Que no, que no voy a comentar nada sobre el entrenador ni sobre la temporada del Barakaldo. Hablemos de lo que pasó en las gradas. Estábamos todos un poco, no sé cómo decirlo, ausentes, ajenos al terreno de juego, la verdad. Hubo tiempo para hablar de todo, de Pjanic, de Javi Salgado, de Limo, de la gente que defeca en la piscina municipal, de los que roban pantalones de chandal, de Arenberg, de Fernando Alonso, de Goiko, de Josema Enjamio (al que desde aquí mando un fuerte abrazo y ánimo, hasta David Beckham te ha copiado)... y no sé de qué más. I estaba inspirado. Le dio por rememorar los tiempos en los que el Real Madrid era el FC Barcelona y el FC Barcelona el Real Madrid. J bastante tenía con pensar dónde iba a aparcar el coche la próxima vez que comiera en Lutxana. M solo quería volver a escuchar a los Cranberries. Yo bostezaba más que otra cosa y varias veces estuve tentado de sacar el mondosonoro. El amigo de I tenía bolsas de frutos secos para sobrevivir en Alaska y, sobre el terreno, Rebollo se encargaba de fastidiar la única emoción que nos quedaba, que alguien mire las estadísticas porque creo que lo suyo con las tarjetas es de auténtico récord.
Y poco más. Solo esto. Se lo prometí a M y aquí lo tienes, por lo menos nos reímos un rato:
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