Después quizás algún día me arrepienta de usar su nombre tan pronto, pero es que alegra ver que la temporada ha empezado con nombres nuevos, con nuevas caras que presuponen el inicio de futuras carreras llenas de éxito. Si todo el mundo se rendía hace unos días al talento de Sagan, qué decir de Keukeleire, el neo belga con 21 años ya le ha dado esta temporada cuatro alegrías al Cofidis de Eric Boyer, quien en su descenso a la categoría continental profesional se ha hecho con dos generaciones de corredores, una en torno a los 28 con los Minard, Moinard y Pauriol, y otra aún más joven, encabezada por el belga, el francés El Fares y el estonio Taaramae, que promete mucho protagonismo en el pelotón.
Lo dicho, que el amigo Keukeleire ya había ganado Le Samyn, con una etapa, y la general final de los Tres días de Flandes Oeste y ahora le ha ganado la clásica Nokere-Koerse al sprint a Boeckmans y Traksel. Algo me dice que no será la última. Ojalá la temporada siga descubriéndonos más nombres.
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