lunes, 29 de junio de 2009

José Luis Pérez Caminero

Acabo de leerlo. La información es de la edición digital de el periódico El Correo. Dice:

La Guardia Civil ha desarticulado tres grupos organizados y conectados entre sí dedicados al tráfico de drogas y al blanqueo de capitales, en una operación que se ha saldado con 31 detenidos, entre los que figura el ex futbolista del Atlético de Madrid y Real Valladolid José Luis Pérez Caminero, según ha informado la Comandancia de Madrid.
Pérez Caminero, que fue director deportivo del Real Valladolid hasta el 2008, fue detenido el pasado martes por la Guardia Civil por estos hechos y tras leerle sus derechos fue puesto en libertad aunque figura como imputado, según han confirmado fuentes del caso.
La operación, desarrollada en Madrid, Valladolid, Sevilla y Barcelona, ha permitido desmantelar totalmente la estructura de la red, detener a 31 personas, incautarse de 570 kilos de cocaína e intervenir más de 2 millones de euros procedentes del narcotráfico.


Sin más. Solo por comentar.

Mikel Astarloza


Quedan dos días para que termine junio y ya he batido todos mis récords. Es una competición entre yo y yo, como decía aquella protagonista de una serie cómica de los Estados Unidos. 35 entradas en Julio, con ésta treinta y seis, y eso que he estado sin internet en casa. En fin, que ya tengo que mirar atrás y todo para cerciorarme de que no repito nombres. ¿Y que quería contar? A sí, que se acerca el Tour, ¡se acerca el Tour!, nervios, mariposas en el estómago, ¡y todavía no tengo televisión en casa! Mikel Astarloza quedó ayer tercero en el campeonato de España en ruta, dice que está en su mejor momento de forma. Ojalá sea protagonista algún día de los más de veinte que le quedan por pedalear alrededor de Francia. Ya está en los periódicos digitales la foto oficial del equipo antes de salir para el país vecino, con los titulares al pie diciendo: el Euskaltel parte hacia el Tour. Caprichosa es la nostalgia. Es ver la foto y venir los recuerdos de mi única pero imborrable experiencia en los Pirineos. De golpe, he recordado como cerramos el viaje en aquella agencia que desapareció poco después. De golpe, he recordado el barullo en Sagrado Corazón antes de montar en el autobús, y paramos a la salida de la autopista, por Galdakao, creo, no sé muy bien por qué. Pero estábamos abajo, fumando un cigarro, cuando apareció por la autopista un coche oficial del equipo y empezó a pitarnos cuando vio a algunos de nosotros con las camisetas naranjas. La marea naranja. El año de Mayo y Zubeldia hubo problemas, lo recuerdo. En general, todo lo que yo vi fue excepcional, un ambiente inmejorable, buen rollo, gente sana y pasión por el ciclismo, además de orgullo por unos colores que para muchos significaban más que para otros, pero para todos era reflejo del amor por este deporte y por los esfuerzos de los ciclistas. Como en todas las multitudes, siempre aparece lo malo cuando miras las partes, pero, en general, siempre guardo un recuerdo muy positivo. Y eso, ¡que ya van para allá! Ojalá Rubén Pérez vuelva a hacer de Coppolillo y se pase todo el día escapado, y Txurruka ponga en fila al pelotón mientras la carrera se empina, Alan Pérez tenga la oportunidad que ya perdió ante Matteo Priamo, Koldo se meta con emoción y osadía en los sprints, Oroz tenga que trabajar para alguien, Verdugo lo intente de nuevo, Egoi se vengue de Gerrans y Antón y Astarloza vuelvan a hacer la misma pareja que en su día hiceron el de Igorre y el de Usurbil. Ojalá, y si no, pues que disfrutemos del ciclismo igualmente, aunque sea con otros colores. ¡Ya van para allá!

viernes, 26 de junio de 2009

Giovani dos Santos


Que le pregunten si no a Nicklas Bendtner. Salir de marcha por Inglaterra está muy caro, tú. Qué peligro tienen los paparazzis. Los portalcachofas españoles que tan bien (a mí me gusta, joder) crítica con ironía Ángel Martín o los que le escriban los guiones, son unos aficionados al lado de los ingleses. Que le pregunten si no a Giovani dos Santos. Le salío cara la juerga, no tan cara como a Cristiano Ronaldo, pero el taxi y la pota seguro que le cuestan una regañina de mamá Dos Santos. Y grandes también los ingleses cuando se trata de hacer humor con sorna y flema. Las crónicas del evento titulan a pie de foto que esta es sin duda la mejor actuación de Giovani a lo largo de la temporada. Qué peligro. Qué peligro.

Jeannie Longo


El año en el que nació, Charles de Gaulle ganó las elecciones presidenciales. Ahora, el aeropuerto de París lleva su nombre, han pasado 51 años de aquello. El palmarés de la ciclista francesa es prácticamente imposible de resumir: medalla de oro en los juegos olímpicos del 96, más la de plata en contrarreloj, más otra de plata en 1992, y la de bronce en el 2000. 5 veces campeona del mundo en ruta y cuatro contrarreloj. 3 veces campeona del mundo en pista en la categoría de persecución y otra a los puntos. Ya no cuento las medallas de plata y bronce en todos estos campeonatos. Ganadora de tres Tours de Francia, donde ha sido también cuatro veces segunda y una tercera. Más: 38, se dice pronto, 38 récords de la hora. Y ahora, viene el novamás, 56 títulos de campeona de Francia en diferentes categorías. El último, este año, con 51 años, y venciendo a su máximo rival, Edwige Pitel, de 42, que es entrenada desde este año por el propio marido de Longo, que hasta el pasado fue su entrenador y que se gana la vida como monitor de esquí. ¿Verosimil? Es así. Hay muchos casos de longevidad competitiva en el mundo del deporte, algún día le tocará en este blog a la parte masculina, ya sea Peter Shilton, Óscar Schmidt Bezerra o George Best, pero lo de la francesa, sin duda, se lleva la palma. Longo, para ponerle la ginda, es licenciada en Matemáticas y Gestión Económica y se doctoró en Deporte. Quizás el secreto de este éxito es su fracaso: en 1990, se retiró para intentar ser madre. Según tengo entendido, en 1991 desistió sin conseguirlo. Quizás por eso, coleccione tal prole de títulos.

Miki Vukovic


La mayoría de periódicos nacionales se hacen eco hoy (además de otras noticias funestas del día que no entran en este blog) de una jubilación. Se ve que así como los de Bilbao nacemos donde nos da la gana, los serbios se jubilan donde les place. Hacía ya casi treinta años que la fortuna, o quizás simplemente la parte más prosáica de la vida, llevó a Miki Vukovic a Valencia. En esos casi treinta años, el serbio se ha labrado un palmarés envidiable, y, además, unisex, como las peluquerías o las camisetas.
Todo el mundo recuerda, aunque no sepa qué es, como un eco, el nombre de Dorna Godella. En las cinco campañas que Miki Vukovic estuvo al frente de este equipo de baloncesto femenino ganó las cinco ligas que disputó y cuatro ediciones de la Copa de la Reina, pero su gran éxito fue la Copa de Europa. En mayo de 1992, el equipo valenciano asombró a propios y extraños al imponerse en la final al Como y proclamarse campeón de la máxima competición del baloncesto continental. Rajina Mujanovic y Amaya Valdemoro estaban en aquel equipo. Pero la cumbre de aquel histórico equipo llegó cuando revalidaron el título y además en casa, con una expectación desconocida para el baloncesto femenino.
En 1995, los propietarios del Pamesa Valencia, que pasaba por uno de los momentos más críticos de su historia, apostaron por Vukovic para volver a la élite del baloncesto español. Con el técnico balcánico al frente, el Pamesa construyó una plantilla repleta de jóvenes de gran proyección (Rodilla, Luengo, Berni Álvarez, César Alonso, JJ Llamas, Esmorís, Rubén Burgos...), llegando a la final, aunque tuvieron que esperar a que en Zaragoza no pudieran seguir en ACB para regresar a la élite. En 1998, el proyecto de Vukovic llegó a su cima en Valladolid, con la sorpresa mayúscula de la victoria final en el trofeo copero. Gracias, entre otras cosas, a la sorprendente elección de pívots de Vukovic para la final ante el Joventut, algo que recordarán todas las crónicas. ¿Quiénes eran aquellos pívots? El gran proyecto Pep Albert y el bilbaíno calvo que tantos calentamientos de gloria nos dio en La Casilla, Iñaki Zubizarreta. Junto a ellos, Víctor Luengo, Nacho Rodilla y Aaron Swimson, el del tatuaje a hierro hirviendo. Por el otro lado, los Turner, Jackie Espinosa, Andy Toolson, Dani García y Tanoka Beard.
Desde que dejó el Pamesa poco después, Miki Vukovic no volvió a entrenar, pero ha seguido trabajando para el club valenciano hasta hoy. El jueves cumplirá 65 años, y como muchos otros trabajadores, pasará a estar jubilado. No creo que le quede mala paga, pero, a cambio, a los valencianos, seguro que les dejó en prenda varios recuerdos imborrables.
A disfrutar de la vida y a pasear por el Turia.

Ricky Rubio


Bueno, pues ya está. Después de un rápido curso en el que los periodistas españoles han demostrado una vez más su capacidad de asimilación, el tan esperado draft 2009 ya ha terminado. Ricky Rubio, finalmente, en el quinto puesto por Minnesota Timberwolves, un equipo que lleva un par de años dando palos de ciego y una ciudad donde el frío en invierno hiela hasta los nombres de los equipos, quizás por eso los de baloncesto se llaman timberwolves, como una de las especies que sobrevivió a la época de hielo y los de fútbol americano, los vikingos. Blake Griffin, como se esperaba, será el número uno.
Un rápido análisis: Los Grizzlies se arriesgan, una vez más, y se hacen con el africano Thabeet, del que aún hay dudas, diríamos que aún es un jugador por hacer. Los Thunder se hacen con James Harden, del que sinceramente, no sé nada pero dicen que es muy completo, y los Kings se hacen con Tyreke Jamir Evans, del que tampoco sé nada pero en Memphis debió dar lecciones de cómo manejar el balón. Esos tres, junto con Griffin y Ricky Rubio son los cinco primeros.
En el resto de las dos rondas (¿antiguamente no había muchas más rondas?) nos encontramos a varios amigos. La mayor sorpresa es que Goran Suton finalmente si consiguió puesto, el 50 por Utah Jazz, muy bajo para mí, pero al menos está. Quién sabe, quizás los Jazz tengan el juego interior del futuro con Koufos y Suton. Habrá que esperar que esto siempre puede quedar luego en agua de borrajas. El niño sin estudios Brandon Jennings al final quedó décimo. La última perla de Duke, Gerald Henderson, decimosegundo con los Bobcats. Los Pacers se han hecho en la decimotercera con Hansborough y no saben qué folla han tenido. A Ty Lawson, de North Carolina, lo eligieron también los Wolves pero se va a los Nuggets, donde, por cierto, también podría ir algún día Sergio Llull, ¿conexiones George Karl? Por cierto, muy bueno el 22º puesto de Víctor Claver. Simpre hay dos equipos antentos a lo que se mueve en Europa y por supuesto, uno de ellos es Portland que se ha hecho con Claver. El otro son los Spurs que se han hecho con la perla francesa, Nando de Colo quien, según dicen, dará mucho que hablar y podrá aprender de Tony Parker, aunque, jugando en la misma posición, no se parecen en nada, de Colo mide dos metros. El israelí Casspi ha salido en la plaza 23. Otro francés, Beaubois, dos puestos más abajo, ¿qué pasa con los franceses? En este europeo, van a tener una selección con ocho jugadores NBA. Y cierra la primera ronda, un canterano del Joventut, Christian Eyenga. En la segunda ronda, un sueco no muy conocido por Europa, Jonas Jerebko, que jugaba con el Angelico Biella en Italia. En el puesto 41, Jodie Meeks, con el que ya abrimos una entrada aquí para explicar como un triple suyo acabó con la temporada de Creighton. Patrick Beverley, un jugador al que todos los entrenadores han destacado en el reciente campus de Treviso. Nick Calathes, cuyo hermano juega en el Maroussi. El alero Ahmad Nivins, que también realizó muy buenas actuaciones frente a los bluejays de Creighton a lo largo de la temporada, y otra joya de la cantera del Joventut, el holandés Henk Norel. Analizemos eso: tres jugadores de cantera de un mismo equipo español. Para finalizar, otros dos europeos en la segunda ronda: el ucraniano Sergiy Gladyr y el talentoso jugador del Ulker, Emir Preldzic.
¿Booker Woodfox? Pues cuando tenga noticias, os lo hago saber. No quiero terminar dando mi opinión sobre Ricky Rubio. Si él no es lo suficientemente maduro, espero que la gente que lo rodea y aconseja lo sea esta vez. Por lo demás, teniendo en cuenta que hay muchos jugadores que desconozco, no sé yo si será este un draft de grandes estrellas, eso sí, estoy seguro de que va a ser un draft de grandes jugadores, y eso, a veces, es mucho más práctico.

jueves, 25 de junio de 2009

Raúl Albiol


Tengo mucha prisa. Uno rápido. Ahora que ha firmado el contrato de su vida y, seguramente, si es cabal y listo, ni él ni los suyos volverán a pasar hambre, ¿alguien se acuerda de la gran anécdota protagonizada por Raúl Albiol?
Pregunta del periodista: ¿qué más quieres hacer en Austria aparte de ganar la eurocopa con España? (o algo así)
Respuesta de Albiol: Ver los canguros, ¿no? (o algo así)
¿Para qué coño va a abrir una enciclopedia?

martes, 23 de junio de 2009

Sergio Ramos


Creo que lo explicó ayer a lo largo de una entrevista radiofónica. Al menos, eso es lo que he leído yo en el periódico. Sergio Ramos es, al parecer, el deejay oficial de la selección española de fútbol. Decían en el artículo que ya tuvo un gran éxito durante las celebraciones de la Eurocopa. Entonces, pinchaba Jambao, El Potro Rodrigo o Hanna. Ahora, ha ampliado su repertorio con éxitos como Peter Pan de El Canto del Loco, Pásame la botella de Daddy & Match o Hate that I Love You de Rihanna (¿es o no es? ¿fue o no fue novia de Andrew Bynum?) y Bisbal. Además, Sergio Ramos también pincha cumbia, merengue, bachata, reggeaton, música disco y música house. Como siempre intento ser respetuoso, no voy a hacer ningún comentario, solo lanzo una pregunta al aire, por comentar, como decía el otro: ¿dónde estás, Gaizka Mendieta?

Chris Warren


Vamos a darle un giro al blog: dejémonos llevar por los rumores y por las noticias frescas. Corre, ve a la edición digital de algún periódico de la zona, ¿eres aficionado al Bilbao Basket? Entonces, leerás que Quincy Lewis no jugará en La Casilla la próxima temporada. Igual no juega nadie del equipo, pero se me entiende. Y la noticia fresca es que al parecer ya tienen sustituto: Chris Warren. Todo lo que dicen en la noticia es que Warren es un alero norteamericano con pasaporte panameño que la temporada pasada jugaba en el Air Avellino y antes lo hizo en la Cibona de Zagreb.
Va, que para eso sé inglés, yo os cuento algo más. Verás, Chris Warren nació en Texas pero jugó para la Universidad de South Carolina durante dos años en los que siempre salió desde el banquillo y no lució mucho. La NBA quedaba tan lejos para él, que ni tan siquiera consiguió un segundo plato, un equipo en Europa. Se tuvo que ir a México, al Panteras de Aguascalientes. De allí, se marchó a Chile, para jugar en el Universidad Católica de Santiago durante la temporada 2004. Volvió al Panteras de Aguascalientes en México y cruzó el charco para su primera experiencia europea, en Portugal, con el Oliveirense. De allí, más al este todavía, al Reflex de Belgrado. Pero con viaje de vuelta: otra vez a México, esta vez, al Mineros de Cananea. Finalmente, en febrero de hace tres años, da un paso de gigante y ficha por la Cibona de Zagreb hasta la temporada 2007-2008. En ese tiempo, consigue ganar la liga croata y aumentar su reputación. Así, esta temporada, fichaba por un Air Avellino que venía de ganar su primer título y se disponía a jugar la Euroliga.
Chris Warren ha jugado, esta temporada, diez partidos en la máxima categoría del baloncesto europeo, y ha promediado más de 16 puntos y 5 rebotes por partido. Sin embargo, lo mejor de su palmarés es su progresión contínua, humilde y laboriosa. Cuando salió de la universidad, nadie podía pronosticar que Warren consiguiera ser un jugador profesional. Viajó durante cinco años por medio mundo, empeñado en hacer verdad su sueño: jugar al baloncesto de manera profesional. Su representante dice que es mucho más rápido y más robusto que hace cinco años, que ha mejorado en todas las facetas del juego, se ha hecho más fuerte físicamente y ha conseguido completar su juego con un buen equilibrio entre el tiro y la penetración. El propio Warren se encarga de confirmar que nunca ha dejado de luchar ni dejará de hacerlo. Dice que su familia es una familia muy unida a la que echa mucho de menos durante la temporada, pero que nunca ha dudado en viajar para conseguir lo que siempre quiso en esta vida. Es un jugador en progresión, con ambiciones. ¿Y? Ni tan siquiera le he visto en video, yo os cuento lo que he leído. Luego, el balón, el aro, y los rivales se encargan de poner a cada uno en su sitio. Hasta que no te calzas las deportivas, todo son palabras.
Por cierto, no confundir con Chris Warren Jr, que debe ser uno de los actores de High School Musical.

Joan Garriga

Joder, no andaba yo equivocado ni nada. He enredado ahora un poco por internet y he resuelto la incógnita. Ayer, en la facultad, vi el anuncio de una ponencia a cargo del Profesor Joan Garriga. Y me dije: ¿ese no era un motociclista? Me sonaba. Pensaba: Joan Garriga, Carlos Cardús, Sito Pons... esos son los nombres, ¿no?, luego Álex Crivillé, Sete Gibernau... La magdalena de Proust, te comes un sobao pasiego y a la cabeza te vienen miles de recuerdos, en este caso nombres que no sabes para qué recuerdas. ¿De qué me sirve a mí saber que había un tío que montaba en moto y se llamaba Carlos Cardús? De nada, por supuesto, por eso solo desayuno café por las mañanas. A lo que iba, que decía: Garriga, ¿de las motos a las ponencias en la universidad? Qué bueno. Así que me he puesto a enredar en internet para confirmarlo y... no andaba yo equivocado ni nada. Joan Garriga Bacardí, efectivamente, es un reputado psicólogo, director del Institut Gestalt de Barcelona y presidente de la Asociación Bert Hellinger, además de autor del libro Vivir en el alma: amar lo que es, amar lo que somos y amar a los que son. El otro, efectivamente, era un piloto que en su día quedó subcampeón del mundo de 250 cc. Y, sí, abandonadas las motos, su vida dió un giro insospechado, pero no precisamente para pasar a ser un reputado psicólogo, si no para ser condenado a casi 2 años de prisión por complicidad en un negocio de tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas. Dicho sea de paso, no sé qué ponencia eligiría en el caso de que el segundo Garriga también fuera ponente. Incluso, podrían dar la charla los dos al unísono, ¿que no? Y, espera, porque les podría acompañar, poniendo música, un tercer Garriga, también Joan, acordeonista y cantante, experto en rumba-dub y miembro, entre otros grupos, de La Troba Kung-Fú. Lo que da de sí una magdalena tú.


Estanislao Argote

Mi tío siempre fue un misterio para mí. Hace mucho tiempo que no le veo. No sé dónde está, con quién. Ni tan siquiera sé si está bien. Pocas son las imágenes que guardo de él, y una es ésta: sentado en el porche de la casa de Alaejos; mientras todos lloraban dentro, él se mecía en una silla y miraba al frente, en silencio, ajeno, lejos, tan ausente que parecía haber abandonado su cuerpo.
Aquel verano mi familia cambió para siempre. Un accidente de automóvil, en el que él no estaba, cambió su vida y, como digo, la de toda la familia. Para siempre. Mis primos y mi tía sí estaban. Yo tampoco estaba. De hecho, no estuve hasta mucho tiempo después, cuando me di cuenta de que mi primo nunca volvería. Nunca.
Mi tío siguió siendo un misterio para mí. Se marchó a vivir a Valladolid y dejé de verle en otro tiempo que no fuera el seco y ocre del verano en la meseta. Siempre llegaba tarde a comer, se sentaba en el sillón orejero y apenas decía dos palabras. A veces, sonreía. Cuando quería hacer algo, se excitaba con una solemnidad tan maciza que sus abrazos te ceñían en el aire. Yo tenía la misma edad que su hijo, que mi primo.
Solo guardo una imagen de estos días: los dos solos, en una furgoneta destartalada, conduciendo por un camino vecinal de tierra. Todo temblaba. La guantera estaba llena de papeles, de paquetes de ducados, de destornilladores, de monedas sueltas. No dejaba de hablar. Me preguntó:
- Entonces, qué, ¿te gusta el fútbol?
Yo asentía mientras miraba lo mismo las lenguas de tierra que hacían tan grande el espacio, como su perfil misterioso, impenetrable, aquella sonrisa tan oscura.
- Serás del Bilbao, ¿no?
Yo asentía. Incómodo, incapaz de situarme entre tanto espacio, a tanta velocidad, con tanta gente. Él miraba al frente y allí donde mirara, yo no veía nada.
- ¿Sabes quién era Argote?
Decía que no con la cabeza, intentándole buscar los ojos, mirando como las monedas tintineaban en la guantera. El polvo. El ruido del mullido de los asientos. El olor a tierra. El calor en mi piel.
- Era el mejor de todos. Metía goles de córner, directos, como quien se pone un café. Elegante, sobrio, ¿a que no sabes quién es?
No sé dónde fuimos, a dónde íbamos, cómo terminó aquel viaje. Es la única imagen que guardo de aquellos días: el calor en mi piel, el olor a tierra, el ruido del mullido, el polvo, las monedas, su mirada perdida y su torpe sonrisa que se empeñaba por permanecer, ajena, lejos, tan ausente que parecía haber abandonado su cuerpo.
Por eso, Estanislao Argote es un misterio para mí. Ayer, tomando un café, como quien se pone un café, vi una vieja foto de él, chutando al balón, colgada en un bar. Me acordé de mi tío, sin saber muy bien por qué.

lunes, 22 de junio de 2009

Fabian Cancellara

Matemos dos pájaros de un tiro (hace tiempo que alguien busca una expresión menos agresiva que ésta para comunicar el mismo significado), aprovechemos que el gran Cancellara ha vuelto a ganar, para volver a hablar de Gómez Peña. Hace tiempo, encabecé una entrada con su nombre para hablar de los cronistas deportivos que solía disfrutar leyendo, pero no pude dar ningún ejemplo. Hoy era suya la crónica que un periódico publicaba para resumir la excepcional galopada del suizo en la última etapa de la Vuelta a Suiza. Elijo un pasaje, lo corto, lo pego, y si encuentro algún vídeo de Cancellara en el youtube, lo cuelgo, y así, miel sobre hojuelas (hace tiempo que alguien busca una expresión menos empalagosa que ésta para comunicar el mismo significado).

Berna se construyó sobre una meseta donde mandaban los osos. Ya no quedan. O sí: Cancellara. Con silueta de discóbolo, de culturista. Ciclista de huesos anchos. De peso. Berna, su ciudad, le recuperó ayer en los 38 kilómetros de la contrarreloj. El oso se quedó solo en los meandros del río Aar. Aventajó en 1 minuto y 27 segundos al segundo, el prometedor alemán Tony Martin, un antiguo futbolista juvenil. Cancellara, Martin y Kreuziger llenaron el podio. El líder hasta ayer, Valjavec, desapareció entre las curvas de la etapa final. No era su territorio. Allí sólo manda el oso de Berna. Que ha vuelto, diez meses después del cierre de la muralla.

miércoles, 17 de junio de 2009

Julián Sanz


La Race Across America es una de las competiciones más exigentes del mundo. Los participantes, ciclistas de ultrafondo, recorren todos los Estados Unidos en un puñado de días. Comenzarán hoy, 17 de Junio en Oceanside, California, una población que creció desmesuradamente en los años 70 del siglo XX, costa oeste de los Estados Unidos, y terminarán, aquellos que consigan llegar, el 29 de este mismo mes en Annapolis, capital del estado de Maryland, antigua capital temporal de los Estados Unidos tras la firma del tratado de París y que tiene sus orígenes en el asentamiento puritano liderado por William Stone. Es decir, que además de viajar de costa a costa, parece que viajan en el tiempo. Aproximadamente, 4800 kilómetros en poco más de una semana.
Uno de los participantes es el vasco Julián Sanz, que el año pasado perdió la quinta posición cuando le dio un ataque de sueño a tan solo ochenta kilómetros del final. Yo no voy a decir más, solo os copio la explicación que da en un periódico sobre cómo intentará que esto no se repita. Creo que es suficiente para entender la dureza de esta prueba:

"No espero ir allí y mejorar el octavo puesto del año pasado, sino que la suma de todas esas cosas den resultado", afirmó el ciclista de Ugao, que recordó cómo el pasado año pagó caro el desgaste físico provocado por la falta de sueño y "a falta de 80 kilómetros" le dio "un ataque de sueño" que le obligó a parar a dormir treinta minutos, lo que le hizo "perder cuatro horas" y bajar de la quinta a la octava posición final.

Esta "estrategia tan arriesgada" ha hecho reflexionar a Sanz y a su equipo. Por ello, en esta ocasión intentará administrar mejor las pautas de sueño. "El año pasado hasta el tercer día no completé un sueño de dos horas. Y eso vamos a cambiarlo. Esta vez, las 24 primeras horas no dormiré nada. A cabo de esas 24 horas dormiré una hora y, a continuación, correré de tirón del mediodía hasta el amanecer, y a las cinco de la mañana dormiré dos horas", explicó.


Mucha suerte, de verdad.

martes, 16 de junio de 2009

Florentino Pérez


Es un hombre de negocios. Nacido en 1947 en Madrid e ingeniero de caminos por la Universidad Politécnica de Madrid, Don Florentino Pérez es actualmente uno de los principales accionistas, junto con la familia March y los Albertos, Alberto Alcócer y Alberto Cortina, y presidente del hólding de empresas ACS, presente en diferentes sectores económicos y que agrupa a compañías tan conocidas como TECSA, Dragados, Continental Auto, Yoigo o Unión Fenosa, además de participar, entre otras, en Abertis e Iberdrola. Además de todo eso, y como el planeta tierra ya sabe, es presidente de la nave intergaláctica llamada Real Madrid. Y no es la primera vez. Estuvo antes y después se fue y ahora ha vuelto.
En su primer mandato se gastó (o invirtió)... ¿cuántos millones de euros? ¿Más de trescientos, cuatrocientos? Pagó 60 millones por Figo, 45 por Ronaldo, 37'5 por Beckham, 47'5 por Sergio Ramos y 72 por Zinedine Zidane. Las cifras quizás puedan bailar un poco. A esos, se podrían añadir otros gastos que no fueron tan exitosos: 25por Flavio Conçeiçao, 23 por Walter Samuel, 18 por Woodgate, 20 por Baptista o 24 por Robinho.
Si no me equivoco, en sus seis años de presidencia, Florentino Pérez demostró que su particular proyecto era viable y candidato al éxito. En los tres primeros años, ganó, al menos, un par de ligas, una Copa de Europa, una Intercontinental... Puede que me deje algún otro título. La segunda parte de su mandato no fue tan exitoso, aunque, al parecer, seguía siendo viable. Fueron los años de términos tan poéticos como "los galácticos" o "zidanes y pavones."
La segunda parte de esta gran superproducción ya empieza a publicitarse en las mejores salas de cine de tu ciudad. Florentino Pérez ha vuelto a lo grande, 150 millones para empezar y para fichar a un niño pijo del brasil, como dijo el otro día un amigo que prefiere quedarse en el anonimato, y a "un triste poligonero" como le llama al otro Dani Mateo. Promete más, y mejor. Algunos de los mismos periodistas que dieron rienda suelta a su vena más artística en el anterior mandato, ya andan como locos buscando epítetos y etiquetas floridas: el "Florenteam" lo llaman ahora.
Por descontado, se ha desatado un interesante debate en torno al valor moral (o simplemente mercantil) de la hazaña de Florentino Pérez. Lo más divertido es ver a periodistas corporativos de uno y otro bando dejando en evidencia sus defectos más veniales por la causa de los que les dan de comer. Se juega a valorar no solo aspectos deportivos, si no también morales y hasta históricos, políticos, religiosos. Algunos periódicos han puesto en marcha auténticas maquinarias bélicas con prestigiosos soldados-plumillas en primera línea del frente. Véase el artículo de opinión en el que Leticia Sabater comienza preguntándose si el Rey Midas realmente existía. O el otro que comenta que el otro ha dicho que el que dice digo dijo diego pero diego dijo digo y digo yo que alguien dijo lo que no dijo diego, ¿no? Está siendo una cruzada entrañable.
Mientras tanto, Cristiano Ronaldo se deja dos millones de las antiguas pesetas en celebrarlo con Paris Hilton. En los bares, en la cola de la panadería, la gente se afana en defender su postura y todo el mundo recurre a los detalles que se han encargado de hacernos saber tan atentamente: va a cobrar tanto al minuto, tanto a la hora, tanto al día. Con saña, eso es. Todo el mundo elije su bando: sí, es una cantidad obscena; no, Floren sabe lo que hace o Cristiano lo vale. También, por dios, hay posturas intermedias.
Yo tengo la mía. Lo siento: mi postura es contundente. Es un precio obsceno. Es doloroso, es repugnante. Me da igual la cantidad, me da igual dos, tres cifras, un portugués, un brasileño, un albaceteño. Lo que me queda de todo esto es la lección que Florentino Pérez nos da: todo se compra. Todo tiene su precio. Si quieres conseguir algo, algo te cuesta: dinero, mucho dinero. Dinero. La palabra es dinero. Guti decía que Florentino Pérez ha hecho lo que tenía que hacer, quitarle el protagonismo al Barça. ¿Cómo? 150 millones de euros. Vamos a hacer un equipo que devuelva la dignidad y el orgullo al club. ¿Cómo? 150 millones de euros. Todo se consigue con dinero. No voy a repetir de qué equipo soy, no voy a ofreceros signos de inocencia ni romanticismo. Quiero ser contundente: me parece obsceno. Sé que todo esto tiene un sentido y una cobertura, como explicaban el otro día en el diario El País:


Las cuentas del Madrid reflejan que entre 2000 y 2006, periodo correspondiente a la primera etapa de Florentino Pérez en la presidencia, el Madrid aumentó sus ingresos de 100 a 300 millones anuales brutos. Ahora, los principios de la política económica del Madrid siguen siendo los mismos. Según un estudio de la firma de auditores Deloitte, el Madrid es el club con más ingresos del planeta, con una facturación de 366 millones en 2008. Con el fichaje de jugadores como Kaká y Ronaldo, Florentino Pérez proyecta aumentar los ingresos de 400 a 500 millones anuales antes de 2011.

Esta rentabilidad, según fuentes del club, permitirá al Madrid hacer frente al endeudamiento que asumirá este verano. Para comprar jugadores por valor de 300 millones, el club planea recurrir a tres fuentes: los 100 millones que tenía en caja a 30 de mayo; la venta de futbolistas de la actual plantilla (Van der Vaart, Saviola, Sneijder, Huntelaar, Heinze, Mahmadou Diarra o Van Nistelrooy); y varios créditos bancarios por un total de 100 millones. Para solicitar el dinero a los bancos el Madrid cuenta con garantías importantes, calculadas en el ratio, o capacidad de endeudamiento, el más favorable de la industria del fútbol, según Deloitte, y según un estudio de la Universidad de Barcelona. Éste índice es el resultado de cotejar el pasivo, que en el Madrid asciende a 500 millones, los ingresos (400 millones), y el activo (700 millones).


Perfecto: pero dinero. El mensaje subliminal es dinero. Lo que reluce en el escudo del Real Madrid es el oro de la corona. No le deseo el mal ajeno a nadie. No lo deseo, de verdad. Pero, con todo el respeto a los seguidores del Real Madrid, no voy a decir que me alegraría, pero no me daría nada de pena que este proyecto fallara estrepitosamente. Dicen que es bueno para el fútbol, todas las estrellas en la misma liga. ¿De verdad? ¿Por qué no analizamos eso con detenimiento? Yo no estoy de acuerdo. Igual que, aunque esta vez si parezca ingenuo, inocente y romántico, me resisto apasionadamente a una visión mercantil e industrial del mundo del fútbol. El fútbol profesional también debe ser capaz de ejercitar otros valores y otros beneficios para la sociedad que aquellos del mero espectáculo. Ingenuo, inocente, romántico, advenedizo, cenizo, lo que queráis. Pero no es el precio obsceno, es toda la operación obscena, Cristiano Ronaldo es obsceno... Y no me refiero a lo que ve Leticia Sabater cuando habla de él.
Como decía Clemente, es mi opinión, simplemente, una más.

lunes, 15 de junio de 2009

Jane Doe

En los Estados Unidos, se usa el nombre John Doe en las acciones o discusiones legales, en el caso de los hombres, o bien para reemplazar el nombre verdadero y mantener el anonimato o porque se desconoce el nombre real. En el caso de las mujeres, se utiliza el nombre de Jane Doe. El nombre que se emplea para un niño o bebé que se encuentra en el mismo caso es Baby Doe. Si hay parientes que se hallan en la misma situación, se utiliza el nombre de James Doe, Judy Doe, etc.

Ida Grove, Iowa

La Profesora Doe quiso ser amable conmigo. Coincidimos en el pasillo y me pidió un favor. Le dije que sí porque siempre es socorrido decir que sí con una sonrisa cuando no sabes muy bien qué es lo que te piden. Después, la Profesora Doe quiso compensarme. Me invitó al partido de fútbol del miércoles a la noche.
Have you ever been to a football game?
Dije que no, añadiéndole una p al final porque así sonaba más natural. Ajetreada, se movía con soltura entre los armarios de la sala de profesores mientras yo no me movía de mi rincón.
Then… Would you like to come with me next time?
Más alta que yo, rubia, treinta, quizás menos, gafas, delgada, con la apariencia de ser una eficiente madre de familia. Mientras ella se ponía un café, yo me fijaba en los detalles, por ese orden, por capricho y sin más juicios que los propios de mi edad y mi situación.
I’d like to.
Ok, then. Could you do it to the field on your own? I’ll wait for you right in front the ticket booth. It’s scheduled for 6 pm. It would be nice to have you there. Settled?
You bet.
Y se fue diciendo: by the way, you can call me Jane. Una habitación cargada, con olor a palomitas y café de sobre. La mesa llena de papeles, de rosquillas de todos los sabores, de radios, libros, plumas, carpetas, agujas de coser, un disco de country, figurillas de porcelana, caramelos, vasos de plástico y una biblia para niños. Seguí apoyado sobre la vieja máquina de coca-cola.
A las 6 menos cuarto aparqué el coche en la zona de profesores del high school. Un musical de gente con manoplas y bufandas se movía al ritmo de la banda. No sabía que había tanta gente en el pueblo. Todo el mundo me saludaba y con disimulo me escondí detrás del garaje. Un cigarrillo, mirando la noche del medio oeste: una obesa señora sigilosa que se recuesta sobre los campos de maíz. La Profesora Doe ya estaba esperándome en frente de la ticket booth.
Subimos arriba, muy arriba, sobre el graderío donde la gente se saludaba y bromeaba y me miraban los niños que gritaban mi nombre y los más pequeños les susurraban a sus padres quién era yo. Subimos arriba, una amplia habitación con una mesa corrida junto a unos ventanales. Otra mesa al fondo, un crucifijo, una foto del presidente de los estados unidos de américa. La Profesora Doe saludó a otras dos personas y apuntó hacia mí.
This is Ángel (eingel), the spanish teacher at the elementary. He came from Europe a couple of weeks ago.
Asintieron, quizás hasta dijeron welcome or nice to meet you o algo así.
Acepté sus manos.
Uno tenía cara de buena persona, cansado, descarnado y ameno. Vestía una camiseta del equipo y le dijo algo gracioso a la señorita Doe. El otro era gordo, muy gordo, serio, ceñudo, sudaba y apretaba las mandíbulas y volvia a sentarse en su sitio y darme la espalda. Se colocó bien el micrófono y le dijo al otro:
Almost ready.
La señorita Doe me sonrió.
Do you know about the rules and so on?
No… idea.
Y los puntos suspensivos no son de ahora. Entonces, estuve apunto de decir fucking pero de reojo vi el crucifijo y la foto del presidente de los estados unidos de américa. Ella se dio cuenta, pero la interrumpieron:
Un murmullo tomó la forma de una gran explosión de ruido. Los jugadores salían al campo. Las cheerleadears, en una esquina, se esforzaban por entusiasmarse. El estadio estaba en lo alto de una colina. Más allá, se veía la carretera y el río Mapple y un contorno de árboles tristes que parecían un incendio de sombras.
El gordo se agitó. Comenzó a gritar. Su amigo aplaudía. La puerta estaba abierta y los niños se asomaban, gritaban mi nombre, me saludaban y se iban. La señorita Doe me explicaba las normas, con una mano sobre mi hombro y la otra de puntero imaginario. Yo decía que sí a todo mientras miraba al gordo servirse una diet coke. El descarnado se volvía y nos sonreía. Un gesto de complicidad. La señorita Doe se lo devolvió. El gordo gritaba por el micrófono aunque estuviera hablándole al flaco. El flaco le contestaba al micrófono aunque le hubiera preguntado el gord. Laurel le preguntaba algo a Hardy. Otro niño se asomaba. La música de la banda entraba sin llamar a la puerta. Los jugadores saludaban. La gente gritaba. Los árboles ardían en cámara lenta y en blanco y negro.
De repente, todo se paró.
La señorita Doe dijo:
I’ll tell you later.
Los niños desaparecieron. La música ensordeció. Los jugadores, sobre el campo, se congelaron. Los árboles agacharon la cerviz. La noche se detuvo. El presidente de los estados unidos de américa se llevó la mano al pecho. Laurel y Hardy se pusieron de pie. El gordo le dio a un botón. En unos segundos, comenzó el O Say Can You See.
Desde allí, veía a todo el mundo derecho, con la mano en el pecho, mirando hacia el cielo del medio oeste: solemne, plácido y se ve que patriótico.
Con los brazos cruzados, hice una mueca y no levanté el culo de la mesa.
Laurel se volvió. Me buscó. De alguna manera, sonrió.
La señorita Doe le imitó.
El gordo hizo el mismo gesto, pero sus ojos se clavaron en mí como los clavos de la cruz. Volvió a mirar al frente. ¿Qué?
Cuando terminó la canción, perdón, el himno, el ruido volvió de golpe como si fuera el epílogo de una buena novela, un eructo gozoso después de una ovípara cena, mejor. La señorita Doe se excusó: My husband is the assistant coach, I always go down to say luck! Will be back in a sec.
Hardy aprovechó la situación en cuanto ella desapareció por la puerta. Puso cara de Al Pacino pero sin el jabeque en la cara:
Don’t you have any respect for our anthem?
Laurel:
Hardy, come on, let it stay loose. Don’t…
Hardy:
Don’t? Are they gonna come to our country and don’t show at least a little bit of respect? Do you get it… dude?
I get it.
No moví los brazos. No dejé de sonreír. No levanté el culo de la mesa.
Do you know what it means that anthem for us… dude?
No moví los brazos. No dejé de sonreír. No levanté el culo de la mesa.
Laurel:
Hardy, come on, you know…
I don’t know a… You dude need to know a little bit more about the places you go. You think you can go anywhere and behave…
Le interrumpí:
Yo no tengo respeto por ningún himno. ¿Sabes tú de dónde vengo yo? ¿Sabes mi himno, sabes cuál es mi bandera, sabes el nombre de mi país, sabes al menos colocarlo en el mapa? Me la soplan tu himno, tu bandera, tu crucifijo y tu presidente de los estados unidos de américa, igual que me la soplan el mío, la mía, mi crucifijo y mi presidente de las comunidades unidas de españa.
En lugar de todo eso, no moví los brazos, no dejé de sonreír, no levanté el culo de la mesa. Y mi parlamento climático quedó escuetamente traducido al inglés así:
I’m sorry. Next time I will be so patriotic…
Pero la señorita Doe volvió a entrar como entra un personaje cómico en una obra de teatro. Se tropezó, y las patatas fritas con salsa barbacoa estuvieron a punto de estamparse en la solemne, plácida y se ve que patriótica cara de Hardy. El árbitro pitó el inicio del partido y todo el mundo volvió a sus puestos, ready para ver como los fucking Hawkeyes perdían un partido tan boring que acabé por susurrarle a la profesora Doe: this fuc… game of yours is just a nonsense. El gordo lo oyó, tú, qué oído… y qué mirada asesina.

jueves, 11 de junio de 2009

Francesco Petrarca


Nació en bla bla bla y murió en tororó. Su obra influenció a Fulanito y a Menganito. A lo que vamos: el 26 de abril de 1336, según datos de la prestigiosa fuente de información Wikipedia (soy irónico y a la vez no lo soy) Petrarca, junto a su hermano y otros dos compañeros, escaló el Mont Ventoux (1.909 metros). Al parecer, escribió una memoria del viaje en forma de carta y la envió a su amigo Francesco Dionigi. Digo yo que los estudiosos de la obra del ínclito italiano tendrán conocimiento de la misiva... y me apetecía utilizar palabras como ínclito y misiva, y procede, ¿no? Continúa la wikipedia: "Como en ese tiempo no era usual escalar montañas sin fin práctico alguno, se considera ese día la fecha de nacimiento del Alpinismo como deporte y a Petrarca como uno de los precursores del mismo."
¿No es curioso?
¿No es curioso que si del mono viene el hombre... de Petrarca venga Juanito Oiarzabal?

Alejandro Valverde


Qué dulce la derrota cuando quedas segundo con los dedos apretando la maneta del freno. Valverde ha levantado levemente el puño. Igual que Abraham Olano sonreía cuando Manuel Fernández Ginés le ganaba por un tubular. Sabe dulce cuando quedas segundo en una cima tan mítica como el Mont Ventoux, el Monte ventoso, el monte pelado, con esos cuatro kilómetros sin vegetación, un espejismo marciano que gravita en torno a la hercúlea torre de la cima. Una carretera de rectas interminables donde la leyenda del ciclismo creó héroes y mártires. Tiene que saber dulce quedar segundo cuando atacas a nueve kilómetros del final y nadie te sigue, cuando lo haces en los morros de los que se empeñan en despreciarte y acusarte, cuando demuestras nobleza de competición y dejas vencer a quien también se lo merece.
No soy un gran admirador de Valverde porque lo sufro. Porque tiene por costumbre ganar donde yo quiero que ganen otros. Que no sea un gran admirador no quiere decir que no admire su talento para el ciclismo. Talento que es más admirable aún porque ha demostrado flaquezas, síntomas de humanidad. No conozco los detalles sobre las acusaciones de dopaje que año tras año llevan manchando su nombre. No sé qué razones esgrime el CONI ni por qué la organización del Tour se las cree. Tampoco puedo defenderle por la misma razón. Pero lo que siempre defiendo es la inocencia de alguien hasta que no se demuestre lo contrario. Y las presunciones en el ciclismo hace tiempo que se convirtieron en asunciones. Y no de vírgenes, si no de magnates, ejecutivos, presidentes de comités, representantes, mánagers... Es un juego de palabras, claro.
Lo que no ha sido un juego ha sido el espectáculo de ciclismo que se ha dado hoy en el monte donde Petrarca subía de paseo (próxima entrada). El gesto de Valverde con Szmyd. El ataque de Valverde. La resistencia de Zubeldia. La sorpresa de Fuglsang. El empeño de Gesink. El tesón de Antón y Astarloza. La bravura de José Luis Arrieta. El misterioso cerebro de Evans. La segunda oportunidad de Basso. La inconsistencia de Nibali. Las viruelas de Moncoutie... Tú los ves en la tele y te olvidas del murmullo del viento, del ruido de las noticias y disfrutas de un deporte que sigue siendo épico porque ha caído por el barranco cientos de veces.

miércoles, 10 de junio de 2009

Vince Lombardi



En 1960 Time le eligió para su portada como la imagen de la Liga de Fútbol Americano. Desde entonces, Lombardi se convirtió en el gran icono de este deporte. En los nueve años que tuvo como primer entrenador, ocho en los Green Bay Packers y otro con los Washington Redskins, ganó cinco títulos de la Superbowl. Hoy en día, el trofeo que le otorgan al ganador lleva su nombre. Murió en 1970, justo cuando comenzaba su segunda temporada con los Redskins. Desde hacía tiempo tenía problemas de estómago, pero se resistía a acudir al médico. Para cuando no hubo otro remedio, le diagnosticaron un cáncer de colon que ya se había reproducido en otros órganos vitales. Según he podido leer, uno de los oncólogos que le trató, dijo que era uno de los casos más agresivos que jamás conoció. Este detalle daría fe de la filosofía y el carácter por el que Lombardi se hizo leyenda. Ganador compulsivo, gran motivador, ejemplo de los valores más americanos, hijo de emigrantes católicos, creyente, adicto al trabajo... dicen que todos sus jugadores tenían fe y le apreciaban. Su único espíritu era el de superación y el de competir. Hoy en día, todavía hay quien recurre a la enciclopedia de frases míticas que dejó para la posteridad, incluida la más famosa, que se le atribuye aunque se desconocen las palabras exactas, y que decía que ganar no lo es todo, pero es lo único. Con un rápido vistazo a internet, encontráis cientos de ellas: una escuela sin fútbol sería como un centro de estudios mediaval, la confianza es contagiosa, y también la desconfianza, la fatiga nos hace cobardes, si no importa quién gana o quién pierde, ¿por qué tenemos marcador?... Todo un icono de la cultura y el deporte americano que daría pie a un gran análisis de las virtudes y los vicios de esta sociedad.

domingo, 7 de junio de 2009

Pedro Delgado

Dos recuerdos sobre Perico Delgado:
Uno. Levantarme por la mañana en Oriñón y correr hasta el bar de Juanchu para comprar el marca antes de que se acabara. La portada: Perico Delgado da positivo. ¿Qué es positivo? ¿Eso es bueno? ¿Decía positivo? Ya no me acuerdo. Mi tía se enfadaba conmigo: ella quería ver la telenovela y yo la etapa del Tour. Igual que en la habitación del hotel de Benicassim durante nuestro tercer festival. Ella quería dormir y yo ver como Floyd Landis engañaba a todos. Ella se tumbaba en la cama y yo en el suelo, con una toalla, sin voz en el televisor.
Dos. El año en el que salimos en el deia pintando el nombre de Laiseka en una de las últimas curvas de Luz Ardiden. Justo cuando empezábamos nuestra larga espera en la cuneta, apareció Perico conduciendo un coche descapotable y se detuvo a saludar a la afición. Creo que fue el amigo de mi hermano quien le gritó: ¡Perico!, ¿por qué Geslin es geslen y Turpin es turpan? No se dio por aludido.
Epílogo. ¿Sabíais que hay un grupo de música escocés que se llama The Delgados? Se llaman así por Perico Delgado, aunque no lo creáis. O se llamaban, porque, para mí desgracia, hace unos años que decidieron descansar. Al menos, Emma Pollock sacó un precioso disco hace bien poco. De verdad, si os gusta la música, aunque os la traiga floja el ciclismo, agenciaros los discos de The Delgados y de Emma Pollock.


Agustín Gajate


(por no decir Larrañaga y Gorriz)

San Francisco, California:

Me acompañan en coche hasta el motel, un backpackers cuesta arriba muy cerca de Union Square. Sin bajarse del coche, se despiden: ¿tienes ambiente ahí dentro, verdad? Todas las luces del motel encendidas, y los franceses, para variar, de cháchara en las escaleras. Digo que sí con la cabeza. Una de las chicas se pone seria: entonces, nos vemos mañana a las diez en el árbol de Navidad. Y digo que sí con la cabeza. Los cuatro a la vez gritan adiós y arrancan el coche en dirección a Market.
Esquivo a los franceses mientras murmuro goodnight. No hay nadie en recepción. Me cuesta encontrar mi habitación. Abro con cuidado. Hay luz. Dos tíos duermen en las literas de la izquierda. Murmuro goodnight y me contestan. El de arriba lee, el de abajo escucha música. En la litera de debajo de la derecha, un montón de toallas, subo arriba. Y luego vuelvo a bajar. Mi ropa amontonada en una esquina.
El tío de la primera litera se presenta: hi, I’m Mike.
Le contesto y me pongo rojo: hi, nice to meet you.
El otro no tiene tantas ganas pero también se presenta.
Sorry about last night, me excuso. Anoche me dieron la habitación cuando ya dormían. Creí que mi litera era la de abajo y me acosté allí. Cuando llegó el francés, tuvo que flipar. Me despertó y a duras penas le entendí como me explicaba que aquella litera era suya, la mía era la de arriba. Me puse rojo pero a oscuras no funcionaba. Subí arriba. No sé qué ostias hicimos con las sábanas. Repito: el francés tuvo que flipar. Mike se ríe y me pregunta que cómo coño pude confundirme. Le digo, arriba había unos pantalones y yo qué sé, estaba a oscuras y no vi la tarjeta colgada de la almohada. Dice que sí con la cabeza. Pero los dos se ríen una vez más. En inglés, le contesto: reíros, reíros, si supongo que tiene gracia… pero el francés tendría que flipar.
Mike parece un buen tipo. Me dice: somos escoceses, estamos dando la vuelta al mundo.
¿De verdad?
Dice que sí con la cabeza.
Llevamos tres días en San Francisco, mañana ya nos vamos para L.A.
Bien.
¿De dónde eres tú?
Español.
Good, I love Spain. ¿Qué haces en los States?
Trabajo, en Iowa, ahora estoy de vacaciones. Mis amigos, una panda de gilipollas, duermen en Mission.
Mike asiente con la cabeza. El otro ha vuelto a la música.
¿De qué parte de España eres?
Bueno, soy vasco, del País Vasco.
Ey, that’s cool. Vivi en donostía, sansebastian dos años.
No jodas.
Fucking nice place, man.
Yo soy de la otra esquina, de Bilbao.
Fucking nice place too, man.
Me río.
Ey… grita: ¡Lorroniaga, Goris… y!
Aprieta los puños. Frunce el entrecejo, no se acuerda:
Gajate, murmuro, mientras intento volver a subir a la litera, porque mientras hablábamos, me estaba desnudando y poniendo el pijama.
GAHATE!
Su amigo se asusta.
FUCKING GAHATE!
Fucking Gahate, murmuro.
Y seguimos hablando de fútbol, de Iuralde, Louren, Rikarte, y de Durie, Mo Johnston, McCoist hasta que su amigo murmura algo y Mike pone cara de circunstancias: mañana nos tenemos que levantar pronto, tío, será mejor dormir.
Sí, yo también.
Encantado de haberte conocido.
Igualmente.
GAHATE! grita. Y yo me río. Justo acaba de abrir la puerta el francés y nos mira a los dos con cara de estar flipando.

Mark Simpson


Él lloraba en la cancha, yo lloraba en mi habitación. ¿Se llamaba Dallas Comegys? Quizás me equivoco. ¿Se llamaban Oximesa Granada? Quizás me equivoco. Mark Simpson lloraba en la cancha. Y yo lloraba en mi habitación. Fin a tantos años de recuerdos imborrables: Joe Kopicki, Darrell Lockhart, Román Carbajo, Juanma López Iturriaga, Aitor Zárate, Joaquín Arcega, Koldo Mauraza, Fausto Orio, Chus Codina, Josean Figueroa, Granville Waiters, Eugene McDowell, Wallace Bryant, J.J. Davalillo… carne de foros en internet y conversaciones de sábado aburrido. Empezó otra época: de ilusiones que se fueron diluyendo con crueldad. Más recuerdos medio borrados: Jeff Norgaard, Kike Hermosilla, Jorge González, José Luis Ortún, Txus Bidorreta, Javi García Panizo, Patrik Sáez de Ugarte, Xabier Madina, Isma Torres, Mark Poag… carne de foros especializados en la web y conversaciones de resabidillos antes de entrar a La Casilla. Él lloraba en la cancha, yo lloraba en mi habitación. Y ahora: recuerdos que están por llegar, por formarse. Vuelta a La Casilla, nuevos nombres: Pedja Savovic, Ricardo Uriz, Marko Banic, Asier Zengotita, Javi Salgado, Lucas Recker, Brian Howard, Richard Scott, Marcelinho Huertas… Hay algo que llega tarde. Algo que es distinto. Me siento extraño, como si no me habrían invitado. Yo lloraba en mi habitación, él lloraba en la cancha. Quizás esté ahí la clave, quién sabe. Carne de foros y monólogos de blog: ¿qué fue del gran Mark Simpson?

Hristo Stoitchkov


Voy a contar una anécdota sobre el búlgaro, pero, antes, una pregunta: ¿de qué maldito mundial estoy hablando? Soy muy malo para las fechas, pero bueno, eso es lo de menos. El caso es que era un mundial, o durante un mundial que Stoitchkov jugó con la selección de su país. Al parecer, estaba lesionado, o, al menos, renqueante. A menudo, jugaba infiltrado y apenas entrenaba. La mayor parte del tiempo la ocupaba en recibir masajes. La selección búlgara coincidía con la española en el hotel de concentración. El masajista búlgaro, se ve que un tipo con educación, le preguntó a Stoitchkov que cómo se saludaba en castellano. El hombre se cruzaba todos los días con periodistas y colegas españoles por los pasillos y quería poder saludarles. Hristo asentía con la cabeza, muy buena idea, le debía decir, mientras el inocente masajista sonreía y le sobaba los gemelos. Ahora aquí ejerzo la ficción porque no recuerdo exactamente lo que el simpático Stoitchkov le sugirió a su compatriota, pero lo que fuera no fue muy distinto a lo que yo me invento. Hristo, siempre dado al chascarrillo, le explicó a su masajista que una forma muy popular de saludar en castellano era ¡cabrón, joputa! Así que nos imaginamos al masajista, al cerrar la puerta de su habitación, repitiéndose para sí mismo, tratando de memorizar, en un murmullo, cabrónjoputa, cabrónjoputa, y al bajar a recepción se encuentra con el corresponsal del as y con una sonrisa de oreja a oreja le grita cabrónjoputa, y sigue su camino tan complacido y orgulloso.
Posdata: es una anécdota, y todas las anécdotas tienen de ciertas una parte y de mentira la otra mitad, cuando, además, lo cuenta alguien que ni estuvo allí ni lo escuchó de los protagonistas. Pero, no sé por qué, me lo creo.

Nick Hornby

Hornby escribió un libro sobre fútbol, sobre aficionados al fútbol. Luego hicieron una película. Hornby también escribe sobre música. Le gustan los Teenage Fanclub, creo que tocaron el día de su boda. Está bien. Creo que es del Newcastle o el Tottenham, pero es muy probable que me equivoque. No he leído el libro sobre fútbol, sobre aficionados al fútbol que escribió. Luego hicieron una película, pero tampoco la he visto. Estoy un poco pedo. Me he bebido media botella de tinto de Uruñuela. La película que sí vi fue Alta Fidelidad, High Fidelity en inglés. La dirigió Stephen Frears y trabajó John Cusack. ¿La habéis visto? Está basada en un libro de Nick Hornby, creo. Cuando fui a Chicago me empeñé en visitar unos puentes en los que John Cusack se paseaba para hablarle a la cámara sobre su miedo a comprometerse y todas las mujeres que habían pasado por su vida. Una de ellas la interpretaba Catherine Zeta-Jones, la otra la tía que protagonizaba I Shot Andy Warhol, ¿habéis visto ésa? En Alta Fidelidad, también sale Jack Black. La tienda de discos es preciosa. The Beta Band, ¡13th Floor Elevator!... Marvin Gaye. Hasta cantaba la hija de Bill Crosby, ¿era Bill Crosby? También cantaba Jack Black. Estoy pedo. ¿Éste no era un blog sobre deportes? Y en ocasiones… literatura. Ayer fui a la presentación del libro de Alfonso Xen Rabanal, él odia el fútbol, a David Mardaras, amigo que presentaba el libro, tampoco le gusta. Me lo compré. Estoy pedo y no tengo sueño, creo que me voy a tumbar en el sofá a leerlo. Fútbol, fútbol. Nick Hornby escribió un libro sobre fútbol, sobre aficionados al fútbol, ¿no? Pues ya está, en fin. Estoy pedo.
Los puentes de Chicago:

Y suenan The Beta Band:

Y Jack Black haciendo de Marvin Gaye:

Joder, me he olvidado del deporte, ¿dónde está el fútbol? Estoy pedo.

Damien Rice

San Francisco, California:

- Mira, tío, te voy a poner un disco de un tipo buenísimo.
Su amigo, que sí tiene acento canario, le contesta: ¿tienes ron?
- En la balda de arriba.
La música empieza. Yo arrugo el morro sin que ninguno de los dos me mire. Como si fuera invisible. Las dos chicas hablan en el balcón y el gato se escapa por el pasillo. Miro el reloj: son las dos de la mañana.
- ¿Te gusta?
Le grita y el otro no le hace caso mientras busca el ron. Aprovecha, y hace que la pregunta es para mí:
- Sí. Damien Rice no está mal.
- Ostias… ¿Lo conoces?
Realmente está sorprendido. Odio su perilla. Su amigo ha encontrado el ron. Me pregunta si quiero, le digo que no, cerveza mejor.
- A ver si conoces a estos…
Guitarras grandilocuentes:
- La Dave Matthews Band.
- Ostias…
Si va a ser un concurso, avísame, que me pongo cómodo.
- ¿Y esto?
Qué rápido cambia con la ruletita de su ipod. Faltan dos años para que sean accesibles en España:
- ¿Ani di Franco? ¿Me estás haciendo un examen?
Su amigo llega con los cubatas. Y mi cerveza: ¿qué hacéis?, pregunta. El otro se ríe por compromiso.
- Éste, que entiende de música.
Sonrío. Claro, pienso, hemos ido al Borders y él se ha comprado un libro de economía y la última novela de Philip Roth. Yo no he dicho nada. En el bar de Sausalito, mientras esperábamos al ferry, hemos hablado de fútbol. Él trabaja en Berkeley, por el pasillo, le dice a su colega, me codeo con tíos que han sido premio nobel. Su colega dice lo mismo, pero en Calgary. ¿Y yo? Yo hablo de fútbol. ¿Cómo voy a saber quién es Damien Rice? ¿Es el interior derecho de la Selección de Irlanda? Sonrío y digo:
- En Bilbao, a parte de fútbol, tenemos bibliotecas y una sala de conciertos junto a una plaza ajardinada.
Se ríen con suficiencia. Brindan por Bilbao con sus cubatas de ron de caña y yo alzo mi cerveza mientras pienso: putos gilipollas.

viernes, 5 de junio de 2009

Joseba del Olmo


Enhorabuena. Yo sé que a veces peco de romántico y le doy demasiada importancia a asuntos o detalles que pueden ser secundarios. Creo que ya expliqué antes qué es lo que admiro de jugadores como Gaizka Toquero, Koikili Lertxundi o Joseba del Olmo. No voy a repetirlo. El reputadísimo periodista deportivo Segurola afirmó hace poco que Gaizka Toquero no podía ser la referencia de la afición del Athletic, que si era así, mal iban las cosas. Todos entendemos lo que quiere decir. Pero, aún así, y teniendo parte de razón (si no toda), se equivoca, porque lo que alaba la gente de ese jugador no son sus cualidades futbolísticas, si no los valores que representa y que hacen tanta falta en el fútbol, o más que los taconazos y los pases en profundidad. Utópico, inocente, romántico, idealista... Puede, pero sigo admirándoles y me parece que la historia deportiva de estos jugadores tiene mucho más de interesante y pedagógica que la de otros cracks del fútbol. No voy, aunque ya lo estoy haciendo, a hablar del Renault Clío que Joseba del Olmo se ha negado a cambiar. No voy, aunque ya lo esté haciendo, a alabar la elegancia, sinceridad y humildad con la que se ha marchado. No voy, aunque ya lo estoy haciendo, a recordar de dónde salió y hasta dónde ha llegado. No voy, aunque ya lo estoy haciendo, a recordar quiénes son los únicos jugadores con estudios superiores, o en camino de tenerlos, de toda la plantilla. No voy, aunque ya lo haya hecho. Creo recomendable leer la entrevista que hoy publicaba el diario El Correo que, al parecer, ha hecho un gran esfuerzo para abandonar por unos momentos su cruzada justiciera, y otorgarle a Del Olmo una página con foto y todo: http://www.canalathletic.com/noticias/2009-06-05/dado-gracias-caparros-20090605.html. Por lo que a mí me incumbe, como aficionado al fútbol, al Athletic Club de Bilbao y a los buenos ejemplos, no puedo más que agradecerle que haya sabido disfrutar de jugar en Primera División con tanta elegancia. Y, ahora, le deseo lo mejor, y, en lo que a mí me incumbe, ojalá volviera al club del que soy socio, pero, por su bien, que se quede un poco más arriba. ¡Suerte y gracias!

jueves, 4 de junio de 2009

Oinatz Aulestia

Menuda la que ha montado Aulestia desde el balcón del ayuntamiento de Oviedo. Con políticos de por medio da hasta miedo. Y mira que ha habido casos antes. Ni merece la pena ponerme a enumerarlos. Los micrófonos y los balcones engalanados se ve que, a veces, desatan las pasiones más oscuras. Vaya por delante que yo nunca he entendido las rivalidades encarnizadas. A algunos les parece que forma parte del deporte: los dos equipos de Manchester, el Boca y el River, los béticos y los sevillistas, la Real y el Athletic, el Barça-Madrid. Cada comunidad, cada provincia, cada ciudad y cada barrio tiene el suyo. Cuando mis amigos jugaban al baloncesto en el Instituto de Minas, tenían rivalidad con un colegio de Sestao. En el derby de Beurko corrió el rumor de que una señora llevaba una plancha en el bolso. A M le retuvo la policía. Por dios, todo era ridículo. E se acordará del día de fiestas del pueblo cuando todos los chicos de la cuadrilla subieron hasta la plaza del juzgado para pelearse con otro grupo de tíos por un asunto de faldas. Las chicas se quedaron abajo, preocupadas, guardándoles los abrigos y mirando, sin saber muy bien si enfadarse o reírse, como E, D y yo seguíamos disfrutando de la fiesta con los katxis en la mano y riéndonos de la masculinidad de nuestros amigos. Es lo que tiene. Llámalo huir de los conflictos. Llámame cobarde. No hice la mili. Con unas Navidades trabajando en el Parque Infantil y cinco años de servicios sociales cumplí. Llámalo como quieras pero no entiendo el encono, la ira gratuita, una rivalidad que sobrepasa lo puramente deportivo. No voy a hablar más de lo de Aulestia, ni de lo del Oviedo y el Spórting, ni de qué ocurre en Asturias porque no tengo ni idea. Yo me alegro de que el Spórting siga en primera y de que el Oviedo se haya convertido en un rival para el próximo año. Si están enfadados, que se desenfaden entre ellos. Por mi parte, seguiré entendiendo el fútbol como algo ajeno a todas esas soberanas gilipolleces.
Posdata: no sé qué pasa, no funciona youtube así que nos quedamos sin el vídeo, pero podemos imaginárnoslo, ¿verdad?

miércoles, 3 de junio de 2009

Mark Poag


Tomando un café en el Faoss me lo ha dicho mi hermano: tienes que meterte en la página de la ACB y mirar la serie de artículos que están haciendo sobre qué fue de... En realidad, ellos lo titulan Tras los pasos de... y para aquellos nostálgicos del baloncesto, aficionados a las curiosidades o apasionados de los detalles más inútiles, el susodicho blog de ACB.com no tiene desperdicio.
Un ejemplo: aprenderéis que Stanley Roberts, tras dejar las drogas, quiere ser entrenador pero ahora se dedica a vender coches después de abandonar lo de guardaespaldas. Aprenderéis que Tanoka Beard sigue jugando con 38 en Puerto Rico, ampliando un periplo que le ha llevado a Rusia, Turquía, Venezuela, Francia... y Lituania donde editó un exitoso disco de rap. Aprenderéis que Aaron Swinson, el del famoso tatuaje, asiste en Tulsa a su mujer que es una reputada entrenadora. Aprenderéis que Ramón Rivas es una estrella radiofónica en Orlando. Aprenderéis que uno de los Marcaccini, el del Unicaja, se enrolló con Tyra Banks y le ha ido fenomenal con el negocio de helados italianos que abrió en los States junto a alguno de sus hermanos. Aprenderéis que Jerrod Mustaf, una presunta estrella de los Knicks y ex-jugador del Andorra, dirige una asociación que pretende ayudar a estrellas de las canchas callejeras. Aprenderéis que Corny Thompson, el gran Corny del triple, ha ascendido hasta ser vicepresidente de operaciones en Dallas para una empresa de aparcamientos.
Y para aquellos que somos de Bilbao, además de encontrarnos con Davalillo cuando aún era JJ, nos llamará la atención aprender qué fue de tres americanos que pasaron por la ciudad en distintas épocas. Granville Waiters, venido desde Barcelona como se convirtió en costumbre, prácticamente se retiró después de jugar en el Cajabilbao. Ahora, vende de todo por Internet. Albert Burditt, que llegó aquí cuando éramos el Patronato, sigue jugando en Bolivia, tras haberlo hecho en Suecia, Uruguay, Argentina, México, Italia, Portugal y Puerto Rico, además de en Estados Unidos y en España. Por último, el recordado Mark Poag, que en dos años metió 1290 puntos, llegó de la mano de Vidorreta y se retiró tras una lesión en Plasencia, forma ahora parte del staff técnico del reputado entrenador de tiro Ganon Baker, otro jugador que pasó por Europa sin mucha gloria pero encontró la fé en Austria.
Lo dicho, esto es solo un resumen, si queréis aprender más sobre otros, como Ricky Brown o Mike Ansley, visitar la página de ACB.com, además, seguro que sigue la serie.

Gina Marie Incandela

Se acerca la final de la NBA entre Los Ángeles Lakers y los Orlando Magic. Mientras en España se le da cancha a los artículos de prestigiosos deportistas americanos alabando el trabajo de Pau Gasol, en los Estados Unidos muchos son los que aún están maldiciendo a la diosa fortuna por evitar el enfrentamiento (sinónimo: el negocio) del siglo, el gran duelo entre Kobe Bryant y Lebron James. ¿Qué van a hacer ahora con los dichosos muñequitos?
La final que ya ha sido, y con sorprendente final lleno de literatura, fue la de Britains Got Talent. Susan Boyle se quedó sin final feliz y, al parecer, montó en cólera y acabo ingresada en un hospital. Somos muñecos, pero no muñecos del destino, sino marionetas de los que juegan a amasar fortunas.
Gina Marie Incandela podría ser la nieta de Susan Boyle. Y, al parecer, más literatura fantástica, es parte responsable de que Lebron James se enfadara y demostrara todo lo que le falta para ser una verdadera estrella del deporte. Dicen que si ella canta el himno (el himno, ¡el himno!, sigue pendiente que cuente mi experiencia con el O Say Can You See), los Orlando Magic nunca pierden.
Pau, cuidado con la niña, si la ves en la cancha, amordázala, por dios. En fin, cantar canta la niña de siete años, y, a Turkoglu, le hace hasta gracia.

martes, 2 de junio de 2009

Rahaf Harfoush

Ella fue la estratega de comunicación para la campaña electoral de Barack Obama. Hoy ha estado en Euskadi para explicar como las redes sociales y las nuevas tecnologías ayudaron a que Barack Obama ganara las elecciones a presidente de los Estados Unidos. En resumen, ha dicho que fueron una estrategia fundamental para conseguir fondos y para llevar el mensaje a la juventud, pero que si no hay mensaje, las redes sociales no sirven de nada. La tecnología llevó a Obama a la Casa Blanca. Y, al parecer, la tecnología también ayudó a que el FC Barcelona ganara la Copa de Europa. Si no hay mensaje, tampoco sirve de nada, pero según descubre hoy un periódico de tirada nacional, Russell Crowe y un amigo de Guardiola que maneja la edición de vídeos fueron el secreto que el míster catalán utilizó para que sus jugadores salieran al campo en un perfecto estado de ánimo.

Michael Jordan

En el patio del instituto, todos los viernes por la tarde. No recuerdo muy bien si antes íbamos a casa a comer y luego volvíamos. Supongo que sí. Pero, a media tarde, allí estábamos los cuatro, prácticamente sin hacer la digestión, que era algo que preocupaba sobremanera a las madres de entonces. E, B, T y yo que también tendría que llamarme T pero dos llevan a confusión. E era Larry Bird pero no se parecía en nada a él. B era Michael Jordan y sí que intentaba imitarlo. Como aquel otro tío que cuando jugaba en el equipo de Minas su padre siempre comentaba desde el banquillo como había estado practicando aquella jugada que aprendió del mismísimo Michael Jordan, como si el 23 hubiese venido en vuelo directo desde Chicago para enseñársela. T, por su parte, no tenía un modelo muy claro a seguir, lo suyo era entrar a canasta con los pasos marcados y la jugada del polvorón. Yo era Magic Johnson pero en lo único en lo que me parecía a él era en el sobrepeso que cogería tiempo después de su retirada.
E y T siempre jugaban juntos porque eran prácticamente vecinos. B y yo nos conocíamos desde pequeños, así que hacíamos equipo aunque, a veces, muy pocas veces, nos cambiábamos por aquello de repartirse al torpe que, por lo común, era yo. Horas y horas de sudor, tiros fallados y piques sin apuestas pero con el orgullo minúsculo de la corajinosa pubertad. A veces ganaban unos, otras veces otros y todos teníamos un rol y un carácter que empezaba a aflorar y se confirmó mucho tiempo después. No creo que aprendiéramos a jugar al baloncesto, pero el baloncesto nos enseñó a compartir, competir, enfadarse, perdonar, olvidar y recordar para siempre. Los pósteres ya no están en nuestras habitaciones. Los sueños nunca fueron muy tangibles. En realidad, creo que aquello solo era una metáfora. Una metáfora que ahora tiene un significado distinto, visto desde tan lejos y tan tarde.
Muchos años después, acompañado por un simpático chaval llamado Jacob, me saqué una foto junto a la estatua que erigieron en honor a Michael Jordan justo a la entrada del estadio de los Chicago Bulls. También nos fotografiamos junto a la puerta de su casa, con el 23 labrado en forja. Me acordé de los tres. T se casó con una anestesista y ya no sé nada de él. B también se casó y trabaja en algo relacionado con el deporte, pero un deporte que usa una pelota mucho más pequeña y no mueve tanto dinero. E y yo aún quedamos para tomar unas cervezas y evocar aquellos días que se han ido haciendo tan pequeños que apenas podemos verlos sin las gafas de la nostalgia. Yo escribo con ínfulas poéticas tan mediocres como esa última y no he vuelto a coger un balón de baloncesto desde que jugaba con aquel chaval tan simpático en el garaje de su casa en Ida Grove, Iowa. E sigue siendo Larry Bird, B, Michael Jordan y T no tiene ningún modelo muy claro a seguir. Yo cada día me parezco más a Magic Johnson y los cuatro volveremos algún día a jugar en el patio del Instituto, aunque sea en diferido. Y los sueños, sueños son.

Mikel Zarrabeitia


Casi me lo cargo porque D quería sacarle una foto. Tras librar el cruce de la carretera de Morga, en la entrada a Gernika, cerca de los talleres de la Renault donde tiempo después otro miembro de la cuadrilla celebraría su boda. D iba en el asiento de atrás, yo le dije: ¡mira! Es Mikel Zarrabeitia. Y me obligó a frenar y reducir velocidad porque quería sacarle una foto aunque fuera a través del cristal del coche. Zarrabeitia tuvo que frenar también, y bruscamente, e hizo un gesto justificado que mi amigó libró para sacarle la foto cuando las manos ya volvían a estar prendidas a las manetas de freno. Ahora me acuerdo de que luego perdió un dedo, o la yema del mismo, al intentar arreglar una avería mecánica sin dejar de pedalear. No sé si fue antes o después, pero igual se puede apreciar en la foto, ¿no? Preguntémosle a D.

lunes, 1 de junio de 2009

Roberto Martínez


No confundir, porque yo me confundía, con aquel delantero navarro que se hinchó a meter goles por un tubo en Palamós, Valladolid y otros equipos. El Roberto Martínez al que nos referimos aquí tampoco es el de los tikotazos, Roberto Martínez Rípodas, sobrino del gran Patxi Rípodas y que regresa este año a Lezama después de estar cedido en el Eibar aunque, según los rumores televisivos, su retirada está muy cercana. De quien hablaban hoy los periódicos es de Roberto Martínez Gutiérrez, catalán de nacimiento, jugador salido de la cantera del Zaragoza que ahora triunfa en el Spanish Swansea City, sobrenombre que ha conseguido tras sus éxitos y por una plantilla en la que cuenta con seis jugadores del estado: Jordi Gómez, cedido por el Espanyol, Andrea Orlandi, antigua estrella de la cantera del Alavés y que debutó con el FC Barcelona, Gorka Pintado, guipuzcoano de 31 años y con amplio bagaje en Segunda B y Ángel Rangel, Guillem Bauzá y Albert Serrán. Y hablan los periódicos de Roberto Martínez porque la rumorología ya desatada en cuanto se cierran las ligas y se acerca el verano lo pone en prestigiosos banquillos como el del Celtic de Glasgow o el de su ex-equipo como jugador, y actual equipo de Premier league, el Wigan.
Precisamente en el Wigan fue donde dio comienzo una bonita historia que los autóctonos titularon: The Three Amigos. Fue la exótica aventura de tres jóvenes futbolistas españoles que se aventuraron por los románticos y humildes campos de las categorías inferiores del fútbol británico. Cansados de no medrar en el fútbol español, Roberto Martínez, Jesús Seba e Isidro Díaz, que habían coincidido en la cantera del equipo aragonés, se marcharon juntos a la Pérfida Albión. Tantos años después, los devenires de cada uno son bastante distintos. Mientras Roberto Martínez permaneció en la isla y acabó triunfando en el País de Gales, Jesús Seba e Isidro Díaz siguieron viajando. El primero, del que ya hablé en este blog, volvió a Zaragoza, marchó luego a Portugal y ahora triunfa en el Principado de Andorra, donde todavía juega con 35 años y es muy querido por la afición. El tercero en discordia, también probó en el país vecino y, ya veterano, acabó aceptando la oferta del club del que soy socio, un histórico de la Segunda B en el grupo del noreste. Tras retirarse, pasó a trabajar en las oficinas del club, sin que tenga muy claro cuáles eran sus funciones, porque con la temporada empezada, se volvió a colgar las botas para ayudar a un equipo histórico en nuestra ciudad, la Unión Sport San Vicente que había firmado un acuerdo de colaboración con el club y estaba corto de efectivos. En su primer partido, marcó un hat-trick y, hace unos días, certificaron el ascenso a Preferente. En resumen, a uno se lo rifan como entrenador, otro apura en la tercera división y el que faltaba en la terna regresa al fútbol para ayudar a un equipo de barrio a subir a Preferente. Lo mejor de todo: que todo es fútbol y The Three Amigos consiguieron triunfar aunque no sean objetivos de El Follonero.

Jordi Evolé

Lo suyo es tocar las pelotas. Y las pelotas de fútbol las toca muy bien. La cara de Cristiano Ronaldo es un poema. Si va a venir a España, creo que ya vendrá escaldado. A veces, tiene gracia El Follonero. En este caso, se olvida a propósito el móvil en la sala de prensa en la que Ferdinand se aburre y Cristiano Ronaldo se divierte oteando a los periodistas. Más tarde, le pide a Durán i Lleida que le llame al móvil para que suene y así averigüe dónde se lo ha olvidado. Curiosamente, el politono de Jordi Evolé es el himno del Real Madrid. Ferguson se ríe y Cristiano arruga el morro.

Olafur Stefansson


Dicen que en Ciudad Real van a creer en los milagros a partir de ahora. Remontada increíble en los minutos finales y otra vez campeones de Europa. Se enfrentaban a uno de los mejores equipos del mundo, los alemanes del Kiel, con los que dicen son el mejor portero del mundo, Omeyer, y el mejor jugador, el francés Nikola Karabatic. Sin embargo, los Sterbik, Kallman, Jerome Fernández y Stefansson obraron el milagro. El islandés Stefansson cuenta ya con 36 años. Su hermano, Jon Stefansson, jugó en los Mavs de Nowitzki y en el Pamesa Valencia. Eggert Stefansson, otro hermano, internacional con Islandia y ex-jugador de la Premier. Olafur estudió filosofía, medicina y bioquímica, aunque estas dos últimas no las terminó. Su filosofía de vida: buscar, dormir ocho horas y leer dos o tres. Músculo y cabeza al servicio del deporte.

Denis Menchov

A la chita callando. El ruso de Pamplona gana su segunda grande, tercera victoria, y con angustia de último kilómetro y todo. Vaya rabia, nunca le había visto así. Berzin y Tonkov ya tienen substituto. Enhorabuena o... поздравление. ¿Así? Yo qué sé, me fío de los diccionarios online.

Dwight Howard


¿Y un campeonato a ver quién es más ancho de hombros? Lo de este tío es para asustarse. Siempre veo los resúmenes de su equipo porque no me lo explico: vaya brazos. ¿Qué va a hacer el pobre Gasol? Seguro que no se amedrenta. Y vaya equipo: sin calificativos para Stan Van Gundy con un vaso de coca-cola en los tiempos muertos. Rafer Alston, estrella del barrio y malabarista de las canchas de cemento; Courtney "Speedy González" Lee; el turco que nunca duerme pero siempre parece dormido; el hermano bueno de Florent; el polaco que da miedo; mi amigo Redick que desde las semifinales de conferencia ya no juega y la estrella que aún quiere serlo, Rashard Lewis. De todo un poco. Pronostico que habrá ostias, y perdón por el vocabulario, y más rebotes que en una pista de squash. Y sigo con lo mío: ¿a ese tío le tendrán que hacer las camisas a medida, no?