Según leo en el Diario de Alcalá, Pedro Valdo será el nuevo entrenador del equipo rojillo que este año ha ascendido a Segunda División B. Al parecer, el club dudaba entre Valdo, quien fuera entrenador del equipo en su anterior andadura por Segunda B y el ex-jugador del Atlético de Madrid, Alfredo Santaelena. Por cierto, el club necesitaba nuevo entrenador, porque el que tenían el año pasado, había aceptado ser el entrenador del ambicioso proyecto del dueño de Naturhouse, el Logroñés, que finalmente no fichó a Félix Sarriugarte. Y ese hombre no tenía más nombre que el de Jospi Visnjic, antiguo jugador del Rayo Vallecano. Por último, la afición, al parecer, se decantaba por Antonio Acosta, también exjugador del Atlético, que habría hecho un gran papel con los juveniles del equipo alcalaíno. De todas formas, finalmente, el entrenador será Pedro Valdo, no confundir, obviamente, con el Pedro Valdo que, líder del movimiento cristiano de los Pobres de Lyón, murió en Bohemia en 1217. Difícil confundirlo, ¿no? ¿Por qué hablo de todo esto? Estoy pasando unos días, no precisamente de vacaciones, aunque intento aprovechar el tiempo libre, en Alcalá de Henares. Mientras no estoy encerrado en la vieja escuela del Convento de Trinitarios, nos dedicamos a pasear por la Calle Mayor, disfrutar de las fachadas de estas facultades con más de 500 años de historia y buscar el dichoso Tapelia para comer un arrozito. En fin, quería escribir algo porque hacía tiempo que no actualizaba y, ¿qué iba a contar? ¿Iba a celebrar los grandes reportajes periodísticos de Cuatro en los sanfermines? ¿Iba a hablar de César Cruchaga en las mismas fiestas? ¿De los recientes fichajes o no? ¿Del pesado de Cavendish? ¿De los pinganillos? ¿De un canario que se llama Scifo? Pues, no, hombre, aprovechando que el Henares pasa por Alcalá, me he puesto a hablar de Pedro Valdo. Y, ahora, me piro, a ver si aún estamos a tiempo de visitar el viejo Corral de Comedias. Volveré.
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