bayo. Jugarán mejor o peor, conseguirán o no los objetivos, pero a finales de julio, el trabajo de despacho es más que loable.
Si llegáramos a la tercera cerveza, seguro que me pondría romántico y asquerosamente melancólico, para hablar del Cajabilbao. Incluso, seguro que no podría evitar ponerme utópico y soñador para pedir un giro distinto en el club, pero, no puedo negar que no se les puede reprochar nada. Llegado el momento de los despachos, lo que hasta ahora han hecho es digno de alabar.
Y en fiestas de Bilbao, ya veremos qué pasa con el pregonero y la chupinera. Por cierto, para los de fuera, otra vez, que seguro que ni fu ni fa, la foto de arriba es Mari Jaia, Gure Mari Jaia… Bilbora etorri da, aste nagusira. En menos de un mes, acabaré por odiar, como cada año, esa canción, y si pasáis por aquí, los de fuera, que ni fu ni fa, seguro que os cansáis de bailarla.

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