viernes, 22 de enero de 2010

Juan Ignacio "Pepe" Sánchez


Esta mañana, como me he ido a flotar, no he tenido tiempo de leer la prensa. Estaba haciéndolo ahora, por internet. Y como este blog dice ser sobre deporte, pues bien podría hablar de Sergio Canales, de Rafael Nadal, de Jaime Alguersuari (¿bien?), de Ruud Van Nistelrooy, Josep Guardiola, Joan Laporta (o de Josep Guardiola y Joan Laporta), Tiger Woods, André Greipel o Pablo Navascués. Sin embargo, voy a hacerlo de Juan Ignacio "Pepe" Sánchez, que tiene un pequeño huequito casi al final de la portada digital de un periódico deportivo de tirada nacional.
Y es que el mejor base argentino de la historia junto con Pablo Prigioni y Héctor Óscar "Pichi" Campana (aunque este también jugaba de escolta), actual vicegobernador de Córdoba, parece que vuelve al baloncesto a unos meses de cumplir los 33 años. Según anunciaba ese periódico, parece que Pepe Sánchez jugará lo que resta de temporada en el Club Atlético Obras Sanitarias de la Nación, donde coincidirá con el eterno Juan Alberto Espil, 42 años, Alejandro Alloatti, Gabriel Fernández y Chuck Kornegay.
Siempre fui un admirador de la forma de jugar de Pepe Sánchez, ordenada, a camara lenta, severa e inquietante, tal y como era su forma de votar el balón y su eje de gravedad. A veces parecía reptar, parecía que no estaba, parecía que no quería jugar. Jugaba, sin embargo, hasta al poste bajo y cada dos o tres partidos dejaba una joya que muchas veces no se podría haber disfrutado de no existir la televisión. Temperamental aunque a veces parecía ajeno a todo, poco anotador, pero crucial con ciertos triples, lento pero certero, todas sus virtudes parecían ir unidas a una frase adversativa, pero pasaba lo mismo con sus defectos.
He intentado reunir alguna de esas joyas, y aunque tiene videos recopilatorios y reportajes en youtube, he preferido colgar solo un par de videos de veinte segundos.
Pepe no era manco, que suena como una canción de Astrud pero versioneada por La Blasa, y por ello ha tardado más de 13 años en volver a jugar en Argentina. Mientras tanto, llegó a disputar 38 partidos en tres equipos distintos de la NBA sin poder demostrar nada, se recorrió media España (Alicante, Málaga, Barcelona, Madrid), hizo turismo en Grecia y formó parte de los años dorados del baloncesto argentino a nivel de selecciones. En Málaga tienen que recordarle con cariño, en Barcelona no le olvidará Fran Vázquez y en Madrid quizás es él el que no quiere acordarse, pero ahora vuelve a la Argentina con ganas de seguir dejando, seguro (y si se cumple, coño, que también dije que decían que donde decían diego decían digo que va a volver Sol Campbell y no lo hizo, pero:), seguro, algunas perlas de esas que demuestran que los deportes siguen siendo nada más que eso, deportes donde la magia la hacen los jugadores y la chistera es un balón. No hay conejos.

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